Capítulo I
¿Acaso no es obvio? He venido a enamorarte
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—¡Princesa Fay, su desayuno está aquí!— gritó la voz al otro lado de la puerta
—Gracias— sonreí y salí a recibir a la chica con la bandeja
—De nada su Alteza, si me disculpa me retiro— hizo una reverencia y ya se iba, pero sostuve su brazo
—Espera un segundo— dije con voz apurada y la muchacha comenzó a temblar
Seguí su mirada hasta que pude ver que mi agarre seguía firme en su muñeca.
—Lo siento, lo siento, solo quería hacerle una pregunta— bajé la mirada avergonzada— pero, no se preocupe, solo, no la demoraré más, debe tener mucho que hacer— sonreí triste y la chica se fue sin mirar atrás
Entré nuevamente a la casa y dejé la bandeja con comida a un lado.Siendo sincera no me apetecía comer.
Me senté sobre la cama a mirar con atención a las ventanas que daban al inmenso bosque junto a mí.
Pude observar las copas de los altos árboles e incluso algún que otro pajarillo en su nido.
Inhalé con fuerza y cerré los ojos notando así cada cosa que sucedía dentro del bosque.Pude escuchar dos ciervos bebiendo agua en el lago, los peces nadando en armonía y tranquilidad absoluta.El pajarillo en el árbol cantaba a sus pichones y el viento mecía cuidadosamente las plantas rebosantes de verdor.
Este era mi bosque, mi territorio, mi refugio, mi hogar.Nada en su interior escapaba a mi control y sabía perfectamente que pasaba en cada rincón de él
Había desarrollado esa habilidad con el pasar de los años, podía notar cuando venían a traerme las comidas, cuando algún animal estaba herido, incluso si alguno de los osados soldados que custodiaban la puerta se atrevían a poner un pie en mi recinto solitario.
Siempre era lo mismo, una y otra y otra vez, estaba bastante aburrida de esa monotonía pero como ya dije antes, si debía vivir así por el bien de mi pueblo ese era mi deber como princesa y lo cumpliría sin rechistar.
Bajé las altas escaleras luego de ponerme una capa con gorro para cubrirme del sol y agarrar una cesta con la que recoger algunas fresas.
En mi inspección panorámica de antes me había dado cuenta de que estaban maduras y se veían bastante apetitosas así que fui por ellas.
Esa era una de las pocas ventajas que tenía vivir aquí sola, todo era para mí, aunque no negaré que a veces me imaginaba como sería el tener a alguien con quien compartir la belleza de este bosque.
Antes de llegar hacia donde estaban las fresas, tuve que pasar frente a un pequeño riachuelo que había en el bosque.
Solía bañarme en él a cada rato y eso me dispuse a hacer en ese instante.
Me deshice con cuidado de mi capa y vestido blanco y entré en las cristalinas aguas bajo las cuales se movían peces de brillantes colores.
Salí de la orilla y comencé a nadar despacio, braceando de un lado a otro con paciencia.Esta actividad era extremadamente relajante.
Mientras la corriente me arrastraba a su gentil paso me sumí en pensamientos.Cerré los ojos y de repente... me perdí.
Ya no estaba en el río
Me encontraba en un plano terrenal completamente diferente si pensaba bien.
Estaba completamente sola en un escenario negro cual noche.Cuando el miedo comenzó a hacerse presente trajo consigo una niebla blanca y húmeda que me dio escalofríos.
Un águila pasó sobre mi cabeza volando a tal velocidad que apenas pude verla, dejó tras de sí una estela de azules y rojos que variaban en toda su amplia gama.El animal se posó frente a mí y graznó dos veces con fuerza.Y sin entender por qué, comprendí a la perfección lo que intentaba decirme.
Tu destino está en camino
Desperté a orillas del riachuelo mientras me sostenía de un tronco caído sobre este.
Qué sueño tan extraño
Salí del agua y mientras me escurría el cabello me di cuenta de que a pesar de saber que tuve un sueño peculiar, no podía recordar absolutamente nada de lo que sucedió en él.Solo mantenía en mi pecho la extraña sensación de saber que sucedió y un miedo creciente que amenazaba con enloquecerme.
Comencé a vestirme intentando olvidar el extraño suceso y mientras llevaba a cabo mi afán por atar la espalda del vestido escuché unos extraños ruidos.
Un águila pasó volando sobre mi cabeza y sacudió las copas de los árboles a su paso.A lo lejos pude oír el eco de sus graznidos y la sensación de deja vú se apoderó de mí.
