kyuni__ si lees esto todos los capítulos van dedicados a ti, recuerda que eres une amor de persona y que esta historia existe gracias a ti 💙🥺💙

Ahora tenga paciencia que recién he recuperado la motivación de escribir y que estoy escribiendo los capítulos X,D

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El viento soplaba frío como cada mañana por las calles de New York, el cielo apenas se podría percibir debido al humo negro que tapaba el sol, casi dando la apariencia de que era siempre de noche, los altos edificios rojos con el logo de la cara de robotnik imponía elegancia pero era un recuerdo constante, la mayoría de los residentes de aquella fría ciudad caminaban o trabajaban en construir más robots para el tirano que los dominaba, con la mirada perdida.

Sus ojos dejaron de mostrar esperanzas hace tiempo.

Los robots del doctor no les daban miedo a quien temían era al Jackal llamado Infinite, un fiel siervo del Doctor Robotnik desde que se unió a él hace un par de años. Cualquier incitó de desobediencia o rebeldía que viera sería castigado o ejecutado por el antiguo líder de los jackales.

Casi nadie recordaba que New York alguna vez había tenido palmeras y pasto verde en el suelo. Casi nadie recordaba cómo era ver el cielo azul.
Casi nadie recordaba Green hills.

Pero había dos personas que vivían apartadas de todo lo relacionado con New York, uno de ellos no sabía que existía ya que vivía en una torre, literalmente.

Lejos de cualquiera mirada de la gente, incluso de los Badniks de Robotnik ya sean los de tierra o los voladores la cosa es que no encuentran el sitio, un sitio mágico que estaba protegido por una colina de rocas, ahí estaba lleno de vegetación y palmeras acompañado de una torre gris de techo azul marino donde vivia cierto erizo azul.

Este era Sonic el erizo; un erizo azul de ojos verdes que llevaba una camiseta negra de mangas blancas para ocultar su pecho por el frío que hacía últimamente alrededor.

Que estaba haciendo? Los quehaceres de la casa para cuando su madre llegará lo viera todo listo porque quería hablar con ella.

Si pensabas que estaría corriendo por ahí y teniendo aventuras, pensaste mal.

Sonic estaba esperando impaciente a su madre, de pie mientras su pie izquierdo daba toquecitos contra el suelo de madera de la torre, estaba mirando desde la alta torre la cuál ha vivido toda su vida.

Vió el mismo verde pasto de siempre, vio el río que aveces pasaba alrededor de la torre cuando llovía mucho, se encontró con una mariposa que había decidido asomar las narices y vio un par de flickies que cantaban alegres.

Ya le gustaría a Sonic ser como esos dos flickies; Libres de ir por donde quieran sin que nadie se lo prohibiera.

Como si Dios hubiera leído sus pensamientos el joven erizo vio la silueta de su madre acercarse; ilusionado de la vida corrió con su super velocidad a recoger la gruesa cuerda para ayudar a su madre a subir.

–Ohh Sonic cariño! He llegado!- anunció la dulce voz de su madre fuera, justo cuando ya estaba por tirarle la cuerda.

–Ahi va la cuerda mamá!- Sonic anunció mientras tiraba con fuerza una vez sintió que su madre tiraba de la cuerda.

Últimamente ya ni le costaba saber cuándo tocaba la cuerda. Probablemente será porque llevaba haciendo esto toda su vida.

Su madre se sacó la capucha negra para que Sonic la viera mejor; eran literalmente iguales el uno al otro de no ser porque su madre tenía mechones rubios y llevaba un vestido morado.

Después se la quito y la dejo en la percha de madera que estaba al lado de la única ventana que tenían.

–Hiciste de comer?- pregunto curiosa al sentir el olor a comida recién hecha de la cocina de arriba, eran macarrones con queso.

Brenda subió las escaleras, sus pisadas se escuchaban l contrario que los pasos de Sonic que al ver que su madre subía para arriba se adelantó para sevirle un plato.

–Gracias mi vida! Que haría yo sin ti?- dijo Brenda con cariño a lo que ahora madre y hijo comían juntos como todas las tardes.

Sonic pensó para si mismo si debía decir lo que quería a su madre antes de que se fuera, otra vez.

El problema era como se lo diría si siendo directo o hablando y después sacar el tema, al cabo de unos segundos de meditación con la comida decidió ser directo con ella.

–Mamá...- llamó a la mencionada que ahora mismo había terminado su comida y se disponía a coger más pero centró su atención en su hijo-

–Si Sonic?- Preguntó Brenda tranquilamente, dejando el plato al lado de la tartera con la comida. -que querías cariño?

–Veras... Mañana voy a hacer dieciocho años...- Sonic empezó a decirle mientras bajaba la mirada y se disponía a jugar con sus dedos, los cuales estaban protegidos por sus guantes blancos-... En casa cumpleaños mío suelen lanzar fuegos artificiales como tú los llamas en el cielo y...

–Y?- le ayudó su madre algo impaciente, golpeando su pie derecho contra el suelo de madera.

De tal palo, tal astilla.

–Aish... Me dejarías ir mañana a ver los fuegos artificiales?- pregunto directamente viéndole a sus ojos verdes, mismos ojos que él había heredado de ella.

Pero Brenda no tuvo que decirle ni una sola palabra porque su cara ya lo decía todo era un "No, absolutamente no, ni se te ocurra volver a preguntarlo". Por lo que Sonic decidió insistir.

–Andale mamá! Es solo verlos contigo! Después volvemos a casa.- dijo impaciente, sus brazos extendidos para arriba en su impaciencia lo que hace que su madre se enfade aún más.

–No! Afuera es muy peligroso para ti!- dijo Llendose fuera de la cocina, directa a su habitación. -Y no una palabra más!

–Pero solo quiero salir afuera! Por lo menos tráeme algo o alguien!- dijo desesperado para que su madre le hiciera caso y no le dejará solo.

Al parecer tuvo más o menos el efecto que quería puesto a que su madre no cerró la puerta de su habitación de un portazo ni le arreó un bofetón en la cara.

–... Si te traigo a alguien para que esté contigo mientras no estoy, dejarás de molestar con salir afuera?- pregunto sería mientras se acercaba a su hijo.

A Sonic se le iluminó la cara si eso era posible ante la pregunta. Eso es que lo consideraba! Gracias Gaia que está ahí abajo!

–Si! - dijo sin pensarlo Dos veces, junto sus manos en forma de plegaría- Si me traes a alguien en que confíes para que esté conmigo prometo no molestarte más con el tema!

Ante eso, Brenda suspiró rendida y le dió un abrazo cariñoso a Sonic.

–Entonces espérame aquí como siempre mientras te traeré a ese alguien para que no estés solo.- dijo antes de volver a ponerse su capucha negra y coger la cuerda que no habían descolgado todavía.

Después Sonic vio como bajaba de la torre ella sola y se despidió con la mano.

Cuando Sonic se aseguro de que se había ido, lanzó el mayor grito de emoción que se hubiera escuchado jamás, espantando a los dos flickies que estaban cerca.