Capítulo 16.

Fuera del grupo.

Nat los observaba con miedo, mientras Jane y David sonreían grandemente.

—Estamos esperando —dijo Jane acercándose a ella y mostrándole nuevamente el bisturí.

—Jane... Yo acepto tu propuesta.

—Muy bien, siempre es bueno elegir el lado ganador.

Jane sonrió y tomó la mano de Nat, poniéndole el bisturí en ella.

—Para empezar, tienes que hacer una pequeña iniciación.

—Así es Nat, tienes que asesinar a alguien, y como estas en un horrible hospital, no hay muchas opciones, así que será la primera persona que venga a verte, no importa si es uno de tus malditos amigos, si no lo haces, te mueres y ellos también —mencionó David sonriendo.

Nat los miró algo preocupada, pero Jane y David tan sólo comenzaron a reír a carcajadas.

—Ay Nat, eres una perra.

***

Emily, Pablo y Carlos estaban en una cafetería enfrente de donde se encontraba el hospital, comprando algunos cafés.

—Me preocupa mucho Nat, si ya lo intentó una vez, lo hará de nuevo —dijo Pablo preocupado.

—Tienes razón, pero por ahora no pensemos en eso —respondió Emily.

—¿Creen que ella podría suicidarse dentro de un hospital?

—Todo es posible, Carlos.

Carlos los miró algo preocupado, luego miró hasta la calle.

—Ustedes compren los cafés, iré a quedarme con ella —dijo Carlos, para luego comenzar a caminar, para dirigirse al hospital.

***

—Parece que alguien viene —dijo David sonriendo—. Hazlo, no nos verá.

Nat demasiado nerviosa, tomó el bisturí, y lo ocultó debajo de la sabana, esperando a su primera víctima.

La puerta se abrió, dejando ver a una linda enfermera.

—¡Dios no puedo! —exclamó Nat casi en susurro.

—¿Todo bien, Nat? —preguntó la enfermera mientras caminaba hasta la camilla.

Nat no respondió, tan sólo dejó que la joven se acercara a ella, para hacer lo que David y Jane querían.

—Vas a sentir un pequeño pellizco —dijo la enfermera mientras retiraba el suero de la mano de Nat.

Nat miró asustada a David y Jane quienes la observaban ansiosos.

—Lo siento —dijo ella y en un rápido movimiento el bisturí estaba incrustado en el cuello de la chica, de dónde rápido comenzó a salir demasiada sangre.

La puerta se abrió, dejando ver a Carlos, quien observó la horrible escena.

—¿Qué hiciste? —preguntó Carlos sorprendido.

Nat miró a Carlos asustada, luego comenzó a respirar demasiado rápido.

—La maté —dijo Nat mientras unas lágrimas se deslizaban por sus mejillas—. No quería hacerlo, Carlos tienes que ayudarme.

Carlos ayudó a Nat a levantarse de la cama, mirando toda la sangre encima de ella.

—Tenemos que salir de aquí —dijo Carlos tomando a Nat de la mano.

Este comenzó a jalarla hasta la puerta, pero Nat lo detuvo.

—No puedo salir así, mírame, estoy toda llena de sangre —dijo Nat llorando—. Iré a la cárcel.

—¡No! No irás a la cárcel, te sacaré de aquí.

***

Alex se encontraba en su casa, apunto de irse a ver a los chicos, pues le había llegado la noticia que Nat había desaparecido del hospital.

Este puso su celular en la mesa, luego fue por un poco de agua y salió de la casa algo apurado.

—¡Alex! —comenzó a gritar el hermano pequeño.

Miguel se acercó a la mesa, dónde observó el celular de su hermano Alex y lo tomó, justo cuando esté estaba sonando.

—Hola Amber —saludó Miguel al teléfono—. Si, el salió de casa, dejó el celular aquí, tal vez se le olvido... hasta luego.

Miguel finalizó la llamada con Amber y se dispuso a irse a su habitación, donde su amigo Óscar lo esperaba.

Al llegar a su habitación, Miguel desbloqueó el celular, ya que un par de veces había visto a su hermano poner la contraseña.

—¿El grupo de Jane? —preguntó Miguel confundido.

—¿De qué hablas?

—Alex tiene un grupo llamado así —Miguel hizo una pequeña pausa, luego dirigió su mirada hasta su amigo—. ¿Qué te parece si nos agregamos al grupo? Sería divertido.

Óscar después de algunos segundos pensando, asintió sonriendo.

—¿Podemos? —preguntó Óscar confundido.

Miguel entró a la información del grupo, luego observó que su hermano era el administrador, junto a alguien llamada Jane.

—Si podemos —dijo Miguel sonriendo.

—Nos adueñaremos del grupo, y tú hermano puede joderse —dijo Óscar riendo.

—Ya te agregué, y a mí también, ¿Te parece si agregamos a Luna y Lucía?

Óscar asintió y Miguel se dispuso a añadir a sus amigas.

Grupo: "El grupo de Jane"

Alex añadió a Óscar

Alex añadió a Miguel

Alex añadió a Lucía

Alex añadió a Luna

Miguel: Bienvenidos a mi grupo, ahora soy el único administrador aquí.

Luna: ¿Grupo de Jane? ¿Quién carajos es Jane?

Óscar: Quién sabe, pero ahora este grupo es nuestro.

Lucía: Hola chicos.

Luna: Igual no me importa quien sea Jane, que se joda ella y su grupo.

Miguel: El cual ahora es nuestro.

Óscar: Haznos administradores.

Luna: Si, para agregar a más gente.

Miguel: No, solo será de nosotros, ya quiero ver la reacción de Álex al enterarse que estoy en su estúpido grupo.

Óscar: Yo no quiero estar en tu casa cuando eso suceda.

Luna: Pediré la ambulancia.

Lucía: Yo te prestaré la silla de ruedas de mi abuelita.

Miguel: ¡Idiotas! No creo que se enoje, tan solo que se cree otro y ya, es muy fácil.

Luna: Miguel añade a Amanda.

Miguel: Bueno.

Miguel añadió a Amanda

Luna: Hola Amanda.

Amanda: Hola, ¿Qué es esto?

Lucía: Un grupo idiota.

Amanda: Jaja que graciosa, eso es obvio, pero, ¿Qué hago aquí?

Miguel: Te vamos a matar, y enviaremos las fotos que le mandaste a Óscar.

Amanda: ¡No! Óscar prometiste que no las mostrarías.

Miguel: Solo yo las vi, no te preocupes.

Amanda: Eres un idiota Óscar, vete a la mierda.

Óscar: No gracias, no quiero ir a donde tú estás.

Lucía: ¿Qué fotos?

Luna: Creo que Amanda envío fotos desnuda, eso me interesa.

Amanda: Cállense.

Luna: Podríamos publicarlas en la página de la escuela, eso sería muy divertido.

Jane: Aquí nadie publica fotos de nadie, eso es horrible.

Luna: ¿Tú quién rayos eres?

Jane: Pronto lo sabrás, Lunita, posiblemente cuando te mate.

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