Un viejo amigo

Ambos jóvenes y sus compañeros seguían caminando por las calles con calma, pues sabían que estas Momias no eran para nada hostiles por lo que estaban en calma. No pasó mucho para que oyeran bastantes disturbios a la distancia, por lo que correrían a esa dirección encontrando a 2 personas conversando.

Leo: ¿La salvamos o no?.

Fue lo que dijo el castaño, mirando a la otra persona que estaba encapuchado y mirando a otra dirección para empezar a retirarse.

Leo: Espera.

Encapuchado: Tengo cosas que hacer.

Dijo de forma seria y sombría, dejando en claro que estaba apurado y no quería más distracciones.

Leo: ¿Qué cosas?. Igual y... Te puedo ayudar.

Entonces el se voltea, mirándolo directamente mientras se colocaba las menos en su cintura.

Encapuchado: ¿Ayudarme?, ¿Tú?.

Leo: Pues si, como equipo.

Encapuchado: Equipo... No puedes ni ayudarte a ti mismo.

Entonces se pone las manos en sus bolsillos para empezar a irse por otro lado, murmurando algo que tanto Santiago como Tachi se mostraron intrigados, y también Leo quien le preguntó.

Leo: ¿Qué?... Cuéntame.

Le pidió, por lo que el encapuchado se detiene para empezar a contarle lo que había pasado antes de que ellos llegaran a Guanajuato.

Encapuchado: E-Ehh... H-Hubo una explosión en la mina, el pueblo y la policía le echaron la culpa... A mi tío Gaspar.

Entonces se da la vuelta, mostrándose molesta y sería por lo que decían de su pariente.

Encapuchado: Pero él sería incapaz de hacer algo parecido. Si él estuviera aquí, les haría ver a todos que es inocente.

Leo: ¿Y dónde está?.

El chico mira hacia abajo, teniendo una expresión triste como si dijera que no supiera.

Banhi: Pobre, parece que no ha aceptado su realidad.

Tachi: ¿A que te refieres Banhi?.

Banhi: Muy pronto lo sabrán, ambos.

Santiago estaba atento, podía notar algo raro en el "niño", pero no quiso darle mucha importancia y siguieron escuchando desde el callejón donde estaban escondidos.

Leo: Déjame ayudarte a encontrarlo. Ándale, yo soy de ley.

Encapuchado: Y... ¿Tú cómo crees que me vas a ayudar?.

Le preguntó algo dudoso, cosa que hizo a Leo ponerse a pensar más detenidamente.

Leo: Pues no lo se, pero 2 cabezas son mejor que una.

Ante esa respuesta, el niño dejaría ver una ligera sonrisa dejando ver que para ser un niño se mostraba bastante... Lindo y limpio.

Leo: Y además, peleas bien.

Encapuchado: Y tú das buenos golpes... De suerte. Ajajaja, es broma.

Le dijo acercándose para darle un golpe de compás, mostrando que solo estaba burlándose levemente de él por mostrar una actitud algo... Incompetente, Santiago sabía que eso se debía a que el ego se le subió brevemente a la cabeza, seguro por influencia de Teodora... Aunque luego de llegar aquí dejo esa actitud... Brevemente desde luego.

Leo: ¿Equipo?.

Encapuchado: Equipo.

Dijo chocando ambos los puños, para entonces empezar su recorrido pero antes de siquiera iniciar una plática se vería como 2 calaveras corrían hacia ellos alertando al encapuchado, pero Leo solo sonrió y las recibió cargándolas.

Leo: ¡Chicos!, jaja que gusto verlos en buenas condiciones. ¿Cómo llegaron aquí?.

Y ambos hermanos señalan a un callejón, el cual el y el otro niño ven notando como de este salían Santiago y una mujer desconocida, ya que nunca la había visto antes por obvias razones.

Leo: ¡Oh Santiago, que gusto verte!. Y veo que estás... Acompañado, ¿Una amiga?.

Santiago: Jeje, algo así. ¿Recuerdas la leyenda que te conté cuando veníamos a Guanajuato?.

Leo: Mmm si, me acuerdo de ella. ¿Por qué lo mencionas?.

Santiago: Je, pues te presento a la protagonista de dicha leyenda, Tachi.

Y así deja que la mujer castaña se acerque a ambos, se agache a su altura y se muestre muy atenta con una gran sonrisa.

