Capítulo VII.


Entré al Gran Comedor y me senté junto a Ginny.

-Rosie, ¿Qué pasó en el juego? Juro que quise ir detrás tuyo cuando te fuiste, pero te perdí y entonces me quedé con Luna Lovegood, una chica de...

-Ah, sí, de Ravenclaw, creo que sé quién es. Conozco a Luna de vista, parece muy agradable -interrumpo a Ginny.

-Lo es, algún día te la presentaré. Pero vamos, ¿Qué fue lo que pasó? No te juzgo pero, ¿Por qué le tiraste el jugo?

-Espera, ¿se vio como que yo le tiré el jugo a propósito?

-Pues... sí -dice Ginny confundida.

-Ay, Ginny, te juro que no fue así. Ni bien ustedes se fueron ella empezó a decirme cosas como "¿Por qué estás aquí?", "Ello no son tus amigos", "Olvídalos de una vez". No lo sé, se volvió loca. Y luego agarró ese vaso para lanzármelo, pero yo puse las manos y todo se le cayó a ella. Te juro que eso fue lo que pasó.

-Está bien, te creo, tranquila -dice agarrando mi mano para reconfortarme -. Mirá, estoy confundida, ¿Cómo te va a decir eso? Lo peor es que delante de los chicos fingía ser buena contigo. ¿Qué le vio el sombrero para meterla en Hufflepuff? Si más bien parece la hermana de Malfoy.

-No, ella es peor que Malfoy, créeme. Es como si hubiese hechizado a los chicos, de un día para el otro dejan de hablarme, y hasta creo que me odian.

-Pues sí, es muy raro. ¿No se disculparon?

-No, y si lo hacen no los disculparé, me hicieron sentir muy mal. Ya no los reconozco, y siendo sincera, ya ni siquiera quiero ser su amiga. Pero ya que estamos para el chisme, ¿A ti cómo te fue con Dean?

-Hasta ese momento bien, fue muy lindo conmigo. Pero no lo sé, Rosie. Él te trató muy mal...

-No, no, Ginevra. Que yo me haya peleado con él no significa que tú no debas hablarle. Tranquila, entiendo que te gusta y no me molesta para nada, de verdad -digo con una sonrisa cálida.

De hecho, sí pienso eso. Que yo crea que Dean es un idiota o que tenga problemas con él no tiene por qué afectar a Ginny. Ella es mi amiga y respetaré sus decisiones.

-Ay, gracias. Eres la mejor -dice dándome un pequeño abrazo.

-Lo sé -hablo con autosuficiencia.

Lo que me afectó pasar solo cinco minutos con Malfoy.

-De hecho, Dean me dijo para estudiar con él hoy.

-Eso es genial -digo contenta.

-Pero, tú estarás sola. Mejor le diré que no y...

-No, no te preocupes. Tengo planes.

Dudo en si decirle o no mis planes con Harry porque se pondrá a gritar como loca en medio del comedor.

-¿Qué planes? -dice expectante.

-Bien... Eh... Pues... Harry estará en la enfermería toda la noche..., y el pobrecito se va a aburrir..., además ¿Qué va a comer?, ¿Pociones horribles?

-AHHHHHHHHHH
HHHHHHHHHHHHHHHH.

Ginevra dió un agudo grito de como de dos minutos. Sabía que no debía decirle. Muchos estudiantes se dieron vuelta para vernos. De hecho cuando levanto la vista Will y Draco me están mirando desde la mesa de Slytherin ¿Desde cuándo les interesa tanto mi vida a esos dos? Siento que traman algo, o tal vez sea solo por el espectáculo que dió Ginny, así que no los culpo. Y para mí desgracia ella sigue...

-Estoy OR-GU-LLOSA de ti -habla haciendo como si se secaba una lágrima.

-Ay, Ginny. No es para tanto -digo, pero no puedo evitar reír.

-¿Qué ropa interior llevarás?

-GINNY POR FAVOR, SOLO VOY A CUIDARLO -Dije sonrojándome.

-Lo sé, solo fue un chiste. Pero bien, ¿Cómo irás vestida? -dice emocionada.

