El palacio flotante y el rey Kingu (III)

Ahora el lugar es completamente solitario y caigo de rodillas desahuciado. No quería matarlo, solo evitar que me diga que hacer. Las cenizas de lo que fue Jerry desaparecen al ritmo de una pequeña brisa y yo solo quiero volver el tiempo cuatro años atrás, cuando era un niño feliz.

Me levanto con ayuda de mi espada, doy media vuelta; no sé cómo volver a Oxi, y al no estar dormido será aún más complicado. En una roca gigante, que no había visto, hay un hombre elegante sentado. Tiene un traje blanco, con una corbata naranja y zapatos brillosos. Su piel es oscura y su cabello rojizo. Me mira sonriente y da un salto, quedando a mi lado. Yo me coloco en posición de pelear.

—No vengo a enfrentarme contigo —dice levantando las manos.

—Entonces, ¿qué deseas? —pregunto molesto.

—Solo hablar —baja las manos—. Yo soy el verdadero Jerry, un caballero celestial, de la guardia real del rey Kingu. Lo que derrotaste era una ilusión que cree para ver con mis propios ojos el poder del guardián.

—Debes haber escuchado todo lo que le dije al falso Jerry.

—Sí, sin embargo, no puedo cambiar tu destino, ya está escrito.

—Nora lo hizo —digo bajando la espada—, y yo no deseé esto, por lo tanto me puedo retirar.

—No —niega con un tono grave y profundo—, no puedes hacerlo. Si escapas, ellos te seguirán y si lo hacen, nadie te protegerá —se acerca con velocidad y coloca su mano en mi pecho—. Ah, entiendo, estas sufriendo y quieres morir. Tu corazón es blando y sabio, y estas en una batalla feroz por pertenecer a una sociedad que siempre te dio la espalda.

—¡Deja mis sentimientos en paz! —le quito la mano con violencia.

—La mente esta separada de los sentimientos, ella busca siempre racionalizar lo que nos sucede, por otro lado, el corazón quiere amar o sufrir. Entiendo lo que te pasó, ya no puedes cambiar el pasado, pero sí el futuro de miles de niños y familias. Eres adolescente, lo sé, te llamaron débil y otras tantas cosas, que solo fuero mera conjeturas —levanta sus manos. Aparece un camino de tierra cubierto por un vapor blanco, el cielo es negro, a los costados del camino hay flores de la muerte, son rojas donde se entrelazan sus pétalos y de los mismos salen otros que son finos como si fueran dientes. Mi madre me supo decir que su nombre es solo eso, no significa nada, pero en este caso parece representar demasiado—. Este es el camino de la muerte, donde las almas de los niños van al volcán del sufrimiento eterno, luego de terminar su recorrido, caen en cráter y su vida es de un dolor interminable. Es lo que sucede cuando llegas a las fauces del estómago de Edaxnios. Es lo que el guardián tiene que evitar. Lo que sucede con los adultos es una cuestión aparte que no amerita tu poder. ¿Recuerdas lo que hizo Ingnisute con las camas de los niños volando a su alrededor?

—Sí, no creo poder olvidar a Lucius —respondo con angustia.

—Bueno, esa es una maldición muy poderosa. ¿Has escuchado de la muerte súbita?

—No —niego sin comprender ese término.

—A veces los recién nacidos, mueren durmiendo, sin mostrar signos de enfermedad alguna. —Noto en su voz cierta angustia, aunque dudo que ellos puedan sentir algo—. Muchos médicos y científicos han intentado explicarlo sin éxito. Claro, nadie tuvo en consideración a los demonios que usan maldiciones para llevar esas almas a Edaxnios.

—Digamos —me apuro en decir—, que existen conjuros y maldiciones

—Sí —responde con una pequeña sonrisa—. No hablaremos de todos los conjuros porque la verdad son demasiados. Pero las maldiciones son cuatro y esperemos que solo las utilices cuando sea necesario. Maledicció mort sortir es la maldición de la muerte más poderosa, que de nombre es parecido al conjuro de la muerte, solo se utiliza cuando batallan los demonios contra las protectoras o el guardián aunque el mort sortir, que es el conjuro de muerte también surte un efecto completamente destructivo para los demonios. Lo que sucede con la maldición de muerte es que si la sabes utilizar, cosa que te llevará mucho entrenamiento, ningún demonio podrá escapar. Su poder, el poder de una de las peores maldiciones ocupa todo el espacio posible creando una esfera de poder destructivo. El mort sortir, en una gran diferencia, tiene que arrojarse en las cercanías y con puntería. Hasta el momento, no conozco a ningún valiente que haya arriesgado su vida para arrojar la maldición. Una equivocación, por más pequeña que sea, puede ser mortal para el que la invoque. Te ruego, y solo lo hago porque vi tu corazón pura y leal, que solo utilices el conjuro de muerte o la maledicció mort sortir, cuando realmente sea necesario. Sé —niega con su cabeza— no te queda otra camino para derrotar a los demonios, o a los súbditos o a los demonios de bajo rango, aunque si encierras sus alma, no los aniquilas sino le das la condena que se merecen. No te conviertas en ello, sé distinto, sé tú.

