Capítulo 24.

8:36 Am.

Habían pasado dos días en los cuáles Noel no me atendía las llamadas ni nada que le enviara, últimamente estaba muy sencible. Y mas encima, con más mareos y vómitos. Decidí llamar a Kelly hace mucho que no hablábamos...

–Hasta que por fin te acuerdas de tu amiga, puerca.–Respondió con alegría y yo reí un poco. Estaba hace más 1 una hora llorando.

–Perdón Kelly...–Susurré cómo pude.

–Bebé, ¿qué te pasó, qué tienes?–Su preocupación me conmovía, una buena amiga.

–Tuve una pelea con Noel, si es que así se le puede decir, el peleaba y yo solo trataba de hacerlo razonar.–Lloré, que sensible me estaba volviendo. Mi período se acercaba.

–Ya voy a verte chuli. Esperame quieta allá.–Colgó rápidamente.

Yo me eché a llorar en mi cama otra vez, no podía creer como estaba desde hace dos días y más sin saber nada de él.

Narra Noel.

Estaba almorzando el casa, miraba el celular a cada rato... Quería llamarla, pero me había pegado muchísimo lo que dijo sobre el bebé. Pero tenía 26 años, debía madurar y ser un hombre. No podía ignorarla como si se tratara de un extraño. Eso era de chamaquitos.

Me levanté de la mesa, tomé mi jugo rápidamente tomando mis cosas para irme.

–¿A dónde tú vas mi amor? No has comido casi nada bebé.–Habló mi mai de forma maternal. Yo suspiré, me acerque a ella y bese su frente.

–A resolver unos asuntos mami. Vuelvo pronto.–Salí de casa, Ardilla me gritó que la cuidara, el sabía que la iría ver.

No sabía cómo llegar a su casa después ignorarla dos días, me comporté como un niño pequeño ignorandola y tampoco escuché lo que ella dijo.

Narra Alexia.

–Bryan, es mejor que me digas si de verdad no es tu hijo. Ella se oía muy segura de lo que decía...–Le pregunté.

–Bebé, te lo juro por mami. Yo nunca tuve ninguna sospecha sobre un nene, ni nada de na' pero yo estoy seguro de qué...–Lo interrumpí.

–Ya, Bryan. Te voy a creer porque debo confiar en tu palabra. Pero no sé qué vas hacer si ese nene resulta ser tu hijo.–Me acerqué a él molesta. Las dos versiones de la historia sobre el pequeño me tenían confundida.

Narra Brytiago.

–Mami tu sabes que nunca te ocultaria algo así, y menos dejaría a mi hijo sólo, si tuviera.–La miré de forma sincera. Ella suspiró cansada de la situación y me abrazó.

Me susurró al oído en medio de abrazo.–Hoy son los resultados, prepárate.–Su voz sonaba amenazante, yo me tensé.

Me separe de ella, me besó cortamente y subió a mi habitación. No sabía porque estaba nervioso, si ese niño no era mío.

Subí a mi habitación y la encontré acostada en la cama boca abajo solo en panty. Diablo.

Ella me sonrió de forma perversa. Debía bajar tensiones y que mejor forma que bellaqueando.

Narra Christian.

–¿Ya les dijiste a tus padres?–Preguntó Lía, estamos en la salida del colegio.

–Le conté a mi pai, pero no me dijo nada concreto. Te prometo que nuestro chamaquito no le va a faltar na' mami.–La abracé fuertemente, besé su vientre.

–Ven, te voy a dejar a tu casa. Y luego voy a ver si hablo con mami...–Susurré con miedo, tomé su mano y caminamos hacia su casa.

–Tranquilo, pase lo que pasé, estaré aquí.–Ella me besó. Yo le sonreí.

La dejé en su casa.

–Te amo.–Besé su frente.–Si necesitas algo, o te sientes mal, llámame ¿Sí?–Ella me abrazó besando un cuello. Me fui de ahí rumbo a mi casa. No sabía que me esperaba esta vez...

Narra Marina.

–Ay sí, yo estos días llamé a mi chamaquita y la oí un poco triste. ¿Será porque habrán peleado? Ojalá resuelvan rápido, no me gusta verlos mal.–Le contesté a Cinthya, hablábamos por teléfono mientras yo quitaba el polvo del piso.

Oí la puerta abrirse, 1:30 de la tarde.

–Te dejó porque llegó mi nene, dale te llamo mas tarde, cuídense.–Me despedí de Cinthya.

–Mera y ¿tú donde andabas? A las 11 debías estar aquí, hoy salías temprano.–Jalé a mi hijo de su cabello arrastrandolo a la sala cerca del comedor. Quién sabe que vagabunderias andaba haciendo, igualito al pai.

–Me quedé hablando mami, se me fue el tiempo perdón. Ya estoy aquí...–Susurró cansado.

–Ah claro, ¿Hablando en la cama de una chamaquita? Mira...–Respiré hondo.–Yo nada más espero que no me salgas con sorpresitas. Cuídate mas bien.–Lo regañé, fui a servirle la comida.

–Si mami, no te preocupes...–Su tono de voz se escuchaba triste. Yo fui rápidamente a verlo.

–¿Te pasó algo hoy? Mi amor.–Le pregunté, corrí a abrazarlo. Él se aferro a mí y sentí unas pequeñas lágrimas mojar mi brazo.–¿Que fue papi? ¿Qué te hicieron?–Le pregunté secando sus lágrimas. Me dolía ver a uno de mis hijos llorar...