-Me pensaba pone...

-Ginny, ¿Vamos ya? -habla Dean.

Yo ni siquiera lo miro.

-Es que estaba hablando con Rosie.

-No te preocupes, luego hablamos -le digo con una sonrisa.

-Bien, suerte -se despide ella con una sonrisa también.

Cuando se van, vuelvo a mirar a la mesa de Slytherin. Allí William continúa observándome. Muevo mi mano en forma de saludo para comprobarlo, y él me sonríe. Yo le devuelvo el gesto y luego empiezo a comer una tarta, muy romántico todo, pero estaba habla y habla con Ginny y no pude comer.
Cuando terminé me encaminé hacia la puerta, como tenía un rato libre antes de ir con Harry pensé en estudiar un poco. Pero antes de salir siento que alguien me toma la mano para detenerme. Una sensación eléctrica invade mi cuerpo.

-Will -le sonrío - Déjame pensar, ¿Ahora tú me acosas a mi?

-¿Disculpa? ¿Tienes pruebas de eso? -dice con una sonrisa bastante atractiva.

-Es que no paraste de mirarme durante la comida, acosador.

-Ah, eso. Perdón, no lo noté. Aunque tú me lo debes.

-Bueno, bueno, quizás sí. Igual, no me molesta que me mires, ya sé que soy linda.

Él me sonrió.

-Ya eres toda una Malfoy.

-Te estaba imitando a ti, tonto. Tú me dijiste eso cuando yo te acosé.

Bien, eso sonó muy mal, soy una estúpida, que vergüenza.

-Ah, es verdad. Lo siento, es que no me acuerdo nuestros diálogos de memoria.

-¿No? Me rompes el corazón. ¿Y así quieres llamarte acosador?

-BIEN, luego anoto todo lo que hablamos para nunca más olvidarlo. ¿Feliz?

-Sí -digo sonriendo de forma engreída.

-Que bueno, es lo único que me preocupa en este mundo -dice con ironía - Ah, lo ovidaba, te quería decir si querías hacer la tarea de herbología Draco y conmigo. Es que ambos somos pésimos en eso, y tú sobresales.

Obvio, cómo no ser buena si siendo amiga de Neville debía escucharlo hablar de todas las plantas habidas y por haber por horas y horas. Y aún así, con toda la atención que le prestaba, es un malagradecido conmigo.

-Claro, hagámoslo.

-Bien, ¿vamos ahora? Tengo el libro y pergaminos en mi mochila.

-Sí, de acuerdo.

Él le hizo una seña a Draco, que estaba apoyado en una pared con cara de chico malo. Entonces él se acerca a nosotros.

-Pestch, ¿Contenta de pasar la tarde conmigo? -pregunta sonriendo con autosuficiencia.

-Claro, siempre a sido mi sueño -le digo irónicamente.

-Puede firmar tu pergamino si quieres.

-Ay, lo lamento tanto, tanto, tantooo, pero no tengo un pergamino para que me lo firmes -exclamo dramática, fingiendo una cara de tristeza.

-Tranquila, luego conseguimos uno, muñeca. No te quedarás sin tu firma.

Yo giro los ojos. Will se ríe de la situación y nos empuja para empezar a caminar. Salimos al patio y nos sentamos en el lago negro.

-Chicos, ¿Enserio?

-¿Qué? -pregunta Will intrigado.

-Me da miedo este lugar. ¿Es seguro? ¿Qué hacemos si el calamar gigante nos ataca? -pregunto insegura.

-No, no pasa nada. Nosotros siempre venimos a este lugar -contesta tranquilo Will.

- Es muy pacífico, no hay gente que estorbe -habla Draco.

-Claro, ¿Por qué será? Si solo hay un calamar gigante que puede atraparnos y ahogarnos, mientras nos estruja con sus tentáculos y de paso nos muerde con su pico, es todo, ¿Por qué no vendrían? -comento con ironía.

Los dos estaban tranquilos, sentados en el suelo, y solo me miran hacer mi escena. Como no dicen nada continúo hablando.

