Final Alternativo #4
ADVERTENCIA: Si no te gusta el KiriBakuKami, no leas esto.
Habrá lemon.
—¡Genial! —dijo Denki al ver que por fin, ambos, podrían decirlo.
—Bakugou —una voz serena llamó la atención de todos y los puso en alerta roja al darse cuenta de quién era.
Todoroki estaba a punto de dar el primer paso.
[...]
—Baku…
Pero Shouto no pudo terminar de hablar al escuchar el ruido de la puerta al abrirse a gran velocidad; Aizawa había entrado y las clases iban a comenzar.
—No me hagáis hablar de más —sentenció el profe mirando mal a todos los alumnos—. Cada uno a su sitio —finalizó haciendo que Shouto perdiera su oportunidad y no le quedase otra que sentarse.
Kirishima y Kaminari suspiraron con tranquilidad al ver que Todoroki había perdido su oportunidad.
—Buena, profe —comentó Denki con una sonrisa, levantando el dedo pulgar y guiñándole un ojo a Aizawa, el cual le miró mal e hizo que bajase la mano y atendiera a lo que iba a explicar.
Cuando finalizaron las clases, el rubio eléctrico y el pelirrojo rocoso decidieron irse con Bakugou y no adelantarse, quedándose así a su lado y pudiendo evitar algo que sucedió cuando todos ya se habían retirado del aula.
—Oye, ¿qué es eso? —inquirió Kaminari al ver cómo un joven con pasamontañas se acercaba frenéticamente hacia ellos.
—¿Algún alumno nuevo…? —agregó Kirishima con dudas al notarlo cada vez más cerca.
Lo siguiente que vieron fue cómo aquel sujeto se acercaba lo suficiente a Bakugou y pasaba un pañuelo por su nariz, haciéndole caer dormido para luego cargarlo en el hombro como saco de patatas y se llevárselo rápidamente.
Kirishima y Kaminari se miraron durante unos segundos tratando de procesar lo que había ocurrido.
—¿Soy yo o un tipo con pasamontañas acaba de secuestrar a Bakugou delante de nuestras narices? —comentó Denki comenzando a ponerse nervioso.
Eijirou tragó saliva para luego mirar hacia donde había huido aquel secuestrador.
—¡Bakugou! —exclamó el pelirrojo y comenzó a correr rápidamente para alcanzar al ladrón.
—¡Bakugou! —siguió el rubio también y empezó a correr siguiendo a Kirishima.
La persecución duró bastante tiempo. El secuestrador había estado haciendo lo posible por huir de los dos jóvenes mientras que, al mismo tiempo, trataba de que ningún profesor se diera cuenta de la situación.
Entre pasillos y clases, al final, Kirishima y Kaminari consiguieron acorralar al ladrón en un pasillo sin salida.
—¡Devuélvenos a Bakugou! —reclamó Eijirou algo agitado y con decisión.
—E...so… ¡Devuél...velo! —agregó Denki, que venía por detrás bastante exhausto.
El sujeto que mantenía a Bakugou en su hombro se quedó en silencio para luego chasquear la lengua.
Se quitó el pasamontañas y dejó a Katsuki en el suelo.
—¡¿Todoroki?!
—Esta vez habéis ganado —comentó con seriedad y se alejó con los ojos cerrados y caminando elegantemente—, pero volveré —finalizó girando levemente el rostro para luego marcharse.
Kirishima y Kaminari se miraron mutuamente al notar que Todoroki tenía un problema psicológico, quizás debido a algún trauma de la infancia o algo por el estilo.
Suspiraron y se acercaron hacia Katsuki.
—Eh, Bakugou —llamó el pelirrojo después de agacharse y zarandear suavemente por el hombro al rubio explosivo.
—Cuando duerme parece inofensivo —comentó Kaminari con una risa, acercándose también y presionando con un dedo uno de los cachetes de Katsuki.
Eijirou sonrió ante ello dándole la razón y decidieron llevárselo; probablemente seguiría dormido un buen rato más.
—Bueno… —murmuró el rubio eléctrico—. Lo llevamos estilo princesa, ¿verdad?
—Sí, supongo.