–Sólo perdóname...–Susurró.

Narra Dafne.

–¿Te gusta mami?–Preguntó Ly abrazándome por detrás.

–¡Me encanta Ly!–Lloré de emoción. Me volteé a verlo a la cara, lo abracé fuertemente.

–Feliz seis meses baby.–Me susurró.–Te quiero...–Su voz sonó a con gran sinceridad. Me separe de él. Tomé sus manos entrelazandolas con las mías.

–Yo te quiero muchísimo más nene, quiero que esto sea muy enserio.–Lo besé.

3:45 Pm.

Estaba estampada contra la pared de mi cuarto, sudando y con mi cuerpo ardiendo de mucho placer.

–Sigue...–Gemí, él estaba detrás de mí embistiendome. Si que era rudo.

–Ly...–Rogué. Estaba a punto de venirme, de pronto el salió de mí.

–Aún no mami. Quiero disfrutarte un poco más...–Me lanzó a la cama. Ahora yo estaba tratando de tener todas las fuerzas de voluntad por no liberarme y tener mi preciado orgasmo, mi cuerpo tenía muchos espasmos ahora mismo.

Me coloqué encima de él mostrándole mí culo mientras me movía de arriba a abajo, sus manos alojaron mis caderas ayudándome.

–Sí, así baby...–Gruñó.

Narra Abby.

Oí el timbre, me levanté como pude. Tenía ojeras, mi cabello estaba despeinado y mis ánimos por el piso.

–Baby...–Habló él, mis ojos se cristalizaron al verlo allí. De un momento a otro mi estómago se revolvió avisando mis ganas de vomitar, salí corriendo al baño con una mano tapando mi boca.

–Bebé, ¿que te pasa?–Corrió Noel detrás de mí. Mis lágrimas corrían por mis mejillas rápidamente.

Entré al baño abriendo la tapa de la poseta muy rápido, metí mi cara allí soltando el vómito contenido.

Sentí como alguien sostenía mi cabello y se agachaba a mi altura.

–Tranquila mami, aquí estoy.–Me habló con una suave voz, eso me tranquilizó. Estaba agitada.

Me lave los dientes con ayuda de Noel, ya que tenía miedo de que vomitara de pronto.

–¿Estas mejor mami?–Preguntó y no sabía si caerlo a golpes por aparecer de la nada después de lo que hizo o lanzarme contra él y abrazarlo porque lo necesitaba.

Solo me límite a asentir, me sentía un poco mareada y no veía muy bien...

–No...Noel.–Me desmaye en sus brazos. Luego no supe que más sucedió.

Narra Elizabeth.

–Entonces me dijo que era
una loca y que estaba obsesionada con Noel.–Lloré contándole a mi mamá por video llamada, ella estaba en Venezuela.

–Pero mi vida después de todo lo que me contaste que le has hecho a ellos... Parece que sí.–Habló mi mamá preocupada por mí.

–Pero mami, yo lo amo. Yo lo necesito. Yo no sé que me ocurre, pero me siento mal sin él, muchos hombres me hablan y me escriben al Instagram pero yo ni los leo pensando en Noel.–Expliqué frustrada por la situación.

–Elizabeth, tienes 30 años y Noel 26, no juzgo las edades pero sé que puedes superar esto bebé, de amor nadie se ha muerto todavía. ¿Porque no te vienes? Aquí no hay mucho para ti, pero estamos aquí tu papá, tus hermanos y yo...–Sugirio mi madre. Lo estaba considerando plenamente.

Quizás si era momento de dejarlo ir, y ser feliz con alguien más, pero sobre todo amarme a mí misma. Solo tal vez era el momento, solo quizás... No lo sabía.

Narra Santana.

–Diablo cabron, no sabía na' de na'–Contesté por vídeo llamada.–Dale papi, cuánto estés mejor me tiras. Avisanos cualquier cosa.–Colgué.

–¿Qué pasó que te dijo?–Llegó Ganda a mi Studio tecleando en su celular.

–Nada que el chamaquito está resolviendo un lío ahorita bien fuerte. Vamos a tener que suspender por unos días la agenda.–Le respondí con preocupación.

–Diantre. ¿Y ahora que habrá pasado? Bueno que más, vamo' a darle. Suspende hasta que se pueda venir.–Ordenó Ganda.

Narra Alexia.

–Aquí está el sobre con los resultados, tu decides si creerme ahora mismo sin necesidad de esto, ó quedar como ridículo e irresponsable en frente de tu novia.–Habló Clarisa.

–Nena bajale al revolú, tampoco es para que lo estés insultando. Recuerda que fuiste tú quién lo quiso ocultar.–Respondí molesta.

Ella giró sus ojos molesta, y tomé el sobre con molestia. Me giré hacia Brytiago extendiendole el sobre. Alcé una de mis cejas.

–Ábrelo Bryan. Tu dijiste que no hay porque temer.–Le hablé remarcando sus anteriores palabras.

El trago en seco con nerviosismo. Tomó el sobre y lo abrió lentamente, cada segundo se me hacía eterno.

–¿Y, entonces?–Respondimos al mismo tiempo Clarisa y yo. Mi corazón latía con fuerza, su cara se puso pálida.

¿Qué estaba pasando? ¿Era su hijo, eso era?

Otro capítulo más, chiquillas deben comentar y votar si desean que esto continúe. Las amamos❤️

-DangerBabys.

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