-¿Confianza?-


Esto debía ser un sueño. Sí, esa es la única respuesta lógica. Seguramente esa pesadilla que me despertó por la madrugada no fue tan terrorífica, y sin problema concilie el sueño de nuevo. Puse mi mano sobre mi pecho y suspiré con alivio. Ante la justificación, del porque estaba sentada, dentro del auto de Luka.

Ahora Marinette, busca los indicios del sueño.

Mire de reojo a Luka que conducía el auto tranquilamente, No habíamos cruzado muchas palabras, solo un cordial saludo y su ofrecimiento a llevarme...si esto es un sueño, puedo hacer lo que quiera. Una sonrisa picará se dibujó en mis labios.

—¿Ocurre algo? —su voz profunda deleito mis oídos—estas muy callada.

—Nada que tú no puedes solucionar, chico guapo—pronuncie coqueta, inclinándome un poco hacia delante. Él sonrió.

—Eres muy graciosa, Marinette.

—¿Graciosa? Esto es un sueño, no se supone que digas eso —El auto se detuvo frente a un semáforo en rojo, Luka giró un poco hacia mí, su mano derecha se acercó a mi brazo y sin previo aviso, me pellizco—Auch ¡duele! —proteste, llevando mi mano a frotar la zona.

—Lo vez, no es un sueño—regresó su mano al volante.

—Lo veo y lo siento—dije en un reproche... ¡Esto no es un sueño! —t..u, tú, tú—reculé a la puerta. Había hecho el ridículo frente a Luka.

—Yo, yo, yo—rio. Puso en marcha el vehículo al cambiar el semáforo—que simpática eres.

Genial, ahora soy una payasa. Una payasa muerta de vergüenza.

—¿Cómo es que, tu estas...? —por más que trataba, la pregunta completa no salía de mi boca.

Avale-moi de la saleté et recrache-moi en Grèce. Trágame tierra y escúpeme en Grecia.

—Ayer llamé a Alix. Quería saber cómo te había ido en la entrevista. Mi hermana enfermó y no pudo asistir. Además, estaba preocupado por cómo seguías luego de tu ataque de pánico—el ojizarco peinó sus cabellos teñidos de turquesa con una mano, mientras la otra permanencia en el volante—. También me dijo que hoy tenías la reunión con el CEO de Gabriel's para firmar tu contrato. Felicidades—exclamó con entusiasmo—sabía que te darían el puesto.

Me acomodé en el asiento y oculté mi rostro con la capucha. La gente esperaba cosas buenas de mí, y yo, solo lograba desilusionarlos.

Luka posó su mano libre sobre mi hombro.

—¿Va todo bien, Marinette? —lo observé de reojo, su carita de preocupación estaba como para comérsela a besos...

Contrólate.

—Van a contratarme, no del trabajo que quería...es más...un empleo para pagar mis cuentas y no cargarle todo a Max y Alix—aclaré, con la desilusión presente en mi voz.

—No comprendo.

Me abracé a mí misma, desvié la mirada hacia la ventana y respondí.

—Debido a un error que cometí en Londres...la gente tiene una percepción errada de mí. Los ataques de pánico, como el que presenciaste...son una consecuencia de ello—. Era ilógico contarle algo tan personal a un extraño, pero, en vista que mi mejor amiga y mi psiquiatra se cuentan todo. Que el resto del mundo sepa de mis problemas, no tiene importancia alguna.

—Marinette, todos cargamos con demonios del pasado—miré por el reflejo de la ventana el rostro de Luka, este se ensombreció de pronto—, la vida nos pone retos, ya sea para mostrar nuestra culpa o nuestra inocencia...eso decía mi padre.

Mais ... si le mensonge est plus crédible que la vérité, pero...si la mentira es más creíble que la verdad—aprieto mis manos sobre mis brazos, sintiendo el miedo y la impotencia comenzar a dominarme.

—La verdad tarde o temprano sale a la luz, por mucho que alguien trate de ocultarla—me giré a verlo, Luka estaba viendo en mi dirección, su rostro ya no tenía ese aspecto sombrío. Sus celestes conectaron con mis preocupados zafiros ¿podía confiar en él? O le diría a Alix lo que yo... ¿Por qué me siento así? ¿desconfiando de mi amiga? ella sabía muchas cosas...ella es muy buena guardando secretos...