Tachi: Mucho gusto en conocerlos pequeños, me llamo Tachi. La espíritu guardián del Norte, y estoy emocionada de ayudarlas a resolver este misterio y desbalance en Guanajuato. Y lo mejor de todo es que son 2 niños, ¡Jejeje me encantan los niños!.

Y así acerca ambas manos a las cabezas de los 2 chicos, quienes al sentir sus manos se pusieron algo extraños, por un lado Leo sintió una sensación y calidez familiar parecida al de su madre y abuelita, en cuanto al encapuchado pues... Se veía como brevemente se quedaba mirando con nostalgia a la mujer.

Encapuchado: ¿M-Mamá?.

Fueron sus palabras, llamando la atención de Leo y Santiago, pero Tachi solo le sonrió y acarició con más cariño su cabeza.

Tachi: ¿Cómo te llamas pequeño?.

Encapuchado: Y-Yo... Emm... Me llamó, L-Luis.

Dijo apartando la mirada y cruzándose de brazos, para así apartarse un poco del agarre afectuoso de Tachi.

Tachi: Oh, entiendo. Es un gusto conocerte Luis, y también a ti Leo San Juan. Santiago me hablo mucho de ti.

Leo: ¿A-Ah si?, ejeje... Espero que nada malo.

Tachi: Para nada, de hecho me dijo que eres su favorito de todos los demás.

Santiago: No tenías porque decírselo.

Estaría con una expresión nerviosa, pues si Teodora oía eso de seguro lo atacaría con gritos y reclamaciones exageradas, típicas de ella claramente. Leo se puso feliz por sus palabras, para entonces cargar a las calaveras y tenerlas en su cabeza, empezando a caminar al lado de Luis y los demás.

Luis: E-En fin... Y la amiga que buscan...

Leo: Xóchitl.

Luis: Esa mera, ¿Es tu novia?.

Leo: No, no, no, yo... Yo no tengo novia. ¿Y tú?.

El tardó un rato en contestar, hasta que abrió sus ojos de la impresión y empezó a explicar el porqué no tenía, Santiago se reía levemente mientras Tachi se mostraba algo extrañada ya que no estaba entendiendo nada.

Luis: ¡No!, no... Que flojera. Las niñas solo se la pasan preguntando cosas y quejándose.

De repente el grupo se detiene al ver como Leo había desaparecido atrás de un árbol, empezando a escucharse un sonido peculiar mientras Santiago solo se tapaba los ojos de la poca vergüenza que tenía Leo, así que le tapó los ojos a Tachi.

Tachi: ¿Por qué me tapas los ojos Santiago?.

Santiago: Créeme, me lo agradecerás.

Leo: Y eso que no conoces a Teodora, se queja hasta dormida.

Ya cuando Luis notó lo que el castaño estaba haciendo, se volteó para ignorar lo que vio y escuchó, cosa que le pareció extraño a Santiago obviamente.

Leo: Lo bueno es que tu eres niño.

Fue lo que dijo al haber terminado y acercándose a él, tocándole el hombro... Que poco higiénico.

Santiago: ¡Leo!, no seas puerco, hay una dama aquí presente.

Dijo ya dejando de tapar los ojos de Tachi, la cual seguía confundida.

Tachi: ¿De que me perdí?.

Banhi: Mejor no te enteres.

Leo: A-Ay... Lo siento, no fue mi intención jeje.

Después de eso él y Leo se adelantarían un poco, dejando a Tachi con Luis a solas.

Tachi: No tengas miedo pequeña, no tienes que seguir fingiendo tu identidad conmigo.

Le dijo de forma tranquila y amable, cosa que la pelinegra encapuchada se quedaría atónita mirando a la mujer con cierta desconfianza, pero notaría como ella estaba con sus ojos cerrados y una sonrisa pacífica.

Tachi: Ojalá y logres encontrar a la persona que estás buscando. No dudes en contarme lo que te molesta o lo que te haga sentir más vulnerable, estoy aquí para aconsejar y guiar a los pequeños y aventureros.

Ella entonces se acerca a los demás, dejando a la pequeña encapuchada pensativa... Para después mirar a la mujer y recordar con nostalgia y cariño a su mamá, por lo que sonríe ligeramente y corre hacia ellos para no perder tanto espacio y estar juntos por si acaso. Las horas pasaban y Leo le contaba a "Luis" sobre sus amigos, básicamente lo mismo que Santiago le contó a Tachi aunque bajo un punto de vista distinto.