Los ruidos se detuvieron y con ello mis temores.sin más preámbulos tomé la cesta entre las manos y seguí avanzando directa al sendero que me llevaría a las fresas.
Caminé despacio entre los árboles frondosos contemplando el cielo azul cuando algo pasó por mi lado a toda velocidad rozando mi pierna en el proceso.
Llevé mi mano hacia la zona donde había sido el roce y sentí la característica textura de la sangre.Giré la cabeza hacia atrás buscando la causa de mi herida hasta que vi una flecha clavada en un árbol tras de mí.
Entonces sí que me asusté.Había alguien en el bosque.¿Quién era?¿Qué quería?¿Me haría algo malo?
Las preguntas me atormentaban como bombas cayendo una tras otra en mi cabeza.Comencé a mirar hacia todas partes buscando en algún lugar a quien quiera que hubiese lanzado la flecha.
Noté movimiento de hojas a mi derecha y me volteé con rapidez esperando ver algo, pero no había nada, luego se escuchó a la izquierda pero tampoco había nadie ahí.
Los ruidos venían desde todas las direcciones y empecé a considerar que mi mente estaba jugándome una mala pasada.Pero luego recordé la flecha, era real, demasiado real y yo no la había lanzado.
Estaba sopesando la idea de regresar a casa y encerrarme con seguros mágicos hasta que vi una silueta salir de detrás de unos arbustos.
No miré quién o qué era, solo eché a correr a la velocidad de la luz, mis piernas dolían pero ya no importaba, necesitaba ponerme a salvo cuanto antes.
Tampoco miré hacia atrás al correr, temía tropezar con algo y caer o quedarme paralizada de miedo.Pero entonces escuché su voz.
—¡Espera, hey, espera!— decía con un deje de desesperación
Hice caso omiso a su llamado y seguí mi huída, no me atraparía.O eso pensé hasta que sentí algo sostener mi muñeca impidiéndome avanzar en la carrera.
—No temas, no te haré daño— dijo con la respiración entrecortada
Estaba asustada, demasiado asustada.Giré la cabeza con curiosidad para observar el rostro de mi perseguidor ya que aún permanecía dándole la espalda.
En cuanto lo hice me quedé paralizada.
Era un chico alto, al menos más que yo.Con cabello castaño y facciones aristocráticas y preciosas.Sus carnosos labios tenían un tono rosáceo que contrastaba con su blanca piel.Pero sin lugar a dudas lo más impresionante de todo eran sus ojos.Los más exóticos que había visto nunca en la vida.
El derecho era de un profundo y oscuro color marrón con destellos en amarillo, mientras que el izquierdo oscilaba en un tono entre el azul y el gris conformando así una mirada heterocromática extraña e hipnotizante.
—Por favor no temas, no te haré daño— suplicó
—Eso suele decir alguien cuando quiere hacer daño— dije tragando fuerte
—De verdad no debes temerme, no vine a lastimarte— volvió a rogar
—¿Entonces a qué viniste?¿Cómo entraste?¿No me temes?— pregunté
—Despacio, esas son muchas preguntas— dijo calmado y soltó su agarre en mi muñeca
Tenía dos opciones, quedarme y escucharlo o correr por mi vida.
La segunda me parecía la más sensata, pero era la primera vez en mi vida que hablaba con un hombre y me generó una curiosidad inmensa de repente.
—Lo siento.¿Quién eres?— arrugué las cejas
—Un placer conocerla princesa Fay— sonrió y dos adorables huequitos se formaron en sus mejillas
Me sonrojé un poco pensando en cómo sería apretárselas como si fuera un bebé.
—¿Cómo sabes mi nombre?— pregunté ya de vuelta a la realidad
—Sé todo sobre ti— sonrió de lado
—¿Disculpa?— dije asustada
—Seré breve, he escuchado miles de leyendas sobre el Hada de las Tinieblas , pero quise comprobar en persona si eras tan temible como dicen los cuentos— se encogió de hombros
—¿Pero cómo rayos entraste aquí?¿Y solo eso explicarás?¿Qué broma extraña es esta?— pregunté fuera de mí
—Tranquila Princesa— sonrió— explicaré y calmaré cada duda de tu corazón, después de todo ese es mi...
