Un Atajo Peligroso
Narrador: Zee
Después de que Delta y yo nos separamos de los mocosos de Pueblo Boceto nos encaminamos por otra ruta que no era la número uno, algo que me desconcertó bastante ya que se supone que no podemos pasar por aquí ahora estamos a la mitad de "La ruta desconocida" (como yo le digo), hacia Ciudad Relieve.
—Ya fue suficiente de caminar no crees—Me queje sin ánimos... Y sin energía.
—La resistencia no es tu fuerte ¿cierto?—Me contestó fría como siempre, su forma de socializar es más gélida que el aliento de Kyurem.
—Ya casi anochese ¡Y TENGO HAMBRE!—Hice berrinche para probar si funcionaba con ella.
—Apenas son las cinco de la tarde— Reprochó mi petición.
—Llevamos caminando horaaaaaaas— Volví a intentar con las quejas.
—Apenas llevamos una hora Zee— Menciono fastidiada.
—Me mueroooooooo— Grite entre sollozos fingidos, puedo ser muy molesto cuando quiero.
—Eso no es cierto-Se giro para verme— Odio las mentiras.
—Por favor no seas tirana y dame un descanzo—Suplique como niño pequeño—Ya no mentiré lo prometo, pero no almorzamos por estar en Pueblo Acuarela—Al mismo tiempo mi estómago gruñó vorazmente lo que pareció convencerla.
—Bien... Nos detendremos aquí y mañana volveremos a caminar hasta llegar a la Cueva Brillante.
—¡Gracias!—Sonreí con gentileza pero ella solo me ignoro, ¿como le voy a quitar lo amargada, si su máscara de pocos amigos aparece y desaparece? Tengo muchos problemas, pero por alguna razón no me molesta su personalidad .
—Ahora ¿Tu preparas la casa de campaña o cocinas?—Me dio a elegir sacando la casa de campaña de su mochila y un mandil.
—No tengo comida, ¿así que tu quieres cocinar?—Demonios debí comprar algo en Acuarela, me acabe todo en Novarte... ¡Vaya, si no fuera por ella acabaría muerto de hambre!
—De acuerdo, yo cocino—Aceptó poniéndose un mandil amarillo y se sujeto su cabello castaño en una coleta.
—Espera... Solo tenemos una casa de campaña ¿dormirás conmigo?— Pregunte sumamente confundido.
—En tus sueños—Espetó mientras prendía fuego en la leña que recolectó su Garchomp—Como el señorito Zee es demaciado delicado como para dormir afuera yo lo haré, tu descansarás en la casa de campaña—Se burló con malicia y me percate de que quería provocar mi furia.
—Gracias de nuevo, plebeya—Le sonreí haciendo un pose de diva para que supiera que no me enoje, sabiendo que era lo que quería.
Ella solo negó con la cabeza, su semblante se volvió menos serio al menos.
—Muy bien ahora, apresurate con la casa de campaña—Me lanzó el paquete hacia la cara con impaciencia
—Ok, ok ¡la jefa a hablado chicos!— Extendí la tela fuera del paquete con ayuda de Litleo y Combusken.
—Emm, oye, ¿te gusta la comida picante?— Me pregunto preocupada, algo raro para mí.
—Pues en excesos no— Le contesté con un dejo de curiosidad—¿A ti te gusta la comida picante?
—Ya me acostumbre a comer así gracias a ellos— Señaló a sus pokemon mientras cortaba una baya tamato—Supongo que a tus pokemon les gustara, ya que son tipo fuego, pero a ti talves no.
—Bueno ya lo veremos— Mencioné cuando después me di cuenta que podía usar algo para molestarla, una cucharada de su propia medicina le haría bien—Espera...¡Te preocupaste por miiiiiiii!- Canturre malicioso.
—Ja, ja, ja, ja. ¡¿Tratas de hacerme enojar, no es así malagradecido?!— Demonios no es tonta. Pero yo tampoco.
—¿Porque creerías eso?— Espete con inocencia fingida.
—Eres irritante ¿sabes?, igual se que lo haces a propósito— Sacó un pequeño sarten de su mochila con el que después me golpeó levemente en la cabeza.
—Solo haci puedo hablar contigo, eres la persona más asocial que he conocido—
—¿Porque creerías eso?—Me devolvió de la misma forma que yo anteriormente.
—Maldición, tu también eres frustrante ¿sabes?—Sonreí para tratar de confundirla, cosa que no funcionó.
—Gracias plebeyo— Río mirándome retadora, haciéndome dudar de que debía hacer.
—¡No uses mis cartas contra mi, Delta!—Chillé como niño chiquito.
—¡JA!—Me señaló burlona—¡YO gané!