—Entonces… ¡me pido la parte de abajo! —agregó con una sonrisa.
—Solo quieres tocarle el culo, ¿verdad? —rio Kirishima.
—Si es contigo, no me importaría hacer una excepción y turnarnos —respondió con otra sonrisa.
[...]
Varios profesores les estuvieron mirando raro (y con mucha envidia) mientras se mordían el labio inferior al contemplar cómo Kirishima y Kaminari cargaban, felizmente, a un dormido Bakugou.
—Vaya, vaya. Estos niños de hoy en día sí que son prematuros… —comentaba Recovery Girl con bastantes celos.
[...]
—¿Cuánto crees que tarde en despertarse? —preguntó Kaminari al darse cuenta de que llevaban medio camino cargando a Bakugou y la gente había comenzado a mirarles mal.
A mirarles mal porque tenían envidia.
—Ni idea, pero supongo que se despertará cuando lleguemos al restaurante —respondió Kirishima después de suspirar.
No pasó demasiado tiempo hasta que llegaron a dicho restaurante. Eligieron mesa y sentaron al aún dormido Katsuki en el medio; Eijirou se puso a la izquierda y Denki a la derecha.
—Sigue durmiendo… —comentó Kaminari haciendo un pequeño puchero.
—¡Bah, seguro que se despierta después de que pidamos la comida! —dijo Kirishima con optimismo.
Después de que el camarero del restaurante les tomase el pedido, aprovecharon que Bakugou seguía dormido para hacerle algunas fotos.
—Nos va a matar después de esto —se rio Kaminari con su móvil en mano.
—Nos va a matar —afirmó Kirishima con una sonrisa.
Minutos después, llegó el pedido a la mesa y Katsuki seguía dormido.
—¿De verdad solo está dormido? —comenzó Denki a preocuparse—. Quizás lo que había rociado Todoroki en el pañuelo era otra cosa…
—¡Tranquilo! ¡Seguro que se despierta cuando terminemos de comer! —siguió Kirishima bastante nervioso y volviendo a tratar de ser positivo.
Cuando terminaron de comer, Bakugou permanecía dormido.
Eijirou y Denki suspiraron y se miraron algo cabizbajos.
—Se suponía que hoy se lo íbamos a decir… —dijo el pelirrojo contemplando cómo el rubio amargado seguía con los ojos cerrados.
Se quedaron en silencio hasta que los encargados del restaurante decidieron echarles por haber estado demasiado tiempo y tener clientes esperando por una mesa.
—Bueno, ¿y ahora qué hacemos? —inquirió Kirishima.
Ambos estaban afuera cargando nuevamente a Bakugou a estilo princesa.
Volvieron a quedarse en silencio hasta que a Denki se le ocurrió una brillante idea y, justo, recordó cierta cosa.
—Oye, Kirishima —comenzó con una sonrisa—. Mis padres no están en casa.
Eijirou tardó un poco en comprender a qué se refería Denki con aquello.
—¡Ah, es verdad! ¡Tu casa está cerca de aquí! —reaccionó el pelirrojo con alegría e inocencia.
—¿Vamos?
No hizo falta respuesta positiva.
[...]
Cuando llegaron al hogar de Kaminari, ambos se dirigieron a la habitación del chico y dejaron a Bakugou en la cama.
—¿Todavía sigue durmiendo? —suspiró el pelirrojo mientras se ponía cómodo.
—Eso parece… —murmuraba Denki de manera juguetona al acercarse a Katsuki con otras intenciones.
—Oye, Kami…
Pero Kirishima se detuvo al girarse y darse cuenta de lo que el rubio eléctrico estaba haciendo.
—¡¿Kaminari?! —exclamó al ver cómo su gran amigo estaba comenzando a quitarle la ropa a Bakugou mientras sonreía con malicia.
—¿Qué?
—¡Violar a alguien que está dormido no es varonil!
—¡No tenía pensado hacer nada de…
Denki se quedó en silencio al procesar aquella buena idea por parte de Kirishima.
—Espera, ¿a qué se debe ese silencio? —inquirió el pelirrojo aún más preocupado.
