Capítulo 5

Sabía que en el palacio trabaja un arsenal de empleados, pero les juro que, hasta este día, había permanecido oculto en algún rincón. En cuanto anuncie esa Selección tan inesperada, los pasillos se llenaron de doncellas y los mayordomos de siempre, pero también de decenas de personas que jamás había visto.

Mi trabajo diario, que básicamente consistía en leer informes y asistir a infinidad de reuniones, cambio de forma radical, puesto que, de la noche a la mañana me convertí en el centro de atención de todas las preparaciones de la selección.

Esta es un poco menos cara, Alteza, pero es increíblemente cómoda y encajaría a la perfección con la decoración actual. —anuncia el tipo que había extendido una gigantesca muestra de tela sobre las dos muestras previas.

Acaricio la tela y frunzo el ceño. Cada tela que me ha mostrado es exactamente lo mismo.

—No acabo de entender todo esto —confieso. EL hombre frente a mi aprieta los labios, supongo que reteniendo un montón de maldiciones. Escucho una risita burlona detrás de mi.

—Hay hermanito, tienes tanto que aprender —Eadlyn siente la tela y sonríe con aprobación. —¿Qué es lo que quieren cambiar de las habitaciones? —pregunta al hombre.

Este sonríe aliviado de tener a alguien que lo entienda —se ha insinuado que algunas de las habitaciones son un poco... anticuadas, por lo que las futuras seleccionadas se sentirán mas cómodas con algo así —contesta y Eadlyn asiente con aprobación. Pongo los ojos en blanco. ¡Son solo colchas! —Una simple colcha puede cambiar por completo una habitación.

—De acuerdo —digo. Sigo pensando que es innecesario y ridículo dar tantas vueltas a la elección de unas sabanas. —¿Debo ser yo quien tome las decisiones?

El decorador esboza una sonrisa —Esta selección llevara su sello personal, alteza. Aunque no sea usted quien elija los detalles, la gente pensara que sí. De todos modos necesitamos su visto bueno para todo.

Observo todas las telas. ¿Por qué mamá no se hace cargo de esto? Es estresante pensar que todas estas... nimiedades tontas dependen de mi.

—Esta —digo. Escogí la opción mas económica. Es color rosa pálido, mas que aceptable para una estancia de tres meses.

—Sabía elección, Alteza —me felicita el decorador y mi hermana asiente —Y ahora pasemos al siguiente paso. Cambiar los cuadros —Dio una palmada y de repente comenzaron a desfilar varias doncellas con cuadros en sus manos. Mi hermana comienza a inspeccionarlos con detenimiento. Yo solo suspiro. Toda una tarde perdida.

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, me convocan en el salón. Mamá, me acompaña pero papá no puede descuidar el trabajo.

Un tipo, que asumí era el chef principal de las cocinas hace una reverencia, aunque su tripón le impide agacharse demasiado. Tiene la cara roja, aunque no está sudando. Eso me hace pensar que tanto años en la cocina han tomado su precio.

—Gracias por venir, majestad, alteza. El personal de la cocina lleva día y noche trabajando en la elaboración de una cena perfecta para la primera noche de las candidatas en el palacio. Pretendemos servir siete platos, obviamente.

¡Siete Platos! —Desde luego —responde mamá.

El Chef sonríe —Como es natural, nos gustaría que aprobaran el menú.

Gruño para mis adentros. Una cena de siete platos se alargaría al menos seis horas, desde el primer sorbo del coctel de bienvenida hasta el último bocado. ¿Cuánto tardaríamos en probar las distintas opciones de cada plato?

Al final duró ocho largas horas. Tuve el estomago revuelto lo que resto del día, así que cuando un tipo se me acerco para pedirme la selección musical para la primera cena, no me entusiasmé demasiado. Los pasillos del palacio se convirtieron en callejuelas concurridas. En cada rincón se celebraban reuniones para adelantar preparativos. Cada persona tenía preguntas o querían mi aprobación para algo. Sobreviví lo mejor que pude a las preparaciones, incluso Eadlyn me ayudó un poco. Hasta esta tarde que me encuentro a mis padres en el pasillo tomados de la mano sonriendo como enamorados.

—Caleb, nos hemos planteado un par de ideas para las seleccionadas, ciertas actividades que...

