No dormir

Tu mente poco a poco sigue cediendo. Estás demasiado cansado, tu mente aún no se recupera de la experiencia tan cercana a la muerte y tus músculos aún no se recuperan de los golpes que recibieron. De los azotes que lastimaron tu delicado cuerpo. En definitiva, realmente no logras seguir luchando contra aquel cansancio que tanto domina tu mente. Aunque tratas de hacer un hechizo que aplaque la fatiga, este no logra ser efectuado. Tu energía está en un momento crítico... cierras los ojos por un segundo, y los vuelves a abrir. Escuchas las voces de aquellos que te salvaron la vida, pero no logras captar lo que están diciendo. Susurras un hechizo más fuerte, tendrás un rato para estar despierto, pero no crees que dures mucho.

Notas como los edificios están en llamas. Como algunos se están cayendo. Escuchas disparos, explosiones. Ves humo creciendo como paredes interminables hacia el cielo. La ciudad de Sxpar se está desmoronando lentamente. Todo es un caos. Ves a seres mágicos correr de lado a lado, algunos con arma, otros con niños. La policía mágica está presente, junto a los guardias del consejo mágico que se encuentra en la ciudad junto al rey el día de hoy. Menuda broma, piensas para ti. Ahora muchos pensarán que estaba junto a este grupo terrorista para salvarme la vida; pero no importa, tu corazón está seguro con ellos. Miras a las personas correr de un lado para otro. Tus ojos no pueden más, así que simplemente los cierras.

Un tiempo ha pasado cuando los vuelves a abrir. Tu espalda se encuentra reposada en un colchón suave. La almohada se moldea perfectamente con tu cabeza, pero el pitido que escuchas es insoportable. Te tapas la cara con una mano, tratas de pensar como terminaste acostado en una cama si hace unos minutos estabas a punto de morir, en ese momento recuerdas a tus salvadores. Te levantas de la cama, notas que incluso te han cambiado la ropa. Tu cara se calienta un poco, ¿alguien tocó tu cuerpo? ¿Habrán tocado de más? Tu mente en ese instante se vuelve un caos, pero inhalas y exhalas hasta que te calmas.

-Oh, el bello durmiente se ha despertado sin la necesidad del beso de una princesa, o tal vez un príncipe, no sabemos. -Una voz juguetona se escucha. Buscas el origen de ella hasta que nota un gato acostado en un sofá, ¿habrá sido de eso? ¿Un cambia formas? Eso sería demasiado para un día-. No, no soy el gato. Es un gato normal.

Una chica no mayor a los diecinueve sale de una de las puertas que están al frente de la cama. No has detallado el lugar donde estás, pero nadie te culpa tu mente aún debe estar dormida. Ella es más pequeña que tú, aunque no lo parezca, eres un año menor que ella. Sí, no mayor a los veinte y ya tu vida pende de un hilo, ¿en serio era necesario ir en contra de los estatutos primarios para ver si aquel hechizo funcionaba? Sí, ¿valió la pena? También.

-Lo siento por no presentarme, mi nombre es Camille Leblanc. -Su sonrisa blanca se muestra ante ti. Una sonrisa capaz de derretir el corazón de cualquiera. Vas a abrir la boca para mencionar tu nombre, pero ella se adelanta-. No hay necesidad, todos en esta sala conocen tu nombre, y todos saben que odias llamarte así, debido a esto usaremos el apodo que todos usan contigo, ¿o me equivoco Zervik?

-No, no te equivocas. De todos modos, el gusto es mío. -Sonríes de manera forzosa. Estas personas son peligrosas, te conocen mejor que lo que nosotros hacemos.

-Ay, te ves tan lindo preocupado. -La voz armoniosa vuelve a ser escuchada. Antes no habías podido ver sus rasgos faciales, pero ahora sí, ¡es hermoso! Digo, está bien para ser un hombre.

Cabello largo de color negro. Una tez tan blanca como el jade, con rastros que parecen de actor de películas. ¿Acaso se puede pedir más? Ah claro, desde su camisa se puede notar lo trabajado que está su cuerpo. Subes y bajas los hombros, definitivamente comparado con él, eres un sucio, eres polvo, eres nada. Sonríes, debes mantener una sonrisa, quién sabe que más saben de ti.

