CAPITULO 8: Desde el corazón (Parte 2)

Desde el corazón (Parte 2)

Taehyung había estado sintiéndose extraño durante los últimos días, demasiado extraño para ignorarlo. Todo comenzó con Cookie.  Los veterinarios, a pesar de todos sus esfuerzos, nunca lograron encontrar la verdadera razón detrás de lo que le estaba sucediendo al felino.

Después de varios exámenes y tratamientos fallidos, decidieron volver a internar a Cookie durante tres días más. Esos días fueron realmente difíciles para Taehyung, no solo porque sentía la falta de la compañía de Cookie, sino porque el dolor y la angustia que experimentaba cada vez que pensaba en él parecían volverse más insoportables. Sin embargo, al término de esos tres días, la condición de Cookie comenzó a mejorar, y esta vez, para sorpresa de todos, realmente mejoró. Aunque seguía sintiéndose inquieto, los veterinarios decidieron aplazar la recuperación por una semana más, extendiéndola hasta cinco días para asegurarse de que esta vez Cookie realmente estuviera recuperado.

Cuando finalmente regresó a casa, Cookie se veía mucho mejor, y aunque esto dejó un poco más tranquilo a Taehyung, no pudo evitar seguir sintiendo esa sensación de inquietud en su pecho, una que no lo dejaba en paz.

El segundo motivo por el cual Taehyung se sentía tan extraño era más perturbador. Desde que Cookie había regresado a casa, Taehyung había comenzado a tener sueños recurrentes, todas las noches, con Jeon Jungkook. Y lo más inquietante de estos sueños era que cada uno de ellos era siempre el mismo: Jungkook dormía plácidamente a su lado, tan cerca que podía sentir su calor, y para el pobre corazón del omega, Jungkook siempre estaba desnudo. Cada noche era igual, la misma escena, el mismo sueño, lo que hacía que Taehyung comenzara a preguntarse si realmente estaba tan necesitado de atención o si había algo más detrás de estos sueños. A veces, el omega se encontraba cuestionando si su celo estaba más cerca de lo que pensaba, pero las fechas no coincidían, aún faltaba un mes. Entonces, ¿por qué estaba teniendo este tipo de sueños? No tenía sentido, era completamente ilógico. Incluso se planteó la posibilidad de que estuviera perdiendo la razón, pero por más que intentaba no soñar con Jungkook, al final siempre terminaba soñando con él. Era vergonzoso, demasiado vergonzoso, sobre todo porque esa persona en cuestión estaba declarada como desaparecida en la vida real.

"¿Cookie ya se siente mejor?" - preguntó Jisoo.

"Sí", respondió Taehyung, dejando escapar un suspiro de alivio. "Parece que las medicinas y el tratamiento esta vez dieron resultado. Él está mejor ahora, así que ya no tengo que preocuparme tanto, pero siempre me inquieta pensar que a Cookie le podría pasar algo mientras no estoy en casa..."

"Relájate... Cookie está bien, así que trata de pensar en positivo", dijo Jisoo con una sonrisa tranquilizadora. "Entonces... ¿mañana sí podemos ir a esa cita doble?"

"N-no estoy seguro, Cookie... y si le pasa algo mientras no estoy?" Taehyung no podía evitar sentirse ansioso ante la idea de dejar a Cookie solo, incluso si era solo por unas pocas horas.

"Vamos, Tae, Cookie va a estar bien... Solo saldremos a ver una película, nada más, y luego podremos regresar a casa rápidamente", insistió Jisoo. "Además, ese amigo realmente está interesado en ti..."

"¿Interesado? ¿Acaso me conoce?" - preguntó el castaño.

"La verdad es que sí, la semana pasada vino al restaurante. Es más, tú fuiste quien lo atendió. Le pareciste un omega muy carismático, además dijo que eras un omega hermoso, que le sorprendía el hecho de que aún no tuvieras pareja..." Jisoo hizo una pausa, notando cómo el rostro de Taehyung comenzaba a sonrojarse. "Además, como dato extra, le hablé sobre  Cookie, y adivina qué... ¡él dijo que ama a los gatos! Dijo que una persona que ama a los animales tiene un corazón hermoso. ¿Ves, Taehyung? Él realmente es un hombre bueno. Estudió Administración en la Universidad de Seúl y ahora trabaja en el gobierno. Es un buen partido."

