Aquel día sería de relax para poder desconectar del deporte y de los estudios. CC estaba en su cuarto, tumbada sin hacer nada más que escuchando música. Aún quedaban unos pocos partidos para terminar la temporada, iban primeras en liga y del torneo quedaban dos; los dos partidos de semifinales. Aunque ella creía firmemente que podría llegar a la final y ganarla.

Ese partido no iba a resultar tan fácil pues tanto en la semifinal y en caso de una final, se enfrentarían a las dos campeonas de los años anteriores. La temporada pasada perdieron por poco, y este año querían la victoria a toda costa pues era el último año de CC.

―Espero hacer un buen partido―pensaba mientras escuchaba la lista de canciones.

―CC, a comer―llamó su madre desde la cocina de abajo.

Apagó la música y bajó a sentarse en la mesa. Todos iban algo arreglados.

―Cariño, deberías arreglarte un poco―comentó su madre.

―Estoy bien―dijo ella sentándose.

La comida y la preparación de esta era algo más especial que de costumbre, en eso se pudo fijar. CC pensó que vendrían a comer los vecinos o algún familiar que siempre hacia una visita antes de seguir su camino de viaje.

El timbre sonó y su madre le pidió que fuera a abrir.

―Está bien―contestó resoplando, estaba en plan vaga ese día.

Abrió la puerta y sus ojos se abrieron de par en par cuando vio a Tn vestido de manera formal, con una botella de vino y unas pastas.

―Hola―saludó este tranquilamente.

―Ah, Tn, llegas puntual―saludó la madre.

―Hola señora Walker―le dio dos besos y entró.

CC estaba en el sitio, cerró la puerta mientras pensaba que se había quedado dormida en su cama y con los cascos puestos. Tn caminó acompañado por Jess mientras la chica miró alucinada.

Tn saludó al señor Bill y a su hijo Wyatt. 

―Gracias por invitarme, aquí tienen―les entregó la botella y las galletas.

―Muy amable por tu parte―comentó el padre yendo a abrir la botella.

―¡Ahora bajo!―exclamó la joven corriendo escaleras arriba a su cuarto.

Se miró al espejo y se veía la ropa.

―Dios que desastre―se cubrió la cara―puedo arreglarlo un poco.

Se lavo mejor la cara, maquilló un poco y puso ropa algo más formal pero no demasiada. Al bajar, su madre estaba terminando de servir la comida.

―Lamento la tardanza―se disculpó CC.

―No te preocupes―Tn le sonrió.

―No sabía que venías a comer―dijo sentándose a su lado.

―Tú madre me invitó y tuve que aceptar, quería disculparse por eso...―explicó este―pensé que ella te lo había dicho.

―¿Mamá?―miró a su madre quien colocó la mano en su cara.

―Lo siento cariño, se me paso por completo debido al trabajo―mintió ella pues CC la conocía demasiado bien.

La comida estaba siendo muy relajada salvo para la joven que no sabía muy bien que hacer en aquel tipo de situación. Su padre, le preguntó a Tn sobre su futuro en el fútbol.

―Su madre y yo creemos que el fútbol...es muy buena y puede llegar lejos, pero las lesiones...bueno, tú mejor que nadie sabes lo que es eso. No es que no queramos que tenga éxito, pero tenemos ese miedo―comentó preocupado.

―Lo entiendo perfectamente señor Walker. Pero no es como antes, ahora, muchos futbolistas estudian, se sacan carreras o títulos mientras juegan. CC es muy inteligente, trabajadora, ambiciosa y talentosa―la chica notó un pequeño rubor emerger en sus mejillas―aunque tarde más tiempo debido a su trabajo como profesional, puede estudiar. Hay cursos especialmente para su profesión, por no hablar de la beca, que le dan todo pagado―aquello sorprendió a sus padres.

―Vaya...no es que vayamos mal de dinero pero siempre ayuda una beca―dijo este―¿realmente piensas que CC puede llegar tan lejos?.

―Apostaría mi vida a ello―al decir aquellas palabras, CC sintió en su corazón una sacudida tan fuerte que por poco se le sale del pecho. Siempre le habían animado a jugar, pero aquellas palabras de él calaron muy hondo.

―Agradecemos mucho tu sinceridad, la verdad es que esto cambia mucho las cosas. Una beca, que pueda seguir estudiando...―comentó su padre.

―Los institutos no dan mucha información porque quieren que todo el mundo vaya a la universidad, pague las tasas y ya está, el deporte lo ven como un entretenimiento más que una profesión―explicó.

―Y dime, ¿qué estudias?―Jess tenía curiosidad.

―Salud y nutrición―contestó―quiero ser parte del equipo físico de un gran equipo. Esa es al menos mi idea. De momento estoy trabajando con niños en el fútbol.

Siguieron charlando alegremente y como una familia. Wyatt quería saber más sobre el joven.

―¿Sabes?, me parece asombroso que estudies, trabajes y ayudes a CC, tus padres deben estar orgullosos―comentó sonriente.

La sonrisa de Tn se apagó en ese momento.

―Mis padres murieron hace unos años. Vivo con un amigo y gracias a mi trabajo y la beca voy pagando el alquiler―dijo mostrando una sonrisa para que no se preocupasen.

―Oh, lo siento mucho―se apresuró a decir Wyatt.

CC miró con tanta lástima al chico que su madre se percató.

―Lamento que mi hijo haya sacado este tema―él dijo que daba igual, que lo había superado, aunque en lo más profundo de su corazón aún doliese.

Cambiaron a otro tema de conversación y pasaron un rato agradable hasta que Tn dijo que debía volver porque tenía que ayudar a su compañero de piso.

―Gracias por está comida―agradeció con una sonrisa―hace mucho tiempo que no me sentía...en familia.

Aquellas palabras conmocionaron a los padres de la joven.

―Bueno CC, mañana es el día de partido, iré a verte, mucha suerte―se despidieron y vieron al joven hasta que se marchó en su coche.

―Será un buen yerno―comentó de golpe su padre.

―¡Papá!―gritó CC sorprendida y antes de seguir escuchando a su padre subió a su cuarto.

Se tiró sobre la cama recordando la comida, la cara de Tn y sobretodo sus halagos. Desde que había llegado a su vida, el joven había confiado más que nadie en su talento. A diferencia de otras veces, no era una presión, sino un apoyo tan grande que la impulsaba a seguir mejorando.

No quería decepcionar al chico, ni a ella misma. 

―Ha sido una comida muy bonita, tu madre cocina muy bien y...estabas muy guapa―CC abrió los ojos y leyó el mensaje varias veces antes de soltar un gritito de emoción.

―Gracias―contestó―tú también.

Él solamente puso un sticker de un chulo con gafas de sol haciendo reír a la joven.

Continuará...