-Cierto, Camille, no le contaste que somos de aquel gremio, ¿cierto? -Ella niega con la cabeza. Él suspira con un gesto dramático, y bueno su ropa de época le hace parecer un príncipe-. Bien, mientras que el resto del equipo aparece, deben estar buscando la cena, me presentaré: Mi nombre es Daniel Erikson. Y soy el capitán del equipo "S+" del gran gremio del Dios ladrón.

-Si hubieran comenzado por allí me hubiera ahorrado un montón de formalidades y preocupaciones. -Respondes hablando más rápido de lo usual al escuchar el nombre del gremio. Por razones de tu corazón, tu confianza crece mucho más-. Me estaba preocupando de haberme unido accidentalmente a un grupo terrorista.

-Eres muy gracioso, joven. -Responde Daniel con calma absoluta-. Los otros ya deberían estar llegando, justo ahora.

Y no se equivocaba, justo en ese momento la puerta principal, la que está a la derecha, es abierta y entran dos personas. Uno alto, mucho más alto que un hombre promedio, con tez morena, con la camisa rota, justo donde deberían ir las mangas, lo cual hace que se noten todos sus músculos, su cabello corto a estilo militar. A su lado entra un sujeto delgado, se le notan los huesos de su clavícula con solo verlo, con el cabello desordenado y de color morado, al igual que sus ojos. Eso te llama mucho la atención, pero antes que llegues a abrir la boca ambos se presentan.

-Lo debes haber adivinado al verlo... -El chico de ojos morados habla, su voz, por alguna razón, se escucha algo distorsionada hasta que se adapta a la de un chico aún no madurado-. Sí, soy un cambia formas y mi nombre es Christopher, no tengo apellido. Un gusto conocer a un mago tan excepcional como tú, Zervik. Por otro lado, nuestro compañero es un guerrero sacro, uno que creemos que perdió su fe.

-¿Podría preguntar? -Típico viniendo de ti, sabes que la curiosidad puede hacer muchas cosas, pero la tuya siempre te ha ganado y gracias a ella casi mueres el día de hoy, ¿no aprendes?

-Claro, no es mucha molestia que lo hagas. -Reconoces la voz, fue aquella que te desorientó por completo, aquella que sonaba como un trueno, pero ahora... era más delgada.

-¿Por qué perdiste la fe hacia tu dios? -Tu pregunta es directa, no gira alrededor de nada, como cosa rara. Una pregunta parecida fue la que causó que llegaras a este punto, ¿lo recuerdas? Porque ambos lo sabemos. Una pregunta te hizo buscar libros, te hizo probar hechizos y luego terminaste desafiando a los dioses...

-Cállate. -murmuras, ¿me escuchas? No, creo que eso es imposible.

-La perdí hace un par de años ya, digamos que lo conocí en persona y no era nada parecido a lo que nos enseñaron. -Hace una pausa para proseguir-. Es bien sabido que todos los dioses de todas las religiones existen en nuestro mundo. Cualquiera puede volverse un inmortal, cualquiera con suficientes creyentes puede ser el más poderoso de este planeta, eso es bien sabido... ¿pero es posible matar a un dios?

»La mayoría creen que tú eres capaz de responder esa pregunta que tanto afecta los corazones de los creyentes, pero nadie te obligará a soltar ese secreto que haz de llevar en tu corazón hasta la tumba. -Suspira, mientras camina y se sienta. Los demás también lo hacen en sillas, estar de pies es incómodo, tu, por tu parte, lo haces en la cama-. Se suponía que él era un dios piadoso, lleno de amor y misericordia... pero no, no lo es. Es un dios lleno de odio, destrucción y si alguien no acata sus órdenes es eliminado. -Se mira las manos-. Estas manos de aquí están manchadas de sangre inocente, que no debía morir...

»Daniel me encontró y me uní al grupo. -Lo mira y le dedica una sonrisa corta-. Si él no me hubiera detenido, justo en aquel momento, hubiera matado en nombre de dios a muchos niños inocentes. -Para de hablar, mira tus ojos durante un rato y dice una sola palabra-: Camilo.

-Al igual que yo, no tenemos apellido ni segundo nombre. -Responde Christopher con calma-. Ahora, ¿quién sigue?

