Después de comer decidí salir a caminar, pero todavía estoy anonadado, no puedo creer que este en otro mundo,en este momento me encuentro en un gran campo con un aire puro, en el otro mundo ya no hay lugares así, la contaminación destruyó casi por completo la vegetación, pero lo más asombroso de este lugar es la ciudad que se ve a la distancia y lo que más llama la atención es su gran torre en el centro de toda la ciudad.

Abu. Teresa: sabía que te encontraría aquí.

Jack: enserio jajaja.

Abu. Teresa: jajaja, antes de que perdieras la memoria, siempre venía a contemplar la vista.

En ese momento me puse a pensar si decirle la verdad a Teresa pero ella ya es muy vieja, como se lo tomaría si le dijera que no soy su nieto Jack que no tengo amnesia sólo que vengo de otro mundo.

Jack: Abuela, te tengo que decir algo que me tiene preocupado.

Abu. Teresa: claro tesoro cuentame soy todo oídos.

Jack: la verdad es que... me gustaría saber que hacia antes de perder la memoria.

No, no puedo hacerlo, no quiero ni imaginarme lo que sucedería, mejor dejarlo así.

Abue. Teresa: jajaja sólo era eso pensé que era otra cosa más grave, pero me alivia que sólo sea eso.

Jack: si es que mi mente está en blanco y me pica la curiosa de saber quién soy y que hacia antes.

Abue. Teresa: bueno a ver por donde empiezo.

Nos quedamos toda la tarde hablando sobre quién era el otro Jack, me sorprendió al escuchar que tampoco tenía padres, pero  el tenía algo que yo no, el amor de una abuela, el la ayudaba en todo en la pequeña granja, trabajaba en los cultivos y criando un pequeño grupo de gallinas.

Ya se había echo de noche y no trajimos nada para iluminar así que todo estaba oscuro hasta que, se hizo la luz, la ciudad se había despertado era muy bonito, con todas esas luces era lo más bonito que había visto en mi vida.

Después de contemplar la ciudad por un buen tiempo, decidimos irnos a dormir, apenas toque esa cama quede profundo,no me acordé en que momento me quedé dormido y al otro día me desperté temprano, es la primera vez que me despierto a esta hora, todavía no había ni salido el sol totalmente, no me podía quedar acostado en la cama sin hacer nada, así que me levanté y me fui a bañar, detrás de la casa hay un río así que me pegué un grandioso baño, no me había fijado y lo raro era que no sólo teníamos el mismo nombre si no que también el mismo cuerpo, pues bueno ya nada me sorprende así que sólo salí del agua y me puse mi ropa.

Era muy de mañana así que no quería despertar a la abuela así que me puse a trabajar ya que la abuela me contó todo lo que hacia el otro así que me puse en ello, primero llevaba comida a las gallinas y mientras ellas comen recoger los huevos, después regar el cultivo  y mirar que no haya ningún tipo de bicho, era un trabajo muy duro pero relajante por algún motivo, la abuela aún no se levantaba así que se me ocurrió llevarle el desayuno, había una caña de pescar así que me puse a pescar era la primera vez que pescaba pero no me fue tan mal 4 peces alcalde a coger, prendí una fogata, los pongo a asar y se los llevó a la abuela con un poco de agua.

Jack: Abuela venga arriba te traje el desayuno.

Colocó el plato y el vaso encima de la mesa de la mesa de noche donde había una nota y una bolsa al parecer con algo a dentro, no le importancia, me centre en la abuela Teresa.

Jack: Abuela venga arriba, -la movía y nada-  abuela oye abuela.

Pero nada la abuela no me respondía, al ver que no pasaba nada coloque mi cara al frente de la nariz para ver si respiraba pero no sentía nada, sabia que estaba muerta, en el orfanato en donde yo vivía muchos de los niños morían repentinamente y al parecer este es el mismo caso, era la primera vez que sentía algo como esto era un dolor muy fuerte en el pecho y las lágrimas empezaron a salir, ni los niños del orfanato lograban que llorara por ellos, pero esta vez fue totalmente diferente aún que sólo tenía a la abuela Teresa en este mundo me sentía realmente como si tuviera una familia.

Después de que de mis ojos no salieran mas lágrimas, me acordé de la notan que se encontraba encima de la mesa de noche, al parecer estaba escrito por la abuela Teresa para mi.

Nota: Pequeño Jack al parecer ya está llegando mi hora, no te lo quería decir por tu amnesia, es muy duro para mi decirte esto, pero te lo diré  tengo una enfermedad muy grave así que no quiero hablar más sobre eso y espero me entiendas, en la mesa hay una bolsita con unas pocas monedas te servirán para comer por un tiempo, así que ve a la ciudad y busca a una amiga mía su nombre es Lucy la encontrarás en una capilla en el lado este de la ciudad, cuidate te quiere tu abuela.

Jack: gracias por todo abuela Teresa.

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Gracias por leer la segunda parte de esta historia, y espero les haya gustado por favor dejar si estrellita si fue así.

Y perdón si me demoró mucho en publicar es que mi inspiración llega por momentos y en diferentes historias por eso e creado varias, no se si me hice explicar pero bueno :)

Gracias por todo y nos leemos luego chao chao