LA PROFUNDIDAD DEL DOLOR
How've you been? (¿Cómo has estado?)
I guess you're fine (Supongo que estás bien)
It's been pretty long (Ha pasado mucho tiempo)
Since we've last seen (Desde la última vez que nos vimos)
Entre sueños, escucho difusamente el tema del tono de llamada de mi celular, "Deep End". No sé por qué la voz de Yong bok en esta canción me tranquiliza, a la vez que me llena de tristeza, como si añorase encontrar algo o a alguien.
Afuera llueve demasiado. Como tantas otras veces, he permanecido acostada, fluctuando entre la realidad y el letargo; aunque, hoy, mi mente no solo tiene espacios en blanco, sino que ahora hay forma borrosas y algo grisáceas... nudos que de a poco se van desatando en mi cabeza.
La lluvia me ha puesto melancolica nuevamente. Se muy bien que no soy asi (¿o si?). Honestamente, no se quién soy. La chica que vivió en Corea parece haber quedado allí o, simplemente, murió en el accidente... Quizás jamás existió.
I'm sinking in the deep end
(Me estoy hundiendo en lo más profundo)
And I'll just try to cry myself to sleep
(Y solo voy a tratar de llorar hasta dormirme)
Please, stop this pain
(Por favor, detén este dolor)
¿Por qué todo se oye tan lejano? ¿Acaso escapo de esta realidad? ¿De qué huyo? ¿De quién? Mis sueños se mezclan aún más: Juan antes, Jin ahora; un tal Nam se entrelaza y amortaja a la figura del hombre del parque ¿Significa algo?
Yong bok insiste en abrirme heridas que quisiera nunca haberlas tenido. Mis manos hacen un recorrido de calvario entre la cicatriz de mi cabeza por donde se escaparon mis memorias, hasta la línea que divide mi abdomen y mi pubis, por donde se escapó un hijo al que no recuerdo y que jamás veré. Las lágrimas caen por mis sienes, cansadas de mojar mis cabellos y la almohada.
El tono de la llamada se calla tan solo unos segundos para volver a retomar su letanía. Sin embargo, mis ojos están pesados de tanto llorar y por el sopor del día gris. Quiero seguir durmiendo, quiero seguir en ese estado. Muchas veces he imaginado no despertar, no hacerlo para que no duela.
El sonido se hace cada vez más nítido. Mis oídos, tapados por burbujas de silencio, escuchan la voz grave del cantante una vez que las pompas de aire explotan. Mi cuerpo se mueve lentamente, como reconociendome y reconociendo la cama. Mis cabellos en enmarañados rizos, acarician mis mejillas rojas de confusión.
El llamado es insistente y alarmante. Se que Juan Sebastián no es – su tono de llamado es el tema "Moon"; se lo puse a él por ser mi satélite constante desde que nos conocimos–¿quién podría ser? ¿La operadora de la compañía de celulares? ¿Una estúpida encuesta por computadora?
Pero quien llama tiene urgencia de algo. Por eso sé que todos mis indicios apuntan a una única opción: es él, el hombre misterioso de mis sueños que apareció ayer en el parque. Recién allí recordé que le había pedido que me llamase. Se muy bien que no debería hablar con extraños, y mucho menos darles mi número de teléfono, pero este hombre parece conocerme y necesito saber de esa parte de mí: la que perdí, la que murió o quizás no existió. Es, por ahora, el único que me dará respuestas sin mentirme y sin rodeos.
Felix silencia abruptamente su voz cuando atiendo la llamada. Del otro lado, solo se escuchan bocinazos y gritos en lunfardo. "Está en la calle. Debe estar ansioso" Creo que mis pensamientos se escuchan más fuerte que mi voz, que aún no salió de mi garganta.
– Hello? Do you speak english?– se apresura a decir. –¿Hola? ¿Hablas español? ¿Estás allí?–su ansiedad me crea un vacío en el estómago y una aceleración en el corazón.
–Hola, hablo ambos idiomas. Y, si, estoy del otro lado– contesté al fin.
Escuché como un suspiro de alivio era opacado por un sollozo suave y entrecortado. "Después de tanto dar vueltas, te encontré aquí". La emoción en sus palabras en un raro español confirmaban mi sospecha: él sabía algo sobre mí... él tenía algo que ver con mí pasado; él, quizás, era una pieza clave en el rompecabezas de mi amnesia.
–¿Tú, me conoces?– arriesgué a decir.
–Espero poder contestarte con seguridad, mi querida Alma– dijo con un dejo de melancolia e inseguridad.
–¿Por qué dices eso?
–Pues, porque han pasado tres años desde que nos vimos la última vez, quizas, las cosas hayan cambiado tanto para tí como para mí–contestó, dejando un pequeño silencio para continuar–¿puedo preguntarte algo?
Afirmé con mis labios y mi cabeza, como si eso fuese a asegurarle mi respuesta "¿Por qué dices si te conozco? ¿Acaso no me recuerdas?" Sus preguntas me golpearon como el camión golpeó al taxi el día del accidente ¿Por qué debía mi memoria tenerlo presente? ¿Tan ligado a mi estaba este sujeto?
—Alma, ¿sigues al teléfono?—lo escuché con un tinte de desesperación.
—Lamento decirte que no te recuerdo y no te reconozco. Si alguna vez nos topamos, ese recuerdo quedó en la mesa del quirófano el día que me operaron de urgencia por el accidente que tuve—hablé con una franqueza que dolía hasta la médula.
Su silencio me indicó que el impacto de la colisión, ahora, lo recibía él. Luego escuché un llanto herido, como si un niño se hubiese lastimado luego de una caída, para luego finalizar la llamada y yo quedarme con el tono del corte.
No sé por qué, en ese instante, mi estómago se revolvió tanto que tuve que salir corriendo al baño. No solo expulsé lo poco que había comido durante el día, sino que también comencé a llorar sin consuelo, como si de una niña perdida me tratase.
Mi boca dejó escapar un par de veces aquel nombre que se colaba en mis sueños: "Nam"; y cada vez que lo susurraba, un punto de luz se abría en mis recuerdos, como si pintara un rostro que aún no tenía definición, pero sabía muy en mi interior a quién pertenecía.
If you hadn't changed
(Si no hubieras cambiado)
Then I'd still be by your side
(Entonces seguiría a tu lado)
If I gave you one more chance
(Si te doy otra oportunidad)
Can we go back again?
(¿Podemos volver a lo que éramos?)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top