Capítulo 3.
Fuera del grupo.
Nat y Cat se encontraban sentadas en una banca del parque, comiendo un helado, la noche hacía presencia y ellas hablaban sobre el juicio de Romero.
—¿Qué harás tú?, ¿Ya lo has decidido? —preguntó Nat confundida.
—No, tal vez haga lo mismo que Emily, ella tiene razón, su familia lo necesita.
Cat miró con angustia a Nat, quien se ponía de pie y miraba a lo lejos.
—¿Nat?, ¿Qué miras? —le preguntó Cat, colocándose frente a ella.
—Allá, mira la tienda de brujería, parece estar pasando algo, ve a esos chicos gritar hacia dentro —mencionó Nat y comenzó a caminar hacia allá.
Cat la detuvo por algunos segundos, pero luego, simplemente siguió caminando, sin detenerse.
Un gran grito se escuchó, al igual que cristales rompiéndose, Cat y Nat se lanzaron al suelo asustadas, sin saber qué es lo que había pasado.
—¡Oh Dios mío!, ¡Lizbeth! —gritaban desde las afueras de la tienda.
Nat miró con preocupación a Cat y juntas comenzaron a correr hacia la tienda, donde muchas más personas llegaban a ver lo sucedido.
—¿Qué ha pasado? —preguntaba Cat a los presentes.
Todos negaban con la cabeza, hasta que unos chicos retrocedieron rápidamente, dejando ver un cuerpo sobre el suelo, perteneciente a Lizbeth.
—Es horrible —susurró Cat angustiada.
Ella caminó lentamente hasta Nat, quien no podía observar lo sucedido, debido a la multitud de personas, rodeando la escena.
—¿Qué pasó, pudiste ver algo? —Nat la observaba con miedo.
Cat asintió con la cabeza, para luego lanzarse a los brazos de Nat, quien, confundida tan sólo la abrazaba.
—No sabes todo lo que recordé al ver a esa chica muerta sobre el suelo, especialmente recordé a Jane —dijo Cat, llorando.
—¿Dijiste Jane?, ¿La conocen? —una chica llegó hasta Cat y Nat.
Cat y Nat asintieron con la cabeza, mirando con preocupación a esa chica.
—Yo soy Vicky, esa chica que está sobre el suelo, era mi amiga, mi mejor amiga, ahora está muerta —anunció Vicky llorando.
—Lo siento mucho —agregó Nat preocupada.
La chica asintió con la cabeza, mientras más chicos llegaban junto a ella.
—¡Ustedes son las culpables, aléjate de ellas Vicky! —gritaba un chico junto a Vicky.
—¿De qué hablas Alex?
—¡Ellas son las del reportaje, ellas son las sobrevivientes de Jane Wilson! —gritó el chico jalando a Vicky lejos de las chicas.
Cat y Nat se miraron entre sí, muy confundidas por lo que Vicky y sus amigos habían dicho.
—Amber, Gabriel, vámonos —añadió Alex alejándose de Nat y Cat.
—Ustedes no tienen la culpa, Lizbeth la tuvo —dijo Gabriel alejándose.
—Deben tener cuidado ahora más que nunca.
Amber comenzó a seguir a Gabriel, hasta la escena del crimen, Nat y Cat hicieron lo mismo, se dispusieron a irse a sus casas, para procesar lo que había pasado.
Grupo: "El club de los 5"
Nat: ¡Chicos!
Cat: ¡Chicos, tenemos algo muy importante que decirles!
Emily: ¿Qué pasa?
Carlos: Cat dinos ya, me estás preocupando.
Cat: Hoy presenciamos Nat y yo, un horrible accidente.
Pablo: ¡Por Dios!, ¿Ustedes están bien?
Nat: Nosotras sí, pero una pobre chica no.
Cat: No es inocente Nat, tú misma escuchaste lo que dijo ese chico, Gabriel, él dijo que ella había tenido la culpa.
