Capítulo XXXIV

A la mañana siguiente, Carla se despertó gracias a la luz que entraba por el ventanal, un poco antes que sonara la alarma del despertador. Miró a Marcos dormir y sus ojos se llenaron de lágrimas. Sintió una especie de calor en el corazón y un nudo en la panza recordando las palabras de la noche anterior. Ella también lo amaba, pero sentía mucho miedo. Nunca había atravesado el sentimiento que estaba experimentando con Marcos y la asustaba. Entendía que estaban en la etapa de enamoramiento, que seguramente estaba idealizado a Marcos, como alguna vez idealizó a Sergio y terminó golpeada y escapando. Tenía terror de que la historia con Marcos terminará mal. O que la situación del casamiento lo abrumara. Aunque en lo profundo de su ser sabía que Marcos no era Sergio, que no era una persona violenta y que hasta ahora había demostrado ser alguien amable, cariñoso, protector. ¿Cómo no se iba a enamorar de él? Después de todo lo que habían vivido desde que Mishuri se escapó y se metió en su balcón. Pensó que al final Ludovica tenía razón y era una persona con mucha suerte.

Marcos abrió los ojos y la vio ahí mirándolo. Acarició su rostro y se estiró, desperezándose como lo hacía su gato todas las mañanas.

—Qué lindo despertar así.

—¿Con una loca mirándote? —preguntó Carla y Marcos rio.

—No, contigo a mi lado. Aunque lo de loca, quizá no te lo discuto. —Carla tomó la almohada y lo ahogó riéndose, él tomó la suya como pudo y empezó a darle almohadazos. Hasta que Carla cedió y él se subió sobre ella besándola. No tenía oportunidad frente a la fuerza de Marcos, que la miró con ojos ardientes y la besó.

—¿Faltamos y nos quedamos todo el día en la cama? —preguntó Marcos mientras le daba pequeños besos.

—Me encantaría, pero no puedo faltar hoy —contestó Carla con voz de pena y haciendo un puchero.

—Entonces vamos a ducharnos porque ya estoy duro.

—¡Marcos! —grito golpeándolo otra vez con una almohada, sonrojada. Marcos soltó una carcajada y la sacó de la cama tirando de su brazo hasta el baño.

Se ducharon juntos e hicieron el amor debajo del agua, rápido e intenso. Cada vez que lo hacían resultaba mejor que la anterior. Empezaban a conocer al otro, que le gustaba, dónde tocar, dónde besar.

Al salir del baño, se cambiaron y Carla preparó un mate con tostadas para desayunar algo antes de salir.

—Creo que va a salir bien esto de vivir juntos —aseguró Marcos mientras sorbía el mate que Carla le había dado.

—¿Vamos a vivir juntos?

—¿No quieres? —dudó Marcos

—Sí que quiero... pero no sé, todo va tan rápido que hasta me sorprende. Cómo que no tengo tiempo de asimilarlo.

—Lo sé. A mí me pasa también. Pero me dejó llevar y confío. Las mejores cosas suceden así. No tengas miedo —expresó Marcos acariciando su rostro y dándole un beso suave en los labios.

—No puedo no tener miedo, vos sos desestructurado, todo es como si fuera un juego.

—¿Y eso está mal? ¿No te gusta?

—No es que no me guste. Pero yo soy todo lo contrario.

—Bueno... con más razón. A mí me hará bien tu estructura y a vos mi descontrol —dijo sonriendo y le dio un beso suave en los labios—. Aunque no quiera, tengo que irme, el deber llama, gatita. Relájate, por favor, va a salir todo bien. ¿Quieres que te vaya a buscar al museo?

—Me encantaría —contestó Carla mientras producía un chirrido con la bombilla del mate.

Al subirse al auto, Marcos escuchó su teléfono timbrar. Lo tomó fastidiado pensando que era Vanesa, pero está vez la pantalla mostraba el nombre de su padre.

—¿Papá?—preguntó Marcos dubitativo y algo sorprendido.

—¿No pensabas decírmelo? —Escuchó la voz firme de su padre detrás de la línea. Habían pasado tantos días desde la última vez que lo había escuchado, que hasta se había olvidado de su tono duro y critico.

—¿Para que se lo vayas a contar a Vanesa como hiciste? La tengo llamándome todos los días.

—Sabes que estoy en contacto con el padre. ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? ¿No es muy rápido? Hace unos meses estabas aquí deprimido por ella.

—Estoy seguro —contestó Marcos con una firmeza que lo sorprendió hasta a él mismo.

—¿Se casan por los papeles? Puedes decirme la verdad. No soy tu madre.