Tachi miraba la interacción de Leo con la pequeña viéndose intrigada, ya que estaban generando una confianza que muy pocas veces llega lejos y más bajo estas circunstancias tan... Sobrenaturales, pero supuso que eso era porque estaban viviendo esta aventura juntos.

Tachi: Je, me alegra que se hayan vuelto amigos muchachos.

Sus palabras llamaron la atención de Leo y Luis, quienes solo se miraron entre sí riéndose levemente por lo que escucharon de la mujer.

Leo: Jeje si, parece que si somos buenos amigos.

Luis: Si, quizás... Quizás jeje.

Era evidente que Santiago sospechaba de Luis, actuaba de formas muy inusuales para un niño, y miró a la castaña notando que ella tal vez ocultaba algo cosa que solo hizo que suspirara en derrota.

Santiago: En fin...

Mirarían de nuevo como serían acorralados por muchas Momias, los jóvenes por obvias razones se asustaron y pusieron nerviosos incluyendo a los hermanos calavera, aunque Tachi y Santiago estaban acostumbrados y sabían que ellos no eran una amenaza. Y se vio como la guardiana y espíritu del Norte se acercaba a lo que parecía ser un grupo de música, a quienes les empezó a cantar de manera magistral y preociosa para la sorpresa de todos.

La noche en el pueblo era una combinación de misterio y emoción. La luna brillaba a través de las copas de los árboles, iluminando el claro donde las sombras de las Momias avanzaban lentamente, rodeando el área. Los hermanos calavera, visiblemente inquietos, miraban de un lado a otro, intentando encontrar una solución a la creciente amenaza.

Tachi, sin embargo, mantenía una calma serena al igual que Santiago. A diferencia de sus compañeros, no parecía alarmada. Con un gesto tranquilo, se adelantó hacia el centro del claro. Santiago, que estaba a su lado, miró a Tachi con una mezcla de curiosidad y admiración. Los otros miembros del grupo se acercaron también, atraídos por la inusual confianza de la nativa.

En medio del claro, Tachi se encontró frente a lo que parecía ser un grupo de músicos. La música provenía de una fuente invisible, un eco del pasado que resonaba con una melancólica pero bella melodía. Los instrumentos antiguos y las voces etéreas creaban un ambiente único, lleno de una energía que parecía casi tangible.

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Con una sonrisa serena, Tachi comenzó a bailar. Su movimiento era elegante y fluido, una danza que parecía contar una historia antigua. Sus pasos eran suaves pero firmes, y el ritmo de su baile se sincronizaba perfectamente con la música que llenaba el aire.

Tachi alzó su voz y empezó a cantar. Su canto era puro y melodioso, una voz que parecía resonar tanto en el pasado como en el presente. La letra, en náhuatl, hablaba de las leyendas antiguas y de los espíritus protectores del bosque. Cada palabra estaba cargada de emoción, un canto que evocaba la historia de su gente y su conexión con la tierra.

Mientras cantaba, las Momias que estaban ahí se detuvieron de golpe. Sus movimientos se volvieron más lentos, casi hipnotizados por la belleza de la canción y el baile de Tachi. Los chicos y los hermanos calavera, al principio temerosos, ahora observaban en asombro cómo la tensión en el aire se disipaba. La energía de Tachi era tan potente que parecía calmar incluso a las entidades más inquietantes.

Santiago, que observaba a Tachi con atención, notó cómo la atmósfera se transformaba. La preocupación en sus ojos se desvaneció al ver que las Momias se quedaban quietas y en paz, como si el poder del canto de Tachi hubiera tejido una barrera invisible alrededor de ellos.

Cuando la canción llegó a su fin, Tachi hizo una reverencia elegante, y la música se desvaneció lentamente. La calma regresó y las Momias, ahora inactivas y sin hostilidad, se dieron la vuelta y se alejaron.

Los jóvenes, aliviados, se acercaron a Tachi y la rodearon, admirados por su habilidad. Santiago se unió a ellos, su expresión llena de respeto y gratitud.

Leo: ¿Cómo lo haces?.

