Capítulo 17: Fiesta parte II.

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Ah, ¿Eres rebelde no? Me caes bien.

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La mire con desdén sobre mi hombro intentando transmitirle todo lo inferior que ella era para mí, mi mirada paso a Brian y sonreí ignorando deliberadamente a Trami.

—Hola Brian —dije manteniéndole el contacto visual, quise guiñarle un ojo, pero nunca había guiñado un ojo en mi vida, así que preferi seguir sonriendo y cambiar la mirada hacia el frente mientras caminaba en medio de ellos.

Casi percibí los pensamientos ofensivos que Trami tenia en ese momento y me rei internamente con perversidad mientras sentía que los cachos del disfraz que tenia sobre mi cabeza se adherían como una parte de mi.

A medida que caminaba las personas se abrían paso observándome de arriba a abajo, visualice la maraña de rulos de Calvin al fondo, estaba de espaldas hablando con el hermano de Rosi y otros hombres que parecían estar exageradamente alegres de volver a reencontrarse.

Camine hacia allá, el primero en verme fue Louis y seguidamente las personas alrededor de Calvin cambiaron la mirada hacia mí cuando advirtieron mi presencia, Calvin no tuvo mas opción que voltear para ver lo que acaparaba la atención. Sus ojos se fijaron en mi rostro y descendieron lentamente por mi cuerpo, una de la comisura de sus labios se alzó en una sonrisa pícara cuando volvió a mirar mis ojos, sentí que el aire habia salido de mis pulmones, no recordaba como volver a respirar.

De repente Louis se acercó rompiendo el hechizo y le dio una palmada en el hombro a Calvin sin dejar de observarme o más bien, sin dejar de mirar mi busto sobresaliente.

— ¡Vaya! -expresó Louis-, solo hay que mirarte para saber que eres toda una maldición.

— ¿Se supone que eso es un cumplido? —alcé una ceja.

—Un cumplido sin duda —sonrió—, una maldición porque nada puede romper el embrujo de admirar tu belleza.

—Que buena labia —solté una carcajada.

Louis dio un paso hacia mi y tocó un mechón de mi cabello, sabía que lo atraía incluso antes de haberme disfrazado, ¿cómo era eso posible?

—Hablo muy enserio —dijo Louis. Casi quería preguntarle si le gustaban las relaciones serias porque en ese momento quería seguir hablando con él, pero Calvin le dio un leve empujón a Louis en el hombro.

—Ya, déjala en paz —dijo Calvin aferrando una mano en mi cintura.

Louis pareció entretenido y volvio a juguetear con un mechón de mi cabello.

—Es lo ultimo que haría, dejarte en paz —insistió Louis—, al menos tienes que bailar una pieza conmigo.

—No va a bailar nada contigo —dijo Calvin—, está conmigo, no te quiero ver cerca de ella.

—Ya basta, ¿qué te pasa? —dije tocando el hombro de Calvin acaparando su atención.

Calvin aferró más fuerte su mano en mi cintura y parecía repentinamente serio, ¿qué estaba pasando? ¿Estaba celoso? ¿Por mí?

—Ven vamos a hablar —dijo Calvin aferrando mi muñeca y prácticamente halándole hasta el otro lado de la casa cerca de la barra.

Muchas personas nos veían sin disimulo, pero a la escasa luz podíamos mezclarnos con facilidad.

— ¿Qué te ocurre? —pregunté cuando él tomó asiento y pasó una mano por su cabello sin dejar de tensar la mandíbula.

Tuve que inclinarme hacia él para que la música no se tragara mi voz.

—Louis prácticamente te estaba desnudando con la mirada.

— ¿Y? —Dije— ¿Se supone que eso te importa?

Calvin volteó, quedamos muy cerca, sus ojos verdes parecían brillar con las luces de colores, lucía muy tentador.

—Claro que me importa —dijo—, todo el mundo cree que estás conmigo.