Todo paso tan rápido: el auto de Luka frenó de golpe, lo único que alcance a ver, fue el vehículo con el que casi impactamos, este siguió su camino, al parecer un Lamborghini Urus color negro. Por suerte ambos teníamos puestos los cinturones de seguridad y no paso a más. Solo una leve molestia en la nuca, producto de la sacudida del freno.

—¿Marinette estas bien? —Luka estaba asustado, sus manos temblaban. Casi nos matamos por hablar de mis estúpidos problemas.

—Sí, estoy bien—estaba aterrada, pero disimulé muy bien mi estado, frente al atractivo chico que, examinaba con sus celestes, mi estado—, gracias. ¿Y tú? —él asintió aun con los nervios latentes—casi chocamos con ese idiota.

—Fue mi culpa, no debí quitar la vista del camino.

—Tranquilo, sí. Estamos bien, no paso a más—puse mi mano sobre su hombro—soy tu copiloto. Debía estar atenta al camino—sonreí y el correspondió con el mismo gesto.

—Estamos bien y es lo que importa. Marinette—suspiró profundo y puso las manos sobre el volante. Ya más calmado, emprendió la marcha. Por suerte a esa hora de la mañana no había muchos automóviles, de lo contrario, abríamos provocado un choque en cadena.

Estúpido conductor, creyéndose el amo del camino por conducir un auto de lujo.

Adrien

Menuda mañana, me desperté tarde. Todo por jugar una partida extra de mi videojuego favorito. Encima de todo, mi bebé casi recibe un rayón; gracias a una mundana chatarra que se atravesó de golpe.

Que yo fuera a excesiva velocidad, no tiene nada que ver.

Por suerte los frenos de mi bebé le hicieron un favor al tipo; si hubiera dañado la cubierta, ese pobre hombre habría tenido que vender uno de sus órganos para pagar los daños.

Siguiendo con mi caótico inicio. Por culpa de la "rata Dupon" debo estar a las 6am en mi oficina. Vi el reloj del panel de control del GPS y mostraba las cinco con cuarenta y cinco minutos.

—Maldición. Donde esa rata tramposa no se aparezca, la haré pagar este mal día—. Estaba cansado y estresado.

Tomé varios atajos para llegar a tiempo a la empresa, para mi suerte estos sirvieron. Llegué a la calle donde está Gabriel's, faltando cinco minutos a las seis; rápido conduje hasta el estacionamiento subterráneo, llegando a mi parqueo privado. Apagué el auto y tomé mi portafolio, donde traía el contrato. Al salir de mi Lamborghini, el frío aire golpeo mi cuerpo. Saqué mi chaqueta negra de cuero con capucha. Coloqué la prenda que tenía unos detalles en neon de color verde y unas orejas de gato en la capucha. Según Armand, ese detalle me hacía ver sexy; siendo honestos, parecía un ridículo Stripper de mala muerte. No tenía opción, era eso o morir de frio en el camino hacia mi cálida oficina. Cerré la puerta del auto y activé la alarma, corrí hasta las escaleras, revisé mi smartwatch, marcaba las seis en punto.

Jodida mierda.

Marinette

—Lamento lo del incidente—. Casi nos matamos— te tomaste muchas molestias para pasar por mí, y te distraje con mis problemas—Luka había estacionado el auto frente al edificio de Gabriel's.

—No te preocupes, los accidentes pasan—exclamó despreocupado—, además, no es problema, puedo darte un aventón todos los días, tu trabajo queda en la ruta que debo tomar hacia el mio.

—De ninguna manera, como vas a estar madrugando todos los días—refuté su ofrecimiento.

—Tranquila, me levantó temprano todos los días de la semana—lo mire extrañada—trabajo en Parc de la Villette, está en las afueras de la ciudad—explicó, con esa sonrisa relajada que siempre tenia su rostro.

Es tan guapo.

—¿Seguro no es problema?

