Acabo de despertarme, tarde como de costumbre. Es que ayer se me hizo muy difícil dormir por estar pensando en cierto chico de anteojos.

Busqué ropa linda y entré a bañarme. Hoy sería la salida a Hogsmeade, no tenía planes con nadie, pero igual quería ir para comprar cosas y tal vez tomar cerveza de mantequilla. Ah, y debía buscar un regalo para Dobby, él fue muy bueno y me hizo quedar bien con Harry, entonces quería dejarle un detalle para ponerlo contento.

Ya lista, bajo para ir a desayunar. No veo a nadie en la sala común, todos están preparados y esperando la hora de irse, demasiado emocionados por la salida.

Cuando entro al Gran Comedor lo primero que veo es a Harry y no puedo evitar sonreír como idiota.

Este se encuentra platicando animadamente con Ron, el cual está comiendo un pata de pollo y una dona al mismo tiempo. Estos chicos y sus combinaciones raras.

Yo tomo asiento al lado de Harry.

—¿Ya te curaste, Potter? —le digo sonriendo.

Él gira su cabeza bruscamente y me da una gran sonrisa. Yo se la devuelvo por instinto, como si me hubiera contagiado, y al verlo así, tan de cerca y tan lindo, el corazón empieza a latirme más rápido.

—Oh, hasta que la bella durmiente se dignó a aparecer —dice animadamente.

—Pues sí, necesitaba mi sueño de belleza de 15 horas seguidas —digo haciendo reír a Harry.

—¿La bella durmiente? —pregunta el pelirrojo mirándonos.

Ay, ya me había olvidado de la existencia de Ron, eso pasa cuando tienes al lado al chico que te gusta.

—Es un cuento muggle de una chica que duerme mucho porque una bruja le echó una maldición. Por cierto, buen día, Ron.

—Buen día, Rosie. No lo había escuchado, pero sí, definitivamente esa chica que duerme mucho sí suena como tú.

Dice y los tres reímos. En eso llega Hermione y toma asiento junto a Ron.

—Estaba pensando... —dice ella.

—Que raro — contesta Ron irónicamente, interrumpiéndola.

—Ronald, cállate —habla Hermione irritada —.Estaba pensando y no llegaré a leer tres veces cada libro antes del examen.

—¿Tres? —pregunta Harry.

—¿Leer? —dice Ron, claramente burlándose.

Hermione le da un golpe en la cabeza con su libro.

—Tranquila, todavía tienes tiemp... —iba a decir al ver que estaba estresada, pero ella me interrumpe.

—No, no lo tengo —contesta frustrada —Es que quiero estudiar para los exámenes, leer todos los libros tres veces, también repasar la lectura ligera que tengo pendiente, hacer las tareas, practicar encantamientos. Y... ¿Ustedes están concientes de que los elfos son explotados para limpiar, cocinar, ordenar, y hacer todo lo que sus amos digan? Son prácticamente unos esclavos y nadie hace nada.

—Ay, ya empiezas con eso de nuevo, Hermione. Ya te lo dije, a los elfos les encanta trabajar, son felices siguiendo órdenes—dice Ron y empiezan a pelear.

—Tranquila, ella siempre se pone un poco nerviosa a estas alturas del año —me susurra Harry.

—Está bien—le digo en un susurro también y sonrío —¿Ya estás mejor?

—Sí, de hecho tu visita hizo que me recuperara más rápido.

—Ay, Harry, qué cosas dices—digo avergonzada.

—Es la verdad. Además me cuidaste bien, eres una buena enfermera.

Yo me río.

—No lo sé, a la noche debí abandonarte, aunque no quería. Déjame decirte que tenía miedo de que la señora Pomfrey te envenenara con tanta poción que te hacía tomar.

—Sí, son asquerosas. Por cierto, ¿Qué vas a desayunar? No te serviste nada. Dime y yo te lo preparo.

—No es necesario, Harry.

—Por favor, insisto. ¿Qué prefieres tomar? ¿Té, café, chocolate caliente o jugo de calabaza?

—Eh... —.Pienso unos segundos —¡Chocolate! —digo emocionada como una niña pequeña.

Harry ríe. Prepara el chocolate caliente y me lo acerca, también me da un pedazo de pastel de chocolate.

—Ay, gracias, que lindo eres, Harry —digo contenta y le despeino un poco sus rulos.

Él se ríe.

—De nada, Rosie.

Literalmente nadie tuvo esos detalles conmigo a excepción de mi mamá, y ahora el chico que me gusta los tiene.

—Harry, he notado que sabes que me gusta mucho el pastel de chocolate, y también cuáles son mis galletas favoritas, aún cuando yo no te lo había dicho. ¿Cómo es que lo sabes?

