16. 𝘊𝘰𝘯𝘧𝘪𝘢𝘯𝘻𝘢

𝘊𝘰𝘯𝘧𝘪𝘢𝘯𝘻𝘢

𓍯Narrador omnisciente𓂃

Era media noche, hacía algo de frío, y la noche era tranquila, todo el vecindario tenía las luces de sus hogares apagadas

Excepto por una, específicamente en la habitación de arriba, donde el pequeño balcón era iluminado por una leve luz, que venia de una lampara desde dentro del cuarto

Allí se encontraba cierto rubio, con sus ojos levemente hinchados e rojos, su nariz del mismo tono, indicando lo mucho que había estado llorando

Se aferraba a los brazos de su amiga, quien lo abrazaba fuertemente, mientras estaban sentados en el umbral de la puerta que daba al balcón

Ella trataba de tranquilizar al ojiverde, acariciando su cabello y sus hombros lentamente, recibiendo suspiros entre cortador por el lloroso

Ella miraba la noche estrellada sin expresión alguna, el rubio no le había dicho porque había llegado llorando, o el que lo causo, así que ella prefirió no preguntar y darle su hombro para llorar

——Gracias... — Murmuró el chico con la voz quebrada —

Ella no respondió, solo lo abrazó mas fuerte y cerro sus ojos

——No me agradezcas — Soltó luego de unos minutos — No hice nada

——Estas aquí conmigo— La contradijo rápidamente — Y eso es mucho

——¿Quieres hablar de lo que paso? — No recibió respuesta — Si no quieres, no te obligare

——Es solo que... es complicado — Cerro sus ojos aferrándose más a la chica —

——Puedo tratar de entenderte — Sugirió —

——¿Y si en vez de entenderme te asustas? — Se separó un poco y la miro a los ojos — Y si eso causa que ya no quieras verme y te alejes y—...

——Ey — Lo detuvo — Estoy contigo aquí y ahora — Sonrío — No me alejaré

——¿Me prometes que no lo harás? — Preguntó con voz trémula —

——Te lo prometo — Sonrío — Cuéntame

El ojiverde volvió a llevar su rostro al hombro de la chica para evitar que lo mirase, suspiró comenzó a hablar

——Cuando me dieron el Miraculous del gato negro, fue el día más feliz de mi vida — Recordó con una sonrisa vaga — Mi padre nunca me ha permitido salir, y tener aquella libertad de héroe lo era todo para mi... comencé siendo un dúo con Ladybug, y éramos imparables — Se calló unos segundos — Hasta que comencé a sentir cosas por ella, y se que nunca fui correspondido, y parecía incomodarle mis muestras de afecto, pero para mi eran inevitables — Rio levemente —

Volvió a quedarse callado unos segundos, pues recordar aquello, no era algo muy gratificante para el

——Poco a poco note que las cosas comenzaban a salirme mal... aveces mi bastón no funcionaba correctamente, o mi gataclismo causaba más destrozo del que yo esperaba... fue entonces cuando Plagga decidió contarme la verdad

── .✦. ──

——¡No puedo haber hecho todo mal! — Se quejo el rubio frustrado —

——Tranquilo niño — Trato de tranquilizar el Kwami —

——¡No! Ladybug esta molesta conmigo, hoy casi hago que muchas personas salgas lastimadas — Se sentó en su sofá — No se que me pasa — Llevo sus manos a su rostro con frustración —

——Adrien — Llamó acercándosele — Creo que debo contarte algo

——¿Qué? — Se quito las manos de su rostro — ¿Qué sucede?

——Niño... — Suspiró — Tu sabes que tu miraculous y el de Ladybug son el equilibrio del universo...

——Si, eso lo se Plagga, ¿A que quieres llegar?

——Es que... tu Miraculous y el de ella, demuestran la buena y la mala suerte, por ello ella es una mariquita y tu un gato negro, por las creencias que vienen hace décadas

——¿Hablas sobre que si una mariquita aparece te traerá buena suerte, y si un gato se te atraviesa mala suerte?

——Exacto — Respondió asintiendo — y tu Adrien, tu tienes mala suerte porque ambos Miraculous están maldecidos

——¿Qué? — Exclamó incrédulo —

——El Miraculous del gato esta maldecido para que su portador contenga la mala suerte, para que así necesitase de Ladybug, quien posee la buena suerte

——¡Debes estar bromeando!