Alguien chocó con mi espalda y voltee encontrándome con Trami, ella me vio con una sonrisa tensa que no llegaba a sus ojos.

—Perdón, no te vi —dijo la perra. Evidentemente sí me había visto, la seguí con la mirada hasta que se mezcló con las demás personas que bailaban, de repente tiró sus brazos alrededor del cuello de Brian y mientras bailaba lo besaba con completo descaro. 

Lo hizo a propósito, quería que la viera, ella quería que notara como a pesar de yo tener la atención de todos, ella seguía teniendo a Brian.

Moon y Víctor pasaron con una bandeja en sus manos llenas de vasos, Moon saludó a Calvin y ofreció las bebidas, yo agarré dos vasos, le agradecí y ella siguió su recorrido, le tendi uno Calvin necesitaba despejar mi mente o calmar la ansiedad.

—Soy deportista —ante mí mirada confusa él explicó: —No ingiero nada de eso.

Ah, no lo sabía. Por suerte yo no era deportista.

Llevé el vaso a mis labios y me lo tomé sin respirar hasta la mitad, el jugo apenas saborizaba el agrio alcohol. Cerré los ojos y me estremeci, pero sentí como mi cuerpo parecia relajarse.

Cuando mis ojos pararon involuntariamente en Trami, observé como sonrió cuando su mirada chocó con la mía, se volteó y comenzó a restregar su trasero contra Brian al ritmo de la música.

Perra, perra, perra.

Sentía la ira invadirme, me terminé de tomar el jugo y me iba a tomar el otro vaso pero Calvin me detuvo la mano aferrándo mi muñeca.

—Te vas a emborrachar —dijo—, debes tomarlo despacio.

¿Y qué? Hoy no era yo.

—Dime el plan —quite la mirada de ellos y la fije en Calvin—, quiero ver sufrir a esa perra.

—Debes ignorar a Brian, él se acercará posiblemente en algún momento que Trami no esté y debes insistirle en que no obtendrá nada de ti hasta que deje a Trami.

¿Qué? Sonaba disparatado, pero sabia que el siempre tenia razón.

— ¿Pero cómo sé que el querrá algo de mi?

—Por favor, todos en esta fiesta quieren a la diablilla que esta conmigo, Brian no es la excepción.

Hoy era una diablilla, todavia no me sentía completamente confiada de mi misma, quería ser satán Claus no santa, solté un suspiro y me tomé el otro vaso como si fuera agua, cuando tragué cerrando mis ojos con fuerza, sentí un fuerte mareo y una energía impresionate, maldición todo daba vueltas.

Cuando miré a Trami ella bailaba provocando a Brian, reclamando que era suyo.

Dos podían jugar este juego.

—Vamos a bailar —aferré a Calvin de la muñeca y prácticamente nos detuvimos cerca de Trami, perfecto, quería que nos viera, necesitaba que supiera que tenía al famoso Calvin Craft conmigo.

Nunca habia bailado con una pareja, pero sabia bailar, siempre practicaba en mi habitación. Cuando la música comenzó a entrar a su mejor momento movi mi cintura y mis caderas sin vergüenza, pegándome de Calvin sin importarme absolutamente nada.

Agradecía a las hora que pasaba viendo video musicales e imitaba a las bailarinas.

Las manos de Calvin descendieron por mi cintura y se pegó más contra mi espalda, me voltee para quedar de frente, él se agachó un poco y sonreí cuando roce sus labios pero baje lentamente por su cuerpo antes de que me besara. Cuando ascendí y sus manos se aferraron a mi cintura,  me olvidé por un momento de mi entorno y me entregué a las sensaciones que Calvin me provocaba cuando nuestros rostros se acercaban y nuestros cuerpos se pegaban aumentando el deseo.

—Hueles increíble —susurró pegando sus labios a mi oído.

