Capitulo 13: Un hombre muerto andante


El extraño hombre abrazó a Izuku y lo empujó contra el escritorio, intentando luego asfixiarlo al apretar con fuerza su cuello.

Iris: Izuku, ¿qué sucede?

Izuku comenzó a golpear las articulaciones de los brazos del hombre una y otra vez hasta que, con toda su fuerza, logró que el hombre lo soltara.

Iris: ¡Izuku!

Izuku: Ahora -tosiendo- no, Iris.

Izuku observó cómo el hombre intentaba atacarlo de nuevo, pero tomó el viejo teléfono del escritorio para golpearlo.

Izuku: ¡No quiero lastimarte! -dijo lanzando el teléfono y sacando un arma para apuntar al hombre.

Hombre: Duele...

Izuku: ¿Eh?

Hombre: Está en... mi cabeza... por favor.

Izuku: ¿Necesitas ayuda? Entonces permíteme...

El hombre intentó quitarle el arma a Izuku, quien comenzó a forcejear con él.

Izuku: ¡Por favor, basta!

Izuku luchaba con todas sus fuerzas para intentar apartar al hombre, pero este se aferraba al cañón del arma. En ese momento, solo se pudo escuchar el disparo del arma un par de veces y luego ver cómo el cuerpo del hombre caía al suelo... sin vida.

Izuku: Oh no...

Iris: Izuku...

Izuku: Yo... yo lo maté, maté a alguien. -viendo el arma.

Iris: ¡Izuku!

Izuku: Yo solo intenté ayudarlo, yo...

Iris: ¡IZUKU!

Izuku respiró hondo mientras la luz del lugar volvía en ese momento, tomó el teléfono para guardarlo.

Iris: Izuku, estás agitado, ¿qué sucedió?

Izuku: Tenemos que salir de aquí lo antes posible.

Izuku salió de la sala para intentar escapar, pero en ese momento comenzó a escuchar varios pasos acercándose. Miró a su alrededor y vio a distintas personas salir de cada rincón del lugar abandonado.

Izuku: Oh no...

Izuku intentó escapar hacia la salida, pero fue inmediatamente derribado por dos personas que lo arrojaron al suelo. Uno de ellos decidió clavarle un cuchillo en el hombro a Izuku, quien solo gruñó de dolor y logró lanzar un codazo a ciegas, alcanzando a uno de los hombres que lo tenían sometido. Rápidamente intentó levantarse, empujó al otro hacia un lado y se puso de pie.

Izuku: Maldita sea - murmuró mientras se quitaba el cuchillo del hombro.

Izuku intentó abrir las puertas del estacionamiento de camiones con su celular, pero estas se atascaron. Al voltear, se dio cuenta de que cada vez había más personas.

Izuku: ¡Atrás! -apuntando a la gran multitud de personas- No quiero lastimarlos.

Izuku disparó un par de veces al suelo, pero eso no parecía ser suficiente.

Iris: Izuku, tenemos que salir de aquí o tendrás que defenderte.

Izuku: No... no puedo, son personas.

En ese momento, vio cómo un estante salió volando hacia él. Izuku saltó a un lado para esquivarlo y al levantarse, se encontró con un hombre que parecía tener un Don, viendo cómo sus músculos se tensaban y lo hacían parecer más grande.

En ese momento, la gran horda se abalanzó sobre Izuku, quien apenas pudo respirar y agarrar con firmeza el mango del arma para enfrentar a la multitud. Disparó un par de veces, alcanzando a algunas personas en el hombro y el pecho, pero parecían no sentir dolor. Una mujer corrió rápidamente hacia Izuku y le golpeó fuertemente en la espalda con un tubo. Izuku respondió golpeándola en el mentón con su bastón retráctil, pero tuvo que protegerse cuando uno de los atacantes sacó un serrucho. Por instinto, Izuku cruzó los brazos para protegerse, y el agresor intentó usar el serrucho como arma cortante. Izuku ejerció fuerza con sus antebrazos, logrando desviar el serrucho de arriba abajo, cortando lentamente la piel y la carne de Izuku.

