CAPITULO 7: Desde el corazón (Parte 1)
Desde el corazón (Parte 1)
Jungkook se encontraba en un estado de dolor insoportable, como si todos los huesos de su cuerpo se hubieran roto en mil pedazos o como si un camión lo hubiera atropellado sin piedad. Desde el día del cumpleaños de Taehyung, había comenzado a experimentar una sensación de malestar tan abrumadora que no podía ni siquiera levantarse de la cama. El dolor era tan intenso que le resultaba imposible hacer el más mínimo movimiento sin que su cuerpo entero le gritara de agonía. Cada vez que intentaba mover un músculo, sentía como si su columna vertebral se hubiera partido en incontables fragmentos afilados que se clavaban en su carne, amplificando su sufrimiento. Era un dolor que conocía bien, uno que lo retrotraía a aquel momento oscuro cuando su vida cambió para siempre.
Taehyung, siempre atento, se dio cuenta rápidamente de que algo estaba muy mal con Cookie. Al observar que Jungkook no podía levantarse ni moverse, su preocupación se transformó en miedo. No había nada que pudiera hacer para aliviar su sufrimiento en casa, y eso lo desesperaba. Cada vez que Jungkook intentaba moverse, el dolor que experimentaba era tan intenso que el felino se quedaba completamente paralizado, como si su cuerpo se negara a obedecer. Esta agonía le recordaba vívidamente aquella horrible experiencia cuando esos hombres lo habían llevado a ese cuarto oscuro, donde había cerrado los ojos siendo un hombre y, al abrirlos de nuevo, se encontró convertido en un gato. En aquel entonces, su cuerpo había despertado gritando por ayuda, con un dolor similar al que ahora lo atormentaba.
Esa mañana, Taehyung no pudo ir a su trabajo habitual. La condición de Jungkook lo había impactado tanto que lo único que pudo hacer fue llevarlo de inmediato al veterinario. No le importaba cuánto dinero costara el tratamiento; lo único que le importaba era el bienestar de su gato. Mientras lo cargaba en sus brazos, podía ver en los ojos de Jungkook el dolor por el que estaba pasando, eso rompió a un más el corazón del omega. Taehyung estaba verdaderamente angustiado y no podía evitar sentirse culpable.
Cuando llegaron al veterinario, las noticias no fueron alentadoras. Según el veterinario, Jungkook parecía haber sido golpeado severamente. Tenía múltiples moretones en su pequeño cuerpo y le costaba mucho mantenerse de pie. Era evidente que algo terrible le había sucedido, pero ni siquiera Jungkook podía explicar cómo había llegado a esa situación. El dolor era tan abrumador que le impedía moverse, comer, o incluso reaccionar de manera normal.
Los días siguientes fueron particularmente difíciles. Jungkook tuvo que quedarse en la veterinaria para recibir cuidados especiales y supervisión constante. Taehyung, por su parte, tuvo que regresar a trabajar para poder pagar el costoso tratamiento, lo que significaba que no podía quedarse a su lado como habría querido. La distancia entre ambos en esos momentos críticos resultaba insoportable para Taehyung, quien solo podía imaginar a su Cookie sufriendo solo. Jungkook, que normalmente era un gato fuerte, estaba ahora postrado, incapaz de comer alimentos sólidos y dependiendo de una dieta de líquidos y comida licuada. El tiempo parecía pasar con una lentitud torturante, y fue solo al cabo de cinco días que el dolor comenzó a ceder, permitiendo a Jungkook una mínima recuperación. Pero incluso entonces, la incertidumbre lo seguía atormentando: ¿por qué había amanecido en ese estado? ¿Qué había sucedido para que volviera a experimentar un dolor tan similar al que sintió cuando se transformó de humano a gato?
El día en que finalmente le dieron de alta, el veterinario habló con Taehyung, quien había llegado temprano, ansioso por llevar a su amigo de regreso a casa.
"Está mejorando," dijo el veterinario con tono profesional pero comprensivo. "Hoy ha logrado comer alimentos sólidos por primera vez desde que llegó aquí. Es crucial que lo alimentes bien y que le des los masajes en las áreas que te indiqué para ayudarlo a recuperarse por completo."
"Muchas gracias," respondió Taehyung, inclinándose levemente en señal de respeto. "Gracias por cuidar tan bien de Cookie durante estos días. Realmente se lo agradezco... y sobre el pago del tratamiento, ya lo he depositado."
"Sí, el pago ya ha sido confirmado," dijo el veterinario con una sonrisa. "Gracias a ti. Espero que ambos tengan un buen día y que Cookie se recupere pronto."
