Sollozos, fuertes, largos, pero no importan. El cuadro es más importante. Te acercas mucho más a la pintura. En cuanto a la distancia se acorta, la magia, o tal vez la maldición, comienza a nacer y a crecer.

El ser, hombre, con cabeza de tigre mueve la cabeza. Aunque parezca irreal, lo hizo. En su posición original estaba mirando hacia la puerta, ahora, en este mismo instante, mira hacia la cámara. Dejas de avanzar, quedas inmóvil, viendo aquella escena tan irreal. El cuerpo se mueve con mayor fluidez que segundos antes. Ahora mueve las manos, los pies, y parpadea. Está bien que exista la magia, está bien que tengas magia prohibida, pero lo que estás viendo realmente parece algo salido de una película. Nunca habías escuchado de este tipo de magia, pero luego de un rato captas que es lo que está pasando.

Das un paso atrás, agarrando el celular con fuerza, no logras dejar de creer lo que está viendo; lo que no puedes notar, es que no solo ese cuadro está cobrando vida, todos lo están haciendo.

Das otro paso hacia atrás, cuando el hombre con cabeza de tigre usa la espada y rompe la tela del cuadro. Al parecer, este lugar era una cárcel que ya no existe.

-Gracioso, muy gracioso -dices con calma. Aunque tu corazón está latiendo a mil por hora, y la sangre te está hirviendo, tu mente está en profunda calma-. Pensar que ahora deberé encargarme un poco sobre estos tristes seres que quieren escapar de aquí.

Detienes la grabación. Guardas el celular en el bolsillo. Miras a los profundos ojos de aquel prisionero que acaba de escapar de su celda. De tu gabardina negra, que te arropa por el frio de la ciudad y que hace que te unas con las sombras, sacas una daga de color azul.

¿Debes luchar? ¿Realmente es necesario?

Decisión - Luchar.

Descripción: Vencer al primer recluso puede ser fácil, pero entre más logre vencer, mucho más difícil será aguantar.

Decisión - Ir hacia la puerta.

Descripción: Aunque haya alguien llorando, es el único lugar que puede salvarle la vida a aquel sujeto.