—Para nada Marinette. Ahora somos amigos, en lo que pueda ayudarte, con gusto lo haré.

—Gracias Luka—me acerque a él y bese su mejilla no se de donde saque el valor para hacerlo≫—nuevo amigo—pronuncié cuando aleje mi rostro del suyo.

—No tienes porque Marinette. Recuerda, todo reto es una oportunidad...

—Para demostrar la culpa o la inocencia...—ambos reímos al completar la frase al unisonó—bien estaremos en contacto, tengo mi móvil conmigo y te avisaré de como resulta todo esto, sí.

—De acuerdo. Buena suerte en tu reunión.

—Gracias Luka.

Descendí del auto y al cerrar la puerta con un ademan me despedí de mi nuevo y guapo amigo, él hizo lo mismo, al poco rato puso en marcha el vehículo. Esperé a perder de vista su auto, y suspiré. Di media vuelta y me encontré frente a la empresa que, sería mi condena o mi salvación. Una fría brisa me hizo estremecer, acomodé la capucha de mi poncho sobre mi cabeza. Comencé a subir las gradas, pues no soportaba un minuto más estar fuera.

Al llegar a la puerta principal se encontraba un señor uniformado totalmente de negro, era muy alto y mal encarado. Parecía un gorila.

—Este, buenos días—saludé con algo de temor. Él gruño en respuesta, asumí que quería mi nombre—So-soy Marinette Dupain Cheng, tengo una entrevista con el Seño...—me aclaré la garganta ante mi error— joven Agreste—le mostré mi pasaporte; aún no había tramitado mis documentos franceses.

El hombre hizo ademán con su cabeza y me cedió el paso, le agradecí y caminé a las puertas automáticas de cristal, las cuales se abrieron de inmediato. Adentro la recepción estaba vacía. Únicamente en el vestíbulo estaba una señora de limpieza ≪mi futura compañera de trabajo≫ me acerque a ella.

—Buenos días—saludé. La señora se exaltó.

—Buenos días, disculpa, es raro ver a alguien llegara a la empresa a estas horas de la mañana.

—Tengo una entrevista con el joven Agreste. Puede indicarme donde queda la oficina de él, por favor.

La mujer me escrutó de pies a cabeza con su ojizarca mirada, lo cual me hizo sentir incomoda. Luego me miró comprensiva y sonrió. Esto es raro.

—La oficina del joven Agreste está en el último piso. Debes tomar ese ascensor de allá—mire en la dirección donde apuntaba su dedo.

—Muchas gracias ¿señora? —indagué, pues su gafete lo llevaba en la cintura y me era difícil leer su nombre.

—Anarka—respondió con entusiasmo y me extendió su mano, la cual estreche de inmediato. Estar con personas con personalidades efusivas, me ponía un tanto extraña. De alguna forma me recordaban a la vieja Marinette, esa que jamás iba regresar.

—Soy Marinette, un placer Señora Anarka, gracias nuevamente por orientarme.

—No tienes porque, espero pronto seas una integrante de esta tripulación.

—Eso espero—sonreí, pero mis ojos denotaban la angustia que implicaba estar en Gabriel's—nos vemos—solté su mano y me despedí, ella hizo lo mismo.

Miré el reloj en la recepción, eran las seis y cinco.

¡Rayos! mi primer día y llegó tarde a la reunión.

Corrí a gran velocidad hasta el ascensor, presioné el botón y de suerte las puertas se abrieron. Ingresé al elevador y cuando me di la media vuelta escuché un grito.

Veuillez arrêter l'ascenseur! ¡Por favor detenga el ascensor!

De inmediato coloqué mi bolso entre medio de las puertas, evitando que estas se cerraran; en el proceso escuché un crujido dentro de mi cartera.

Genial.

—Gracias—. Mi lamentó mental fue interrumpido por el joven que ingresó al ascensor. Mi buena acción del día rompió algo dentro de mi cartera. El Karma actúa de manera errada conmigo—por poco y no lo logro.