—¡Esto está mal!¡Se supone que no debo hablar con nadie, menos aún con un hombre!¿Sí eres un hombre verdad?— cuestioné sintiéndome idiota al segundo
—¿Acaso nunca has visto un hombre preguntó divertido
—¡No te burles!¡Aquí yo hago las preguntas, te amenazo y me temes, pregunto y tú respondes con la verdad, sobre todo la última!— grité señalando con el índice
—Cálmese señorita tigresa— rió
—¡No, no me calmo!¡Usted esta siendo absolutamente insolente al entrar a este bosque!¡Se va a meter en un aprieto que podría costarle la muerte así que por favor retírese!— espeté con seriedad
—No me importaría meterme en problemas si es por conocerla— sonrió haciendo gala de sus hoyuelos— Además, sé defenderme a la perfección.¿Lo ve?
En el instante en que miré sus manos comenzó a crear una pequeña estela de cristales de hielo a mi alrededor hasta que quedé completamente aprisionada.
—¡Suélteme o me obligará a usar mi magia!— amenacé
—Eso es justo lo que quiero, así que adelante, no se frene por nada Princesa Fay, no habría mayor placer para mí que ser testigo de su magia de las tinieblas
—Está usted jugando con fuego, y debo advertirle que saldrá quemado
Desde mi posición atrapada entre el hielo pude apreciar cómo este se derretía despacio empapando mis sandalias en el proceso.Vapor salía a borbotones de las manos del chico.
—Lo siento, pero eso resultaría imposible, como podrá ver, el fuego me obedece— exclamó confiado
De acuerdo, él quería intimidarme, le mostraría quién daba miedo aquí.
—Usted se lo buscó— alcé una ceja dispuesta a usar mis poderes.
En un abrir y cerrar de ojos una espesa niebla cubrió los alrededores y desde mi posición pude observar cómo miraba a todas partes intentando localizarme.
Lo que él no sabía era que eso le sería imposible.Podía controlar la niebla a mi antojo, además de hacer otras cosas con ella.
Comencé a recitar frases en voz baja las cuales se repetían en su cabeza como ecos.
¡Desaparece!
¡Vete de mi bosque!
¡Intruso!¡Intruso!
Yo seguía quieta en mi lugar mientras lo veía sostenerse la cabeza con ambas manos, cayó arrodillado en el suelo mientras se halaba los cabellos con frustración.
Decidí detenerme, pues era bien sabido que mi poder podía llevar a la locura al más valiente.
—¿Necesita otra advertencia?— cuestioné iracunda
—Para nada— su voz fue casi un susurro— pero debo decir que, su poder es aún más fuerte de lo que creía
Levantó la vista sonriendo maliciosos en mi dirección.Sus ojos heterocromáticos brillaban con una emoción desconocida para mí.Me observaba como quien mira a un pobre cachorrito extraviado.
¿Eso es todo?
—¿No saldrá corriendo?— pregunté extrañada a lo que él sonrió aún más
No entendía sinceramente cómo sus mejillas no le dolían
Me vi obligada a salir de mis reflexiones cuando sentí algo subir por mis piernas.
Al bajar la mirada me percaté de que pequeñas lianas se movían con rapidez hasta prácticamente apresarme como mismo había ocurrido con el hielo.
—¿Pero qué rayos?— exclamé sorprendida
—Al parecer olvidé mencionar que controlo los cuatro elementos
Justo cuando esas palabras salieron de su boca una fuerte ventisca pasó arrasando con un montón de hojas, lianas y ramas, al tiempo que hacía volar mi vestido.Lo sujeté con rapidez y le di una mirada enojada.
—¿Cuál es tu problema conmigo?¡Ni siquiera te conozco!— grité fuera de mis casillas
—¿Problema?No tengo ningún problema con usted en lo absoluto— comentó
—Entonces por favor váyase de mi bosque, no necesito más problemas y tampoco quiero cargar con el peso de su muerte en mi conciencia— casi rogué
—No se preocupe por eso, pero debo hacerle saber como si futuro esposo que no me iré a ningún lado— espetó sonriente
—¿Mi qué?— alcé la voz
—¿Acaso no es obvio? He venido a enamorarte — sonrió
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NOTA DE LA AUTORA
Holaaaaa pequeños especímenes mágicos.Por aquí Emehh reportándose con el primer capítulo.
Ahora, el chisme es chisme en cualquier momento, entonces cuéntenme.¿Qué les parece la personalidad de Fay?
Ya sé que parece disco rayado en este capítulo pero entiéndanla.Está asustada la pobre.
Pero díganme algo de ese galanazooooo, genteeeee, que si yo fuera Fay, no lo mando a irse ni aunque me lluevan rayos.
En fin, recuerden, amor para la nena por favor si no es mucho pedir :(
Se despide desde el Bosque de las Tinieblas (su cuarto desordenado XD):
Emehh♡
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