"S-si tiene ese perfil... ¿por qué buscaría a un omega como yo?" - susurró Taehyung, más para sí mismo que para Jisoo, sintiéndose inseguro ante la idea de que alguien así pudiera estar interesado en él.

"No ha tenido mucha suerte en el amor", continuó Jisoo. "Su anterior novia lo engañó con su mejor amigo, así que ya no confía mucho en las personas. Él quiere a alguien que sea bueno y que sea fiel a sus sentimientos. No se fija tanto en lo material. Vamos, Tae, esta es una buena oportunidad... Además, recuerda lo que te dije... este año te prometí que te ayudaría a encontrar a tu alma gemela..."

Taehyung sonrió débilmente ante las palabras de Jisoo. "E-está bien, iré...", accedió finalmente, aunque en su interior aún sentía un nudo de ansiedad.

Jisoo sonrió ampliamente y abrazó a Taehyung con entusiasmo, aliviada y feliz de haberlo convencido finalmente. Sabía que Tae estaba pasando por un período difícil y que necesitaba desestresarse, aunque él mismo no lo reconociera del todo. Últimamente, Taehyung parecía estar atrapado en una rutina que lo agotaba física y mentalmente. Jisoo había notado las profundas ojeras bajo sus ojos, algo que no era habitual en él. Cada vez que le preguntaba qué le pasaba, Taehyung se limitaba a decir que estaba durmiendo poco a propósito, porque no disfrutaba demasiado de los sueños que estaba teniendo. Este comentario preocupó a Jisoo, quien lo interpretó como una señal de que su amigo estaba lidiando con un estrés significativo. Además, Jisoo sabía que su amigo, a quien había descrito con tanto entusiasmo, estaba realmente interesado en Taehyung, y ella esperaba sinceramente que ambos pudieran conectar en un nivel más profundo, lo que podría traer algo de alivio y felicidad a la vida de Taehyung.

Cuando terminaron su jornada laboral, ambos amigos se dirigieron juntos a casa, caminando bajo la luz de la luna mientras charlaban animadamente sobre cualquier tema que les venía a la mente. La conversación fluía con facilidad, como siempre lo hacía entre ellos. Fue entonces cuando Jisoo se percató de que en el parque cercano, habían montado una feria. Las luces brillaban en la distancia, y el sonido de la música y las risas flotaba en el aire. Taehyung ni siquiera había notado la presencia de la feria, absorto como estaba en sus propios pensamientos. La visión de las atracciones, las luces y la multitud hizo que Jisoo se llenara de emoción. Sabía que al día siguiente no tenían que trabajar, lo cual era la excusa perfecta para convencer a Taehyung de que se quedaran un poco más y exploraran la feria.

"Vamos, Tae, solo quiero ver qué hay. Mañana no tenemos que ir a trabajar, así que no hay prisa. Solo serán unos minutos, te prometo," insistió Jisoo.

"N-no, Jisoo. Cookie me espera en casa. El pobre no ha comido desde el almuerzo, y debe estar con hambre. Si llego tarde, estoy seguro de que me matará," respondió Taehyung.

"Vaaamooos, Tae. Mañana saldremos con los chicos y no podremos estar aquí. ¡Vamos, solo será un rato! Además, si vienes, te prometo que le compraré a Cookie sus croquetas premium favoritas," insistió Jisoo, viendo que Taehyung aún dudaba. Sabía que la mención de Cookie y su comida favorita podría inclinar la balanza a su favor.

Finalmente, después de una breve lucha interna, Taehyung cedió con una pequeña sonrisa, aunque aún algo reacio. La feria estaba llena de vida y color, con juegos para niños, un circo itinerante y una multitud de familias y parejas que disfrutaban del ambiente festivo. Mientras caminaban entre la gente, Taehyung no pudo evitar sentir una punzada de nostalgia en su corazón. Ver a las familias sonreír, compartir risas y disfrutar juntas le recordó algo que él nunca había tenido, pero que anhelaba profundamente en su vida. En lo más profundo de su ser, Taehyung deseaba formar su propia familia algún día. Quería tener hermosos cachorros y un esposo que lo amara incondicionalmente. Soñaba con vivir momentos como los que veía en la feria, momentos de alegría y unión que él nunca había experimentado con su propia familia.

No...con Cookie es suficiente.