Izuku utilizó su propio cuerpo para empujar con todas sus fuerzas al hombre, pero fue atacado por éste con su Don, golpeándolo con una gran fuerza y estampándolo contra unos estantes viejos. El dolor invadía el cuerpo de Izuku, quien intentó levantarse, pero sintió un gran escalofrío y, segundos después, un inmenso dolor. Tentó levemente su brazo derecho y notó un bulto en él, siendo obvio que estaba roto.

Izuku: Moriré... moriré de esta forma.

No malgastes tu vida, no desperdicies esta segunda oportunidad que te dio la vida, Izuku.

Izuku solo respiró profusamente, aún con el dolor de su cuerpo, y comenzó a levantarse sin apartar la mirada de la horda de personas que se acercaba directamente hacia él.

Izuku: No... Yo no moriré así, y esta no será mi tumba -dijo tomando con firmeza el mango del arma.

Izuku empezó a disparar, alcanzando múltiples objetivos: hombros, cabezas, pechos, brazos, hasta que el cartucho se vació. Uno de los hombres lo atacó con un destornillador, pero Izuku lo bloqueó con su propia mano, propinándole un cabezazo que aturdió al hombre. Luego se quitó el destornillador con la boca y lo usó para clavárselo en la cabeza al hombre.

Izuku utilizó su mandíbula y pecho para agarrar el arma, sacar otro cartucho e insertarlo. Tomó firmemente el arma, apoyó un poco su mejilla en su hombro y disparó con precisión a la cabeza de un hombre. Luego continuó disparando al cuello, cabeza y hombros. El hombre con un Don apareció detrás de Izuku, quien se lanzó a un lado esquivando el ataque, soltando el arma en el proceso. Sacó su celular y empezó a buscar objetos cercanos. Encontró un viejo montacargas y no dudó en activarlo. El pequeño vehículo se movió a poca velocidad, atropellando a todo lo que se interponía en su camino. Finalmente, chocó contra el hombre, estrellándolo contra una pared.

Izuku observó cómo uno de esos hombres comenzó a convulsionar, y entonces vio cómo algo salía del agujero que tenía en su frente. Presenció cómo una avispa emergía del hueco que la bala dejó.

Izuku: pero qué...

En ese momento, la avispa comenzó a sacudirse para limpiarse de la sangre, emprendió vuelo y se dirigió directamente hacia Izuku. Por instinto, él golpeó con la palma de la mano logrando aplastarla con fuerza, pero algo extraño sucedió a su alrededor. Vio cómo las personas que lo atacaban se quedaron paralizadas, como si estuvieran en shock, y en cuestión de segundos sus cabezas empezaron a explotar una tras otra, dejando órbitas y fragmentos de cerebro en el suelo y las paredes del lugar, salpicando de sangre a Izuku.

Izuku: - escupiendo- Genial, estoy escupiendo sangre... que no es mía.

Izuku caminó un poco y logró ver un arma, se agachó con dificultad para tomarla y guardarla. Después, caminó hacia la puerta principal que se encontraba al otro extremo. Tuvo que derribar el seguro para salir, cayendo al suelo en el proceso.

Izuku: Iris...

Iris: Sí...

Izuku: ¿Puedo pedirte un favor? -dijo levantándose y caminando lentamente hacia el auto.

Iris: Dime y veré qué puedo hacer.

Izuku: Quiero... -entrando al auto- quiero ir a casa.

Iris: Tranquilo, pronto estarás en un lugar seguro.

Izuku solo escuchó el motor del auto encenderse y ver cómo avanzaba por sí solo. Solo pudo ver por la ventana las calles de Japón, pero su intento de mantenerse despierto fue completamente inútil. Simplemente cerró los ojos y cayó inconsciente.

Unas horas después...

Mejora del texto en español:

"Izuku comenzaba a abrir los ojos poco a poco y se levantó al instante, agitado.

Izuku: ¿Eh, dónde...? -mirando a su alrededor- ¿Dónde estoy?

Azumi: Por fin despiertas...

Izuku: ¿Cómo es que...?

Azumi: Tu inteligencia te trajo aquí, te trajimos hasta este lugar. Parece que tuviste una dura pelea, te apuñalaron en el hombro, alcanzando una arteria, además de dos costillas rotas que casi perforan tu pulmón y un brazo fracturado.

Izuku: Pero, ¿cómo...?

