Capitulo 6: Una Nobleza Digna De Lucifer

Issei veía sorprendido la imagen que se mostraba en el teléfono, antes de tornar sería su expresión, el no tardó en ver lo que eso significaba. Algo que Grayfia ya sabía, por lo que observo la imagen y la analizó todo lo que pudo  en un intento de identificar a quien se había reunido con Raynare.

- No hay pista de quien es, ¿Cierto? - Preguntó Issei a Grayfia la cual solo negó con la cabeza.

- No es posible identificarlo, incluso uso un Círculo Mágico diferente, es claro que oculta su identidad lo más posible - Dijo Grayfia que veía con seriedad la imagen.

- El apoyo externo de Demonios no es algo que pensé - Dijo Issei mientras se limitaba a pensar.

Ciertamente no considero esta situación en lo más mínimo, y si era sincero, en si jamás habría considerado esto, la razón era obvia. Aún así esto situación era de los que debía esperar si pensaba algún día gobernar el Inframundo, sabía sin duda que no todos estarían felices con el tomando el poder, y que mas de uno intentaría o podría tramar algo contra el sin saberlo.

Habían varias pruebas de ello, por lo que suspiro antes de ver a Grayfia, la cual esperaba pacientemente. Por lo que una vez lo medito, entendió que debía hacer por el momento.

- Dile a Katarea que siga igual, que no se involucre o llame la atención - Dijo Issei mientras Grayfia asintió ante la orden por lo que tomó el teléfono una vez más antes de mandar el mensaje.

- Issei-Sama, creo que ya lo entendió, pero de no ser así es necesario que le diga que no todos le serán leal - Dijo Grayfia mientras guardaba el teléfono.

- Lo se, me queda un largo camino por recorrer, y esto será algo enfrentare o veré en el futuro  - Dijo Issei mientras veía hacia el lago pasillo. - No importa que tan difícil sea llegare al final.

No había marcha atrás, si quería ser el futuro Gobernante del Inframundo, se debía prepara para cualquier situación posible. Por lo que luego de discutir las situaciones con Grayfia, Issei regresó a su hogar a descansar después de tener varias experiencias fuertes.

Había no sólo cambiado su vida, sino su objetivo en esta, era el hijo perdido del antiguo Gobernante del Inframundo. Y no sólo eso, ahora tenía que cambiar su forma de vivir, incluso hacer cosas a la que no estaba acostumbrado. Como sus acciones con los Herederos, que como el tenían derecho de Gobernar pero de lo poco que vio, supo que ellos no eran los más adecuando para eso.

Incluso le preocupo un poco el Futuro del Inframundo en manos de ellos, en donde estaba seguro harían una gran tontería apenas fueran nombrados los Líderes del Inframundo. Era por eso el que quería asegurarse que ellos no se presepitaran a cometer un error, con esos pensamientos había ido a dormir bastante preocupado e incluso algo temeroso en que intentarán asesinarlo mientras dormía.

- "Ser Hijo del Diablo tiene beneficios y consecuencias que pueden atentar con tus asuntos o incluso tu vida" - Pensó Issei con los ojos cerrados.

A diferencia de todos los días, hoy su despertador no sono, no por que este día fuera fin de semana. Al contrario pensaba faltar a la Academia ese día, después de lo sucedido necesitaba un respiro e ir a la Academia no era algo que considerará importante ahora.

- "Supongo que ahora en adelante tendré que acostumbrarme a este sentimiento - Pensó Issei mientras giraba su cuerpo.

No sabía lo que le esperaba, así ser un lastre no era una opción, más en estos momentos donde debía ser cuidadoso.

- "Por ahora lo único que puedo hacer es esperar a que el Sello esté terminado, así podré acceder a mi poder y Screed Gear" - Pensó Issei antes de moverse. - "¿Que es esto?"

Pensó extrañado al hacer tocado algo a lo podría llamar bastante suave, el cual por más que tocaba le daba una débil y gratificante satisfacción. Incluso mover su mano sobre eso se sentía mejor, y al mover lo a un lado sintió algo igual, un extraño sentimiento lo invadió cuando lo tocaba, como si hubiera algo que en verdad se podia llamar inmoral en eso.

- "¿Estaré soñando?" - Pensó Issei antes de sentir un calor rodear su mano, así como el tacto de la tela aún lado, tardo un poco en hacerse presente. - "¡Esto...! ¡¿Acaso esto es...?!".

- Ah~ L-Lucifer-sama~ - Dijo una voz en un débil susurro causando que Issei el fin abriera los ojos encontrándose con algo que el nunca pensó.

Viendo la expresión de la chica, Issei se alejo rápidamente, quedando en más de un sentido sorprendido. Incluso se cayó de su cama mientras la chica aún no se recuperaba de lo que le parecía ser una gran experiencia, dado que el sonrojo y mirada vidriosa no parecían estar cerca de desaparecer sino en aumentar más.

- "¡¿Q-Q-Quien es ella?!" - Pensó Issei con sorpresa.