"Mira, Tae, allá hay tiendas. ¡Vamos!" dijo Jisoo emocionada, sin darle tiempo a Taehyung para pensar, mientras lo jalaba hacia una de las tiendas con su característico entusiasmo.

Antes de que Taehyung pudiera responder o negarse, Jisoo ya lo estaba arrastrando hacia una tienda de color rojo que se destacaba por sus llamativas decoraciones. La tienda tenía un aire antiguo y místico, con elementos que parecían sacados de cuentos de magia y leyendas. Al entrar, fueron recibidos por una anciana que estaba sentada detrás de una pequeña mesa cubierta con un mantel bordado en hilos dorados. El ambiente dentro de la tienda era diferente, casi como si estuviera aislado del bullicio de la feria. Las luces tenues y las sombras danzantes en las paredes le daban al lugar un aire de misterio.

Era una de esas tiendas donde te presagiaban tu posible futuro.

"Buenas noches, ¿cuánto cuesta una lectura?" preguntó Jisoo, visiblemente emocionada.

"Ocho mil wones," respondió la anciana con calma, su voz era tan tranquila como el ambiente que la rodeaba.

Jisoo no pudo contener su entusiasmo y, sin dudarlo ni un segundo, aceptó la oferta. La anciana comenzó a barajar las cartas con una habilidad impresionante, moviéndolas entre sus manos con una destreza que dejó a ambos jóvenes fascinados. Sus manos, aunque envejecidas por el tiempo, se movían con precisión y gracia. Luego, le pidió a Jisoo que partiera la baraja en tres montones, rápida y decididamente, sin pensarlo demasiado. Jisoo lo hizo con entusiasmo, ansiosa por descubrir lo que el destino le tenía preparado.

"Esta primera baraja representa tu pasado," comenzó la anciana, levantando la primera carta con delicadeza. "Esta del medio representa tu presente, y la última, tu futuro."

La anciana extrajo las cartas de la primera baraja y comenzó a hablar con un tono grave y solemne. "Esta carta simboliza dolor, soledad... Has pasado por dificultades serias. La espada aquí representa el sufrimiento y el abandono, y no veo que nadie haya estado ahí para ayudarte en esos momentos difíciles. Tuviste una oportunidad de cambiar tu vida, pero no la aprovechaste..."

Jisoo sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, recordando claramente una oportunidad perdida en su juventud, una familia que había intentado adoptarla cuando era más joven.

"¿Qué habría pasado si hubiera aprovechado esa oportunidad?" preguntó, interrumpiendo a la anciana, esperando ansiosamente una respuesta.

La anciana no respondió de inmediato. Tomó suavemente la mano de Jisoo y la observó detenidamente, como si estuviera leyendo algo más allá de las líneas de su palma, antes de hablar en un tono suave y calmado. "Habrías encontrado felicidad en ese nuevo camino. Veo nuevas oportunidades, una vida pacífica y tranquila que te esperaba... pero las decisiones que tomaste te llevaron por un camino diferente. Aunque no puedo decir que fue el camino incorrecto, sí puedo ver que te has perdido de experiencias que podrían haberte traído paz y alegría."

Jisoo tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta y un peso en el pecho que parecía aumentar con cada palabra de la anciana. Nerviosa, preguntó sobre su futuro "¿Y qué hay sobre mi futuro...?"

La anciana soltó la mano de Jisoo y se enfocó en la última baraja, sus movimientos lentos y calculados mientras sacaba la primera carta. La primera carta que apareció fue la Torre, un símbolo que no presagiaba nada bueno. "Algo sucederá, que cambiará tu vida. Podría ser un nuevo amor, pero no saldrá bien. O tal vez sea una oportunidad en el ámbito económico, o en un nuevo trabajo, pero las cosas no irán a tu favor. Las estrellas no están alineadas para ti en este momento. Te recomiendo que no confíes demasiado en los extraños este mes. Mantente al margen, evita tomar decisiones impulsivas..."

El rostro de Jisoo palideció ligeramente, y la ansiedad comenzó a hacer mella en ella. Sus manos temblaban levemente mientras intentaba asimilar lo que la anciana había dicho. Las palabras resonaban en su mente, haciéndola sentir un poco asustada. "B-bueno... T-tae, ¿tú no quieres participar?" preguntó, intentando reprimir su temor y cambiar el foco de la atención hacia Taehyung, quien había permanecido en silencio.