Taehyung miró a Cookie, quien estaba en sus brazos, con una mezcla de alivio y preocupación. "Hey, vas a estar bien," dijo con una voz suave y reconfortante. "El doctor dijo que tal vez te escapaste durante la noche y posiblemente algunos extraños te golpearon , pero... si eso fuera cierto, ¿cómo es que amaneciste a mi lado? ¿Como regresaste a casa? Dime, Cookie, ¿qué fue lo que realmente pasó?"
Jungkook, incapaz de comunicarse con palabras, solo pudo mirarlo.
Taehyung esbozó una sonrisa triste, consciente de lo absurdo de su pregunta. "Es obvio que no vas a responder," continuó, "ni siquiera sé si entiendes lo que estoy diciendo, pero... aun así..." Hizo una pausa, tragando saliva mientras sus emociones se apoderaban de él. "Debes tener más cuidado, Cookie. No soportaría que algo te pasara, y menos si fuera por mi culpa. Esa noche, cuando bebí con Jisoo, debí haber abierto una ventana de la habitación por error. Todo fue mi culpa, lo siento tanto, Cookie. A veces pienso que deberías tener otro dueño, alguien que pueda cuidarte mejor. A pesar de tener veinticinco años, sigo comportándome como un joven inmaduro. ¿Cómo pude pensar que podía cuidar de ti si apenas puedo cuidarme a mí mismo? Realmente, todo esto es mi culpa..."
Las lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Taehyung, gotas silenciosas que rodaban por sus mejillas y caían sobre la cabeza de Cookie. Jungkook podía sentir la tristeza profunda de Taehyung, una tristeza que nacía de un sentimiento de culpa injusto.
Jungkook sabía, sin lugar a dudas, cuánto amaba Taehyung a Cookie. Lo había visto hacer cualquier cosa por él, sacrificar lo que fuera necesario, todo porque lo amaba con todo su corazón. Y ahora, ver a Taehyung llorar por una culpa que no le correspondía era algo que Jungkook no podía soportar. Sabía que en realidad, si había alguien a quien culpar, ese era él mismo.
Después de observar las lágrimas de Taehyung y sentir el calor de sus abrazos, Jungkook tomó una decisión que cambiaría su relación para siempre. Lentamente, se acercó al rostro de Taehyung, y con la mayor ternura, comenzó a lamer sus lágrimas. El omega se quedó inmóvil, en estado de shock por el gesto inesperado, pero luego, a pesar del llanto, esbozó una sonrisa cálida y llena de cariño.
"Cookie, yo también te quiero," susurró Taehyung, sintiendo un alivio inmenso al notar que Cookie lo entendía de alguna manera.
Taehyung se encontraba recostado en su cama, su mirada fija en el pequeño cuerpo de Cookie, que dormía tranquilamente a su lado. Había tenido que darle una pastilla para que pudiera descansar, ya que los malestares habían vuelto a atormentarlo, y eso lo tenía sumido en una profunda preocupación. No entendía por qué Cookie estaba pasando por todo esto, y cuanto más lo pensaba, más culpable se sentía. ¿Cómo había llegado a este punto? Si tan solo no hubiera bebido tanto en su cumpleaños, si hubiera sido más responsable, tal vez Cookie estaría bien ahora. La culpa se enroscaba en su corazón como una serpiente venenosa, apretando más con cada latido. Recordó la confusión que sintió aquella noche, la sensación extraña de haber visto a un hombre en su cuarto, una visión que había atribuido al exceso de alcohol. Pero ahora, todo parecía más real, más inquietante.
"Es todo mi culpa," murmuró Taehyung para sí mismo, su voz temblorosa, apenas un susurro en la penumbra de la habitación. "Cookie, tus síntomas han regresado, y me aterra pensar en lo que podría pasar. Mañana tendremos que volver al veterinario, pero... no sé si podré pagar otro tratamiento. Me despidieron del call center por no haberme presentado, y tuve que pedirle un préstamo a la señora Kang para cubrir el costo del tratamiento anterior. Siento que estoy fallándote, y no sé qué voy a hacer..."
Las lágrimas comenzaron a deslizarse silenciosamente por sus mejillas, cada una llevando consigo un pedazo de su esperanza. Se sentía completamente impotente, atrapado en una situación que lo superaba. ¿Qué pasaría si no podía pagar el tratamiento de Cookie? La mera idea de perder a Cookie lo aterrorizaba, haciéndolo sentir como si su corazón estuviera siendo desgarrado en pedazos. Desde que Cookie había llegado a su vida, Taehyung había encontrado un nuevo propósito, una razón para seguir adelante. Le había prometido a Cookie que lo cuidaría, que estaría allí para él siempre, pero ahora, esa promesa parecía desvanecerse.
