Capítulo 1

Terminaba de firmar las últimas misiones con calma analizando una por una sin prisa alguna, tenía demasiado trabajo, aún así, apresurarse no marcaba la diferencia, se había acostumbrado a vivir bajo presión en los últimos años, mientras leía una de las misiones recordaba cómo desde niño deseó tener el puesto Hokage, suspiró con cansancio, tal vez si hubiera sido más serio con su futuro, lo hubiera trabajado un poco más, estar sentado más de dieciséis horas al día en esa silla haciendo el trabajo de un kage, era desgastante, física y mentalmente, dejó su pluma para levantar sus manos con cansancio y tallar su rostro, se dejó caer en el respaldo de su silla analizando un poco más sus recuerdos, un año después de la guerra, su abuela lo había mandado llamar, justo después de la misión de Toneri, se veía totalmente agotada y fastidiada, había sacado un pergamino el cual le dió a firmar, ahora recordaba sus palabras “firma aquí mocoso, te lo prometí, estoy harta de este maldito puesto, necesito salir y emborracharme bastante, tienes un mes para estar al maldito día, usa tus clones” sonrió ligero al recordar cómo sus clones leían y estudiaban con desesperación, Shikamaru, Iruka y Konohamaru se encargaron de revisar sus avances, estaban impactados por la velocidad en que aprendía y abusaba de sus clones dándole más información de la que ocupaba, ahora agradecía.

Nuevamente la seriedad llegó a su mirada, ahora tenía escasos veinticinco años, suspiró con fastidio, en unos meses se casaría con Hinata Hyuga, después de un largo noviazgo, aún no estaba tan seguro de cómo había llegado a ese momento, en aquel momento creyó amarla en verdad, pero eso ya no importaba, había dado su palabra y la chica era buena gente, bella, parecía ser hogareña y dedicada, no la conocía lo suficiente, fue una amiga más durante su infancia, ni siquiera era cercana, aún así, sin dudarlo, dió el paso hacia el noviazgo y por consiguiente al compromiso, en este momento de su vida sólo quería llegar a casa y encontrar a alguien que lo recibiera, tal vez un bienvenido de por medio, nunca tuvo nada de eso en su vida.

El kage giró su mirada escuchando ese gran silencio en el lugar, apretó ligeramente el ceño, no había nadie a su lado, levantó su mirada hacia la esquina de la oficina, cuando estaba ese sujeto en el lugar, esa sensación de soledad que lo ahogaba se iba, se sentía acompañado, protegido por extraño que se escuchara al ser el hokage, sacudió su mente recordando sus próximas nupcias, últimamente se sentía aún más extraño, por un momento recordó cuando su ero-sennin estaba vivo, sonrió con cariño y algo de amargura, recordaba que a su lado se sentía feliz, tenía una familia, a alguien que lo amaba, sonrió ligero al recordar cómo huían de los baños de chicas, esas mujeres los perseguían en toalla sin importar más tratando de golpearlos, rascó su cuello con cansancio, estaba algo melancólico tal vez, sacudió su mente, sintió un hilo de chakra bastante conocido entrar a su oficina, una sombra apareció frente a él.

Los azules del kage observaron al shinobi frente a su escritorio- ¿creí que tardarías más?- los onix bajo la máscara lo veían con bastante seriedad- no fue necesario, de inmediato conseguí las pruebas, no fueron muy inteligentes al borrar su rastro- entregó el pergamino de la misión, Naruto lo abrió con seriedad leyendo su contenido, sonrió satisfecho, la puerta de su oficina se abrió, el anbu frente a él ocultó su presencia y su persona en las sombras detrás del librero de la oficina kage, el rubio veía a su asesor con seriedad- demonios rubio, es bastante tarde, ¿no irás a descansar?- dejó un bonche de documentos en el escritorio, Naruto al ver los papeles suspiró con fastidio -no, aún tengo trabajo, deberías ir a casa, Temari te golpeará-

El Nara volteó los ojos con fastidio -ni que lo digas rubio, se pone intensa, mujer problemática- el kage sonrió -bien, por cierto, la red de traficantes de droga en la frontera con kiri quedó eliminada, ya no son un problema -Shikamaru levantó una ceja con sorpresa -vaya, no lo esperaba, ¿a quién enviaste?, no ví registro de misión- Naruto sonrió ligero- a uno de mis anbus, ve a descansar, mañana continuamos- el genio asintió con duda, había detectado algunas misiones durante esos años, las cuales no tenían registro de un equipo a cargo, creía que tal vez Naruto enviaba a sus clones para sentirse un poco en forma, asintió, se dió la vuelta rascando su nuca fumando con calma su cigarro, salió de la oficina.

El hokage giró su mirada viendo al anbu frente a él con seriedad nuevamente -¿no has pensado en dejar de ocultarte?- el anbu negó lentamente -no lo haré, no me interesa hacerlo- Naruto lo vió con seriedad, con sus dedos golpeó suavemente la madera del escritorio -¿no te sientes solo?- el de onix apretó ligeramente el ceño con molestia, el kage se incomodó al sentir su intensa mirada y no conseguir una respuesta, suspiró con fastidio -supongo puedo entender, ve a descansar -el anbu asintió viendo con molestia al rubio, nadie podía entender cómo se sentía, suspiró con fastidio- me quedaré a hacer guardia hasta que salga de aquí Hokage-sama-

Naruto giró sus azules hacia el mayor- ¿sigues con ese afán de protegerme?, no soy débil -el anbu asintió- prometí proteger esta nueva paz, usted es la base -desapareció en la oficina escondiendo su presencia sin decir más, el rubio levantó una ceja con fastidio, bajó su mirada continuando con su trabajo, no podía juzgar la amargura de su anbu, él no era muy diferente en ese momento, siguió escribiendo reportes y firmando misiones por algún tiempo más.

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