"Y-yo no..."—respondió Taehyung, sintiendo un nudo en la garganta mientras miraba fijamente a la anciana. No podía soportar la idea de que le revelaran algo que pudiera asustarlo aún más, así que prefirió no arriesgarse a conocer su destino. El ambiente en la tienda le resultaba opresivo, cargado de un aura pesada . Con un rápido movimiento de cabeza, se apartó de la mesa y, sin decir una palabra más, se dirigió hacia la salida junto a Jisoo. El aire denso y casi sofocante de la tienda parecía pegarse a su piel, y la sensación de ser observado desde las sombras lo perturbaba profundamente. Cuando ambos cruzaron finalmente la puerta hacia la fría noche, Taehyung sintió un ligero alivio, como si hubiera escapado de algo invisible pero terriblemente peligroso.

Mientras tanto, Jisoo, ajena a las inquietudes de Taehyung, se inclinó para depositar el monto sobre la mesa de la anciana, sonriendo de manera nerviosa. Sin embargo, la anciana, con una expresión inescrutable y fija en los jóvenes, no dejaba de seguirlos con la mirada.

No era la primera vez que sentía una conexión extraña y perturbadora con alguien que entraba en su tienda, pero había algo diferente en la presencia del joven que estaba al lado de la beta, algo que despertaba en ella una sensación de inquietud que no podía ignorar. Al recoger las cartas, sus manos temblaron ligeramente al darse cuenta de que Taehyung había dejado caer una pequeña pulsera en el suelo. Con delicadeza, la recogió, y cuando sus dedos tocaron el frío metal, un escalofrío helado recorrió su columna vertebral, como si hubiese entrado en contacto con un presagio oscuro. La mirada intensa y triste del joven la había impactado de una manera que no comprendía del todo, pero la urgencia de descubrir más sobre su destino la llevó a barajar nuevamente las cartas, casi como si un poder invisible la empujara a hacerlo.

La primera carta que apareció en la mesa fue la carta de la muerte. Un susurro apenas audible escapó de sus labios arrugados mientras contemplaba la oscura  ilustración que se desplegaba ante ella. "Este chico... su destino está marcado por la muerte..."—murmuró para sí misma. Pero la cuestión que le carcomía la mente era aún más aterradora: ¿era su propia muerte la que veía en las cartas, o la de alguien muy cercano a él?

Cuando giró la segunda carta, su sorpresa fue tan evidente que incluso ella misma se quedó boquiabierta por un instante. La carta de los amantes apareció ante ella, radiante y poderosa, desafiando la lectura anterior. Rara vez se encontraba con esta carta en una consulta tan cargada de sombras, lo que la dejó profundamente perpleja y pensativa. "Los amantes... ahora entiendo..."—dijo la anciana, una sonrisa enigmática y algo melancólica curvando sus labios mientras reflexionaba sobre el significado de lo que acababa de ver. Las cartas le revelaban un destino intrincado, donde el amor y la muerte estaban entrelazados de una manera que solo se veía en los destinos más extraordinarios y desafiantes. Era evidente que ese joven omega enfrentaría una prueba de gran intensidad en su vida, una prueba que lo cambiaría profundamente y que podría llevarlo tanto a la redención como a la perdición. Solo el tiempo, y quizás el destino mismo, revelarían si este encuentro con lo desconocido sería para bien o para mal.

Jungkook era completamente consciente de los cambios que se producían en su cuerpo, especialmente desde aquella primera vez que lo regresaron a casa. Aunque, técnicamente, la palabra "casa" no parecía adecuada, con el tiempo había comenzado a considerar el pequeño departamento de Taehyung como un hogar.

No era un lugar grande ni lujoso, pero tenía una calidez que lo hacía sentir acogido y protegido, algo que no había experimentado en mucho tiempo. Sin embargo, Jungkook sabía que su cuerpo sufría transformaciones impredecibles, y aunque estas solo duraban unos minutos, el proceso era indescriptiblemente doloroso.

