Estaba sentada en uno de los bancos de la cocina, mis codos reposaban sobre la superficie del azulejo blanco de la mesa. Mis manos sostenían mi cabeza. Observaba a Cherry Hair, esperando a que el agua en la estufa rompiera hervor. En sus manos sostenía una caja de té de phu erh.
—Introduzco las hojas a la tetera, vierto el agua y espero 6 minutos para servirlo ¿verdad? —enumeraba con los dedos de su mano, cada acción. Asentí con la cabeza en respuesta.
La pelirroja se dio vuelta y de la alacena sacó una tetera de porcelana con flores naranja, junto a unos pocillos a juego. Recordé a mi ex amiga Alya, quien me regalo ese bello juego de té, cuando me mude a vivir con mi ex.
Alix siguió con su labor, vertió el agua hervida en la tetera y tapó el recipiente. Sobre la mesa había una tarta de chocolate cortada en piezas. Desvié mi vista hacia la ventana de arco de medio punto de la cocina, afuera varias personas corrían a prisa por el parque, buscando refugió de las gotas de lluvia que comenzaban a caer. Ese panorama me recordó a mi amado Londres, ciudad que me vio crecer...y también caer.
—Aquí tienes—la voz de Cherry Hair me hizo enfocar mis azules a ella. Frente a mí, ahora estaba una taza de té inglés y una porción de la tarta.
—Te he mentido, traicioné tu confianza ¿Por qué no te vas? —me atreví a cuestionarla.
Y es que hace unos minutos en las escaleras, solté todo de golpe, culpa de lo frustrada que me sentía: Las llamadas de Chloe, el intentó de abuso de Balthazar y haberme puesto al tú por tú con el Demonio de París. Dije todo esto con la esperanza que ella se fuera y me dejará sola, que se alejará de mí. Simplemente, no quería involucrarla más en esto...mi vida de mierda.
—Marinette, si tanto quieres saber por qué no he salido corriendo furiosa de esta casa luego de tu confesión, te lo diré—habló de manera firme, sus celestes se enfocaron en mis azules y su ceño se frunció levemente—.Unos días antes de tu intento de suicidio: tu y yo discutimos porque, estabas empeñada en pagar un año más de arrendamiento del apartamento, con la ilusión de que tu ex regresaría. Traté de persuadirte, advirtiéndote que ibas a quedar en banca rota ¿lo recuerdas? — asentí—luego de eso pasé una semana angustiada, pensando lo mal que debías sentirte por mi tosca actitud. Así que, abordé el primer tren a Londres, con la intención de arreglar las cosas contigo—,inclinó su cabeza y exhaló el aire retenido, enfocó sus celestes en mí y retomó el relato—toque varias veces a tu puerta y no recibí respuesta, así que, hice uso de la llave que tú me habías dado...al ingresar, no encontré nada extraño, tus llaves estaban sobre la mesa, supuse que estabas dormida, subí a tu habitación...no estabas ahí—apretó sus labios su mandíbula tenía un ligero temblor y sus ojos se pusieron acuosos, me preocupe—entre al baño—una lagrima surco su mejilla—te vi... en el piso...a tus costados había mucha sangre, estuve a nada de perder la razón, por el impacto de la imagen— por primera vez, era consciente de lo que había significado esa dantesca escena para mi mejor amiga— ,saque fuerzas de flaqueza y lleve tu flácido cuerpo a la cama...ahí note de donde emanaba la sangre. No recuerdo lo que use para hacerte un torniquete y parar la sangre que no dejaba de fluir—peino sus cabellos e inclinó su cabeza hacia adelante—. Tu estabas semi consiente, balbuceabas palabras sin sentido. Yo intentaba mantenerte despierta, le marqué a Max desesperada, no sabía qué hacer—Alix estaba llorando, su voz se había quebrado, traté de poner una mano sobre las suyas, pero con un ademán, me indicó que no lo hiciera—mientras esperaba a emergencias me disculpe no sé cuántas veces contigo, me sentí responsable de lo que te orillo a...eso—Alix, tu no causaste eso—para cuando recuperé la razón, estaba sentada en la sala de espera del hospital, con una manta sobre mis hombros y mis manos sujetando un vaso de café, Marín estaba a mi lado, todo era confuso, lo único que recuerdo fue suplicarle a él que te llevará al centro de rehabilitación que administraba. Le prometí que me haría responsable de tu estadía, así como de tu tratamiento. Él me dijo que, aunque no se lo hubiera pedido lo haría de todos modos, porque tu depresión sobrepaso el límite, poniendo en riesgo tu vida.