Azumi: Gracias a mi don de reconstrucción celular, curé tus heridas. No te preocupes, no quedarán cicatrices. Si te sientes bien, lárgate de aquí -dijo la mujer, preparándose para irse.

Izuku: Espera.

Azumi: No me agradezcas.

Izuku: Espera -dijo levantándose- ¿Tu apellido tiene alguna relación con Gray Reacher?

Azumi se quedó quieta por unos segundos.

Azumi: No... No tengo relación con ese hombre. Para mí, está muerto.

Izuku: ¿A qué te refieres?

Azumi: Es algo que no debería importarte."

Izuku: Pues, para tu mala suerte, a mí sí me importa. Ahora responde con sinceridad.

Azumi: ¿Por qué debería? No te conozco, y tú no me conoces. Además, ¿qué te importa saber sobre Gray?

Izuku: Créeme, a ese hombre le debo mucho.

Azumi: ¡Oh, qué bien! Me alegro por ti, pero para mí no existe ese hombre, aquel que abandonó a su hija y dejó morir a su madre.

Izuku: ¿De qué estás hablando? Él no las abandonó.

Azumi: Claro que sí lo hizo, y no sabes cuántas veces le rompió el corazón a mi madre. Así que te aconsejo algo, fugitivo Izuku Midoriya, es mejor que no me hagas enfadar, o créeme, acabará muy mal para ti.

Izuku: Ese hombre al que tú desprecias amaba a su hija y esposa como nada en el mundo.

Azumi: Si tanto las amaba, ¿por qué las dejó?

Izuku: Porque tuvo un golpe de mala suerte, maldita niña desagradecida.

Azumi: Jódete.

Izuku: No, jódete tú - sacando el diario de Gray - tal vez deberías leer esto - lanzándoselo - ahí están todas tus respuestas - dijo procediendo a irse - para tu información, ese hombre... ya no se encuentra en este mundo.

Azumi solo vio cómo el chico de pelo verde dejaba el lugar, observando solo el libro viejo en el suelo. Su mente le decía que tal vez debería tirarlo, pero la curiosidad la consumía por dentro. Finalmente, tomó el diario, lo abrió y vio una foto.

Izuku: Oye, Iris.

Iris: ¿Sí?

Izuku: Gracias por salvarme.

Iris: No tienes que agradecer, es lo mínimo que podía hacer.

Izuku: Dime, ¿tienes grabaciones del lugar?

Iris: Si quieres, se las puedo enviar a Overhaul.

Izuku: Sí, y de paso llámalo, necesito hablar con él.

En ese momento, Izuku esperó un par de segundos mientras sonaba el tono de llamada hasta que finalmente respondieron.

Chisaki: (llamada) ¿Sí?

Izuku: Ya investigué el complemento que me dijiste.

Chisaki: Me informaron que llegaste malherido.

Izuku: Sí, te envié las pocas grabaciones del lugar.

Chisaki: Sí, acaban de llegarme. Espera un par de minutos.

Izuku: Por cierto, se me olvidó mencionar que el lugar estaba rodeado por gente extraña y agresiva.

Chisaki: Supongo que acabaste con ellos.

Izuku: No tenía opción.

Chisaki: Y dime, ¿cómo se siente quitarle la vida a una persona?

Izuku: Podrías concentrarte en el tema principal.

Chisaki: Veo que no estás de humor, chico.

Chisaki: Parece que quienes ocuparon el lugar eran parte de mi gente.

Izuku: ¿A qué te refieres?

Chisaki: Sí, chico, mataste a unos cuantos de mis trabajadores.

Izuku: Ellos... atacaron primero.

Chisaki: Sí, por lo visto en la última grabación casi mueres ahí.

Izuku: Si los demás complejos están ocupados, entonces necesitaré más armamento.

Chisaki: ¿Cuál es tu plan?

Izuku: Atacar sus complejos si están produciendo esa droga tuya y tienen almacenes donde la guardan. Los destruiré y llamaré su atención.

Chisaki: ¿Estás dispuesto a mancharte más las manos?

Izuku: Eso ya no importa.

Chisaki: Sabes que es un plan suicida.

Izuku: Pues... ya no tengo nada que perder, ¿qué más da? -dijo colgando la llamada- Iris...

Iris: ¿Sí?

Izuku: Pon en el GPS todas las ubicaciones de los complejos.