De repente Kaminari comenzó a quitarle el pantalón a Bakugou y terminar por quitar las demás prendas que estorbaban.
—¡Oye!
—¡Vamos, Kirishima! No me digas que no te mueres de ganas por vérselo… —incitó el rubio eléctrico.
Eijirou apretó un puño y cerró los ojos con lágrimas masculinas al pensar en todas las posibilidades.
—¡Además, si él lo disfruta, no tiene nada de malo! —agregó Denki tratando de hacer que Eijirou cediera ante ello.
—Pero, aún así…
Kaminari ignoró aquello y terminó por desvestir casi por completo a Bakugou, dejándole solo en calzoncillos donde sobresalía cierto bulto.
—Vaya, son de All Might —comentó antes de dirigir su mano a aquella zona específica.
Kirishima tragó saliva ante lo que estaba viendo.
—Vamos, Kirishima —volvió Kaminari a incitar con una sonrisa—. Hagamos que Bakugou se sienta bien…
La opción de hacer sentir bien a Katsuki junto a Denki era demasiado tentadora.
—¿Y si se despierta? —inquirió el pelirrojo después de haberse acercado lo suficiente a ambos chicos.
—¡Aprovechamos y nos confesamos!
Dicho y hecho, así fue cómo Kaminari tomó la iniciativa de deshacerse de los calzones de All Might. Ambos tragaron saliva al contemplar el miembro de Katsuki.
—¿Qué procede? —inquirió Denki con una sonrisa nerviosa.
—¡Tú fuiste el de la idea! —reclamó el pelirrojo también nervioso.
Después de todo, nunca le habían hecho algo así a alguien.
—¡En las porno parece más fácil! —se excusó el rubio eléctrico.
Volvieron a mirarse nerviosos hasta que Kaminari optó por comenzar. Sujetó con cierto temor el miembro de Bakugou y agachó la cabeza lo suficiente para comenzar a lamer lentamente.
—¿Kirishima? ¿Qué esperas? —se quejó Denki algo avergonzado al darse cuenta que era el único que le estaba lamiendo el pene a Katsuki.
—Ah, s-sí —asintió también bastante avergonzado y se acercó para unirse al oral.
Comenzaron con lentas lamidas, a veces llegando a rozar sus lenguas en el proceso, y prosiguieron con más velocidad al darse cuenta de que a Bakugou se le había comenzado a parar.
Se miraron por unos segundos para decidir quién sería el primero en metérsela toda en la boca, hasta que Denki volvió a tomar iniciativa en ello.
Agarró el erecto miembro y se lo introdujo casi por completo en la boca, subiendo y bajando, provocando que Bakugou comenzase a fruncir el ceño y a poner expresiones raras ante aquel tacto.
—Lo está disfrutando —comentó Kirishima al darse cuenta de ello.
Kaminari se separó, dejando un hilo de saliva y miró a Eijirou dándole a entender que era su turno.
El pelirrojo abrió la boca, se acercó con cuidado hacia aquel grueso pene y lo fue introduciendo mientras trataba de tener cuidado con sus dientes. Comenzó a intercalar lamidas y prolongadas chupadas de arriba hacia abajo, haciendo que Kaminari pudiera contemplar con claridad todas las expresiones de Bakugou con el ceño fruncido.
—Parece que está a punto de correrse —informó Denki, dándole a entender a Eijirou que se detuviera.
Y así lo hizo, provocando que Katsuki frunciera el ceño aún más al dejar de sentir placer.
Pero lo que ambos querían era hacerlo al mismo tiempo, así que se acercaron nuevamente al miembro de Bakugou, y Kirishima comenzó a masturbarlo de arriba hacia abajo mientras que Kaminari lamía la punta y con otra mano masajeaba los testículos.
—¡MUERE!
Un grito proveniente de Katsuki mientras que el semen salía por su miembro, sorprendió a Kirishima y Kaminari.
Bakugou se había corrido y había gritado “Muere” en el proceso, despertándose así por completo.
Eijirou y Denki se miraron para luego comenzar a reírse a carcajadas de aquello mientras que un atónito Katsuki les miraba raro.