No podía confundirla con Grayfia, dado que el físico de ambas era diferente, sin mencionar que no se parecían en nada, observar como parecía recuperarse del sentimiento más grande y emocionante de su vida. Hizo que un sentimiento de orgullo apareciera en Issei, que pase en no conocerla, supo que con sólo hacerle eso, le causó un sin fin de emociónes de las que parecía no estar acostumbrada.

- "¿E-Enserió se sintió tan bien que yo le tocara los pechos?" - Pensó Issei con un poco de duda así como orgullo. - "¿Eh? Un momento... ¿Acaso ella no me llamo Lucifer-sama?"

Aunque había tardado unos segundos en notarlo, recordó que justo antes de que la soltara ella lo había llamado así. Por lo que en teoría, la chica acostada sobre su cama no era humana, sino un Demonio como Grayfia y Zaorama.

- "Si es una Demonio, significa que si me dejo tocarla, ¿Me dejaría...?" - Pensó con cierta expectativa Issei, que sentía todos sus sentidos alborotarse ante tal idea.

Algo que no duró en el momento que se abrió la puerta, dejando ver a Grayfia, a la cual apenas vio. Entendió que esto no iba a terminar nada bien, la mirada del Demonio era sería e incluso aterradora en varios sentidos, algo que la chica en la cama pareció no notar al principio.

Incluso ignoro la presencia de la Maid, para arrastrarse suavemente desde su cama hasta donde estaba sentado. Algo que le permitió al castaño observar su escote una vez más, dejandole apreciar por segunda vez el bracier blanco de la chica que hacia un juego perfecto con su traje.

Uno que habría disfrutado de lo ser por la mirada mortal de Grayfia, la cual sin decir una palabra seguía observando lo que sucedía. Dejando claro que dejaría en manos de la chica notar su presencia dentro del cuarto, algo que la chica iba a tardar en notar al estar centrada en el castaño. Que en ese momento no tenía idea de lo que debía hacer, más cuando la chica llegó frente a él, quedando en una posición comprometedora, que en vista de cualquiera era bastante erotica.

- Hagalo de nuevo... - Dijo la chica en el momento que su rostro estuvo frente al de Issei.

- ¿Eh? - Dijo Issei confundido.

- Por favor, toque mis pechos otra vez - Dijo la chica mientras Issei solo la veía sorprendido. - Por favor, se lo suplico Lucifer-sama.

- O-Oye... - Dijo Issei intentado advertir de la presencia de Grayfia en el cuarto.

La cual parecía estar lista para matarla en cualquier momento, algo que sólo le daba terror a Issei que levantó su mano causando que el rostro de la chica sólo se iluminará al creer que la tocaría una vez más.

Pero lejos de sus expectativas, Issei sólo la tomo del mentón para girar su rostro hacia donde estaba la puerta, donde en un principio dejó confundida a la chica que no tardo en comprender el por qué había hecho eso.

- ¿Te diviertes Lindsay? - Dijo Grayfia a la joven mientras entraba al cuarto.

Que dejando salir un gemido sorpresa, se levantó rápidamente de su lugar, al mismo tiempo que acomodaba todo su traje de Maid ante la mirada mortal de Grayfia.

- ¡Me disculpo profundamente! - Dijo la chica ahora nombrada como Lindsay.

La cual hizo una reverencia no sólo a Grayfia, sino también a Issei que ya se había levantado del suelo. Donde sólo se limito a observar, no tenía ninguna intención de entrar en la mira de ira, así que se limito únicamente a ver la situación.

- Creí haberte ordenado despertar con calma a Issei-sama - Dijo Grayfia con el tono más severo que Issei había oído.

- ¡P-Por supuesto! - Respondió Lindsay sin levantar la mirada.

- Entonces... ¿Por qué estabas acostada en la cama de Issei-sama con un rostro vulgar? - Preguntó Grayfia asustando a Lindsay, que soltó un débil gemido de terror. - Incluso te arrastraste para así pedirle que te tocara otra vez.

Dijo Grayfia esta vez mirando a Issei, el cual levantó las manos diciendo que no entendía lo que había pasado. Lo cual a Grayfia pareció no interesarle mucho al centrar su atención en Lindsay una vez más, la cual temblaba ante el aura y las intenciones de Grayfia.

- Y-Yo... - Dijo Lindsay aterrada.

- Silencio - Dijo Grayfia con seriedad.

- ¡Si! - Respondió Lindsay más aterrada que antes.

Algo que dejaba a Issei sin palabras, de lo poco que conocía a Grayfia, el podía decir que era una mujer seria. Pero en las situaciones adecuadas podía ser un tanto sumisa a sus deseos, algo que fue confirmado antes de la reunión con los Herederos. Por lo que verla actuar así fue una sorpresa para el chico, que se limito a dar un suspiro.

- Me preguntó... ¿Que castigo debería darte? - Dijo Grayfia mientras Lindsay gemia de torror al oírlo.

Incluso levantó su cuerpo, dejando ver al castaño que se había puesto aún más pálida de lo que ya estaba, diciéndole a Issei que los castigos de Grayfia no eran nada bonitos. Por lo que dejando todo a un lado, dio un par de pasos a Grayfia.