Ambas nos quedamos en silencio, la lluvia era el único sonido a nuestro alrededor. En un principio, mi intento de suicidio era la solución para liberar a mis seres amados de mis problemas. Con esta revelación, no sabía cómo sentirme al respecto. El llanto de Alix y saber cómo se sintió en ese momento. Lo que significó verme sobre un charco de sangre, más que un alivio fue un trauma. De haber logrado mi objetivo, ella ahora tendría depresión y ataques de pánico por mi culpa.
¡No! No quiero que nadie viva con esto.
Me baje del banco y caminé hasta situarme al lado de ella, me arrodille y puse mi frente sobre su regazo.
— Pourquoi ne me l'as-tu jamais dit? ¿Por qué nunca me lo dijiste?
—Cada que trataba de abordar el tema, tú te ponías mal. Creabas una especie de barrera que me alejaba de ti—su mano acarició mi coronilla, suspiré—Mini Bug, hoy alguien se burló de lo que hiciste y por lo que me contaste, toda tú fue gobernada por el miedo y la vergüenza—recordar a Agreste comparando esa "situación" con un berrinche, hizo que mi corazón se oprimiera—y es que él, al igual que los demás, incluida yo...no entendemos...
Levanté mi rostro extrañada, esperaba que Alix me remedará o le diera la razón a ese hombre.
—¿Qué dices?
—Yo, calle esto, por temor a que lo intentarás de nuevo. Bloquee sin querer ese recuerdo, creyendo que eso lo borraría de mi sistema.
—Cherry Hair—susurré, al ver sus lágrimas emerger de nuevo.
—Dejé que cargarás con ese dolor...sola...lo siento—, se bajó del banco y me abrazó—lo siento mucho—repitió entre sollozos.
Lejos de sentirme culpable o juzgada, sentí miedo, miedo a seguir lastimando a la única persona que había lidiado con este problema del mismo modo que yo, evitándolo.
Recordé las palabras de Marín "acepta la ayuda de otros"
—Perdóname tú a mí. Por causarte un trauma...por ser egoísta.
—No estás sola Marinette, sea como sea, vamos a rescribir tu historia—se separó de mí y acuno mis mejillas—vamos a crear nuevos recuerdos, no para borrar el pasado, sino para aprender de este.
—¿Cuándo maduraste tanto? —me reí, entre lágrimas. Seguro era un efecto de los benzodiacepinas.
—¡Hey! —protesto, contagiándose de mi risa— matas el momento.
Ambas parecíamos dos chicas locas, riendo luego de un tremendo momento de sinceridad.
—No más secretos por favor—pidió Alix, ya más calmada.
—Plus de secrets No más secretos—puse mi mano sobre mi corazón.
Ambas nos levantamos y nos sentamos en nuestros respectivos bancos. Limpiamos nuestros rostros con el papel toalla de la cocina.
—Cartas sobre la mesa—Alix bebió un poco de té— cómo esta eso. Aceptaste trabajar de ordenanza, en Gabriel's
Corté con el tenedor un poco de mí tarta de chocolate.
—Verás...
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Terminé mi porción de pastel, al mismo tiempo que mi relato: desde la entrevista con Balthazar, hasta la parte de mi enfrentamiento con Agreste y ese raro acuerdo, que aún no firmaba. Si bien hace unas horas lo había dicho todo en las escaleras, ahora con más calma, expliqué los hechos con puntos y comas.
—Aceptar la propuesta de Agreste no suena tan mal—Alix se acariciaba su barbilla pensativa.
—¿Disculpa? No para ti, pero si para mí. No hay manera de ascender siendo ordenanza ¡En seis meses! —renegué. La pelirroja negó con su dedo índice, mientras daba un sorbo a su segunda taza de té.
—Tu ne le vois pas? ¿No puedes verlo? —depositó su taza sobre el plato— Agreste es nuestro testigo clave.
—¡Hay no empieces! —protesté—esto no es "La Ley y el Orden".
—Cállate y escucha—fruncí el ceño, de igual forma le di mi atención—Chloe lo llamó, él lo admitió y es muy probable que tenga pruebas de ello—casi se me cae la quijada al oírla. Tenía un punto—. No lo dudo, pues alardeó que Gabriel's resuelve todo en base contratos. No creo que el tipo sacará conclusiones de la nada, respecto a tu persona. Chloe debió darle algo que confirmará sus acusaciones contra ti.
Mis ojos se abrieron con asombro, su hipótesis no estaba tan loca.
Gracias series de detectives, por influenciar a mi amiga.
—Tienes razón—recordé lo tosco que es Agreste—. No creo que ese tipo quiera darme esa información.
—¡Tienes que ganarte su respeto! —puso sus manos sobre la cerámica de la mesa, su rostro tenía una gran sonrisa—, es un hombre de negocios ¡Necesitas impresionarlo!