—No... —Marcos respiró hondo. Siempre sintió la falta de su padre y en este momento también. Le costaba hablar con él, confiarle lo que sentía, pero aun así intentó hacerlo—. Empezó por los papeles, sí, pero nos enamoramos.

—¿Tan rápido?

—¿Me lo dices tú? Que te enamoras de una tras otra.

—Estoy muy ocupado, pero voy a viajar la semana que viene. —Su padre cambió el tema. No quería terminar discutiendo como siempre—, Ya tu madre me dijo la fecha.

—No es necesario

—Lo es. Quiero acompañarte en ese momento. Y conocerla. —Marcos sintió un nudo en su garganta—. ¿Cómo se llama?

—Carla. —Hubo un minuto de silencio.

—Pueden mudarse al apartamento del último piso. Es mi regalo de bodas. Me habló tu madre de ese tema también. Ya la conoces.

—Papa...

—Marcos, hijo, terminemos con esta hostilidad. Sé que no fui un buen padre, que te fallé muchas veces. Acepta mi regalo. Sé que no compensa nada, pero para mí es un paso. —Las lágrimas de Marcos empezaron a caer por sus mejillas. Peinó su pelo hacia atrás con la mano que tenía libre. Escuchar a su padre diciendo esas palabras era algo que no esperaba en su vida—. Estoy comunicado constantemente con la sucursal de allá y están muy contentos con tu trabajo. Sabía que lo harías bien. Estoy orgulloso de ti.

—Gracias papá —contestó en un hilo de voz, cómo podía.

—Estaré allí la semana que viene. Ahora tengo que cortar.

Carla llegó a la UAB y se encontró con Laura que la esperaba en la cafetería. Tenían que terminar un trabajo para entregarlo en la primera clase. Eran las últimas semanas antes del receso y terminaban los seminarios. Solo le faltaría cursar los de la tesis luego de las vacaciones para cerrar la maestría. Sintió un poco de nostalgia. Le encantaban las horas que pasaba en la universidad. Allí había conocido a Laura, compartía cotidianamente con ella. Ese lugar la había salvado de mucho.

—Como te tiene el colombiano. Estás embobada —bromeó Laura mientras daba un sorbo de su café con una sonrisa.

—Pensaba en qué no nos falta nada para terminar. Y voy a extrañar mucho este sitio.

—Si yo también. —Laura miro las mesas llenas de estudiantes a su alrededor—. Creo que voy a extrañar hasta al idiota de Hugo —las dos rieron—. Pero bueno, empieza otra etapa amiga. Y vamos a seguir juntas porque ¡no te vas! Eso es lo más importante.

—Todavía no nos casamos... no cantemos victoria.

—Va a salir todo bien, amiga. Disfruta de este momento. ¿Hablaste con tu vieja?

—Sí —contestó Carla poniéndose sería de golpe, la tristeza que le generaba el tema de su familia se le coló en los ojos de golpe. Estos días, viendo la relación de Marcos con su madre, confirmó la diferencia abismal, lo que era el amor de una madre.

—¿Estás bien? — preguntó Laura cruzando su mano a través de los apuntes y tomando la de Carla—. Perdón, no quise ponerte triste...

—Estoy bien. Es un tema aceptado, aunque no deja de doler un poco. Como esperaba me dijo que no puede viajar y que va a conocer a Marcos cuando vayamos nosotros. Le dije que no era solo por los papeles...

—Porque no lo es. ¿Te das cuenta de que al final te casás de verdad?

—No sé... tampoco lo hablamos de esa forma. —Carla suspiro—. Todo va tan rápido que estoy cagada hasta en las patas.

—Va a salir bien, amiga. Marcos es lo más.

—¿Querés venir a cenar a casa?

— Estaría buenísimo. ¿Le puedo decir a Alejandro?

—¿Y desde cuándo te comunicas con Alejandro, vos?

—Bueno, la verdad es que, con este tema de los padrinos, nos pasamos los teléfonos para estar comunicados. Por cualquier cosa que se presente... también nos juntamos a ensayar.

—¡¿A ensayar qué?! —grito Carla en una carcajada.

—La boda, obvio, ¿Qué va a ser? Y bueno... cerveza va y cerveza viene. Está muy bien dotado por la madre naturaleza el colombiano.

—Ay Laura, ¡no quiero saber más! ¡Sos tremenda! —rieron las dos mientras se levantaban para pagar sus cafés y entrar a la clase. 


Se va acercando el final...
*Inserte carita de llanto😢*
Gracias a todos los que van leyendo cada actualización.
Los quiero ❤️

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