- Vamos Grayfia no seas tan dura, fue un accidente simplemente - Dijo Issei mientras la Maid lo miraba.

- Issei-sama, no deberia de ser así de flexible con los errores - Dijo Grayfia mientras giraba en su dirección. - Si permite este comportamiento...

- Lo se, podría repetirse, pero en esta situación soy en parte culpable - Dijo Issei mientras caminaba hasta estar frente a Grayfia. - Es posible que por mis acciones... Lindsay no cumpliera con tus ordenes, así que no seas tan dura.

Dijo Issei mientras colocaba su mano en el mentón de Grayfia, la cual sólo dejó a Issei hacer lo que quisiera. Por lo que se limito a acariciar los labios de la Maid y sin importarle si Lindsay miraba le dio un casto beso a Grayfia, la cual mostró un débil sonrojo por su acción.

- Ignora lo que pasó hoy ¿Si? Te lo voy a compensar después - Dijo Issei mientras veía los ojos de Grayfia, los cuales de un momento a otro dejaron de mostrar esa seriedad e ira que tenia por una mirada sumisa y dócil.

Algo que Lindsay no vio gracias a que se encontraba detrás de Grayfia, la cual ahora tenía un ligero sonrojo sobre sus mejillas.

- Ya que es Issei-sama quien lo pide, no me queda más que aceptarlo - Dijo con más calma Grayfia.

Lo cual saco un suspiro mental de Issei al ver que todo se había calmado, pero en el momento que miro a Lindsay. Se sorprendió un poco al ver que ahora la Demonio lo veía maravillada, como si el hubiera hecho una asaña imposible en el mundo o en la Historia.

Algo que lo confundió un poco, pero en ese momento decidió ignorar, dado que Grayfia se alejo un poco de él para así el poder mirar a Lindsay, quien al ver eso se paro derecha mientras sonreía.

- Supongo que debería presentarsela de la manera adecuada - Dijo Grayfia antes de señalar a Lindsay con su mano. - Ella es Lindsay Orobas, es la unica miembro con vida de la Casa Orobas, una Casa ya considerada extinta de los 72 Pilares del Inframundo.

Oyendo la presentación, Lindsay hizo una reverencia a Issei, el cual sólo vio con sorpresa a la chica. Al saber que ella era la única miembro con vida de uno de los 72 Pilares del Inframundo.

- Es un placer al fin conocerlo - Dijo con educación Lindsay. - Disculpeme por la forma que actúe frente a usted.

- No te preocupes, fue culpa mia, debí ser más atento a mis alrededores - Dijo Issei mientras Lindsay se sonrojaba.

- Aún así, fue muy irrespetuoso que una Sirvienta como yo entrará a la cama del Lord Lucifer, es por eso que... - Dijo con nerviosismo Lindsay.

- Ya discutiremos eso más tarde, por el momento lo dejaremos así - Dijo Issei a Lindsay que se sorprendió. - Ahora solo quisiera desayunar.

- Por su puesto Issei-sama, las chicas ya le han preparado su desayuno - Dijo un segundo después Grayfia.

- Muy bien, entonces andando - Dijo al instante Issei que camino hacia donde estaba la puerta antes de detenerse en el momento que proceso lo dicho por Grayfia. - ¿Las chicas?.

Preguntó Issei extrañado antes de que su mirada se percatara de algo más, el cual habia ignorado hasta ahora. Y eso era que no estaba en su habitación, es más, ni siquiera era su casa, había una gran cantidad de espacio en ese cuarto, uno que abarcaría casi todo el segundo piso de su casa.

Lo cual dejaba claro que ya no estaba en su hogar, por lo que miró a Grayfia en espera de una respuesta. La cual al ver el rostro de su maestro sonrió por la sorpresa e incredulidad de este.

- Cuando regresamos a su hogar me di cuenta que no había espacio suficiente para alguien de su estatus - Dijo con la misma calma Grayfia. - Por lo que fui a recorrer la ciudad en la noche para así encontrar un lugar adecuado para que estuviera temporalmente, y compré la única Mansión aceptable de la ciudad.

Las palabras de Grayfia dejaron a Issei sorprendido, el no había esperado eso, incluso el comprar una casa no pasaba por su mente en estos momentos. Aún que admitía que el espacio en su viejo hogar era un tanto reducido, así que lo dicho por Grayfia tenía cierta razón.

- Y-Ya veo... Me habría gustado que me lo consultaras antes pero supongo que esta bien, tener más espacio no está de más - Dijo Issei mientras Grayfia solo le sonreía.

- Me disculpo, pero regreso tan cansado ayer que no me atreví a despertarlo del cómodo sueño que tenía - Dijo Grayfia a la vez que tomaba la mano de Issei. - Si necesita algo, no dude en pedírmelo, lo haré sin importar que sea.

De alguna manera todas las palabras de Grayfia lograban comoverlo, estaba tan entregada a el que solo podía agradecer a su padre por haberla educado así.

- Te lo agradezco, incluso me siento en deuda con tu padre por la educación y disciplina que te enseño - Dijo Issei en el momento que tomaba las manos de Grayfia.