Fue lo que preguntó Leo, todavía asombrado al igual que Luis y los hermanos calavera, mientras Santiago miraba cómo se retiraban las Momias.

Tachi les sonrió, su mirada era serena y llena de sabiduría.

Tachi: La música y el baile tienen el poder de conectar con el corazón de todas las cosas. A veces, el arte es la mejor forma de comunicación con los espíritus, sean buenos o malos.

Santiago asintió, impresionado por la capacidad de Tachi para transformar un momento de tensión en una demostración de arte y magia.

Santiago: Nunca había visto algo como esto antes... Gracias, Tachi.

Fueron sus palabras, dejando ver una gran sonrisa mientras estaba algo sonrojado, por lo que Leo al verlo así se rió levemente como burla y Luis, estaba intrigado por lo que estaba pasando, las calaveras también se rieron y Banhi se había despertado luego de un buen rato estando muy feliz por ver que alguien apreciaba el esfuerzo y naturaleza de su amiga.

Ella inclinó la cabeza en señal de agradecimiento, mientras su serpiente Banhi se deslizó a su lado, como si también compartiera la satisfacción del momento. Juntos, continuaron su camino, el peligro momentáneamente olvidado por la fuerza de la música y el espíritu de Tachi.

Y así pasaron las horas, donde ambos grupos estaban pasando por circunstancias diferentes, desde el momento en el que Don a Andrés fue hechizado, Alebrije estaba siendo molestado por ser visto como un perro y Teodora queriendo comprar algo a tarjeta por no tener efectivo, estaban pasando por situaciones diferentes sin duda. Pues a ellos se les había unido otro Alebrije conocido como Evaristo, alguien que presumía tener powers.

No pasó mucho para que se metieran en problemas y por causa del "amor" que Don Andrés había desarrollado por la mujer que lo había hechizado, pues el hechizo la veía hacer hermosa, pero en realidad era de una belleza... Exótica como su padre dijo, por alteración en la vía pública fueron llevados al juez para que fueran sentenciados a la cárcel.

Todo esto mientras Santiago, Tachi, Leo, Moribunda, Finado y Luis continuaban explorando la zona en búsqueda de Xóchitl, pues luego de ver que las Momias eran indefensas, sospechaban fuertemente que ellas fueran las causantes de todo... Y más actuando como ciudadanos normales en su día a día.

Luis: Desde que revivieron, las Momias están regresando a sus trabajos. A sus hogares. Junto a sus seres queridos, algo alteró el ciclo de la vida y la muerte.

Leo: Los muertos no pertenecen al mundo de los vivos. Las Momias, la explosión, Xóchitl... Todo está relacionado a la mina.

Santiago: Si, al parecer todo comenzó en la mina... Debe haber algo ahí que nosotros aún no percibimos.

Tachi: Yo he sentido... Un alma muy oscura deambulando por las calles, y creo que es el culpable de todo esto... Solo que se mueve muy rápido y no es alguien que se deje atrapar fácilmente.

Banhi: Un francés... Quien diría que un extranjero sería capaz de hacer todo esto, la duda es... ¿Por cual razón?.

Moribunda y Finado entonces miran atrás y notan el lugar que decía Morgue, cosa que las puso algo nerviosa y se acercando más a Leo y Santiago.

Luis: Mi tío puede ayudarnos, él estaba en la mina el día de la explosión... El día que volvieron, los muertos.

El encapuchado se pone pensativo, pero notaría en la mirada de Leo algo de incertidumbre cosa que fastidio a Luis y más al ver como este acercaba su mano al hombro para consolarla por su pérdida, pero él no lo aceptó y se puso agresiva.

Luis: ¡Mi tío está vivo!, yo se que está vivo.

Y se va caminando algo lejos para quitarse la molestia, mientras Tachi miraba esto se acercó a ella para hacerla sentir mejor y Leo solo miró a Santiago con duda.

Leo: Me... Precipite, ¿Verdad?.

Santiago: Créeme Leo, nada me haría más feliz que su tío estuviera vivo, pero las probabilidades son escasas, por ahora... Sigue acompañándolo. Necesitara mucho tu ayuda, y llévate a Moribunda y Finado.

Dijo haciendo que ambos lo miraran confuso, pero al ver su expresión seria sabrían que había algo malo cerca por lo que ellos se fueron con el niño castaño, el cual se empezó a alejar y miraría como su amigo se quedaba atrás en esa oscura calle.

