-¿Porqué te has quedado?-Preguntó un irritado Geno.

-¡No quería dejarte solo!~-Respondió Reaper, acurrucandose más a el.

Al final de que la pareja se fuera, Reaper se quedó un tiempo mas, mañana vendrían por él. Ninguno queria separar a los dos tortolos,ya que decian que se querian mucho.

Reaper habia logrado arrinconar a Geno y gracias a su tamaño y fuerza logró someterlo de manera que no se moviera de su abrazo.

-Sí que se llevan bien.-Dijo Error burlón.

-Cállate.-Respondió Geno.

-Tú debes ser el nuevo, ¿No? Escuché que te llamas Rurú, aunque solías llamarte Error.-

-¿Cómo lo sabes?-

-Lo sé todo. Antes de ser recogido por mis dueños, era de la calle, tengo una increible reputación.-

-Le llamaban la muerte. ¡It's so cool!- Explicó Fresh.

-¿Aún tienes contactos en las calles?-Preguntó Error.

-Así es. Aún gozando de la vida de un gato domestico, sigo siendo muy respetado. A tal grado de que si vuelves a las calles y le ordeno a todos que te dejen en paz, nadie volvera a tocarte ní un pelo.-

-Exageras...-

-En absoluto.-

-Por más molesto que parezca, es cierto. Ugh, no podia escuchar más que su nombre en mis tiempos de la calle.- Añadió Geno.

-¿Podrías... Contarme más sobre eso?-Preguntó un curioso Error.

-Seguro.- Respondió sonriente Reaper. -Vuelvo al rato, gatita.-Dijo en el oido a Geno, para luego bajar del sofá, siendo seguido por Error.

Habian pasado la tarde hablando, Reaper no paraba de hablar de sus aventuras como gato callejero, al parecer adoraba alardear. Y como un niño curioso, Error escuchaba con asombro.

Geno les veía, y no pudo evitar sonreir.

"Reaper es un imbécil." Pensó.

Pero a pesar de ser un pensamiento parecido a un insulto, tenia cierto grado de cariño en la palabra.

No podia negar que tambien sentía asombro por él.

Lo que le molestaba era sentirse tan inferior a él, ¿Realmente podia mirarlo como un igual? No era como si fuera tan fuerte.

Solo era uno más del montón que nació en la basura.