La cual pareció sorprenderse por eso, y al mismo tiempo le hizo preguntarse si era el momento adecuado para que ella conociera a Issei. Quien simplemente le sonrió antes de salir de la habitación en compañía de ambas Maids, que guiaron su camino hasta el comedor, donde dos chicas más vestidas de Maid los estaban esperando.

La primera se acerco a Issei e hizo una reverencia un tanto elegante, tomando las orillas de su falda para levantarla y así doblar de forma ligera sus rodillas.

Un saludo bastante elegante para Issei, el cual asintió en respuesta al verlo, lo cual pareció alegrar a la joven que sin esperar dijo.

- Es un placer conocerlo Lucifer-sama, mi nombre es Madeline Decarabia, un miembro de la casa extinta Decarabia de los 72 Pilares del Inframundo - Dijo Madeline con una sonrisa.

- El placer es mío - Dijo Issei antes de ver a la otra chica, la cual al sentir su mirada rápidamente bajo su cabeza.

- M-Me llamó Jasmine Caim, como mis compañeras soy miembro de una casa extinta del Inframundo, la Casa Caim - Dijo Jasmine después de hacer su leve reverencia para ver a Issei.

Quien en ese momento estaba bastante sorprendido al ver las alas negras de la joven, la cual al notarlo las retrajo casi al instante mientras decía tímidamente.

- M-Me disculpo Lucifer-sama... Pero a diferencia de mis compañeras y de los Demonios del Inframundo, los que son miembros de la Casa Caim tienen alas emplumadas en lugar de las comunes de Demonio - Dijo Jasmine intentando de alguna manera ocultar sus alas. - Y por alguna razón no podemos ocultar que las tenemos, por eso me disculpo enormemente si mis alas le molestan.

Issei simplemente se sorprendió ante la explicación de la Casa Caim, por lo que sonrió a Jasmine que aún seguía con el rostro avergonzado.

- No te preocupes, no me molestan en lo absoluto - Dijo Issei mientras Jasmine se sonrojaba al oír eso.

- Si ya no hay nada más que agregar, es mejor que ahora le sirvan el desayuno a Issei-sama - Dijo Grayfia con calma.

Provocando que las tres maids fueran a la cocina mientras Issei se sentaba en la silla principal del comedor, donde junto a él se quedó Grayfia en silencio. Uno el que ninguno dijo algo, Issei sabía que la razón de eso era por que Grayfia no iba o no tenía la intención de arruinar esta comida con alguna noticia aburrida.

Por lo que suspiro al notar como desde la cocina salían las tres maids, todas se encontraban trayendo un plato con un alimento en concreto. Todos se podían llamar alimentos de calidad dentro del mundo, por lo que sin esperar empezó a comer mientras las tres chicas iban a la espalda de Grayfia esperando alguna orden más.

Algo que Issei no noto al comer, pero de haberlo notado abría visto a las Maids a su espalda susurrar entre sí, tal parecía que Lindsay les estaba contando todo lo que pasó en la habitación sacando más de una sorpresa en sus compañeras. Al principio les sorprendió lo sucedido en la cama, donde por intuición miraron sus pechos antes de ver a Issei que aún comía.

Luego se sorprendieron al oír que Issei había controlado el temperamento del Demonio Femenino más fuerte dentro del comedor. Dejándolas casi en shock al saber que alguien había logrado no sólo calmar a Grayfia sino la de hacerla sonreír.

Claro que sus susurros terminaron por llamar la atención de Grayfia, la cual se giro levemente causando el silencio de las tres chicas. Algo que llamó en parte la atención de Issei, que recordó algo a lo que debía de aclarar en ese instante.

- Grayfia - Dijo Issei llamado a la mujer que dio un paso hacia el atenta a todas sus palabras. - Había queria preguntar esto pero siempre lo olvidaba, hace un tiempo me dijiste que los que saben de mi existencia dentro del Inframundo y en este son muy pocos.

- Así es, los que conocen su existencia se pueden definir como una vanguardia al acecho dentro de las sombras de todo el Inframundo esperando cumplir con sus órdenes - Dijo Grayfia mientras veía sin problemas la curiosidad en los ojos del castaño. - ¿Quiere saber quien son?.

- Si, esta mañana con lo sucedido con Lindsay me dejó claro que no se en quien confiar, no se quienes son mis aliados y quienes son mis enemigos - Dijo Issei mientras miraba a la Maid.

- Comprendo, saber quiénes le conocen le será útil en algún momento - Dijo con seriedad Grayfia mientras lo meditaba.

- Así es, de esa forma sabré como debo actuar con los Demonios que conozca - Dijo Issei esperando la respuesta de la Maid.

- Actualmente los Demonios que saben sobre su estatus, son las Maids bajo su mando, ya conoce a tres de ellas - Dijo Grayfia mientras que veía a las tres en su espalda. - Solo le faltan por conocer cuatro más.

- ¿Cuatro más? ¿Son siete Maids las que están bajo mi mando? - Pregunto Issei a Grayfia sorprendido.

- Técnicamente somos ocho conmigo, yo soy la Líder de sus Maids Personales, las cuales obedecerán cualquier orden que les de - Dijo Grayfia mientras Issei veia a las tres chicas detrás de Grayfia que se limitaron a asentir.