—Pues..., bueno... tengo que confesarte algo.

Yo lo miro para que siga hablando.

—Es que cuando este año te peleaste con los chicos, bueno... de hecho no sé si se pelearon o qué pasó porque no hablamos de eso, pero cuando empezaste a sentarte sola yo tenía ganas de hablarte. No me gustaba verte triste, y ya te dije que me pareces muy divertida e interesante, por eso quería invitarte a sentarte con nosotros, pero no me animaba. Entonces te observaba para encontrar el momento propicio y acercarme a hablarte, ahí noté que te gustaba el pastel de chocolate, las galletas con chispas de chocolate, y... el chocolate en general.

Yo estaba completamente ida. Una razón más para amar a Harry Potter, es que este chico no puede ser más perfecto.

Yo me quedé en silencio sin saber qué decir.

—Lo siento, yo no quería... por favor no sientas que soy un acosador o algo por el estilo, yo solo...

—Harry, no. No, no. ¿Cómo pensaría algo así? Discúlpame tú, me quedé callada porque nunca nadie había hecho algo así de lindo por mí. Desde que te conocí no hiciste más ser agradable y atento conmigo.

—Tú también lo eres conmigo... Y ya te dije, es porque me caes bien.

Me sonríe con ternura y yo también lo hago, estoy como hipnotizada.

—¿Sabes, Harry? Ahora que me dices eso, pienso que tal vez me peleé con los chicos por una razón. Es decir, yo creo en el destino, capaz hizo eso con un propósito. O sea, tú  pensaste en acercarte a mi porque estaba sola luego de que ellos dejaran de hablarme, ¿y si eso ya estaba predeterminado?. Quizá el destino quiso que nos conozcamos. No sé si entendiste lo que quise decir...

—Lo entendí. Pues, puede que haya sido el destino, y si es así, que bueno que te peleaste con ellos porque así te conocí, y tú y yo empezamos a hablarnos.

—Estoy de acuerdo, Harry. Es como la frase "No hay mal que por bien no venga". Tú eres el bien que vino luego de mi pelea.

Él me sonríe.
Ahora Harry es el que se quedó sin palabras.

—Harry —llamó Ron —. Harry —dijo ahora moviendo la mano en forma de saludo sobre su cara para que le prestara atención.

Harry reacciona y lo mira.

—¿Qué pasa, Ron?

—¿Puedes decirle a Hermione que se tranquilice?

Es como un niño pidiéndole auxilio a su padre para ganar la pelea.

—Tranquilízate, Hermione —dice Harry.

—¿Cómo pueden estar tan tranquilos ustedes? —dice alterada.

—Yo creo que te irá muy bien —le digo, tratando de calmarla.

—Sí, Hermione. Sacarás sobresaliente en todo —dice Harry.

—Pero a este nivel nunca llegaré a aprender todo lo que necesito.

—Hermione, solo son unos estúpidos exámenes. Luego te daré una cerveza de mantequilla así te relajas —dice Ron.

—Es que tú no entiendes —dice cansada.

—¿Qué no entiendo, Hermione?

—Solo digo que siete años en Hogwarts no son suficientes.

Cuando dice eso todos empezamos a reírnos, incluso ella. Creo que se dió cuenta de que está exagerando por el estrés.

—Mejor voy a buscar un abrigo antes de que lleguen los carruajes —dice ella de mejor humor.

—Oh, yo también, menos mal que me lo recordaste, Hermione—dice Ron.

Luego ambos desaparecen por la puerta del Gran Comedor.

—Harry, ¿tú irás a Hogsmeade?

—No, mis tíos no firmaron el permiso —dice algo triste.

—Pero eres el consentido de Magonagal, ¿Crees que ella pueda "hacer como que no vio nada" y dejarte salir?

—Pues soy su consentido, debería dejarme —dice burlonamente, sonriendome —Lo intentaré, así vamos juntos, ¿Quieres?

—Por su puesto. Solo deja que voy al baño y luego nos reunimos a fuera, ¿si?

—De acuerdo —dice con una sonrisa.

Luego yo subo en dirección al baño, y me cruzo a alguien.

🌻🌻🌻🌻🌻

Holaa. Capítulo corto porque se me acaba la batería, pero en un rato me pongo a escribir el siguiente.

Pd: Perdón por abusar de la expresión "se sonríen", "le sonrío", "dice sonriendo". Es que me gusta remarcar qué hacen, además está científicamente comprobado que cuando te gusta alguien te reís más (creo, o tal vez no, debería chequear la información)

Espero que les guste el cap. Gracias por el apoyo que le están dando 💞💖💞💖💞💖💞💖