Santiago: La morgue, eh.

Fueron sus palabras al sentir como muchas Momias se levantaban... Pero a diferencia de las otras estas eran completamente negras y agresivas, dejando en claro que habían muerto de la manera menos tranquila y que sus vidas llenas de vicio, maldad los volvió estos seres de maldad.

Sin dudar todos se lanzaron hacia él para matarlo, pero de forma abrupta adquiere una forma felina de gran fuerza y tamaño, siendo un enorme oso.

El oso si bien no era un espíritu felino, era su espíritu animal y por ende podía acceder a ella con toda libertad siendo su forma más fuerte de todas, por lo que les rugió con ferocidad a las Momias Malditas golpeándolos con fuertes zarpazos y casi despedazándolos por su gran fuerza.

Sin duda parecía centrado en sus acciones por lo que luego de destrozarlos, dejaría una escena terriblemente desagradable y macabra atrás suyo, si bien era alguien piadoso... En contra de espíritus malvados y crueles o seres reanimados con intenciones de dañar el balance, no les tenía piedad alguna. Eso... Le recordaba un poco a un conocido suyo.

-Flashback-

En las profundidades de una antigua selva, Santiago avanzaba guiado por sus poderes felinos y una intuición que le decía que estaba cerca de algo grande. Tras días de rastreo, llegó a una cueva oculta tras una cascada, cuyas paredes estaban cubiertas de inscripciones antiguas y símbolos desconocidos.

Con cautela, Santiago se adentró en el interior. El aire se volvía más denso y la temperatura aumentaba conforme avanzaba. Finalmente, llegó a una vasta y oscura cámara. La luz de su linterna iluminó una imponente figura en el centro de la cueva, envuelta en sombras. De repente, el suelo tembló con una profunda vibración, y un rugido bajo llenó el aire. La figura se movió lentamente, revelando su verdadera forma: un gigantesco cocodrilo con una apariencia digna de leyenda.

Santiago: ¿Qué... Qué es esto?.

Fue lo que dijo de manera asombrada y mirando hacia arriba, pues de las sombras emergió dicha criatura y su voz resonaba como un trueno.

Anku: Soy Anku, guardián de estos terrenos y antiguo aliado de los espíritus del agua. ¿Quién osa perturbar mi descanso?.

El castaño solo tose levemente, para después mirar con firmeza al cocodrilo.

Santiago: Soy Santiago Ayala Mendoza. Busco un artefacto antiguo, uno que se dice tiene un poder inmenso. No pretendía molestar a nadie, pero parece que nuestro destino se ha cruzado.

De pronto el reptil observaría con interés al joven chico, sus ojos de color rojizo brillaban con intensidad.

Anku: Hmm, pues el artefacto que buscas está relacionado con un poder antiguo y peligroso. Muchos han venido en busca de él, pero solo aquellos con un corazón verdadero y un propósito noble pueden encontrarlo.

Al oír eso solo sonríe levemente, dejando ver una expresión curiosa llamando la atención de Anku.

Santiago: Entonces... ¿Puedes ayudarme a encontrarlo?. He enfrentado muchos desafíos, pero nunca algo tan imponente como tú.

El animal espiritual inclina su cabeza ligeramente, considerando aquella petición con cuidado.

Anku: ¡Je!. Quizás nuestro encuentro no sea mera coincidencia. Si demuestras tu valía y respeto hacia los antiguos poderes, podría considerar ayudarte. Pero primero, debes probar que eres digno de mi confianza.

Ante esa declaración, el moreno se muestra decidido y emocionado, asintiendo muchas veces su cabeza.

Santiago: Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para demostrar mi lealtad y mi intención pura.

Entonces el cocodrilo ruge para mostrar su aprobación, para así bajar del lugar donde estaba y estar frente al chico.

Anku: Entonces prepárate. Lo que viene a continuación pondrá a prueba todo lo que eres. Los caminos del destino están entrelazados, y solo aquellos que comprenden la verdadera fuerza podrán avanzar. La prueba que enfrentas es la de la confianza y el valor. Estos pasajes están llenos de trampas y desafíos diseñados para probar el verdadero carácter de quienes buscan el artefacto.

Santiago: Estoy listo. No importa lo que venga, estoy decidido a completar mi misión.

