[única parte]
De noche en noche, caminando entre las penumbras.
Yacía él con la mirada más melancólica, buscando con urgencia aquello que podía hacerle de ayuda.
El mejor de los hechiceros, el más grande sabio, nuestro honorable Yoongi.
Y, aun así.
El más noble tonto.
Entre suplicas mudas y miradas nostálgicas recurrió a hechizos, pociones y ritos... pero nada sirvió.
Aquel órgano seguía inservible en su pecho, cual maquina empolvada esperando a ser utilizada.
Caminó noches solitarias, paseando elegantemente en las penumbras de sus dolencias.
Y ahí mismo.
Sin una hora exacta, sin un día en especial.
Lo encontró, a él, a su existir, su amado Jimin.
Brillando en lo más alto del cielo.
Presumiendo de su exuberante belleza, de una cabellera dorada y aquella radiante luz cegadora que parecía emanar de su ser.
Algo dentro de Yoongi se movió, y un sentimiento que hace tiempo creyó que había dejado de existir revivió con un viejo y faustoso soplido.
Al principio dolió, pero su sonrisa lo alivió.
Oh hermosa luna, tan lejos pero tan cerca.
Como si estuviera destinado a vivir en la miseria, Yoongi pasó veranos e inviernos desquiciados pensando en la manera de llegar a él, a su pequeño existir y sentir de vida.
Fue con ayuda de la primavera y un día lluvioso cuando encontró la solución, emocionado llegaría pronto a su amor.
Y ambos estarían juntos.
Sin embargo, aquellos celosos, quienes enfundados en enojo y frustración irrumpieron su armonía, dejaron al hechicero de nuevo en su pesar.
Lobos y hadas furiosas buscaron la manera de llegar a él, a su brillante amor plateado.
Y tal vez así su hechicero volvería a ser el mismo de siempre.
Antorchas y espadas se adentraron al bosque en busca de aquel que había quebrantado a tan noble hechicero.
Este asustado entre pequeñas crisis y un jalón de cabello corrió fuera.
Tendría que adelantar sus planes, era ahora o nunca.
Jimin asustado lego a él, haciéndose ver mucho más glorioso de lo que era, su reflejo en el lago lo dejó hipnotizado, pequeños ojos claros que parecían tenerlo todo y hermosos pétalos rosados que poseía de labios.
El hechicero miró el agua debajo y lo profunda que se veía.
Había entendido un otoño.
Que Jimin jamás podría venir a él.
Él era como una estrella, que pertenecía arriba.
Y sí su luna no bajaba.
Yoongi tendría que subir.
Lobos sedientos de venganza y espadas furiosas se aproximaban.
Oh bella luna tan hermosa y tan inalcanzable.
Y así pasó.
Sin una hora exacta, sin un día en especial.
Qué un Hechicero, el más grande de todos, el más sabio.
Y, aun así, el más noble tonto.
Cayó a los hechizos de la gloriosa luna, como muchos.
Los lobos dicen que nuestro hechicero no pudo llegar a él, y tristes y desolados lloran cada luna llena en su honor.
Las antorchas cuchichean que el hechicero se había vuelto loco.
Las espadas ríen cuando escuchan que el hechicero aún sigue en el lago.
Pero sólo la gloriosa blanquecina de exuberante belleza.
Sonríe.
Puesto que es el único.
Que sabe la respuesta.
¡Gracias por leer! algo viejieto para publicar en este 2021, ¡espero se la hayan pasado muy bien! lamento no estar tan activa, aún asi les deseo un feliz año nuevo <3
-susy
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top