—¿Estábamos compitiendo?—
–Querías provocarme, lo sé, pero no salió como planeaste y al final tu fuiste el que empezó a gritar— Me guiño mientras le daba vuelta a la comida en el sartén.
—¡Cállate!—Respondí nervioso, mis hermanos tenían razón ¡Es un hueso duro de roer!
—¿Ya ves? ...—
—Eres despiadada mujer— Me gire indignado, yo soy diestro en las palabras y aun así me venció.
—Y bien decías que soy fría y asocial—Continuó la conversación—¿Entonces de que quieres hablar?
«Excelente, ahora puedo ir directo al grano»
—Que será interesante para ti...— Fingi concentrarme—¡Ya sé!— Chasquee los dedos deslumbrante de alegría—¿Haz oído hablar de... La piedra infinita?
—No ¿que es eso?— Me miró con atención cosa que me desconcertó. No parecía estar disimulando, ¿en serio no sabía de la piedra?
—Así es, tiene que ver con la energía de la Megaevolución—
—¿Acaso es un mito? ¿O hay información concreta sobre ella?—Inquirió pensativa mirando hacia el vacío— No lo estas inventando o ¿sí?
—Por supuesto que no—Prosegui con seguridad— Y si hay información sobre esta rara piedra, pero es muy escasa...
—¿Y tu la estás buscando?—Me pregunto atenta a mi respuesta, y esta a su ves tardo de mi parte, pero decidí decirle un poco de la verdad.
— Si... Así es, pero no creo poder encontrarla— Sin darme cuenta mi cara paso de ser alegre a tener pequeños, pero notorios razgos de tristeza.
—Lo siento—Escuche susurrar a Delta, parecía estar teniendo un debate en su mente, como si no supiera que decirme.
—No pasa nada, es triste, pero no creo poder hacer algo en cuanto esté problema.
—Yo... ¿Crees que puedo ayudarte?— Rápidamente me gire a su dirección sorprendido de escuchar sus palabras sin sarcasmo como de costumbre. Se estaba esforzando para no ser grosera conmigo.
—Pero, ¿no crees que ayudarme intervenga con tus metas?—
Se inclino hacia el frente para ver a sus pokemon, ella no hablaba sólo estaba viendo las reacciones de su equipo. Ellos estaban pensativos, igual que su entrenadora, me agrada que ponga primero los deseos de sus pokemon antes que a ella. Cada ves tengo más esperanzas en que pueda unirse al Equipo Flare, no sólo evitaría su "eliminación" también sería de mucha ayuda para el plan de Lysson.
—Veamos, tengo diez meses restantes para reunir las medallas, en el camino es probable que nos encontremos con información sobre la piedra que dices—Miro hacia la fogata con cierta profundidad.
—¿Y tu otro objetivo? ¿Qué hay de la mega-evolución?—No quería volver con el Profesor Sycamore, pero era otro problema para ella.
—Varía la difícultad según el pokemon y su mega piedra, además me hace falta la piedra que usa el humano—Señaló sus argumentos con los ojos cerrados.
—Creo que se le llama piedra activadora— Ay, creo que delate mi conocimiento sobre la mega-evolución, ojala...
—¡Sabes sobre el tema!—... No se de cuenta, ¡Ah! Que hago, ¿QUÉ HAGO?
—S-si, pero solo un poco, por ejemplo no sabía nada de que en Ciudad Yantra hay un experto de lo que buscas.
De repente me alzó tomándome de la camisa y me agitó de un lado a otro.
—¡Ay, no me mateeeeeees!— Vaya que tenia mucha fuerza, para ser sinceros siento que tiene más fuerza que yo.
—¡Tenias información y no me dijiste! —Me soltó brutalmente, haciéndome caer en el piso de una manera tan graciosa pero dolorosa, que no sabía si reír o llorar.
—Aaaaaauuu ten cuidado no soy de hule... Tarada—Me lamente en el suelo lleno de tierra y pasto, susurre lo último pero para mi mala suerte lo escuchó.
—¡¿Idiota como me dijiste?!—Puso un pie sobre mi para evitar que me levantará.
—¡Tarada!—Me libere de su fuerza y rápidamente corrí en círculos de la fogata para evitar que me atrapara—¡Parecés callada pero eres insoportable!
—¡Ven aqui infeliz cobarde!—Salto hacia mi haciéndonos caer—¡¿Crees que yo no estoy harta de tu horroroso carácter?!-
—¡No es excusa para golpearme!—Me acerque a su cara insitandola a contestar.
—¡Ja, ja, ja, ja! Así qué quieres que te golpeé en serio ¡¿Eh?!—Diablos esa no era toda su fuerza... Padre nuestro que estas en el cielo...