- Ya veo, pero cuando yo no esté cerca, y tu tampoco, ¿Quién las dirige? - Dijo Issei mientra Grayfia se quedaba en un breve silencio antes de decir.

- Cuando no estoy presente, la que toma el Mando de todas sus Maids Personales es Anastasia Valak - Dijo Grayfia con un tono algo serio y con un cierto grado de respeto hacia la Demonio mencionada.

- Anastasia Valak - Repitió Issei con una ligera duda sobre la Demonio que logró hacer que Grayfia le respetará de algún modo. - ¿Es fuerte?.

- Entre las ocho yo soy la más fuerte, lo que por regla me vuelve la Líder, pero la única que me a retado para tener el puesto de Maid Principal es Anastasia Valak - Dijo Grayfia mientras las tres a su espalda temblaban ligeramente con el nombramiento del enfrentamiento.

- ¿La unica? - Dijo Issei con sorpresa.

- Así es, mi poder sobrepasa por mucho al de las demás, pero Anastasia Valak es la única con el poder necesario para ser capaz de enfrentarme - Dijo Grayfia con seriedad. - La e derrotado alrededor de ciento veinte veces, y aún así me tengo que esforzar más que la última vez, eso por que cada encuentro que tenemos se logra fortalecer más que antes.

- Entonces ella... - Dijo Issei mientras se percaraba de la jerarquía de las Maids.

- Es la segunda más fuerte, tanto que no me sorprenderia que el día que tenga a su disposición sus propias Evil Pices, se postule como su Reina - Dijo Grayfia en tono serio. - El puesto que por derecho me corresponde, ella lo deseara con su ser a tal punto que me retara una pelea ese día por el puesto de Reina.

- Ya veo, en ese caso, ocho Maids, nueve con Zaorama, más los tres Herederos al igual que Riveria y Scatnach serían por lo menos catorce que ya conocen de mi existencia - Dijo Issei mientras Grayfia asentía. - Además de ellos, ¿Quienes son conscientes de mi existencia?.

Con la pregunta de Issei, Grayfia tardo un par de segundos en responder, con gran velocidad Grayfia recordó a cada uno con quien hablo de su Maestro al igual que su futuro Esposo.

- Sin contarlos a ellos, los que saben de su existencia serian a lo mucho nueve, si tomo en cuenta las acciones que van a tomar algunos la cantidad seria de al menos doce - Dijo Grayfia dejando con una ligera sorpresa a Issei que miró su cómoda.

- Doce, no pensé que fueran muchos, al menos puedo tener la certeza de que el secreto de que regrese siga oculto - Dijo Issei mientras Grayfia asentía.

- No debe preocuparle eso, ninguno se atreverá a decir algo por el momento, aún así el tiempo apremia, necesita de su poder para dirigirlos - Dijo Grayfia seriamente.

Lo cual Issei sabía, necesitaba de todo su poder dormido si queria parase en frente de todos los Demonios. Así que una vez terminó su comida, las Maids tomaron todo cubierto y plato que se utilizará para limpiarlos dejándolo un momento solo con Grayfia.

- ¿Cuando conoceré al resto de Maids? - Pregunto Issei mientras Grayfia recibía un mensaje por medio de ese aparato.

- Si lo desea justo ahora, las demás ya han regresado de sus Misiones y están entrenando en la Base de Zaorama, en cuanto a Anastasia Valak estará un par de días ausente debido a asuntos que debe resolver antes de reunirse con usted - Dijo Grayfia mientras Issei sólo asentía antes de levantarse de su lugar.

- Entiendo, en ese caso conoceré a las otras tres Maids - Dijo Issei mientras Grayfia asentía.

Por lo que esperaron unos segundos al retorno de las tres Maids, las cuales se tardaron unos minutos antes de volver al comedor y con una orden de Grayfia las tres se pararon detrás de ella.

Y sin esperar más, Issei se paro junto a Grayfia que rápidamente los transporto a la Base de Zaorama. Apareciendo en el mismo pasillo donde Issei aparecio la primera vez, y bajo la guía de Grayfia se encaminó por un camino diferente.

En donde las tres Maids le siguieron en silencio hasta llegar a otra puerta, que a diferencia de la otra está era el doble de grande. Y al entrar Issei se sorprendió a gran manera al ver como varios tipos de explosiones aparecían sobre lo que parecía ser un enorme coliseo.

La puerta por donde habían entrado los habia llevado a lo que podrían llamarse las gradas del coliseo, y en la arena vio a tres chicas enfrentándose a una gran velocidad que no podía ni seguir.

Las cuales estaban concentradas en sus combate que no notaron sus llegada, lo cual permitió a Issei visualizar mejor el combate que se llevaba acabo. Donde le sorprendió no sólo ver alguna que otra explosión, sino que también disparos al aire que parecían derribar todo lo que tocaban.

- Impresionante... - Dijo Issei mientras Grayfia se percataba de la situación de Issei.