—¿Qué mierda ha…?
Bakugou no comprendía absolutamente nada. Se había despertado en una habitación completamente desnudo y con sus estúpidos amigos al frente de él que, al parecer, le habían estado haciendo un oral.
Cosas que pasan, lo normal de cada día.
—Por fin despiertas —comentó Kirishima tratando de secarse las lágrimas de la risa.
—“Muere” —citó Kaminari haciendo que nuevamente Eijirou y él comenzasen a reírse a carcajadas.
—¡¿QUÉ MIERDA ES ESTO?! —volvió a gritar Bakugou bastante avergonzado y enfadado por aquello.
Kirishima y Kaminari intentaron tranquilizarse de verdad y secarse las lágrimas para, después de mirarse unos segundos con decisión, dirigirse a Katsuki con seriedad.
—Bakugou —comenzó el pelirrojo.
—La verdad es que tú… —siguió el rubio eléctrico.
—¡Nos gustas! —finalizaron al unísono—. ¡Por favor, deja que te demostremos nuestro amor!
Katsuki chasqueó la lengua ante ello y frunció el ceño.
Porque no podía negarse ante esos idiotas y estúpidos amigos.
Porque eran sus idiotas.
Esos estúpidos que tanto amaba, pero que nunca admitiría.
[...]
—¿De verdad van a caber? —se preguntaba Kirishima al notar que lo que estaban a punto de hacer era un poco fuerte.
—¡No hay problema! Primero la metes tú y luego voy yo… —comentó Kaminari con una sonrisa.
Bakugou no comprendía cómo era que le habían convencido para tener sexo anal; mucho menos cuando sería una doble penetración.
Pero no podía negarse ante esas deslumbrantes sonrisas.
—Bueno… ahí voy —informó el pelirrojo con decisión mientras se disponía a introducir su miembro en el ano de Katsuki.
Bakugou se hallaba a cuatro patas mientras sujetaba una almohada, que en cualquier momento explotaría, con las manos.
—¡RÁPIDO, MIERDA! —se quejó al notar que sus amigos eran demasiado lentos.
Ante aquello, y por los nervios, Eijirou introdujo por completo y rápidamente todo su pene, haciendo a Bakugou maldecir por lo bajo por tan repentina penetración.
—¡Perdón!
—Bien, ahora voy yo… —agregó Denki con una sonrisa acercándose a Kirishima y posicionándose a su lado.
Dirigió su pene hacia el ano ya ocupado por el otro miembro e intentó buscar un hueco para meter aunque sea la puntita.
—Tenemos un problema —comenzó el rubio eléctrico observando con seriedad el ano de Bakugou—. No cabe. ¡Kirishima, comparte! —agregó empujando levemente a su pelirrojo amigo para que sacase parte de su pene del interior, para así poder coordinar mejor la doble penetración.
Si se organizaban, podían follar felizmente los tres.
—¡Oh, ahora sí cabe! —exclamó Denki con alegría al haber conseguido introducir la punta.
Katsuki se estaba esforzando por no explotar todo. Apretaba los dientes mientras fruncía el ceño al sentir lo lentos que eran sus amigos.
Pero, ahora que se habían podido organizar mejor, Kirishima comenzó a moverse lentamente, acostumbrando así al ano de Bakugou a sentir ambos penes en su interior, provocando que Kaminari también pudiera moverse con algo más de libertad.
—Es… bastante estrecho —suspiraba el rubio eléctrico al comenzar a sentirse demasiado bien ahí dentro.
El introducir su miembro en la estrecha cavidad de Katsuki mientras que el pene de Eijirou rozaba el suyo, era el paraíso para Denki.
—Kaminari… estás… —comenzó Kirishima entre suspiros al sentir unas leves descargas alrededor de su virilidad.
Denki estaba comenzando a soltar pequeñas chispas por su pene dentro del ano de Katsuki, provocándole mucho más placer a Bakugou, a Kirishima y a él mismo.