—No, ¡Incluso con tu carácter de mierda me agradas!—Uy, bien hecho Zee ¡Hoy es un gran día para morir! Creo.
—¿Te agrado?—Me miró sin poder creerme, creo que no miente cuando dice que le cuesta hacer amigos— Eso es nuevo.
Se dio cuenta que estaba en la tierra, así que se levantó para después ayudarme con su mano. Me sorprendió que no me matara en ese momento, por eso decidí apostar mi suerte.
Cuando me dio la mano la empuje hacia mí con fuerza haciéndola caer a mi lado.
— JA, ¡Caíste!
Creí que no fue buena idea, estaba apuntó de reclamarme pero la callé tapando le la boca.
Empuño una de sus manos para pegarme pero entonces la abraze.
—Me parece que necesitas un abrazo urgentemente—Mencione mientras la estruje con fuerza contra mi pecho— Creo que ya te entiendo.
—¿Qué?—Susurro mientras trataba de alejarse de mí.
—Nunca haz tenido amigos ¿cierto?— Note que se quedó pasmada en ese momento, se congeló como si no pudiera responderme y poco a poco correspondió a mi abrazo.
Me entristeció saber la respuesta sin que ella lo dijera. Sentí algo húmedo en mi camiseta, estaba llorando, fue muy poco pero lloró. Nos quedamos así por unos minutos que parecieron segundos.
—Demonios, lo descubriste—Confesó con un ligero tono sollozante— Supongo que nadie me soporta, ja, ja—Se alejo de mis brazos tratando de no mostrar su cara.
—Tranquila ¡yo lo haré! —Alardeé tratando de calmar el ambiente.
—No lo creo— Se giro más calmada— Acabas de decir que soy insoportable, veremos cuanto aguantas tú. De seguro una semana más igual que las otras personas— Volvió a darme la espalda para emplatar la comida.
En verdad me dolió lo que dijo, ya se ya se, soy muy sentimental, pero el que pensara que soy tan malo como para dejarla a un lado me lastimó.
—Lo que dije antes solo era una broma...No quería que te lo tomaras así—Dije reteniendo lágrimas con mis pokemon abrazandome, ¡¿Maldición porque soy tan blando?!
Despues de servir el platillo a sus "amigos pokemon", se sentó en el piso tomando los dos platos uno en cada mano para después poner uno a su derecha y darme una seña para me sentará.
—En cada broma hay un poco de verdad ¿no crees?— Enmudeci culpable de mis palabras, no fui el único dolido después de todo— ¿Acaso ya no me hablaras?—
De nuevo no respondí. Mis pokemon me apapacharon tratando de calmarme... Igual que los de ella.
Trataban de hacerla reír pero solo veia al vacío, no se rindieron como yo y se agruparon alrededor de Delta y la abrazaron.
Pasaron unos momentos así y ninguno de los dos quería comer.
Me pareció que todos los pokémon estaban comunicándose entre sí.
—Por favor no— Se escucho a Delta murmurar, estaba sentada ocultando su cara contra sus rodillas.
No le hicieron caso, mi Combusken y su Deino intercambiaron gestos y su Garchomp me cargo en forma de costal acercándome más a Delta. Ella trató de alejarse pero mi Fennekin y su Vibrava la detuvieron.
—Deja de sermonearme Flyla— Sonaba cansada.
Todos nuestros pokemon nos rodearon quedando pegados Delta y yo.
—¡No quiero! —Exclamó Delta desesperada hacia su Garchomp.
Garchomp le rugio pero no se inmutó.
—Ni siquiera quiere mirarme— Bufo otra ves ella.
Era cierto, no podía ¿porque? No lo sé, estaba congelado, no es que no quisiera mirarla simplemente no debía mirar esos ojos verdes si es que estaba llorando por mi culpa.
De repente empecé a colapsar más que antes, su Dragalage me seco las lágrimas con una alga haciendo que Delta se percatara de mi estado.
—¿Q-que dijo tu Garchomp?—Pregunté sollozando sin mirarla todavía.
—Primero dijo: “Hablale al pobre muchacho” Después: “¡Maldita sea solo hazlo!”— Luego de eso nuestros compañeros nos dejaron respirar y nos alejamos un poco.
—Lo siento, n-no puedo mirarte— Confesé llorando a mas no poder.
—No digas tonteri- — Su Dratini le dio un golpe con su cola para callarla.
—Lo siento...— Agache la cabeza lleno de tristeza.
Después de disculparme ella se giro y me miró sorprendida.
—Recuerda la promesa— Me acarició el cabello acercándose a mi.
—La recuerdo y es por eso que estoy llorando—Tape mi cara con mis manos, ya me estaba relajando.
—Ya me di cuenta— Otra vez intervino su Dratini con un sopetón en la boca de Delta—¡Auch!