-Chicos, ustedes me dan miedo. ¿Están seguros de que no me trajeron aquí para asesinarme y darle mis restos a Rufus?

-¿Quién es Rufus? -dice Draco confundido.

-El calamar.

Ambos vuelven a mirarme fijamente.

-Bueno, es que necesitaba un nombre, ¿No?

-Rufus me gusta -dice Will sonriendome tímidamente.

Yo le devuelvo la sonrisa.

-Yo preferiría asesino 3000 -dice Draco.

-¿Qué? -pregunto asustada.

-Es que no te voy a negar que es peligroso, puede ser un asesino si eres tan tonto como para acercarte y dejarte atrapar. Y también puede ser un tres mil.

Yo me río, debo admitir que fue un buen nombre.

-Claro, claro -contesto rodando los ojos -.Bien, ¿qué tal si comenzamos?

-Está bien -dice Will.

Luego nos dio los libros y pergaminos, y nos repartimos las cosas. Ambos son muy inteligentes, de hecho terminaron antes que yo y me ayudaron con mi parte.

-Listo, fue rápido -dice Draco.

-Sí, ustedes son muy inteligentes -les digo como cumplido.

-Debemos serlo, tenemos que ser los mejores -dice Will, pero no de forma engreída, sino con voz apagada.

-Claro, los Slytherin siempre tienen que se perfectos -digo en forma de reproche.

-No es porque nosotros querramos, nuestros padres nos obligan -dice Draco con la vista perdida en el lago negro.

-Ah... lo siento, no sabía... Eso debe ser muy estresante.

-Lo es -contesta Will.

Me siento mal por haberlos prejuzgado, la verdad nunca imaginaría que ellos tuvieran problemas.

-Lo siento -digo en voz baja.

-No, no te disculpes. Tú no tienes nada que ver, mi padre es el que debería disculparse conmigo. Pero bueno, eso no pasará -habla Will y ríe tristemente.

Yo no sabía que hacer, así que tomé su mano.

-Bueno, chicos. ¿Quieren que los deje solos? -dice Draco dando una sonrisa pícara.

-Cállate, Malfoy -digo rodando los ojos.

Él solo se ríe.

-Bien, chicos, ya es tarde y debo hacer algo. Nos vemos luego, ¿Si?

-Claro, acosadora -dice Will.

-Adiós -saludo con una sonrisa.

-Adiós, acosadora -dice Draco.

Yo ruedo los ojos y me río, empezando a caminar para el castillo.

🌻🌻🌻🌻🌻


Ya era tarde, y no quería ir a cenar. Me había escabullido a la cocina y le pedí a Dobby que me preparara un poco de comida para llevar, pero creo que se pasó. Cuando le dije que era para Harry Potter se emocionó tanto que comenzó a meter de todo, desde patas de pollo hasta caracoles. No creo que eso sea del agrado de Harry, pero se nota que Dobby lo aprecia mucho.

Entonces me encamino a la enfermería, todo está oscuro, solo iluminado por la ventana. Es muy deprimente pero tranquilo a la vez. Cuando llego a la cama de Harry él está dormido, y yo me siento a su lado.

-Tardaste mucho en venir.

Yo me asusto y soy un pequeño salto en mi silla.

-¿Harry, estabas despierto? -pregunto sorprendida.

-Sí, lamento haberte asustado -dice riendo.

-No es nada -río también - Perdón por venir tan tarde, me distraje haciendo la tarea de herbología.

Creo que omitiré la parte en que hice mi tarea con dos Slytherins en el lago negro, digo, no sé si eso le gustará mucho a Harry y es mejor no disgustar al pobrecillo, está en la enfermería...

-Tranquila, es solo que te extrañé.

NO PUEDO CREER QUE HAYA DICHO ESO ¿Cómo era que se respiraba?

-Ay, Harry. Eso es muy lindo -digo mirando para abajo, sonrojada -Yo también te extrañé, pero ya estoy aquí y voy a hacerte compañía.

-Eso es genial -dice él con una sonrisa.

-Mira te traje comida, supongo que deber estar hambriento. Dobby te la preparó especialmente.