El rubio explosivo se mantenía maldiciendo en voz baja entre gruñidos cada vez que Kaminari y Kirishima tocaban aquel punto que le provocaba el inmenso placer sumado a las leves descargas eléctricas. Ambos miembros comenzando a ir cada vez más profundo dentro de él, era demasiado. Mientras que uno lo metía, el otro lo sacaba levemente y volvían a repetir el proceso cada vez más rápido, haciendo que lo único que pudiera escucharse en aquella habitación fuesen los gemidos, suspiros y gruñidos de los tres jóvenes.
—Creo… que ya… —murmuraba Kaminari con los ojos cerrados al sentir que estaba a punto de correrse.
—Yo… también… —siguió Kirishima aumentando las embestidas y sintiéndose demasiado bien gracias a las chispas del rubio eléctrico.
—Bastardos… —comentó Bakugou en un último gruñido.
Solo necesitaron unos segundos más para que Denki fuese el primero en correrse, dejando salir el característico y espeso líquido blanco dentro del ano de Katsuki, llenándolo y haciendo que el pelirrojo también lo sintiera sumado a una leve y extensa descarga que le hizo correrse también, soltando todo su semen también dentro de Bakugou, el cual solo dejó salir un largo suspiro al sentirse totalmente lleno. En pocos segundos más, el rubio explosivo también se vino.
Ambos jóvenes retiraron sus miembros de la cavidad anal y contemplaron cómo una gran cantidad de semen salía por aquel agujero. Luego, Katsuki giró su rostro levemente y pudieron verle fruncir el ceño con un gran rubor en sus mejillas.
—¡Denki, ya estamos en casa! ¡Hemos traído las hamburguesas que…
Pero la madre de Kaminari no pudo terminar la frase al contemplar lo que estaba ocurriendo en la habitación de su hijo.
La mujer dejó caer las bolsas de la compra y se acercó lentamente.
Kirishima le dirigió una mirada nerviosa a Kaminari, el cual también se hallaba en esa situación, incluso peor. Ambos tragaron saliva.
—Kaminari Denki… —comenzó la señora rubia ocultando su rostro—. ¡¿Quién crees que va a tener que lavar las sábanas?! ¡Esas manchas son difíciles de sacar, me niego a hacerlo esta vez! —agregó cruzándose de brazos y haciendo un puchero—. ¡Cuando terminéis, más os vale que esté todo limpio! —finalizó regresando a la puerta a por las bolsas y alejándose.
Después de aquello, Kirishima y Kaminari decidieron que era mejor alquilar la habitación de algún hotel barato para hacerlo o, simplemente, encerrarse en un baño con Bakugou y turnarse. La posibilidad de la ducha tampoco estaba descartada.
Pero, a pesar de todo, había funcionado. Habían conseguido quedarse con Katsuki para siempre.
[...]
[Querido Diario #39]
Supongo que por la situación y el momento, cuando Kirishima y yo lo hicimos por primera vez con Bakugou, olvidamos usar condón.
Valió la pena.
—Kaminari.
[Querido Diario #40]
La madre de Kaminari es demasiado compresiva.
Menos mal.
—Kirishima.
[Querido Diario #41]
Desde cierto día, Bakugou está siempre rodeado por Kirishima y Kaminari. Parecen garrapatas a su lado; no se despegan de él ni un solo segundo. Ni siquiera para ir al baño.
El otro día me pareció verlos caminar de la mano, pero cuando Bakugou me vio, les soltó rápidamente.
Es injusto.
—Sero.
[Querido Diario #42]
Eran dos contra uno, no pude hacer nada.
Aún así no me rendiré.
—Todoroki.
[Querido Diario #43]
A veces me pregunto si Shouto se acordará de mí.
—Endeavor.
[...]
PANDA DE PERVERTIDOS JAJAJAJJA Y yo que pensé que la encuesta estaría reñida, pero no. La doble penetración ganó por paliza xDDD
Debo decir que escribir esto me dio diezmil años de vida. Le puse todo mi amor a mi OT3 ;;
2950 palabras :’)
El próximo capítulo es el capítulo final y probablemente sea decepcionante para muchos, pero meh. Me retaron a que sea así (nah, en realidad yo lo propuse) y está en algún comentario de uno de los capítulos. Será muy random, ya veo cómo me querréis matar xD
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top