——Lo lamento niño... pero así es, poco a poco la maldición te afectara en tu vida civil

——¡¿Y como puedo detenerla?! — Preguntó preocupado —

——Debes enamorar a aquella que contenga la buena suerte

── .✦. ──

——Entonces — Continuó  — Cada vez intentaba acercarme un poco más a Ladybug, para que lograra enamorarla... pero solo recibía rechazos, pues ella amaba a alguien más... y lentamente note como ella se alejaba de mi, pero lo hacía tan indirectamente, que yo no llegaba a notarlo, hasta que comenzó a traer nuevos miembros al equipo

── .✦. ──

——Cat Noir, ellos son Rena Rouge y Caparazón — Presentó la azabache — Los nuevos miembros del equipo

——¡Mucho gusto! — Saludo el gato feliz —

——Igualmente — Exclamó Rena Rouge —

——¡Espero que seamos el mejor equipo de todos! — Alentó Caparazón —

——¡Lo seremos! — Apoyo el gato —

── .✦. ──

——Al principio me encantaba la idea — Sonrío levemente — Pero siempre veía que ella prefería hablarles a ellos en vez de a mi... y dolía pero trataba de restarle importancia... por meses he hecho lo mismo — Se calló unos segundos — Pero Ladybug comenzó a hacer notoria la lejanía que tenía conmigo, y se excusaba diciendo

——"No quiero que me pegues la mala suerte gatito"

——Pero un día, Ladybug hablo con el maestro Fu, aquel quien nos entrego los Miraculous, y el le contó sobre la cura de mi maldición, y aquel día, terminó de romper mi corazón...

── .✦. ──

——Hable con el Maestro Fu, y me dijo sobre la única manera de romper tu maldición... Cat Noir yo no quiero que mis buenas acciones contigo, sea algo que pueda confundir tus sentimientos, yo amo a alguien más

——Entiendo... — Bajo la mirada —

——Estoy tomando distancia de ti, para que se te quite aquella idea de la cabeza, yo nunca podría enamorarme de ti — Se quedo callada unos segundos — Ya debo irme, ¡Adiós! — Lanzo su yo-yo y se alejo —

── .✦. ──

——Aquella noche, me frustre tanto conmigo mismo — Recordó con su mirada baja — Tenía muchas cosas en la cabeza, el tener que aceptar que siempre viviría con esta maldición, en el que yo no servía para nada... solo era destrucción — Se alejo un poco y la miro a ella — Y tu decidiste aparecer

Ella llevo su mano a su boca, pues recordaba aquel día detalladamente, pero no se imaginaba por lo que el rubio había pasado, solo lo había visto llorando en un callejón oscuro, siendo empapado por la lluvia

——Nunca quise contarte esto — Bajo su mirada — Temía que quieras alejarte para que no te pegase la mala suerte — Sonrío levemente — Ahora que ya lo sabes, creo que no me molestare si quieres que yo me aleje

La chica lo miro atentamente, como si estuviese pensando que decir o hacer

Fue entonces cuando se escucho un ruido en el techo, y una pieza del tejado cayó en dirección al rubio, pero antes de que lo golpeara, la castaña detuvo el impacto alejando aquella pieza con sus manos, golpeándose un poco al hacerlo

——¿Creíste que yo me alejaría por eso? — Preguntó con cierta molestia — Adrien, no me importa si tienes mala o buena suerte, soy tu amiga y nunca te dejaré solo

——Eso es... algo muy lindo de escuchar — Mencionó el rubio —

——Descuida, yo no seré como aquellos que se han alejado de ti... te ayudare en lo que pueda — Sonrío — Espera

La castaña se levantó, empujando un poco al ojiverde y entro a su habitación, busco entre sus cosas y al encontrar lo que quería volvió a sentarse junto a Adrien

——¿Qué buscaste? — Preguntó curioso —

——Ten — Dijo ofreciendo su mano —

En ella, había un brazalete de cadena plateada, con un pequeño dije en forma de mariposa

——Me lo ha dado mi padre hace años, antes de que falleciera — Mencionó — Es mi amuleto de la suerte cuando tengo exámenes o tengo una mala semana, quiero que lo tengas

——¿Qué? ¡No! — Se negó — Es tuyo, y-yo no podría aceptarlo no—...

——Yo quiero que lo tengas — Tomo las manos del ojiverde y le entrego el brazalete —

——Los amuletos de buena suerte solo duran una semana con las maldiciones, tal vez menos

——¿Y? — Preguntó — Te ayudara al menos por unos días

——Pero te lo arruinare — Bajo su mirada —

——Prefiero que tu tengas algunos días de tranquilidad — Sonrío —

El rubio le devolvió la sonrisa, y se colocó el brazalete con ayuda de la chica, una vez listo, volvió a abrazarla fuertemente

——Gracias ____, enserio — Murmuró —

——Por nada gatito — Sonrío y lo abrazo más fuerte —

Aquella noche tranquila y estrellada, fue cuando ambos decidieron ser sinceros unos con otros, hablando sobre cosas tan personales, pero no parecía ser incomodo

Para ellos era conocer una parte del otro quienes pocos conocerían, abriendo sus puertas, y entregándose confianza mutuamente

Otorgándole a ambos el poder de lastimar al otro, pero confiando en que nunca lo harían, después de todo, ambos se estaban salvando mutuamente

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