2-Un sueño compartido

Aquella mañana CC desayunaba en silencio, su madre, Jess, la miraba, tratando de encontrar las palabras adecuadas para hablar con ella sobre lo sucedido el día anterior. Pero la joven no quería saber nada pues había metido la pata hasta el fondo.

—CC...hablemos—la mujer tomó a su hija del brazo—por favor.

—¿No hablaste ayer suficiente?, ¿sabes cómo estaba de avergonzada?—su mirada estaba llena de ira.

—Lo que quiero es arreglarlo—dijo ella triste.

—Pues habla con él, deja que pueda cumplir mi sueño de ir a las nacionales—replicó molesta antes de salir por la puerta de casa para ir al instituto.

Su marido estaba leyendo el periódico con una taza de café a su lado y la miraba de reojo.

—Todo se arreglará—comentó—solamente debes esperar un poco a que la situación se calme.

Wyatt estaba de camino con su hermana a clases, mirando el teléfono y viendo algunas fotos de la chica de la cual estaba enamorado.

—Te notó más callada, ¿ha pasado algo?—preguntó el chico a su hermana.

—Mamá...

—Ya veo...por el fútbol—asintió—pero el enfado ha sido mucho mayor, ¿quieres contar que ha ocurrido?.

Ella le estuvo contando todo, Wyatt escuchaba con atención hasta que recordó algo y buscó en su teléfono.

—¿Es este?—le enseñó una foto de Tn.

—¡Si!, ¿lo conoces?—él se quedó perplejo.

—¡Era una de las estrellas del equipo de fútbol del instituto!—entonces recordó otra cosa—ah claro, tú estabas en el equipo y te tocaba partido a esa misma hora.

—¿Qué ocurrió?.

Este suspiró.

—Hubo un accidente con el autobús en el que viajaban, nadie murió pero Tn fue el peor parado pues le tuvieron que operar de la rodilla. Salvaron su pierna pero...no su carrera. Era un joven muy prometedor y que apuntaba alto. Pero la desgracia se cebó con él. Ahora se dedica a ayudar a los jóvenes a ascender, algo que él ya no puede hacer...

CC escuchaba todo y sintió un pequeño dolor en su pecho. ¿Y si a ella le pasaba lo mismo?, no, no podía pasarle. Wyatt sabía varias cosas de Tn pues era uno de sus jugadores favoritos del instituto. 

—Pero eso no fue el golpe más duro, lo peor para él creo yo...fue ver a sus compañeros hacer sus vidas pero los que eran las otras tres estrellas del equipo junto a él lograron su éxito—dijo.

—Eso es motivo de alegría...¿no?—CC le miró extrañada.

—Los cuatro eran grandes amigos pero una vez lograron convertirse en profesionales, dejaron de lado a Tn diciendo que de ellos, él era el peor, que era mejor quedarse como preparador físico—explicó—lo dejaron tirado como a un perro.

La chica miró por la ventana, debía de ser muy duro ver a otros cumplir tus sueños, pero más complicado el contemplar como te abandonan.

Durante las clases hizo todo lo que pidieron los profesores, además de aprovechar los ratos libres para comer algo y de paso hacer las tareas. Quería tener el suficiente tiempo libre para poder entrenar.

Esa tarde el entrenamiento fue suave, realmente era tan duro como siempre pero los consejos y las lecciones de Tn habían dado su fruto en tan solo un día con él. Esa noche se puso gel y realmente sirvió de mucho.

—Hola—saludó ella al joven al día siguiente—oye, ¿podemos hablar?.

—Claro—fue sacando los balones.

—Te quería pedir perdón por la actitud de mi madre—comenzó—se pasó de la raya.

—No tiene importancia.

Ella se acercó y se colocó enfrente de él. Se quedaron muy cerca el uno del otro, podía ver el alma de este en sus ojos.

—Si que la tiene...no debió decir cosas así—dijo.

—CC, estoy acostumbrado a esto, no tienes que darle más vueltas, ¿si?.

Mientras estiraba y calentaba, recordaba las palabras de Wyatt e incluso estuvo mirando por la noche la historia. Encontró la noticia del accidente y todo lo que vino después. Tn se veía feliz junto a los otros tres jugadores. Los cuatro sostenían una medalla y un trofeo de ganadores. 

Era tan diferente, ahora Tn tenía un semblante más serio, triste y apagado. Realmente aquel suceso le había marcado de por vida, algo entendible.

—CC, ¿lista?—preguntó sacándola de su mundo.

—¡Claro!—se pusieron en marcha.

Empezó suave y fue aumentando la intensidad. Los balones que golpeaba la chica iban entrando dentro de la red y eso aumentaba la autoestima de la joven. Había seguido los pasos de su entrenador, notaba que los balones iban justo donde ella pensaba.

—¿Qué hay de los remates de cabeza?—preguntó.

—No se te da mal, pero debido a tu altura lo tuyo en los córners es esperar el rechace desde fuera del área—explicó este—ahora vamos a ver que tal los regates.

Después de regatear los conos varias veces tocó pegar un pequeño sprint y golpear el balón siempre con este en los pies.

CC descansaba un poco y bebía agua. Tn se colocó un par de balones y los pateó con tanta fuerza que la chica quedó asombrada.

Entonces dio unos pasos y por poco se cae, un pequeño mareo fruto del esfuerzo. Tn la sostuvo entre sus brazos.

—¿Te encuentras bien?, será mejor que lo dejemos por hoy—comentó—gran esfuerzo CC, eres una gran jugadora.

La chica tuvo un pequeño rubor hasta que de pronto escucharon algo, o mejor dicho, a alguien.

—¿Mamá?—se puso de pie enseguida—¿qué haces aquí?.

—He venido a recogerte, y de paso hablar con Tn.

Ella abrió la boca.

—No creo que...

—Tranquila, no pasa nada.

CC subió al coche mientras miraba a su madre hablar con Tn durante unos minutos. Ella deseaba haber podido despedirse mejor, nunca se sabía con su madre.

Cuando entró al vehículo le preguntó.

—Le he pedido perdón...aún así...ya sabes mi opinión—dijo antes de arrancar el coche.

Al llegar a casa se dio una ducha, se puso el gel y miró su teléfono tras cenar. Buscó a Tn en las redes, no fue difícil. Dudó durante unos segundos pero finalmente le dio a seguir.

Al cabo de un rato le sonó la notificación, petición aceptada y se seguían ambos.

—Hola, he seguido tus instrucciones—escribió.

—¿Te sientes mejor?, procura descansar más. Podemos dejar más días entre entrenamientos, pero ya sabes lo que pienso. Aunque primero de todo, es tu salud, si alguna vez no te encuentras bien, me lo dices—dijo.

—Claro...oye...¿te hace quedar pasado mañana?, hay partido pero después podemos ir a tomar algo, te invito...por las molestias—estaba algo nerviosa, sentía que quería agradecer todo lo que se esforzaba por ella y su constante apoyo. Le dio a enviar.

—Claro, iré a verte, espero que metas muchos goles—ella dio un pequeño grito interior mientras daba unas vueltas por la cama.

Se paró un segundo.

—Un momento, ¿es una cita?—pensó algo avergonzada.

Continuará...

Próximamente, 3-¿Es una cita?.

Espero que les haya gustado.

Un saludo :D

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