Anku: Bien. Primero, debes superar el Laberinto de Sombras. Solo aquellos que mantienen la claridad en la oscuridad pueden hallar el camino correcto.

A medida que avanzan, las sombras se alargan y cambian de forma, creando ilusiones que parecen intentar desorientar a Santiago. Utiliza sus habilidades felinas para mantener el sentido de dirección, esquivando trampas y obstáculos.

Santiago: No permitiré que estos engaños me desvíen. Estoy aquí con un propósito y no me detendré.

Mientras tanto en las sombras, el cocodrilo miraba atentamente lo que pasaba.

Anku: Demuestras una fortaleza que pocos tienen. Sigue adelante.

Después de superar el laberinto, llegan a una gran cámara con una serie de antiguos mecanismos y artefactos, incluyendo el artefacto que Santiago busca, colocado en un pedestal rodeado por una barrera de energía mística.

Anku: Ahora debes enfrentar la última prueba: demostrar tu conocimiento y respeto por el poder que buscas. El artefacto está protegido por una barrera que solo puede ser desactivada por aquel que comprende la verdadera esencia de su poder.

El joven estaría examinando la barrera atentamente.

Santiago: ¿Cómo puedo hacerlo?.

Anku: Observa el entorno. La clave está en entender la conexión entre el artefacto y el equilibrio de las fuerzas antiguas. Usa tu intuición y el conocimiento que has adquirido.

Respondió de manera sabia y experta, por lo que Santiago estudio las runas y los símbolos que rodeaban la barrera. Al integrar sus habilidades felinas y su conocimiento reciente, descifra el enigma y activa los mecanismos correctos, desactivando la barrera con éxito.
Después de enfrentar el desafío en la cueva, el artefacto estaba finalmente en manos de Santiago. La atmósfera estaba llena de triunfo y reflexión.

Anku: Has demostrado una habilidad excepcional para enfrentar las pruebas. No solo has demostrado tu valentía, sino también una comprensión profunda del poder que buscas.

Santiago: No podría haberlo logrado sin tu guía y conocimiento. Me has ayudado más de lo que las palabras pueden expresar.

Anku: Me alegra saber que nuestra colaboración ha sido fructífera. Sin embargo, al mirar la magnitud de los desafíos que enfrentas, creo que es necesario que estés acompañado por alguien que comprenda el peso de tu misión.

Se notaba una mirada confundida en Santiago, el cual se cruzó de brazos mientras inclinaba levemente su cabeza.

Santiago: ¿A qué te refieres?.

Anku: Me ofrezco para ser tu compañero y guía espiritual. Juntos, podemos enfrentar los peligros que se avecinan y proteger el equilibrio de las fuerzas antiguas. Mi conocimiento y habilidades complementarán las tuyas, y podríamos lograr mucho más unidos.

Esa oferta tentadora puso muy pensativo al mexicano.

Santiago: Mmm... Esa idea de tener un aliado tan experimentado es reconfortante. Además, creo que podríamos aprender mucho el uno del otro, jejeje.

Anku: Exactamente. Aunque soy un guardián de los poderes antiguos, valoro la amistad y la lealtad. Estoy dispuesto a acompañarte en tu camino y enfrentarnos juntos a cualquier adversidad que surja.

Santiago: Entonces, acepto tu oferta. Tenerte como compañero espiritual será un gran honor y ventaja en mi viaje.

Anku: Me alegra saberlo. Empezaremos esta nueva etapa como aliados. Juntos, enfrentaremos los desafíos y protegeremos el equilibrio que nuestro mundo necesita.

Con el acuerdo sellado, Santiago y Anku se embarcaron en un nuevo capítulo de su aventura. Anku, ahora como compañero espiritual, se convirtió en una guía y aliado invaluable para Santiago. Juntos exploraron nuevos territorios, enfrentaron amenazas y descubrieron secretos que fortalecieron su vínculo y su misión compartida.

-Fin del Flashback-

Cuando termino de recordar eso, solo río levemente y regreso a su forma humana retomando su camino a la dirección donde su grupo se había ido, estando curioso de no saber por dónde andaba metido Anku, pero tampoco se preocupaba mucho ya que él era bastante fuerte

Santiago: Je, me preguntó que dirá Tachi al saber que tengo un amigo espiritual también.

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