Por lo que usando su magia hizo que un par de lentes aparecieran en sus manos para luego entregárselos a Issei. Quien al ponérselos pudo ver de una manera más fácil los movimientos de las Maids.

- No parecen estar cerca de terminar, por lo que las presentaré - Dijo Grayfia mientras los Lentes se iban enfocando en una de las Maids.

La cual saltaba de un lado a otro con un rifle en sus manos, mismo con el que se disparaba una ráfaga de balas que aún sin el conocimiento adecuado, Issei solo podía decir que tenían toda la potencia para destruir a un tanque o atravesar un avión de un solo disparo.

- Ella es Gabriella Balam, pertenece a la Casa Extinta Balam, uno de los últimos Clanes en Exitinguirse de los 72 Pilares del Inframundo - Dijo Grayfia mientras los Lentes le mostraban una fotografía directa de la Maid.

Misma que avergonzó un poco a Issei al ver que la foto que los lentes mostraban ante el, incluían lo que esa chica vestía no sólo por fuera sino por debajo de su traje de Maid.

- La siguiente es Aida Ronove, como ya lo indica su apellido pertenece a la casa Ronove que a diferencia de los Balam y otras casas del Inframundo, los Ronove fueron la segunda casa en Extinguirse, Aida apareció hace doce años en uno de los territorios abandonados de todo el Inframundo, nadie sabe como llegó ahí y eso la incluye - Dijo Grayfia mientras los Lentes le mostraban otra foto como la anterior a Issei.

La cual volvió a avergonzarlo, estaba lo suficientemente feliz por la imagen que veía. Pero al mismo tiempo sentía como la culpa lo invadía al ver lo que vestían las Maids sin sus concentimiento, algo a lo que Grayfia pareció percatarse, y sin mencionarlo cambio la configuración de los Lentes.

- Y la última es... - Dijo Grayfia mientras los lentes se enfocaban en la última de las Maids combatientes.

La cual bloqueaba todas las balas sin un problema con un escudo, a la ves que se movía con una espada atacando cuando el momento se le presentaba.

- Angela Dantalion - Dijo Grayfia con un tono ligeramente sentimental. - Ella por mucho representa lo que es una Maid y eso es por que la Casa Dantalion era la encargada de servir a los Lucifugue en los trabajos que requerían asesinato o secuestro dentro del Inframundo como en el Humano... Fue la primera Casa de los 72 Pilares que se extinguió.

Issei se sorprendió al oír la descripción de Grayfia a la Joven, que a diferencia de las dos anteriores parecía tener un ligero apego a la joven. Incluso Issei se percató de que la mirada de Grayfia a donde se encontraba la joven era la de una Hermana mayor orgullosa de sus logros.

- Ella apareció antes que Aida dentro de una venta clandestina de esclavos en el Inframundo, de no ser por Zaorama así como por Anastasia, Angela habría sido la Esclava de algún Demonio cualquiera del Inframundo - Dijo Grayfia con algo de molestia. - Cuando la trajeron fue la primera a la que adiestre como Maid y la que más se acercó a como yo soy, las demás tienen sus puntos fuertes, pero Angela es la que a sobresalido más.

Sus palabras sorprendieron a Issei, que discretamente miro a las tres Maids, las cuales no parecían desanimadas. En lo más mínimo, sino que parecían estar de la misma forma que Grayfia, orgullosas de los logros de su compañera.

- Entre sus Maids ella ocupa el tercer puesto en fuerza, luego le sigue Aida, después Lindsay, Madeline, Gabriella por último Jasmine - Dijo Grayfia con con calma. - Pero aún si la jerarquía entre sus Maids es así no debe dejar que las apariencias lo engañen, ellas son poderosas a su manera.

Diciendo eso un fuerte sonido apareció por lo que todos miraron la arena, en el cual Angela tenía contra el suelo a Aida usando su escudo, mientras su espada y mirada se encontraba contra el cuello de Gabriella. Dejando claro quien era la ganadora del encuentro, algo que Issei pudo entender después de pensarlo así como de tomar en cuenta lo dicho por Grayfia, la cual aplaudió llamando la atención del trío sobre la arena.

- Suficiente - Dijo Grayfia mientras su voz se oía por toda la arena. - Las tres tuvieron un espléndido combate.

Viendo a Grayfia y oyendo sus palabras el trío se recompuso rápidamente, a tal punto que ya estaban frente a Grayfia e Issie haciendo una reverencia.

- Aún nos falta mucho Grayfia-Sensei, le prometo que seré mucho más fuerte en el próximo combate - Dijo Angela antes de ver hacia sus compañeras.

- Me descuide en el combate, dentro de una batalla real habría muerto, así que un me falta mucho para poder recibir un alago suyo - Dijo Aida mientras solo mantenía su reverencia al igual que las otras dos.

- Sigo confiando en mi habilidad para ocultarme, en una batalla debo de ser prudente y no depender tanto de ella como suelo hacerlo - Dijo Gabriella al final mientras notaba al igual que sus dos compañeras la precencia de Issei.

Quien al notar que lo veían se quito las gafas mientras les sonreía a las tres, lo cual extraño a las chicas pero al ver al trío detrás del chico así como Grayfia a su lado no tardaron en entender que el joven era a quien estaban destinadas a servir.