—¡Ya basta! —exclamo, exasperado —Me da igual. En serio, me tiene sin cuidado lo que esas chicas vayan a hacer en su estancia aquí. No me interesan con que sabanas dormirán o si los cuadros de su habitación son suficientemente lindos... Soy un chico, búsquense a un para de doncellas y pregúntenles a ellas, he terminado con esto.

Mis padres se percatan de que estoy a punto de explotar así que me dejan ir sin discutir. Me muero por un respiro.

Salgo del palacio y comienzo a caminar por los jardines dando largas zancadas. A lo lejos veo a mi hermana tomando el sol justo en el lindero del bosque. Me acerco a ella y me siento a su lado.

Voltea a verme y alza una ceja.

—Me preguntaba cuanto durarías sin perder los estribos —me dice tranquilamente y yo resoplo —Aposté con Kile a que dos días, debo decir que me sorprendes, lo has hecho bien.

—Solo cierra la boca unos minutos.

Ella continua dibujando sus bocetos y yo me relajo. Escucho como el lápiz de Eadlyn roza el papel pero no me molesta. No es lo ideal estar tomando el sol con traje, así que me quito el saco, la corbata y arremango la camisa de los brazos. Siento como el sol comienza a calentar mi piel. Añoro la paz, hasta hace dos años, reinaba mi vida. Tres meses pienso, solo tres meses y volveré... a quien engaño jamás recuperaré mi vida antes de ser el heredero.

De pronto un par de risas estropean la quietud del jardín y Eadlyn gruñe y murmura —Josie.

Abro los ojos lentamente y veo a Josie caminando alegremente con Mavi. Eadlyn cierra su libreta cuando las ve acercarse y yo cierro de nuevo mis ojos.

—¿Te imaginas como será tener a 35 chicas mas? Odio que vengan a competir por el amor de Caleb, porque en mi opinión el y yo estamos destinados pero bueno... la diferencia de edad nos arruinó. Pero haremos muchas amigas Mavi.

Me río para mis adentros al escuchar a Josie decir eso pero no abro mis ojos. Es una buena chica. Un poco odiosa pero buena chica.

—Tú harás amigas, yo me mantendré alejada y rogaré a mi padre que me mande de regreso a Likely.

—Ojalá y no te deje. Tengo amigas pero tu me caes mejor.

Eadlyn me golpea con su codo —¿Ya oíste? Si fueras 3 años menor serías el futuro esposo de Josie— susurra en broma y yo pongo los ojos en blanco.

—Déjala— murmuro.

—¡Eadlyn! —Grita Josie y yo ahogo una risa. Ella suelta un gruñido y deja caer su cabeza sobre el respaldo de la tumbona.

—¿Estas emocionada por tu hermano? Por cierto hola Caleb —me saluda soñadoramente. Le guiño un ojo y ella se sonroja.

Eadlyn y Josie se enfrascan en una conversación donde Eady regaña a Josie y a Josie le vale y continua hablando. Miro a Mavi la cuál se ve muy incomoda ahí parada. Lleva puesto un vestido hasta la rodilla floreado, se ve linda. Desciendo la mirada mas abajo y... no lleva zapatos. Frunzo el ceño ¿Por qué es tan rara?

—No llevas zapatos —espeto y ella enfoca su mirada en mi y sonríe un poco.

—Es un lindo día —se encoge de hombros —el pasto es cálido.

Inclino la cabeza y la miro. Ella es un enigma para mi. Odiosa, desastrosa, mimada. Pero por alguna razón siempre tiene mi atención y curiosidad puesta en ella.

—Deberías leerte esos libros que me recomendaste sobre el protocolo, te hace falta un repaso Mavi.

Su pequeña sonrisa se esfuma y la ira la remplaza, está apunto de decirme algo cuando su padre aparece.

—Majestades —hace una leve reverencia y después mira a Mavi.

—Tu madre te ha estado buscando Cariño.

—Lo siento papi, me entretuve con Josie, pero vamos— lo toma del brazo y camina junto a el. A lo lejos alcanzo a distinguir como la regaña por no llevar zapatos.

Regreso mi atención a las chicas. —Nos vemos en la cena Caleb— se despide y después mira a mi hermana —Tal vez si no fueras tan mala con todos tendrías mas amigas Eady, ya me cansé de intentarlo.

—¿Qué le dijiste ahora?

—Nada malo, simplemente le dije que las chicas que vendrán no querrán ser molestadas por una niñita como ella.

suspiro —¿Por qué siempre la molestas? Solo es una niña. Déjala que se emocione por ver a mas chicas y tal vez hacerse de unas amigas.