—Tengo muchas ganas de besarte —murmuré siendo consiente de que mis pensamientos estaban nublados pero lo único que tenia claro era en pagarme más a Calvin.

Su boca abierta choco contra la mía obligando a corresponder la caricia de su lengua, mi respiración comenzaba a acelerarse, y mis manos se aferraron a su camisa, quería arrancársela, necesitaba sentir su torso desnudo bajo mis dedos. Antes de darme cuenta lo pegué contra la pared del fondo, me volteó en un movimiento brusco y pegó su cuerpo al mio, la luz apagada nos mezclaba entre la gente y nos daba privacidad de alguna manera, aumentando el deseo. Alcé una pierna y la envolvi alrededor de su cadera metiendo mis manos dentro de su camisa.

Calvin se separó un poco y su respiración agitada chocó contra mis labios, ¿Que le pasaba? Necesitaba seguir besándolo, tenía la necesidad de que me tocara.

—Cálmate diablilla —dijo—, estamos entre las personas, pero no estamos ocultos.

Relami mis labios y oculte una débil sonrisa.

—Vamos a tu habitación entonces.

Calvin pareció confuso, pero era exactamente lo que quería en ese momento.

— ¿En serio?

—También puedo pedirle a Rosi la llave de la habitación de arriba —sugerí aprovechando su cercanía para besarlo otra vez, el volvió a separarse como si le costara enfocar sus pensamientos, me encantaba que yo lo pusiera de esa manera.

—Creo que es mejor ir a mi habitación —dijo—, donde podríamos tener más privacidad.

Volvió a besarme, pero esta vez alejo su cuerpo de mi, dejándome con ganas de más.

—Espérame en el carro —dije—,  iré por mis cosas.

Intercambiamos una sonrisa. Me apresuré a subir las escaleras, en cada esquina veía chicos besandose y otros semi desnudos. Todo en mi mente parecia nublado, ya nada me importaba, incluso podia entender lo que decían las muchachas, quería experimentar otras cosas.

Cuando abri la puerta me encontré con la imagen de Rosi semi desnuda y un hombre sobre ella, estuve tentada a irme, pero no podia irme sin mi bolso, mi madre me mataría si me viera así. Me rei pero tapé mi boca y tome mi bolso por el asa cerrando la puerta, ni siquiera advirtieron mi presencia. Cuando me voltee para caminar hacia las escaleras solté un brinco de la impresión al ver una sombra, era Brian.

Me eche hacia atrás pero el me acorraló poniendo una mano a cada lado de mi cabeza, y se inclinó un poco, así que su rostro quedó frente al mío, lucía una débil sonrisa perezosa, al parecer habia estado bebiendo.

— ¿Dónde esta Calvin? —dijo en voz baja y profunda, trague saliva y me encogi de hombros.

— ¿Donde esta Trami? —repliqué.

—No hablemos de ella —dijo—, no he podido dejar de pensar en ti, sé que te gusto desde hace mucho y tu también me gustas.

¿Qué? ¿Qué le gustaba? Mi cerebro confuso tomo eso como una noticia de victoria.

Su mano me tomo la barbilla para mantener mi rostro quieto y se inclino para besarme, cuando su nariz rozó la mía voltee el rostro.

Mierda, sentía mi corazón latir tan fuerte que me desmayaría.

Él se separó pareciendo incrédulo por mi rechazo pero ahora yo tenia el control.

—Ahora estoy con Calvin —dije—, tú elegiste a Trami la perra.

Ups, se me salio lo de perra, a él no pareció importarle la ofensa.

—La dejaré —prometió— pero bésame, me he vuelto loco toda la noche, lo único que quiero es estar contigo.

Vaya, había funcionado, Calvin tenia razón, como siempre.

—Solo cuando la dejes, podré estar contigo —dije—, me buscas cuando lo hagas.