- Fue un buen combate, sino fuera por el estado actual de mi poder, no habría sido necesario usar estos lentes pero al menos puedo decir con seguridad que las tres son bastante fuertes - Dijo Issei intentando parecer el Hijo de un Maou que sabía lo que hacía. - Aunque no e tenido un combate real aun, así que la opinión que de ahora no sería del todo válida.

- ¡N-No diga eso! ¡Que usted me alague es un sueño! - Dijo Angela sonrojada al ver que estaba frente al hijo de Lucifer.

- ¡C-Cierto! ¡Q-Que el hijo de Lucifer nos diga eso es una bendición que ninguna de nosotras merecemos! - Dijo Aida casi igual de avergonzada que Angela.

- ¡Hug~! ¡Le mostré un lado vergonzoso de mi a Lucifer-sama! - Dijo Gabriella a la vez que tapaba su rostro con sus dos manos. - ¡Incluso me alago a mi, una de las más inútiles!.

Dijeron cada una nerviosas causando la sorpresa de Issei, dado que las otras no habían reaccionado de esa manera. Por lo que se sintió ligeramente confundido de que debía hacer, pero antes de que se le ocurriera algo Grayfia le susurro mentalmente con un hechizo.

- "No se sorprenda por sus reacciones, es normal que ellas reaccionen así, después de todo están destinadas a servirle en lo que usted desee" - Dijo Grayfia mientras Issei respondía en el mismo tono.

- "Pero las otras no reaccionaron así" - Respondió Issei mientras Grayfia no pudo evitar reír levemente.

- "Al contrario, cuando se presentaron en el comedor se sentían igual que ellas, así que una vez salieron de su vista hicieron lo mismo, es por eso que no tiene que ser sorprendido por sus acciones, o ellas van a creer que lo están incomodando" - Dijo Grayfia mientras Issei solo daba un leve suspiro.

Si era sincero Issei no tenía idea de que debía hacer, por las palabras de Grayfia podía decir las seis jóvenes lo tenían en una alta estima o mejor dicho ellas solo lo admiraban de gran manera. Incluso si Grayfia le dijera que ellas estaban de alguna forma enamoradas de él, habría creído eso sin problemas gracias a toda la reacción que tenían las jóvenes.

No sabía como corresponder toda esa admiración, después de todo esto era nuevo para el, tanto que de solo ver la situación lo ponía nervioso. Pero como Grayfia había dicho hace un segundo no podía mostrarse de esa forma, o de lo contrario, podría causar algún tipo de mal entendido entre ellas.

Por lo que basándose en un manga que leyó, camino hasta estar frente a Angela que aún mantenía la cabeza abajo. Por lo que suavemente la tomo del mentón al igual que Aida mientras Gabriella se limitaba a observar sus acciones.

- Sus palabras me conmueven, no creo ser merecedoras de ellas aún, pero les aseguro las llevaré en mi corazón - Dijo Issei exactamente lo que habia leido de ese Manga.

Algo que pareció hacer feliz no solo al trío de chicas frente a él, sino que a las que estaban detras también lo estaban. Dado que todas lo miraban con ojos de verdad brillantes, como si su sola voz fuera suficiente para hacerlas feliz.

- Ya todas han oído la gran amabilidad de Issei-sama, así que sirvan, así como entreguen todo lo que les pida - Dijo la Maid peliplateada mientras Issei daba un suspiro de alivio. - Después de todo están destinadas a ser los miembros de la Nobleza Lucifer, así que muestren estar a la altura.

Todas respondieron con "Si" al unísono, dejando al castaño como el único al que parecía necesario explicarle lo dicho en ese momento por Grayfia.

- ¿Miembros de mi Nobleza? Entonces ellas... - Dijo Issei mientras Grayfia se limitaba a asentir.

- Así es, ellas han sido entrenadas así como adiestradas para servir al Lord Lucifer, no solo en lo doméstico, sino también en lo laboral y sexual - Dijo tranquilamente Grayfia mientras a todas las chicas les aparecía un débil sonrojo al oír eso.

- Ya veo, tiene... ¿Eh? E-Espera un poco Grayfia - Dijo Issei al haber procesado las palabras de la Maid Principal. - Lo último que dijiste... ¿Fue enserió?.

- Así es, ellas fueron entrenadas no solo para el combate, también en lo laboral y doméstico, sin embargo el trabajo de un Maou resulta ser agotador al final - Dijo Grayfia mientras apuntaba a las jóvenes. - Por lo que se les dio más de un adiestramiento para complacer el cuerpo de un hombre, el suyo.

Dijo Grayfia mientras todas las chicas se avergonzaban por cada palabra, eso sin perder de vista la reacción de Issei. Que para este punto no sabía como debía de reaccionar a esto, todo era nuevo para el, así que acostumbrarse rápido no era posible para el, más cuando sabías que había un grupo de jóvenes dispuestas a todo lo que desearas.

- Naturalmente todas son vírgenes, sus virginidad fueron reservadas para que usted las tomara, así que no debe tener preocupaciones por alguien más haya estado en la misma cama que ellas - La tranquilidad de Grayfia solo dejaba al castaño sorprendido.