Levanté mi rostro y vi a mi acompañante; llevaba una chamarra de cuero y una capucha con orejas de gato, desde mi posición, únicamente podía apreciar su boca tomar bocanadas de aire. Sus labios color melocotón eran delgados. Unos cuantos mechones sobresalían de entre su capucha. Su vestimenta estaba muy a la moda, sin mencionar su altura; debía tratarse de un modelo de la marca.

Al parecer notó que lo observaba y enfocó sus ojos hacia mí; con vergüenza desvié mis zafiros de su enfoque, por alguna razón, su presencia me hacía sentir incomoda, más de lo normal, era como si tuviera un aura dominante.

Adrien

La chica dentro del ascensor, sin duda era tímida, evitó mi mirada en cuanto me enfoque en su rostro. Aproveché su vergüenza para echarle un vistazo. Su holgada vestimenta ocultaba su figura. A leguas se notaba que gozaba de un buen cuerpo ¿Por qué lo ocultaba? Por suerte, la prenda se ajustaba justo en sus caderas; mostrando su bien dotado trasero.

Perfecto para asestarle unos azotes.

—¿A qué nivel vas? —cuestioné, inclinándome un poco para alcanzar el tablero y elegir el piso de mi oficina. De soslayo quería comprobar si tenía un rostro bonito, como su cuerpo. Más solo pude apreciar sus labios algodonosos y teñidos de un rosa suave con gloss. Que ganas de saborearlos y verlos succionar mi...

—Al ultimo piso, por favor—pronunció con voz suave, que me pareció endemoniadamente sensual al imaginarla decir otras cosas. Su dulce fragancia llegó a mis fosas nasales. Una chica tan educada, fina y dulce, merecía mi completa atención.

Bien Agreste, da todo de ti y al llegar a nuestro destino, tu premio será una cita con ella. Y al final de la semana, como bonus, puedas follar con esa hermosa ninfa. ¡Este día está mejorando!

—Con gusto...my lady—un tenue sonrojo decoró sus mejillas, al decirle ese mote. Punto para Agreste—¿puedo saber que te trae a Gabriel's tan temprano? —Me incorporé y me situé a su lado; esperando su respuesta. Mi siguiente jugada sería, invitarla a un café. Eso nunca falla.

Me quité la capucha de mi chaqueta, despeinando mis cabellos en el proceso, ella me ojeo discretamente por entre su gorro, su sonrojo aumentó, lo cual evidenciaba que no le era indiferente. Dos puntos para mí. Maldije para mis adentros al no poder apreciar mejor el color de su iris.

—Voy a una reunión...con el joven Agreste—respondió con esa tímida voz que me estaba volviendo loco ≪en el buen sentido de la palabra≫ vaya que estaba de suerte, iba a reunirse conmigo...

Un segundo

Ella se quitó su capucha, dejando ver su cabello azulado que ya conocía y al enfocar sus ojos en mí, encontré esa opaca y molesta mirada.

—¡¿Tú?!—exclamamos al unísono.


Nota de la autora: 

Hola mis invocadores e invocadoras, feliz inicio de año, más vale que ya estén echando a andar sus propósitos de año nuevo. Aunque debo admitir que los inicios de proyecto dan un poco de flojera😁

Mi propósito de año, es acabar con está historia, así que esperen muchas actualizaciones a lo largo del año, porque esto aun tiene mucho por desarrollar.

Bien, a lo importante: Marinette pensó que todo era un sueño, pues su suerte no es tan favorable en ocasiones. Luka si era real y le animó a continuar aun sin saber cual sería el puesto de trabajo de la azabache. Dejando en claro, que todos tienen algo que les perjudica, y pueden  cambiar esa perspectiva si enfrentan el reto. 

Luka esconde algo...🤨

Por ultimo, Adrien casi mata a su futura empleada (aunque eso no le hubiera quitado el sueño) por suerte su auto freno a tiempo. Y luego se encuentra con Marinette en el ascensor, pero no la reconoce, coqueteando un poco con ella, para caer en cuenta de su error al esta descubrirse el rostro. 

El siguiente capitulo estará interesante...

Agradecerles el apoyo a esta historia, alegran mucho mi corazoncito de escritora en progreso♥ sin más que decir, nos leemos luego.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top