Lo aparte de un pequeño empujón dejándolo perplejo y baje las escaleras sintiéndome victoriosa. Me abrí paso y salí, Calvin ya me estaba esperando, me monté en el auto peleando con el cinturón de seguridad, mi coordinación para engancharlo era pésima.

— ¡A que no sabes! ¡Brian hizo lo que dijiste! —No podía parar de reír—, quiso besarme y le dije; deja a esa perra y me tendrás completa para ti.

No sabía porque me parecía tan gracioso, pero a Calvin al parecer no le parecía divertido porque no se río.

— ¿Sigue gustándote ese tipo? —Dijo— parece todo un superficial.

¿Gustándome? En realidad no causaba las mismas sensaciones en mí que antes, me habia decepcionado, pero era increíble influenciar para que dejara a Trami, después de todo, ese era el objetivo.

—Todos los hombres son superficiales o al menos los guapos —dije—, el primer día que me viste me cerraste la puerta en la cara.

El soltó una ligera carcajada, lucía tan hermoso, y lo mejor era que tenia la posibilidad de besarlo, me parecía increíble.

—Y mis amigas tienen razón —continúe—, debo experimentar antes de llegar a la universidad. Ambos sabemos que no hay compromiso, debería hacerlo de alguna manera más fácil...

Quería estar con Calvin ahora, no me importaban mis tontos pensamientos moralistas, el alcohol me enfocaba en tocarlo y bésarlo, así que me incliné hacia Calvin y comencé a besar su cuello.

—Detente Claus —intento alejarse pero mantenía una leve sonrisa—, ya casi llegamos.

—Podemos hacerlo aquí en el carro —susurré, me solté el cinturón de seguridad y en un torpe movimiento me incliné para sentarme sobre él a horcajadas, todos mis movimientos eran lentos pero a la vez rápidos, o así me hacia creer mi mente.

Sentí que frenó el auto bruscamente a un costado de la calle.

—Claus, no, estoy manejando —Calvin intento sonar firme—. Estas borracha...

  Sus manos se deslizaron por mi cintura para intentar devolverme a mi puesto, pero me pegué más a el provocando que soltara un gemido cuando prácticamente me restregué contra su pantalón.

—Claus —advirtió ahora un poco nervioso—, no quiero que te arrepientas por la mañana.

Sentí su respiración acelerarse cuando subi su camisa arrastrando mis uñas por su abdomen, mordi el lóbulo de su oreja y esta vez fue el quien sostuvo mis manos provocando que lo mirara, me costó un momento enfocar mi mirada en él, pero intenté demostrarle que me estaba molestando su actitud.

—Quiero que me enseñes los placeres que me he estado perdiendo —exigí—. Eres mi profesor, yo tu estudiante diablilla.

Calvin susurró un: <Santo Cristo>, antes de que lo besara. No podia rechazarme ahora que se lo pedía, el habia querido esto. Su mano tocó algo en el asiento y nos inclinamos hacia atrás de modo que quedé acostada sobre él.

Besé su cuello y él en un ágil movimiento me volteó ahora quedando sobre mí, tomó mis manos y las colocó a los costados de mi cabeza.

—Puedo darte placer si es lo que quieres —dijo—, ¿Pero no te arrepentirás de esto por la mañana?

—No lo haré —dije—, desde el primer momento lo quise.

Calvin sonrió débilmente mientras bajaba lentamente el corsé de mi vestuario y devoraba mis labios con fuerza, mi pecho quedó al descubierto y sus besos descendieron por mi cuello, sentía cosquillas, se sentía tan bien, sus manos comenzaron a acariciar mis pezones mientras sus besos subían hasta mi oreja mandando unas increíbles cosquillas que erizaron toda mi piel.

— ¿Te gusta? —susurró a mi oído, asentí débilmente con la cabeza siendo víctima de mis sentidos, de repente mordió el lóbulo de mi oreja y descendió una serie de besos por mi cuello.

Me deje llevar por la sensación de relajación mientras todo mi cuerpo cosquillaba...

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