Saber todo esto de golpe no era bueno para el, necesitaba bastante tiempo de reflexión para asimilar todo. Pero con lo sucedido eso no era posible, así que reuniendo toda la calma que pudo se limito a dar un suspiro.

- Y-Ya veo... En ese caso espero contar con sus ayuda en el futuro - Dijo Issei con una sonrisa causando que todas hicieran una leve reverencia con un "Si" al unísono al final.

Los deberes de un Maou eran cansados para cualquiera, incluso Issei lo sabía y tenía una idea para liberarse de eso. Lo cual si llegaba a funcionar lo dejeria al instante ser libre, lo que significaba no solo tiempo de sobra, sino que también podría hacer lo que deseara.

- "Supongo que esto tiene sus ventajas al final" - Pensó Issei mientras oia un par de pasos acercarse.

Lo cual llamó la atención de todas ahí al mismo tiempo, ocasionando que todas y cada una de las jóvenes hicieran otra de sus reverencias. Lo que adviertio a Issei de que la mujer frente a él tenía algo de estatus importante, por lo que observo a Grayfia, quien de igual forma se había limitado a hacer una reverencia.

- Me disculpo por no recibirla, pero no esperaba que viniera a visitarnos - Dijo Grayfia mientras miraba a la mujer, la cual sonrió amablemente.

- Zaorama me notificó hace un par de horas que lograron encontrarar al Hijo de Lucifer, así que vine a conocerlo en persona - Dijo la hermosa mujer que se giro a ver al castaño. - Ohh~ así que tu eres el segundo Hijo de Lilith-sama y Lord Lucifer.

- Así es, desconozco que nombre fue el que me dieron ellos el día que nací, es por eso que uso el me dieron los que se encargaron de mi - Dijo Issei mientras asentía hacia la mujer. - Me llamó Issei, Hyoudou Issei, aunque técnicamente el nombre correcto sería Issei Lucifer.

- Vaya, que lindo nombre - Dijo con una sonrisa amable la mujer mientras veía al castaño de pies a cabeza. - Zaorama comentó algo sobre un jaque de poder en tu interior.

- Así es, Scatnach está trabajando en un sello que me permitirá usar mi poder y Longuinus de forma segura - Dijo Issei mientras Grayfia se limitaba a observar la interacción entre ambos.

- ¿Una Longuinus? Creo que a Zaorama le faltó comentar esa parte - Dijo con la misma calma la mujer, solo que esta se mezclava con algo de sorpresa. - Pero a decir verdad, no creo que eso sea algo malo para un Demonio, eso si tomamos en cuenta que el nieto de tu hermano posee una del mismo calibre.

Sus palabras sorprendieron a Issei, el cual sin notarlo había caminado hasta estar frente a la mujer. La cual lo veía sin desviar la mirada, esto por que el castaño no era consciente de que a su alrededor el aura de su interior había comenzado a filtrarse.

Y aún que fuera una débil filtración, la mayoría presente podía decir con gran seguridad que el aura filtrada era por mucho la más aterradora que habían visto. Tanto que algunas sintieron un leve mareo, un acto que Grayfia no se pasó por alto.

- "Parece que las sospechas que tenía Zaorama son ciertas, solo seres con la suficiente fuerza mental y física van a ser capaces de estar en la presencia de Issei-sama" - Pensó Grayfia mientras caminaba un par de pasos para estar entre ambos Demonios.

Donde Issei al fin noto que se había ido moviendo sin darse cuenta, lo cual hizo que el aura desapareciera.

- ¿El nieto de mi hermano tiene una Longuinus? Eso es nuevo - Dijo Issei antes de notar que no tenía idea de quien estaba frente a él.

- Ciertamente - Dijo la mujer que noto el ligero desconcierto de Issei sobre ella. - Aunque antes de continuar debería de presentarme.

- Es lo más apropiado - Dijo Issei con un poco de curiosidad mientras Grayfia se paraba a lado de la mujer.

- Issei-sama, antes me menciono que le habría gustado agraderle a mi padre el tipo de educación que recibí, pero esto no debería agradecerselo solo a él, sino que también a esta mujer - Dijo Grayfia causando la sorpresa de Issei al oírlo. - Ya que fue ella quien me adiestro para ser la mujer que soy ahora, por lo que déjeme presentarle a mi mentora, ella me convirtio en lo que soy y le estoy verdaderamente agradecida por eso.

Dijo la Maid con una sonrisa mientras miraba a la mujer, la cual le regreso la misma sonrisa amable. Una que sacó a Grayfia una sonrisa igual, antes de ver nuevamente a Issei y decir.

- Ella es Venelana Bael, mi mentora en los días de mi juventud hace 500 años - Dijo Grayfia mientras Venela sonreía a Issei.

- Es un placer poder conocerlo al fin... - Dijo Venelana mientras tomaba ambas manos de Issei y decía con una sonrisa. - Mi amado Lord Lucifer.

Continuará...

Próximo Capítulo

Demasiado Amable Para Este Mundo

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