—Es odiosa y se cree que tiene derechos que no. Esas chicas que vendrán, lo hacen por ti, para ser tu esposa y la futura princesa, no para hacerse amigas de la hija de los Woodwork.

—Solo quiere impresionarte Eady, a veces debes ser mas amable con las personas.

—Tal vez —finge pensarlo —No, me gusta como soy y mas importante a Colin le gusta. ¿Y tu? ¿por qué la defiendes? Yo soy tu hermana.

—Por que es una buena niña y la hermana de mi mejor amigo, el cuál por cierto es tu ex, además, es como familia.

Ella resopla —Si pues ¿Por qué eres tan malo con Mavi? también es familia entonces ¿Es por qué esta enamorada de ti?

Me siento derecho en la tumbona y la miro —Ella no está enamorada de mi, y la molesto por que así nos llevamos, es divertido verla enojarse de vez en cuando.

Ella se ríe —Como tu digas hermanito, pero te lo repito esa chica está enamorada de ti o lo estaba, escuché que se lió con alguien del castillo y que por eso la mandaron a Likely.

—Dijiste que se fue a estudiar. —la miro con los ojos entrecerrados.

Se encoge de hombros y no dice nada mas. Intento volver a serenarme pero es imposible, sigo escuchando las palabras de Eadlyn en mi cabeza. Al final, me desespero demasiado y recojo mis cosas y regreso a casa.

Cuando entro al palacio soy abordado por Osten. Me entrega un par de libretas.

—Escóndelas en tu habitación ¿Vale? Y, si alguien te pregunta, no me has visto.

Y se esfuma. Suelto un una carcajada. Intentar comprender lo que acaba de ocurrir sería absurdo. A veces me lo imagino a el en mi lugar y me entra un taque de risa.

Hojeo las libretas; no puedo resistir la tentación. ¿Qué estaría tramando esta vez? No tardo en averiguar que las libretas no son suyas, son de Josie. Reconozco su infantil caligrafía y aunque la letra no la hubiera traicionado de seguro lo harían los miles de enormes corazones donde está escrito "Caleb y Josie" Sigo pasando las paginas hasta que una llama mi atención, es como una conversación.

Acéptalo Mavi, Caleb tiene su encanto, es guapísimo.

¡Basta! ¿Por qué hablamos por aquí? Estas justo frente a mi.

No se, es divertido, ahora acéptalo o juro que sacaré el tema frente al general Ledger.

¡Bien! Supongo que tiene lindos ojos.

¡Lo sabía! Sus ojos son preciosos, como dos mares azules.

Son lindos, mas no preciosos, además es un idiota y le faltan modales.

Dejo de leer molesto y dejo las libretas junto a las puertas que dan al jardín. No quiero estar involucrado en los planes de Osten.

Cuando entro a mi habitación, Neal está sentado en el escritorio que mandé colocar para el y una montaña de archivos lo decoran.

Alza la vista y señala la montaña —La señorita Bryce los trajo para ti. —Explica.

Miro las libretas y suspiro cansado. —Me ocuparé de eso después— prometo. Pero en el fondo se que no lo haré y Neal también.

—Ya comencé a darles una leída. —dice y yo me recuesto en mi cama.

Después de un rato le dije a Neal que dejara todo y se tomara lo que quedaba del día, replico un poco pero al final lo convencí y fui en busca de mi madre. Con suerte no me pedirá mas cosas sobre la Selección. La encontré en la sala de mueres. La placa que colgaba junto a la puerta aseguraba que aquella estancia en realidad se había bautizado como "Biblioteca Newsome" pero nadie la llamaba así mas que mi madre algunas veces. Se que mamá esta aquí incluso antes de abrir la puerta pues alguien está tocando el piano, y su forma de hacerlo es inconfundible. A mamá le encanta contar la historia de cómo papa le hizo comprar 4 pianos nuevos, todos con características diferentes, después de casarse. Los repartieron por todo el palacio.

Intente no hacer ruido pero mamá me oyó nada mas entrar.

—Hola, cariño —dice y aparta los dedos del piano —Ven, siéntate conmigo.

—No quería interrumpir —me disculpo y atravieso la habitación para sentarme junto a ella.

—No lo has hecho. Necesitaba desconectar un poco. Ahora me siento mucho mejor.