Emily: ¿Espera qué?, ¿Y dónde ocurrió?
Carlos: ¡Oh no! Que terrible.
Pablo: ¡No puede ser!
Nat: Tranquilos, tal vez esos chicos quisieron robar algo a Gladys y algo causó su accidente.
Cat: Haya lo que haya sido, ya pasó.
Carlos: Con todo esto que leo, ya hasta se me quitaron las ganas de alistar mi maleta.
Pablo: Yo ya la tengo lista desde ayer.
Emily: Yo ya voy en camino.
Nat: Que genial, ya casi nos vemos de nuevo.
Cat: No dejo de pensar en Romero.
Pablo: Ya basta Cat, no hablemos de él.
Nat: Pablo tiene razón, ya tenemos suficiente con tener que pensar en que hacer por él.
Cat: Lo siento chicos, sólo trataba de pensar en algo distinto que no fuera el accidente.
Emily: Yo quiero que salga, pero eso lo hablamos al llegar.
Cat: Cuando lleguen, tenemos que vernos, platicar sobre lo que haremos con Romero.
Pablo: Espero que digan que es culpable y pasé el resto de su vida en prisión.
Fuera del grupo.
Nick se encontraba preparando una maleta, pues al fin había decidido regresar a la ciudad, habían pasado algunos meses y tal vez la policía ya no lo buscaba.
—Llego, los mato y me voy, eso será fácil —se dijo a sí mismo.
Él caminó hasta su televisión, la cual prendió, para ver qué estaban pasando un reportaje, justamente de la ciudad, a la cual pensaba regresar.
—¿Qué demonios es eso? —se preguntó enojado.
Tomó el control remoto y se dispuso a subir el volumen, pues tenía que escuchar ese reportaje, el cual parecía ser importante.
Noticia.
Hola a todos nuestros televidentes, el día de hoy les traemos una noticia bastante viral, la cual ha logrado consagrarse como la más popular del día de hoy.
Lizbeth Gómez, una joven de tan sólo 18 años de edad, falleció al intentar ingresar a robar en una tienda de brujería, o al menos eso es lo que declara la propietaria del lugar, quien se rehusó a dar más detalles.
¿Qué creen ustedes televidentes? Será verdad todo lo que la propietaria dice, o será que lo hizo Jane Wilson, supuesto fantasma que acabó con la vida de varios jóvenes.
Nick se quedó sorprendido, incluso creía haber escuchado mal, ¿Cómo era posible que Jane volviese?
—¡Maldición, eso debe ser una broma! —gritó enojado, lanzando su televisión al suelo.
Él tomó con enojo su maleta y salió de la habitación, en la cual se hospedaba desde que huyó de la policía.
***
—¿Sabes que yo no quería hacerlo verdad? —preguntó Romero, tomando la mano de Martha, su esposa.
Martha rápido se apartó de Romero, se puso de pie y lo miró con enojo.
—No sé qué creer Alex, pero eso lo decidirá el juez el sábado —mencionó Martha alejándose de Romero.
Romero tomó asiento nuevamente en la banca de la habitación de visitas en la prisión, mientras observaba como su esposa Martha salía, sin haberse despedido, como habitualmente lo hacía.
—Yo soy inocente, ya lo verás —susurró Romero, agachando la mirada.
***
Jane caminaba por el cementerio de la ciudad, ella buscaba las tumbas de sus ex amigos, verificando quienes habían muerto y quienes quedaban con vida.
—Vamos a ver estúpidos, ¿Quiénes siguen con vida? —se preguntó, mirando las tumbas.
Después de mucho caminar por todo el cementerio, se dio cuenta que los chicos que la enviaron al infierno, eran los únicos que quedaban con vida, a excepción de Josselin.
—Iré por ustedes, claro, después de ir por los estúpidos que me trajeron de vuelta.
Ella se dirigió a la puerta del cementerio por la cual salió, riéndose fuertemente.
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