-Yo lo haré. -Camille habla con naturalidad-. Al menos, la mayoría de aquí no conocen como una chica cercana a la familia real de Syxs y a los Prime se encuentra en un gremio de ladrones... Y no uno cualquiera, el mejor gremio de ladrones que existe en el mundo.

»Por si lo quieren saber, sí, escapé de casa. Una semana después de que los cazadores malditos erradicaran a la facción traidora que casi hace un golpe de estado, yo quedé en la lista de chicas que debían casarse para tener un arreglo diplomático con aquellos seres. -Sus ojos se notan distantes, cosa que te parece atractivo-. Uno de ellos, justo con el que me tocaba casarme, rechazó la oferta por parte de ambos lados. Iría a una misión demasiado peligrosa y si llegaba a volver se casaría conmigo.

»Pasaron las semanas, meses y no había noticia de aquel cazador. Por mi parte estaba feliz, no me iba a tocar cazarme de manera obligatoria con algún ser o persona, pero el nombre de mi familia comenzó a ser manchado... Durante varios meses fui culpada de haber sido rechazada, culpada. -Hace una pausa y mira a Daniel-. Es gracioso como un ladrón puede salvarle la vida a una dama de manera; el gremio quería robar una daga que estaba en nuestra posesión, se supone que es una daga legendaria que llevaba miles de años en nuestro poder...

-Realmente lo era. -Daniel interrumpe a Camille-. La daga que fui a robar era un encargo de uno de los jefes de la familia Prime. Los cazadores, aunque sean imposibles de matar bajo mano mortal, no les gusta ensuciar su nombre, así que de vez en cuando hacemos trabajos para ellos.

-Curioso, hasta los protectores del reino tienden a hacer cosas que van en contra de las leyes... pero, ¿por qué no me han cazado? -piensas para ti-. ¿Atacar a un dios no va en contra de las leyes del cielo?

-Bien, siguiendo mi historia, Daniel entró con el anterior grupo "s+", para ese entonces nuestro capitán era la mano derecha del antiguo capitán. -Dedica una hermosa sonrisa blanca-. Entró una noche sin luna. No mataron a ningún guardia, tampoco los lastimaron, ni los dejaron inconscientes. Fue un robo perfecto. Se movieron por la oscuridad de la mansión; tomaron la daga y se fueron con las mismas. Nadie se enteró hasta dos días después, cuando mi padre rompió el televisor al ver la noticia que los cazadores malditos habían recuperado una daga del más fuerte de todos ellos.

»Desde ese día quise ser parte del gremio. Duré un año completo buscando la forma de entrar. Hacia robos gigantes a nombre de la reina carmesí, pero nada que lograba captar su atención, claro, hasta que ellos me encontraron a mí. -Sube y baja los hombros-. Ya el resto es historia.

Camilo, Camille y Daniel te miran con mucha curiosidad, por otro lado, Christopher espera si vas a hablar o no lo harás. Solo debes decir una palabra.

-Lo siento chicos, pero no me siento con ánimos de contar esa historia... Además, siento que estaría rompiendo una promesa que hice ante el altar del dios que lastimé. -Lo dices con calma, sin alterarte-. Juré por mi alma no revelar esa historia ante nadie.

-No hay problema Zervik, nadie te puede obligar a hacer esas cosas.

Daniel se ahorra de contar su historia, así que Christopher resume la suya en cómo fue torturado por el consejo mágico; la forma y el entrenamiento por parte del ejército para ser un asesino de élite.

Luego se sientan a comer sin más motivo; cada quien se acuesta a dormir. Te quedas mirando el techo, pensando en porque no contaste. La historia de que fue un juramento es falsa, eso nunca pasó. ¿Alguien está tomando control de tus acciones? No, eso sería imposible, ya lo sabrías... ¿o es acaso mentira? Sigues pensando mientras tu cabeza se sigue acomodando en aquella suave almohada.

Si alguien te controlara, explicaría cómo terminaste durmiendo condesconocidos, con algo peor queterroristas... Los peores ladrones de todo el reino mágico. Pero nada deeso importa en este momento. Ya lo decidiste, ya seas tú de forma consciente oque un ser mayor a los dioses te esté controlando. Suspiras y cierras los ojos.Te dejas llevar por la oscuridad.

(Seguir en mañana siguiente).

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