—¿Te hice llorar?—Mi Litleo estaba en las piernas de Delta mientras lo acariciaba.
—¡Naaa! Solo recordé otra promesa—Se rio dándome una palmada en la espalda.
—¿Otra promesa?— Esta ves la observe sin pensarlo, ¡Estaba sonriendo más que nunca!
—Si, a quien me cuido de pequeña. Le prometi que intentaría hacer amigos en este viaje, ya que el piensa que los humanos no son del todo malos a si que te elegí a ti para cumplir con mi palabra.
A todos nos conmovió sus palabras, era lindo saber que no pensaba como las otras personas y aun así intentara encajar con los demás.
—Yo también quiero cumplir con nuestra promesa— Sonreí con los ojos cerrados y ella me devolvió el gesto.
Esta fue una discusión seria y a un asi paso desapercibida por lo dos. Fue realmente extraño, primero estábamos jugando, después hablamos sobre nuestros objetivos, luego nos enojamos, lloramos y al final volvimos a restablecer una buena conversación como si no hubiera pasado nada.
Agh.
No estoy seguro si a este paso podré obtener esa estúpida piedra.
Hay opciones, pero en todas me meto en problemas por fallarle a mis hermanos y al señor Lysson.
Por lo menos ya comí jaja.
Sip, todo volvió a la normalidad aún con esa transición de emociones. Ya sólo comimos junto a nuestro equipo pokemon mientras hablábamos de una que otra tontería.
—¡¿Quién anda ahí?!—Grito Delta mientras metía a sus pokemon en las pokebolas de sus bolsillo menos a Deino y su Vibrava.
—¿Hmm? Ah solo es una pueblerina—Sonó una voz vanidosa de una chica que salió de unos arbustos atrás del campamento que había hecho.
Tenía cabello blanco con unos cuantos mechones celestes, su tez era muy pálida, sus ojos eran color azul claro, llevaba puesto un suéter azul de nuevo... Tambien un vestido corto blanco con detalles rosas y un mallon negro un poco más arriba de la rodilla. Se veía que no tenía mucha imaginación en la elección de la paleta de colores.
—¿A quien le dices pueblerina? Rubia oxigenada...— ¡Ja, ja, ja, ja! No deja de sorprenderme su osadía.
—Mi cabello es natural muchas gracias—Contestó tranquila acariciando su Glastrier para luego hospedarlo en una ultrabola.
—¿Qué se te ofrece?— Dijo Delta con alto sarcasmo.
—Nada que tu tengas no pareces ser de valor— Anunció con sumo desdén.
«Esto se va a poner feo»
—Ya di de una ves que haces aquí y después te largas—
«Uff eso debió doler»
—Que señorita tan más grosera— Cerro los ojos acercándose a ella.
—¿Con que derecho lo dices tu?— Se cruzó de brazos alzando una ceja con una de sus típicas sonrisas maliciosas.
—No pareces una persona muy inteligente—Extendió un mapa señalando nuestra ubicación— Debes ser tonta si elegiste este camino.
Delta parecía tranquila, pero por su expresión y la manera en que cerró sus puños sabía que anhelaba matar a la chica albina.
«¡Apagalo Otto!, ¡APAGALO!»
—Entonces ¿Porque estas aquí?— Dijo entre dientes tratando de no salirse de sus casillas.
Debo admitirlo, estaba a punto de hacer palomitas y sentarme a un lado para ver que era lo que iba a pasar.
«Esta ya parece novela»
—Estoy tomando este atajo porque YO si estoy capacitada para asegurar mi llegada al otro lado del camino— Su vanidad ya había llegado lejos, pues desde el punto donde me había sentado se podía ver el aura asesina de Delta.
«Y la perra seguía y seguía... Debe de ser de las estudiantes que le dicen al profesor que si dejo tarea»
—¿Qué te hace pensar que no tengo lo necesario para pasar por este camino?—Sacó una pokebolas con llamas ardiendo en los ojos.
«¡Ahí viene!»
—¿Acaso quieres decidirlo con una batalla pokemon?— Sacó una ultrabola de una bolsa de mano rosa.
—Por supuesto—
«Está madre ya se prendio»
Y así empezó una batalla pokemon que terminó en desastre... Y todo porque yo tenía hambre.
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Bueno eso fue todo por hoy, me tarde por estudiar para los exámenes de admisión no me maten :'v
Este capitulo fue un poco diferente para que conocieran más facetas de los personajes.
¿Les cayó mal la chica albina?
¿Les gustaron las referencias a los memes? xd
Hare mas capítulos con memes y así.
Muchas gracias por seguir leyendo esta historia :'³
L@s quierooooooo 💕
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