—¿Algo anda mal?

Sonríe algo distraída y acaricia mi espalda. —No, el día a día en el palacio desgasta, ya lo sabes.

—Lo sé —concuerdo con ella y acaricio las teclas del piano pero sin pulsar ninguna.

—Cada día me levanto pensando que ya lo he visto todo, que he aprendido todo lo necesario para ser reina. Pero luego todo cambia. Hay... Da lo mismo, no quiero abrumarte con mis preocupaciones, ya has tenido bastante por hoy. Hablemos de otra cosa.

Miro a mamá con preocupación pero decido dejar el tema, tiene razón, solo nos abrumaremos mas.

—¿Alguna vez te has arrepentido? —pregunto. A pesar de sus esfuerzos, mi madre no logro ocultar su tristeza —De entrar a la selección y acabar siendo reina, quiero decir.

Mamá se toma unos segundos para pensarlo y es algo que agradezco.

—No me arrepiento de haberme casado con tu padre. No te negaré que a veces, me pregunto, que vida habría tenido de no haber entrado a la selección, o si hubiera perdido. No sería infeliz pero tampoco sería consiente de que mas habría conseguido. Reconozco que el camino que me llevo a tu padre fue duro, sobre todo porque en un principio me opuse a ello.

—¿Te opusiste?

Ella niega con la cabeza —Entrar a la selección no fue idea mía.

Me quedo boquiabierto. Ellos jamás lo habían mencionado.

—¿Y de quien fue? Digo, para darle las gracias. —intento bromear y funciona, mamá suelta una risita.

—Eso no importa —se apresura a decir —Por eso entiendo tus reservas. Pero creo que este proceso te enseñará aspectos de ti mismo que no conoces. Confía en mi.

—Me resultaría mucho mas fácil confiar en ti si hiciera esto por voluntad propia, y no solo me refiero a la Selección. —digo con mas frustración de la que pretendía.

Mamá respira hondo. —Se que crees que somos egoístas. Acepto que jamás estuvo en los planes que tu fuera el futuro rey pero Eadlyn... nos sorprendió a todos. Y no podemos permitirnos que tu también renuncies al que se convirtió tu derecho. Todo se volvería un desastre. Algún día nos darás la razón. En unos años el bienestar del país dependerá únicamente de ti, y entonces te darás cuenta de hasta donde eres capaz de llegar para evitar que se desmorone. Nunca pensé que la selección se volvería a celebrar, pero los planes cambian si así lo exige la situación.

—Pues toda esta situación me exige demasiado, ustedes me exigieron demasiado hace dos años— suelto.

—Uno, vigila tu tono —Advierte —Y dos, tu solo te fijas en una parte del trabajo, la parte que te incumbe. No te imaginas la presión que está soportando tu padre.

¡Dios! Quiero huir de aquí. Se que papá no lo tiene fácil pero es su trabajo, para el que nació y se educó. ¿Por qué nadie entiende eso?

—Caleb —dice en tono conciliador —Se que quizá no es el mejor momento, ha pasado poco desde que asumiste este cargo. Pero, con el corazón en la mano, tarde o temprano te habría dado un toque de atención.

—¿A que te refieres?

—En cierto modo, me da la sensación de que estás desconectado de tu pueblo. Te luces aquí y allá siendo encantador y coqueto y se que te han llegado a preocupar las exigencias que conlleva ser rey, pero, ya va siendo hora de que también valores las necesidades de los demás.

—¿Y crees que no lo hago? — me la he pasado haciendo lo que los demás necesitan, jamás lo que yo quiero. Caleb se rey, Caleb cásate, Caleb ten una selección, siempre lo que los otros quieren y necesitan.

—No, cielo. Nunca antepones nada ante tu propia comodidad, al menos ya no. Solías ser bondadoso y gentil. ¿Por qué no retomas las beneficencias que tenías antes de todo esto? Te gustaba ir a ayudar a las construcciones de escuelas y casas. El programa de comida que creaste hace unos años fue asombroso, tu padre y yo estábamos tan orgullosos de ti, no importaba las travesuras que hacías porque eras bondadoso, te has vuelto frío y distante.

Seré sincero, ni siquiera recordaba todo eso. Creé algunos programas de comida para los menos afortunados, incluso llegue a servir la comida en un evento que yo mismo organicé. También iba con Kile a las construcciones pero eso fue hace tanto. Antes de ser el futuro rey. Pero tampoco me convertí un desgraciado sin sentimientos. ¿A fin de cuentas no lo doy todo por mi familia siempre?