Lo que necesito, es romperle la cara por petulante.
—Ok, estás tirando muy alto Cherry ¿ese tipo, admirarme a mí? por si no lo recuerdas, te conté que antes de irme dijo: "Gracias a ti por los siguientes meses de diversión"—imité el porte y la voz del idiota ese.
—Porque solo vio la Mini bug superficial—empuño su mano y la elevó al cielo— no a la guerrera, esa que lucha incansablemente hasta obtener lo que quiere.
—Esa Marinette murió—dije desanimada—no hay mane...
—¡Si la hay! vamos a apoyarte para lograrlo. Es el único modo de obtener información: pruebas y hasta poder acusar a Balthazar por el intentó de abuso sexual y a Chloe por difamación ...bueno eso es un tema que Brid sabe cómo llevar.
—¿Bridgette? —mi mente proceso aquello. Alix había hablado con Marín—El Dr. Wang te dijo...
—¿Decir qué? —se sentó de nuevo y desvió la mirada.
—Recurrir a Bridgette—ok estaba molesta, se supone que eso es un tema entre paciente y doctor, él no podía dar detalles de esa sesión.
—Mari, debes pensar que el traicionó tu privacidad, pero no es así. Yo soy tu representante ante Marín. Por ende, todo avance, proceso o método que necesite aplicar contigo, lo consultará conmigo.
Me puse de pie, me sentía traicionada.
—Tú lo sabías ¿por qué fingiste que no? acaso ¿para qué siguiera contándole a Marín más cosas y luego tú te enterarás? No te las contaba por algo, quería protegerte y...—llevé mis manos a mi cabellera. Un sinfín de emociones me atacaron de golpe, priorizando la frustración y la decepción.
—Marinette, esto no es con la intención de lastimarte, es para ayudarte.
—¿Ayudarme? ¡Entonces sabrás porque no quiero involucrar a Bridgette! —reclamé, di medía vuelta hacia las escaleras de mi habitación, caminé, dando zancadas, no quería escuchar más.
—Mini bug, espera...
—¡Déjame sola! — subí los escalones de dos en dos, cerré la puerta y puse el pasador. Alix golpeo la puerta, pero no abrí.
Ahora resulta que, Alix sabía todo. Me había mortificado todo este tiempo, sintiendo la culpa de mentirle y ahora me enteró que Marín le pasaba todos los detalles.
Subí a mi cama y me acurruqué entre las cobijas.
Que estúpida he sido.
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Adrien
Winter caminaba de un lado a otro por mi habitación, lejos de desesperarme, me complacía ver como el vuelo de su camisa daba una apetitosa vista del inicio de su trasero, con cada giro que daba.
—¿¡Qué mierda tenías en la cabeza al darle una oportunidad!?—, lo admito, fue mala idea pedirle que respondiera mi teléfono. Mi amiga se acaba de dar cuenta que estaba ultimando detalles del contrato de la "rata Dupon"—¡Chloe va a descargar su ira a través de su madre, sobre nosotros!
Rodee los ojos. Ni Chloe ni su madre, me intimidaban. Si jugaba bien mis cartas y la tal Marinette me era de utilidad, Gabriel's podría absorber el imperio de Audrey.
—Vous exagérez beaucoup Exageras mucho— sus mieles me miraron amenazantes—bien, te explicó: Cheng puede que esté involucrada en un caso de difamación hacia su persona. Le estoy dando la oportunidad de limpiar su nombre. Si lo que pregona es verdad, ella va a darme todas las armas para hundir la pulcra reputación de las Bourgeois...
—Hay por favor, Adrien—se llevó su mano a su frente y la otra a su cintura—no me digas que piensas tirártela y por eso todo este teatro.
—No, que asco—me levanté de mi cama, llevando solo un bóxer—piensa, esa chica es nuestra oportunidad para sacar a nuestra máxima competencia del mercado—me acerqué a la peli-platinado.
—¿Y si ella miente? —inquirió—quedaremos como unos payasos. Seremos nosotros los hundidos y humillados por el imperio Bourgeois.
—Si ese fuera el caso, Cheng será nuestro chivo expiatorio. —tomé a Winter de los hombros—vamos a tomar una ducha, desayunamos y te explicó la asegunda parte de este plan.
—Me voy—se separó bruscamente de mis manos—esa mujer es una oportunista homofóbica, no la quiero cerca de mí.
Sin más salió de la habitación, azotando la puerta.
Bufe, no era la primera vez que Winter no me apoyaba en mis decisiones arriesgadas. Agarré mi celular y mi laptop, necesitaba concretar los puntos del contrato de "la rata Dupon" luego de tomar una ducha y desayunar.