»Luego está la maldición para obtener las almas de los niños mientras duermen, Maledicció damnatis. Esta maldición deberás utilizarla cuando quieras salvar las almas puras de los niños en el estómago de Edaxnios — chasquea los dedos y me muestra un lugar oscuro, que parece no tener fin—. Allí estan las almas de millones de niños sufriendo en el peor lugar del universo. Ya es tarde para la gran mayoría de ellos, y solo harás que puedan ir a lugar mejor, pero no van a revivir. Tal vez, y lo digo desde la esperanza, pueda reencarnar en otro cuerpos. Su padres y madres seguirán llorando sus muertes, pero no estarán en las penumbras del Dios oscuro. Nadie ha logrado salvarlas de Edaxnios, no obstante, no pierdo las esperanzas contigo, Luke.

»La maldición dolorum aeternum es la peor de todas y cuando cae sobre los humanos o nosotros los seres mágicos, sufrimos una eternidad en el peor lugar del mundo de las pesadillas o como tú lo conoces, Jigoku. Al recibirla comienzas a caer en un eterno agujero oscuro y verás tus mayores miedos una y otra vez. Lo peor es que no estás muerto y nunca lo estarás, porque en ese agujero el tiempo nunca pasa. Una protectora, Ambiosa, al verse acorralada por Ingnisute, le arrojó esa maldición. Pero como te han dicho, solo el guardián puede usar los conjuros y las maldiciones, por lo cual esa protectora, yace en el agujero por la eternidad. Excepto que el Jigoku desaparezca. Que ya sabes que al desaparecer el mundo de las pesadillas, desaparecerá el mundo de los sueños y tu mundo quedará a la deriva de la destrucción. Ya nadie podrá dormir, ni soñar y comenzarán a perecer uno detrás del otro. Ambiosa no merece ser salvada, sin embargo, en algún momento lograremos rescatarla para que nos ayude en esta guerra. Ya no será protectora, será una mujer que protegerá con su vida a los seres mágicos.

»Extium encerrade es la maldición pare encerrar las almas de las protectoras, rey, reina, del guardián, guerreros y demonios. Al arrojar la maldición, en la mano del que libera semejante poder, aparece una caja de madera sagrada con un sello divino, la caja se abre absorbiendo el alma y nunca más podrá salir. Nadie, ni siquiera, Edaxnios, puede romper ese sello. Sin embargo, con ninguna maldición podrás derrotar al Dios oscuro. Aún estamos buscando el camino correcto para destruirlo.

—¿Quién creó ese sello? — pregunto intentando retener toda la información, estoy seguro que de algo me olvidaré.

—El mismo que creo las cajas, las maldiciones y los conjuros, y ese es Zor. El hechicero supremo más poderoso que existió en el universo. Zor, como decirlo sin que suene una locura, apareció en el universo antes que todo. La verdad es que nadie sabe de dónde viene o cual es la verdad detrás del manto de la mitología. Mort, la que ayudó a Edaxnios a crear las almas de los humanos, era la hermana de Zor y de ella tampoco se sabe nada. Zor creó la espada que portas, como ya lo sabes; les enseñó a todas las protectoras los conjuros blancos, de muerte y maldiciones, y desapareció. Escucharás que él le enseñó a los demonios a manejar la magia oscura, pero eso es mentira, ellos, desde su nacimiento, ya sabían manejar todas las maldiciones. Lo sé —sonríe— parece una completa locura, ¿y cómo no serlo? Detrás de todo lo que escucharás hay mitología, creencias infundadas y algunas verdades. Tendrás que descubrir que es la verdad para poder separarla del resto y recorrer el camino hacia la victoria.

—Me gustaría conocerlo a Zor —digo sonriendo.

—Sería perfecto, pero nunca se podrá —niega con seriedad y busco cambiar de tema. No quiero indagar en su enojo.

—¿Por qué mi sangre, cuando batallé contra tu ilusión era de tres colores?

—Ojala pudiera responderte —sonríe con dificultad—, y si supiera la respuesta, no me corresponde hacerlo. Ahora —continúa al ver mi mueca de frustración—, por favor no uses las maldiciones en los momentos en que no se requieran, y dolorum aeternum, úsalo con precaución. Si tú pronuncias mal o no estás seguro y el demonio hace un contraataque, la maldición te volverá y será el final para todos.

—¿Por qué ningún guardián pudo vencer a los demonios?

—Preguntas mucho y me gusta —hace pequeña reverencia—. Pero debemos ir a visitar a Kingu. Él te brindará toda la información —chasquea los dedos y aparecen dos aves enormes, parecidas a Igniscan. Una es azul con plumas plateadas, mi enamoramiento fue instantáneo. Nunca vi semejante ejemplar, parece tranquilo, se recuesta para que suba. La otra ave es rosa con franjas horizontales blancas que recorren todo su cuerpo—. Creo que Diman te ha elegido, iremos volando, tenemos un largo recorrido.

Me subo con miedo, mis piernas tiemblan, sin embargo, creo que es de la emoción. Diman sale volando a toda velocidad dejando salir un gran chillido agudo y el viento golpea mi rostro haciendo que me sostenga de Diman con todas mis fuerzas.