Recordaba vagamente la noche en que Taehyung llegó borracho, y sospechaba que durante ese lapso se había transformado, lo que explicaba por qué había amanecido tan adolorido. Aunque el dolor era casi insoportable, había logrado encontrar maneras de controlarlo durante la semana pasada, permitiéndole actuar con normalidad frente al castaño. Sin embargo, había momentos en los que el sufrimiento regresaba con fuerza, pero Jungkook se obligaba a fingir que estaba bien. Lo hacía porque había descubierto algo que lo afectaba profundamente: no soportaba ver a Taehyung llorar. Solo pensar en las lágrimas de Taehyung hacía que el corazón de Jungkook se encogiera, y con esa revelación, comprendió que estaba cayendo cada vez más por ese omega. Pero... no podía permitirse sentir nada por él, no cuando las cosas parecían estar volviendo a su curso natural.

Jungkook sabía que, si lograba controlar sus transformaciones, podría escapar de la casa y regresar con su familia. Necesitaba realmente hacerlo.

Había escuchado en las noticias que si no lo encontraban en un mes, sería declarado oficialmente muerto, y eso era algo que no podía permitir. Había luchado demasiado para llegar hasta donde estaba, incluso cuando sus propios hombres lo habían traicionado. El nombre de Min Yoongi apareció en su mente, y Jungkook sintió un ardiente deseo de venganza hacia ese alfa. No podía quedarse en ese departamento; tenía que resolver sus problemas, encontrar una manera de hacer que todo pareciera un secuestro del que había logrado escapar por su cuenta.

Además, necesitaba descubrir qué demonios le habían hecho aquellos hombres. Y, por si eso fuera poco, el compromiso con Lisa seguía en pie, al igual que los asuntos de la empresa. Jungkook recordó que el día en que fue secuestrado, tenía una importante reunión en Estados Unidos para forjar una alianza comercial. Después de todo lo que había pasado, debía hacer todo lo posible para reanudar los negocios con las empresas extranjeras. No podía permitirse quedarse en ese lugar. Regresaría, y cuando lo hiciera, tendría que actuar como si esos casi dos meses que pasó con Taehyung nunca hubieran ocurrido.

Era necesario, tanto por su propio bien como por el de Taehyung. Si sus secuestradores descubrieran que el omega lo había recogido de ese basurero donde lo arrojaron, probablemente vigilarían cada uno de sus movimientos, y Jungkook no permitiría que nada malo le ocurriera a Taehyung. Necesitaba protegerlo desde las sombras, aunque eso significara alejarse para siempre.

Necesitaba aprovechar esta oportunidad.

"¡Cookie, ya llegué!"—gritó Taehyung con alegría al entrar por la puerta.

Jungkook, se acercó rápidamente a él.

"¡Mírate, estás adorable, Cookie! ¿Sabes? Jisoo compró tus croquetas favoritas. Vamos, tienes que comer algo, seguro que estás muriéndote de hambre. Mañana por la noche saldré un rato, pero no te preocupes, volveré temprano a casa. No quiero que nada malo te pase..."

Cuando las luces se apagaron y tanto como Cookie y Taehyung cenaron, ambos se acostaron sobre la cama. Esa noche fue la última en que Taehyung y Cookie durmieron juntos, acurrucados uno al lado del otro en el cálido y pequeño departamento.

Taehyung colocó a Cookie sobre su pecho, abrazándolo con ternura, como solía hacer todas las noches.

Aunque Jungkook nunca lo admitiera abiertamente, amaba estos momentos íntimos aunque no debería ser así...

Desde esa posición, podía oler el delicado aroma a lirios que emanaba de Taehyung, un perfume que había llegado a encontrar absolutamente maravilloso. La fragancia de los lirios se había convertido en su favorita, y deseaba poder quedarse así para siempre, disfrutando de la cercanía y el confort. Se preguntaba, en sus momentos de introspección, dónde había estado ese omega cuando él aún era humano. ¿Cómo habría sido su vida si se hubiera cruzado con Taehyung antes de todo esto?

Esa noche marcó el fin de los días en que Cookie compartió la cálida compañía de Taehyung. 

El próximo capítulo será difícil ...ahora viene el drama, y una cosita que debo aclarar es que Tae ama a Cookie no a Jungkook, así que ahí también se necesita un desarrollo,en especial , porque en este mundo los cambiaformas son solo una leyenda. Así que si Tae se entera que Jungkook es Cookie ahí habría un chock y un posible desmayo.

Otra cosa es que en este mundo las personas no tiene un lobo interno.

Eso sería todo :)

Muchas gracias por sus comentarios y votos ❣️
El próximo capítulo lo tendré listo el fin de semana ❣️

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