Siendo honestos, dudaba que ella se presente a la reunión. Alguien con verdadero coraje para asumir el reto de empezar desde cero, se plantaría en mi oficina.
Solo alguien que estuviera diciendo la verdad.
Marinette
Mi domingo paso sin novedad alguna. Seguía enfadada con Alix. Estuve todo el día encerrada en mi habitación por ello. La pelirroja me avisaba con leves toques, cuando dejaba la comida sobre el último escalón. Me limité a abrir la escotilla para tomar la comida y una vez me hacía del botín alimenticio, cerraba con el pasador. Picaba lo suficiente del plato, para ingerir mis medicamentos.
Me sentía muy mal con todo esto, había desgastado mi mente con preocupaciones innecesarias, ocultando algo que Cherry Hair sabía. No tenía a nadie con quien conversar del tema, sin temor a que fuera con el chisme a Marín o Alix.
El lunes llegó, eran las 4:50am. Madrugar no era problema para mí, en la escuela de modas me acostumbre a hacerlo.
Eso y mis pesadillas que siempre me despertaban a la misma hora. Conciliar el sueño era imposible.
Bridgette llegaba hoy, Alix se encargaría de ir por ella a la estación de tren. Una parte de mi quería arreglar las cosas con mi amiga, pero el rencor por la traición de ocultarme que sabía todo, me dominó y me negué a resolver esto.
Estaba de pie frente al espejo, viendo el jersey bandeau de punto, que dejaba mis hombros al descubierto, era de color rojo con motas negras, lo convine con unos pitillos negros y botines asimétricos del mismo color. Ate mi cabello en un moño, pues el trabajo que iba desempeñar no necesitaba de un extravagante peinado. Al igual que mi maquillaje que era discreto.
Tomé mi pastillero del tocador y metí cada capsula según la dosis del día, luego lo deposité dentro de mi bolso. Agarré un poncho rojo con capucha del perchero y me lo coloqué, pues afuera hacía mucho frio.
Rocíe mi perfume de almizcle egipcio y fragancia de narciso, uno de los últimos regalos de mi ex.
No iba a tirar un perfume tan caro a la basura.
Salí de mi habitación. Toda la casa estaba a oscuras, eran las 5am, yo debía estar en Gabriel's a las 6am, rogué para que el autobús que abordaría tuviera alas: debía atravesar media ciudad para llegar a la empresa.
La habitación que antes era de mis padres estaba siendo ocupada por Alix. Quería despedirme de ella, pero nuevamente mi orgullo me dicto pasar de largo y descender hasta la primera planta.
Abrí la puerta y el frio viento de otoño me recibió, junto a las desoladas e iluminadas calles de París.
Con suerte llegaré viva a las garras del Demonio de París.
Tragué pesado, a esta hora usualmente los borrachos regresan a sus casas. Nada peor que encontrarse un acosador en la calle. Cerré la puerta y puse doble llave.
—Bonjour, tu veux que je t'emmène? Buenos días ¿Quieres que te llevé?
Mi piel se erizó completamente, lo que me faltaba, el típico acosador madrugador con su frase trillada.
Hola, soy yo de nuevo... dame la agilidad y la fuerza de un oso, para partirle la cara al fresco que acaba de saludarme.
Di media vuelta para encarar a ese malnacido, mis azules se abrieron con sorpresa, frente a mi estaba él...
—¿Luka...?
Nota de la autora:
Hola mis invocadoras e invocadores. He aquí un pequeño presente de víspera navideña, en agradecimiento por la larga espera a la edición de este fic (casi medio año) y a las nuevas, bienvenidas a esta historia, llena de secretos y drama, ahora podrán teorizar junto a sus antiguas camaradas.
Bien analicemos un poco lo ocurrido:
Marinette supo lo que Alix experimentó cuando la encontró en su departamento con las muñecas cortadas. Lejos de ser un alivio para la pelirroja cómo ella pensaba, fue un trauma.
También nuestra ojiazul descubrió que Marín le contaba todo lo que ocurría en las sesiones a su amiga, aunque Alix explicó el porque, Marinette no lo tomó a bien.
Por otro lado, Adrien a revelado que usará a Marinette para hacer caer el imperio de las Bourgeois en el mundo de la moda y hacerse de este. Siempre y cuando descubra algo de provecho que pueda usar de la azabache.
Y apareció Luka ¿Qué pasará en este encuentro inesperado?
Está caja de pandora, apenas se está abriendo.
No me queda más que agradecer el apoyo que le están brindando a está historia, alegran mi corazoncito de escritora en proceso. Disfruten sus fiestas. ♥
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