—La señorita... —tragué saliva. Presiento que tendré a un muy molesto Kile sobre mi espalda toda la selección, o lo que ella dure en ella, lo cuál planeo que sea muy poco. —Mavi Ledger.

Las reacciones no se hicieron esperar. Las personas no quedaron tan atónitas como las dos chicas anteriores pero definitivamente tuvo un impacto. Algunos gritos ahogados, algas carcajadas aquí y allá..., pero la que mas me impactó fue la de Mavi. Sus ojos estaban increíblemente abiertos y su pequeña mano se aferraba en un puño al saco de Kile.

—Pues bien, eso es todo. Mañana los consejeros iniciarán todos los preparativos para la aventura que les espera. Y, dentro de menos de una semanas, se instalarán en el palacio. Hasta entonces, mi más sincera enhorabuena.

Empecé a aplaudir y toda la sala me siguió. Regresé a mi asiento y traté de disimular que no me pasaba nada. Mire hacia Mavi y note varias cosas. Uno: Ella seguía aferrada al brazo de Kile. Dos: Esperaba que Kile luciera furioso pero no, solo había preocupación en su rostro. Y Tres: El general Ledger si lucía furioso. Sus brazos en puños y su mirada enfocada solo en una persona. Yo.

Ver el nombre de Mavi escrito en la solicitud no debería haberme afectado tanto. Al fin y al cabo, ninguna de esas chicas tenía posibilidades de ganar. Pero había algo que no encajaba.

En cuanto Gavril cerró la transmisión, muchos fueron los que entraron en cólera. Mamá y Papá se dirigieron hacia los Ledger de inmediato. Decidí unirme a ellos para aclarar el asunto. Josie, que no paraba de reírse como boba me pisaba los talones.

—¡Yo no he sido! —insistió Mavi.

En cuanto la miré a los ojos, adiviné que estaba furiosa y un tanto avergonzada. Sus mejillas tenían un ligero tono rosado y sus labios marcaban una fina línea.

—¿Qué importa eso? —dijo mamá —Todo aquel que haya cumplido la mayoría de edad puede poner su nombre en la inscripción.

Papá asintió. —Es cierto, y aunque reconozco que la situación es un tanto extraña, no tiene nada de ilegal.

—Pero yo no quiero formar parte de esto —le suplicó Mavi a papá. El la miró con cierta lastima. Si Mavi insistiera lo suficiente podría conseguir salirse. No es un secreto para nadie de la familia que mis padres la adoran.

—¿Quién escribió tu nombre? —pregunté. Aunque ya sabía la respuesta.

—No lo sé. Tiene que ser un error. ¿Por qué iba a inscribirme si ni siquiera quiero quedarme en el palacio? Mucho menos competir.

Mamá miró a la señorita Lucy y por un momento, creí que estaban sonriéndose. Me negaba a creerlo pues tas situación no era nada divertida. ¿Entretenida? Posiblemente pero no divertida.

—Lo siento mucho — "Que demonios está saliendo de mi boca" Mire a Kile y recé por que no me odiara —Pero lo que está hecho, está hecho. No hay nada que podamos hacer. —todos me miraron como si me hubiera salido otra cabeza. Probablemente esperaban que peleara por esto. Pero por alguna esas razón las palabras no salen de mi boca.

—Escoge a otro candidato —sugirió Mavi.

Papá negó con la cabeza —Caleb anunció tu nombre delante de todo el país. Tú eres la candidata de Ángeles.

—Es verdad —coincidió mamá —Al leer los nombres públicamente ya es oficial. No podemos remplazarte, Cariño.

—Bueno, Caleb puede eliminarme el primer día.

—¿Y enviarte a donde? —cuestioné —Tu vives aquí.

Eadlyn rió por lo bajo.

—Perdón. —murmuro al percatarse de mi tono.

—Eso no sentaría bien al resto de las participantes.

—Échame —propuso Mavi medio desesperada. Quería reírme pero me contuve.

—Mavi —advirtió el general Ledger. Era la primera vez que hablaba desde que dije su nombre en el Report —Ya basta.

—Pero... —la mirada que le dio su papá fue suficiente para callarla. Jamás había visto que la mirara así. Siempre la miran con tanto amor y fervor que me asqueo.

—¿Prefieres vivir en otro lugar? —comencé a meterme con ella —¿Acaso un palacio no es suficiente para ti?

—Caleb —Ahora era Kile el que usaba el tono de advertencia. Estaba a punto de contestarle pero Mavi habló primero.

—Estoy harta —dijo alzando el tono de voz. —Y francamente ya no lo soporto más. Estoy harta de las normas, el protocolo y de jamás tener un respiro de los guardias... ni un momento a solas —le lanzó una seria mirada a su padre —Pero sobre todo, estoy harta de tu actitud de niño consentido y prepotente.

La miré con los ojos entrecerrados. La señorita Lucy exclamó su nombre y la tomo del brazo. —Discúlpate —ordenó.

Mavi apretó sus labios en una fina línea y clavó la mirada al suelo. Me cruce de brazos y la mire con... curiosidad mas que nada. Nunca la había escuchado alzar la voz de esa manera. Pero también me estaba divirtiendo. Alce una ceja hacia ella esperando mi disculpa.

Al final tras golpetear su pie en el suelo como una niña pequeña murmuró un "Lo siento" Cuando me miró le guiñé un ojo y eso solo la hizo enfurecer mas pero no dijo ni una palabra.

—Seguiremos adelante según lo planeado —sentencio papá —Esto es una selección y todos conocemos el proceso. Se trata de elegir. Hoy por hoy, Mavi es una de las pretendientes. Desde luego, Caleb lo haría mucho peor.

"Gracias papá" Comprobé por última vez la expresión de Mavi. Su mirada estaba de nuevo apuntando al suelo; estaba avergonzada.

—Tienes razón —añadió la señorita Lucy —Cenemos juntos.

El general Ledger gruñó con enfado. Algo que jamás había escuchado en el. Y mamá soltó una risita.

—Puedo...—comenzó Mavi pero se calló cuando vio la mirada de la señorita Lucy.

—Estoy cansado —Dije y me di media vuelta —Estaré en mi habitación.

Ni siquiera espere a que me dieran permiso. No debía nada a nadie. Había hecho todo lo que me habían pedido. Necesitaba repasar los últimos eventos, en el hecho de que no dejé a Mavi salirse de esto.