El suelo parece lejano y no quiero mirar, tengo el temor de caerme y sería una muerte estúpida. Las plumas plateadas son elegantes y de la forma en que estan posicionadas, parecen ser obra de un gran artista. Diman tiene un aroma particular a rocío y una flor muy dulce. Su cuello es corto, no sé dónde realmente empieza y dónde termina. Su pico azul y puntudo en forma de garfio; debe ser peligroso si Diman decide picarte.

Jerry va detrás de mí y eso me permite percibir todo lo que sucede sin hablar. Cuando me subía al tejado de mi casa a cuidar un nido de unas palomas, me preguntaba qué sería volar, qué sería tener el poder de vigilar desde las alturas y ahora todas las preguntas tienen respuesta, es lo más maravilloso que pude imaginar.

A nuestro lado pasa a toda velocidad otra ave, una más pequeña, con un hombre calvo, regordete, y serio. Este hombre porta en su mano un hacha con doble filo y la tiene levantada.

—¡Más rápido! —le ordena al pobre animal. En sus ojos veo sufrimiento. Parece que en este lugar hay más actitudes humanas que divinas.

A lo lejos puedo ver el castillo flotante y debajo hay un gran poblado. No puedo distinguir si son casas o edificios, pero parece ser un lugar imponente.

—Ese —dice Jerry acercándose—, es el lugar donde en algún momento vivirás cuando todo termine. Si es que logramos ganar y acabar con el mal. Tal vez, logremos traer a tu familia.

—¿¡Es una ciudad!? —pregunto gritando por el viento que no me deja escuchar mi propia voz. No quiero ilusionarme sobre mi familia por eso no le pregunto nada más.

—¡Es La Ciudad! —dice con euforia y gritando también—. Solo pueden vivir los seres elegidos por Akuma.

—Pero si Akuma esta...

—No lo está en su totalidad —me interrumpe—, no creas todo lo que te digan. Él perdió su poder, su cuerpo, no obstante, vive en la sangre de cada persona de aquí. La ciudad es Somnium, la más grande del mundo de los sueños. Es maravillosa, viven gigantes, hadas, duendes, ogros, unas mujeres que estan siendo entrenadas para ser protectoras aunque no hayan nacido de las esferas. Hay aprendices de hechiceros y hechiceras, unicornios, animales mitológicos y muchas otras especies que podrás descubrir por ti mismo. ¡Ah! —exclama sonriente— hay almas de humanos. Si, como escuchaste, hay humanos que fueron seleccionados para pertenecer a Somnium.

—¿Los pobladores no batallan contra los demonios?

—No, ¡bah!, no contra los poderosos como Ingnisute, sino contra los demonios de bajo rango. Hace dos siglos, Somnium recibió mucho daño en una batalla, donde Hellish e Hintam, y todos aquellos súbditos de los ochos demonios intentaron destruirlo. Se perdieron muchas vidas, yo perdí a mi hija y esposa —se queda callado.

—Lo siento —digo sin saber cómo ayudarlo.

—No es tu culpa, sin embargo, no permitiré que Edaxnios intente destruirte o corromperte como lo hizo con Marcus. Yo lo entrené, le di todas las herramientas y nadie me cree que no es Marcus, el verdadero, el que maneja Coelum. Sino que está bajo los efectos del demonio del engaño y la mentira, Arniscan. Tú, Luke, lograrás salvarlo, pero yo no puedo entrenarte, lo harán tus protectoras.

—¿Por qué entrenaste a Marcus? —pregunto desorientado.

—Nadie quiso hacerlo, dijeron que no era un verdadero guardián.

—Cada vez comprendo menos lo que sucede en este lugar.

—Es una situación complicada y la verdad... —sus ojos expresan angustia— nadie sabe la verdad en completa plenitud. Desde los comienzos la verdad se combinó con la mitología y por esa razón tendrás que encontrar el camino hacia lo real, destruyendo el mito y construyendo un mundo nuevo.

—No confíes mucho en mí —digo negando con mi cabeza y angustiado.

—Vi tu corazón y sé quién eres.

—Mi familia —digo ignorando lo último que dijo porque no creo que mi corazón sea puro y no se verdaderamente quién soy. No puede evitar quedarme callado y necesito saber sobre ellos—, está encerrada en la esfera de la repetición en el centro del palacio de cristal, si los libero, nada cambiará, ellos estan muertos y por lo tanto no podremos vivir en la ciudad.

—Muchachito, te falta mucho que aprender, solo diré que tu familia vivirá en Somnium.

—Pero... —me silencio.

—No hay peros —dice con firmeza.

Diman y la otra ave comienzan a volar en círculos sobre el palacio flotante, el lugar es tan bello como imponente. Las estatuas de los guerreros en cada esquina deben tener el mismo tamaño de la estatua de la libertad.

—Ellos no entrarán, Kingu odia a las aves, tendremos que saltar.

—¡No! —exclamo nervioso— ¡es una locura!

—Tendrás que hacerlo, confía en mí —dice y se arroja.

—¡Maldita sea! —me arrojo furioso. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top