Él se emociona al escuchar ese nombre. Abro mi monedero sin fondo (encantado para poder meter todas las cosas que quiera y que el espacio no se agote) y saco un paquete enorme con la comida.

- Sospecho que Dobby te quiere mucho.

-¿Lo dices por el paquete gigante de comida? -dice Harry y yo me río.

-Lo digo por como se emocionan él uno y el otro al escuchar sus nombres.

Él sonríe.

-Sí, Dobby es el elfo más amable que he conocido, es un amigo para mí.

Yo lo miro con ternura.

-¿Cómo lo conociste?

-Él servía para la familia Malfoy, yo ayudé a que se liberara. Engañé a Lucius para que le diera una media.

-Y así logró su libertad.

-Exacto.

-Eres todo un héroe, Harry Potter.

Él ríe tímidamente.

-No, no lo soy. Solo soy un chico.

-Pero lo que hiciste por Dobby es muy noble. Tú eres muy buena persona, por eso te quiere, por eso todos deberían quererte. La mayoría de la gente se queda con esa historia de "el niño que vivió", pero tu fama es lo menos impresionante de ti. Bueno... no te conozco tanto, pero no tienes esas ideas idiotas de pureza de la sangre, apoyaste la libertad de Dobby, eres amable con todos. No lo sé, Harry, eres increíble.

Él estaba rojo, creo que me inspiré con mi discurso.

-No pensé en eso. Pero tienes razón, la gente me admira y ni siquiera me conoce. Yo no sé si soy buena persona, pero creo que hay que ser amable con todos, nunca sabes cuándo tienen un mal día y cómo les afectará lo que les digas.

-Tienes mucha razón.

-Tú eres buena persona, Rosie.

-¿Eso crees? -pregunto emocionada.

-Estoy seguro.

Ambos nos sonreímos, y nos quedamos mirando. Es hipnótico mirarlo, con sus anteojos y pelo despeinado, es tan lindo.

-Gracias, Harry. Ahora sí, a comer. También te traje chocolates que compré en Hogsmeade la última vez.

-Oh, gracias. No te hubieras molestado...

-Nada de eso, abre la boca.

Comencé a darle de comer, primero quiso una tarta, luego puré. Rara combinación, pero quién soy yo para juzgar. Luego abro un chocolate y empezamos a comer.

-Harry, ¿Qué tienen los dementores contigo?

-No lo sé, Rosie. Pero mis años en Hogwarts nunca fueron tranquilos, así que no me sorprende.

-Entiendo, pero igual me preocupa, ¿Qué tal si hablas con Remus? No es solo una cara bonita, él es profesor, puede ayudarte.

-¿Una cara bonita? -pregunta Harry arqueando las cejas.

Yo me río.

-De verdad, Harry. Si no sabes por qué los dementores te atacan no deberías andar allí afuera, ¿Qué tal si estás solo y te hacen algo?

-No me pasará nada, tranquila. Hablaré con Remus. Aunque tal vez me distraiga su cara bonita -dice con ironía.

-No te culparía, a mi siempre me pasa.

-Bueno, estás muy enamorada ¿No? -dice enojado.

Yo me empiezo a reír.

En eso llega Madame Pomfrey.

-Señorita Pestch, ¿Qué hace aquí? El señor Potter debe descansar.

-Oh, lo siento señora Pomfrey, es que yo...

-Le daré una poción para que se duerma, luego usted se irá, sin peros.

-Está bien -digo triste.

Harry toma la pocion.

-¿Puedo quedarme hasta que se duerma? Por favor, luego me iré, sin peros como dijo.

-Bien, pero a penas se duerma la quiero fuera, usted ya debería estar en su sala común.

Dice y se va.

-¿Cómo te sientes, Harry?

-Con algo de sueño.

-Entonces te dejaré estos chocolates y nos veremos mañana. ¿Está bien? Yo me quedaré un rato a cuidarte mientras estés dormido.

-Gracias, Rosie -dice bostezando.

-De nada, Harry. Buenas noches.

-Buenas noches.

Luego cierra los ojos y cae profundamente dormido.
Yo lo veo un rato, luego le doy un beso en la frente y me retiro.

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