Capítulo II.
Durante el resto del viaje en el tren hubo alumnos parados, yendo de aquí para allá, rumoreando; todos querían saber qué pasó. Cuando fui al baño (por cierto, Dean tuvo que acompañarme y quedarse afuera porque me daba miedo ir sola), escuché a unos Slytherins decir que los dementores se subieron al tren.
Más tarde llegamos al castillo, y nos acomodamos en el gran comedor. Yo me senté al lado de Dean, cuando Dumbledore comenzó a hablar, confirmando los rumores, los dementores subieron al tren y buscaban a Sirius Black.
—Dean —susurré —.Dean —volví a decir, golpeándole el brazo. Él me miró —.¿Quién es "Sirius Black"?
—Es un asesino, estaba encerrado en Azkaban pero escapó. Es muy peligroso, Rosie, está loco.
—¿Y por qué lo buscaban en el tren? —dije horrorizada.
Dean solo levantó los hombros para indicar que no lo sabía. Mientras, el director siguió hablando y presentó al nuevo profesor de artes oscuras, Remus Lupin.
—Mirá, Dean. Ese será mi futuro esposo —Dije señalando al profesor.
—¿Estás loca? —gritó en voz baja, abriendo los ojos —¿Te gustan los ancianos?, ¿qué no hay chicos de tu edad en Hogwarts?
—Sí, y son todos unos idiotas, ya Dean no es para tanto, tómate el juguito —dije.
Luego le acerqué un tazón con jugo de calabaza. Él lo tomó haciéndome caso.
Cuando Dumbledore dejó de hablar empezamos a comer. Yo me sentí incómoda por no saber cómo tratar a Neville, además todavía estoy un poco enojada, así que empecé a mirar para otro lado, hasta que escucho "¿Te desmayaste Potter?". Giro mi cabeza y era Draco Malfoy, que se estaba burlando de Harry.
Debo admitir que al escuchar eso me asusté, y me debatía internamente si preguntarle a Harry qué sucedió y si estaba bien, además debía agradecerle su ayuda en el tren. Pero me daba vergüenza, ¿cómo debería comenzar la conversación? Además tal vez le moleste que le pregunte eso.
—Harry... —dije en vos baja.
¡Ay no, por Dios! ¿Por qué lo hice? Fue de manera inconsciente. Rápidamente Harry, Ron y Hermione se dieron vuelta para mirarme, lo peor que podían hacerle a una chica introvertida como yo, me sentí intimidada.
—Eh... solo quería darte las gracias por defenderme en el tren...
—Ah, sí, no es nada. ¿Tú estás bien?
—Que atento —dice Ron riéndose.
—Cállate, Ronald —murmura Hermione en vos baja, pero también se ríe. Me pareció algo extraño.
—Sí, estoy bien. ¿Y tú? —dije sonando más preocupada preocupada de lo que querría, e hice otra pregunta rápidamente para que no lo notaran —.Eh... esa cosa que subió al tren, el dementor, ¿qué se supone que es exactamente?, no lo entiendo —pregunté mirando a Hermione, de seguro ella sabría exactamente todo sobre los dementores.
—Son criaturas horribles, sin alma, que se roban toda la felicidad de las personas. El beso del dementor es uno de los castigos más espantosos y tortuosos que se pueda presenciar —comentó Hermione.
—Por eso me sentí triste en el tren —.Miré a Harry —¿Los dementores hicieron que te desmayaras?
—Sí, pero por suerte el profesor Lupin estaba allí, y realizó el encantamiento patronus para expulsar al dementor —dijo Hermione sin darle tiempo a Harry de contestar.
—Que suerte, de verdad me alegra que estés bien, Harry—
—Gracias, Rosie —dijo, y me dió una sonrisa algo tímido, lo que me pareció muy tierno.
Seguimos hablando un rato, yo tenía miedo de molestarlos, pero me hicieron sentir muy cómoda, el trío de oro es muy agradable. Luego, fui a mi habitación ya que al otro día comenzarían las clases.
🌻🌻🌻🌻🌻
Ya es de mañana y mis compañeras no están en la habitación, ¿se habrán ido temprano a desayunar? Cuando tomo mi reloj veo que en quince minutos comienza la primera clase, ¡no puede ser! Me visto rápido y salgo corriendo, por suerte al entrar al salón la profesora todavía no había llegado. Yo no sabía con quién sentarme, ya que Seamus y Dean se sentaron con Neville, entonces Harry me ve y me hace señas para que me siente a su lado.
—¡Hola! —les digo a Harry y a Ron.
—Hola —dice Ron con una sonrisa.
—¿Desayunaste?, no te vi en el gran comedor —me preguntó Harry.
—No, es que me levanté muy tarde y no me dió tiempo. La verdad es que muero de hambre.
Harry saca un pedazo de chocolate de su túnica.
—Toma, me lo dió el profesor Lupin ayer cuando me desmayé. Cómelo.
—Ay gracias, Harry. El chocolate es mi cosa favorita en el mundo —.El sonrió.
Que linda sonrisa tiene. Espera, ¿qué?, ¡¡¡¿desde cuándo me gusta la sonrisa de Harry Potter?!!!
Cuando la clase terminó me dispuse a ir a preguntarle a Neville si su abuela estaba bien, ya que la profesora Trelawney le dió una predicción bastante preocupante sobre ella. También dió una horrible sobre Harry, algo de "el Grim", un augurio de muerte. No fue la mejor clase, espero que no todas sus predicciones del resto del año sean tan terribles.
Desisto de preguntarle a Neville porque lo veo con Hanna, entonces camino con Dean a nuestra siguiente clase, cuidado de criaturas mágicas, impartida por Hagrid.
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