—Me sorprende que veas tantos defectos en mi, no sabía que estabas avergonzada del hombre que soy. —me levanto dispuesto a irme.

—Yo no he dicho eso, Caleb.

—Lo hiciste madre, dijiste que estabas orgullosa de mi, tiempo pasado. —murmuro y empiezo a irme. Esta discusión me enfureció y me bajo el animo al mismo tiempo.

—Solo queremos que te conviertas en un gran rey, Caleb, eso es todo— suplica.

—Tienes que dejar de preocuparte tanto por mi madre, estaré bien— me obligo a no mostrar mi enojo y frustración —Simplemente no he tenido tiempo para todo eso que mencionaste, ha sido duro todo el cambio. Ser un gran rey, lo prometo. —no la dejo responder y salgo de ahí.

En momentos como estos deseaba irme para siempre y vivir mi propia vida. Camino frustrado a mi habitación pero escucho a alguien llorar y me detengo.

—¿Estas segura?

Por el tono de voz sospecho de que se trata del general Ledger.

—He hablado con ella está mañana, se quiere ir de nuevo —responde la señorita Lucy con voz entrecortada.

—¿Le has dicho que no volveré a interferir? ¿Qué seré mas comprensible respecto a ese tema? ¿Qué la amamos demasiado?

—Eso y mas, Aspen —insiste la señorita Lucy —pero esta decidida y asegura que no es por ti. Dijo que simplemente quiere salir y vivir un poco.

Ella lloraba mucho. Me acerqué con sigilo hacia el pasillo para seguir la conversación.

—Lo siento tanto Aspen.

—No tienes por qué sentirlo Lucy, no es culpa tuya. —responde con voz suave —Creo que simplemente llego la hora de aceptar que Mavi ya no es una niña. Necesitamos dejarla ir.

—Si crees que es lo mejor— sorbe su nariz —Y pensar que hace un año yo consolaba a Marlee diciéndole que Kile necesitaba un poco de libertad. Jamás pensé que esto me pasaría, creí que tendría a mi nenita por siempre.

—Lo se, cariño, yo tampoco quiero que se vaya de nuevo pero si la agobiamos puede que jamás vuelva. —La señorita Lucy rompe a llorar de nuevo.

Jamás pensé que los padres sufrieran tanto por que un hijo quiere irse. Lo vi con la mamá de Kile pero pensé que era un caso único. ¿Qué hará mamá cuando Eadlyn se vaya para casarse con Colin y viva en Francia?

Escuchar a la señorita Lucy de esa manera hace un hueco en mi. Nunca la vi llorar cuando Mavi se fue hace unos meses.

¿Tenía razón mi madre? ¿Me había vuelto... como mi hermana solía ser? De los dos yo siempre fui el solidario, social y amable. La señorita Lucy es una de las personas mas dulces que conozco y la aprecio mucho, siempre jugaba conmigo cuando era niño. ¿Debí haber sido capaz de percatarme de que sufría? A fin de cuentas ella es parte de mi pueblo, de mi gente. Mas aun, ella es familia.

Todo esto me da dolor de cabeza. Todo es mejor cuando apartas las emociones del resto y solo lidias con las tuyas pero ahora mamá a cavado y desenterrado la empatía en mi de nuevo.

Al menos se que lo que dijo Eadlyn en la tarde sobre de que sus padres la mandaron lejos porque se lió con alguien del castillo es falso. Espera... ¿por qué me importa eso? 

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Hahahahaha.

 Ya se acerca chicas, el momento en que conoceremos a las seleccionadas. 

En esté capitulo trato de darle un poco mas de personalidad a Josie, que se defienda y no solo se guarde todo, a fin de cuentas Eadlyn ya no será reina. Ahora ella tiene 17 y Eadlyn sigue sin poder soportarla. Caleb la conoce un poco mas debido a que Kile es su mejor amigo y entiende mas o menos lo que es estar a la sombra de Eadlyn. También se le hace una chica tierna, por no mencionar que le parece gracioso y al mismo tiempo le gusta la atención que Josie le da. La ve como una hermana mas y por eso la defiende un poco. 

Muchas gracias a aquellas que me leen, las que votan y las que comentan. Las adoro a todas <3 

Espero que les siga gustando y que me sigan leyendo. 


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