Izuku caminó hacia el despacho de Rinsho, tocó la puerta un par de veces y esperó a que le permitieran entrar.

Rinsho: Oh, veo que ya despertaste, chico estrella. Dime, ¿necesitas algo?

Izuku: Sí, y son muchas armas.

Rinsho: ¿Para una ocasión especial?

Izuku: Para despejar varios complejos.

Rinsho: Oye, espera, ¿planeas ir tú solo?

Izuku: Sí, y dime en cuanto tiempo podrías conseguirme diversas armas.

Rinsho: Podría tenerlas listas para la mañana.

Izuku: Bien -dijo sacando su celular.

Izuku comenzó a navegar en la red, donde "tomó prestados" unos cuantos millones que envió a la cuenta de Rinsho.

Rinsho, revisando la notificación: Oh, supongo que tienes mucha prisa.

Izuku: Ahí está tu paga. Avísame cuando esté listo.

Okotsu: Oye, ¿podrías poner un poco de música?

Extra: Claro que sí, señor.

- Insertar "WARHALL- DEAD MAN WALKING" -

Al día siguiente, específicamente por la noche, Izuku se preparaba llenando diversos cartuchos de balas y recargándolos. Luego, los guardaba en una gran bolsa y guardaba la pistola en su funda, así como el bastón retráctil. Salió del lugar siendo seguido por las miradas de todos, simplemente subió al auto y Iris lo llevó a los primeros complejos que iban a despejar. Después de un par de horas, llegaron a su destino. Izuku tomó una escopeta y un fusil, colgándolos detrás de su espalda.

Izuku: Bien... aquí vamos.

En ese momento, las televisoras de Japón se sorprendieron al saber que varios complejos donde se fabricaba la droga trigger habían sido destruidos.

Reportero: Buenas tardes a todos, les informamos sobre la destrucción de un complejo donde se fabricaba la droga trigger, donde se encontraron varios cuerpos.

Izuku se lanzó al Área usando el fusil, disparando certeramente a la cabeza y rematando a sus enemigos. En ese instante, recibió un golpe en el rostro con un tubo, pero esto no fue suficiente para detenerlo. Izuku agarró al hombre por la nuca y le voló los sesos por todas partes con la pistola.

Reportera: Es impresionante cómo esta extraña banda está siendo masacrada, quizás por disputas de territorio. Sin duda, esto no fue obra de un solo hombre.

Izuku lanzó un tanque de gas que cayó en medio de un gran grupo de personas. Este disparó al tanque, provocando una explosión y observó cómo los miembros de ese grupo salían volando por los aires.

Reportero: Sin duda, la guerra entre estas bandas no se detiene. Hemos intentado obtener la opinión de algunos héroes, pero estos se niegan a responder e intentar poner fin a esta rivalidad.

Izuku se encontraba sentado en una vieja caja, empapado de sangre.

Izuku: Vamos, Izuku... da lo mejor de ti - dijo mientras sacaba un cúter de su rodilla.

Reportera: Sin duda, estos dos días en particular, 21 y 22 de diciembre, han sido agitados. Se encontraron siete complejos donde se fabricaba la droga "trigger" con cuerpos desvenados, y sin duda los responsables de estas masacres no han sido encontrados.

En ese momento, se apagó la televisión.

Yamada: Realmente, este mundo se está desmoronando a pocos días de Navidad.

Izuku: Sí... ¿no es una locura?

Yamada: Está bien -dijo mirando al chico de cabello verde.

Izuku: Disculpe.

Yamada: Perdón, es solo que usted parece agotado.

Izuku: No estoy bien, señora Yamada.

Yamada: Sus ojos dicen lo contrario.

Izuku: ¿Mis ojos? -dijo dejando la cuchara- ¿Qué dicen mis ojos según su suposición?

Yamada: Sus ojos reflejan arrepentimiento, enojo, pero no hacia otra persona sino hacia usted mismo -dijo la señora mientras recogía el plato de comida de Izuku- veo... tristeza en sus ojos

Izuku: Señora, ya no sé qué hacer...

Yamada: Mi marido solía decir que las personas que parecen más tristes son las que más esperanza tienen de que todo lo malo termine. -dijo la señora, pero al girar, aquel hombre ya no estaba allí.

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