"Voy a encontrar la manera, Cookie, te lo prometo. Trabajaré más duro, aunque eso signifique que ya no te veré tanto como antes. Pero en este momento, tú eres lo único que importa..." dijo Taehyung, su voz en un susurro. Mientras pronunciaba esas palabras, un sonido familiar interrumpió sus pensamientos: una notificación de mensaje en su teléfono. Con manos temblorosas, lo tomó y leyó el mensaje que había llegado.
"Jisoo me ha contado sobre tu situación. ¿Por qué no me pediste ayuda? Sabes que siempre estaré aquí para ti," decía el mensaje.
"Hyung, no quería molestarte," respondió Taehyung.
"Siempre intentas resolver tus problemas solo. Si necesitas dinero para el tratamiento de tu gato, te apoyaré. Solo dime cuánto es y lo depositaré en tu cuenta. Ya te dije que entre nosotros siempre nos apoyaremos."
"No es necesario, hyung... no quiero ser una carga," escribió Taehyung, aunque en su corazón sabía que necesitaba la ayuda.
"Depositaré el dinero en tu cuenta, Tae. No quiero verte desanimado de nuevo. Ya te dije que eres importante para mí. Me darán vacaciones dentro de dos semanas, iré a visitarte para ver cómo estás, y espero encontrarte feliz como la última vez."
Taehyung no respondió al mensaje de su hyung, pero las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Su visión se volvió borrosa mientras intentaba procesar la abrumadora mezcla de emociones que lo envolvía. Por un lado, sentía una profunda gratitud por tener a su lado a personas que realmente lo querían y estaban dispuestas a ayudarlo sin pedir nada a cambio. Yoongi y Jisoo eran especiales. Pero, al mismo tiempo, esa gratitud venía acompañada de una inmensa culpa que lo aplastaba con su peso, recordándole su incapacidad para resolver sus problemas por sí mismo.
Esa noche, Taehyung lloró en silencio hasta que el agotamiento finalmente lo venció. Se acurrucó junto a Cookie, abrazándolo con fuerza como si temiera que el pequeño gato pudiera desaparecer en cualquier momento. Cookie no era solo una mascota para él; era su ancla, su estabilidad en un mundo que a menudo parecía caótico y fuera de control. Mientras sus brazos envolvían el pequeño cuerpo de su gatito, Taehyung sintió una tristeza profunda y desgarradora, consciente de lo frágil que era la vida de Cookie y de lo mucho que dependía de él para sobrevivir... Si realmente supiera la verdad.
Cuando Taehyung finalmente se quedó dormido, su mente lo transportó de nuevo a aquel extraño sueño. Se encontró otra vez en ese lugar desconocido, y frente a él, estaba el mismo hombre que había visto en su cumpleaños. Jeon Jungkook, su rostro tan claro como si estuviera allí en persona. Taehyung se sorprendió al ver que el escenario se repetía, como si el sueño estuviera tratando de decirle algo importante. Su corazón comenzó a latir con fuerza, y antes de que pudiera comprenderlo, las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, sin comprender porque.
La angustia lo envolvía, una sensación de desesperación que no podía explicar. ¿Por qué estaba llorando en su sueño? ¿Era acaso un reflejo de la impotencia y la tristeza que sentía en la realidad? Taehyung no lo sabía, pero lo que ocurrió a continuación lo dejó aún más desconcertado.
A diferencia de la vez anterior, Jungkook no estaba dormido en este sueño. Estaba despierto, con una expresión de suave preocupación en su rostro. Se acercó a Taehyung y, con una delicadeza que hizo que su corazón se estremeciera, tomó su rostro entre sus manos y comenzó a secar sus lágrimas. "No me gusta cuando lloras," dijo el alfa, con una voz suave y cálida, sus palabras resonando en el corazón de Taehyung con una intensidad que casi dolía.
Taehyung se quedó inmóvil, incapaz de moverse o de decir algo. Cerró los ojos por un instante, intentando procesar lo que acababa de suceder, pero cuando los volvió a abrir, ya no estaba en el sueño. Había regresado a la realidad, tumbado en su cama, con Cookie todavía dormido plácidamente a su lado. El sueño había terminado, pero las emociones que había sentido aún latían con fuerza en su pecho.
Sabía que estos sueños con Jeon Jungkook eran extraños, ni en sus meses estando en la universidad había tenido esta clase de sueños, porque ahora? Pero por ahora, su mente solo podía centrarse en una cosa: Cookie. Protegerlo y cuidarlo era lo más importante, y haría cualquier cosa para asegurarse de que el estuviera seguro y sano, lo único que importaba en ese momento era cumplir la promesa que había hecho a Cookie.
Este cap tendrá una segunda parte. Muchas gracias por leer ❣️
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