Capítulo 7. Los sueños continúan
—Ahora estoy entendiendo algo —susurró Tanjiro.
Les expliqué todo a los chicos: mi viaje a ese mundo de piratas, mi propósito en la vida o la de los Antiguos… Todo. Aún había dudas que resolver, pero creo que las encontraré en este mundo de cazadores y demonios. Esa anciana reveló los nombres de los cuatro Antiguos que gobiernan este mundo de sueño. Sí, esto es un sueño creado por ellos.
—Siento si no expliqué antes, pero es un poco complicado debido a los términos que serán desconocidos para ustedes —expliqué.
—Es entendible, Laura-chan —habló Kyojuro con los brazos cruzados—. Sin embargo, creo que hay misterios todavía por descubrir.
—¡Es genial! —exclamó—. ¡Mi futura esposa es una persona importante!
—Quítate en la cabeza esa idea —le dije con una gota en la sien.
—Oh, entonces habrá que proteger a Princess-chan de los traidores —argumentó Douma—. Si entras en mi cuerpo, no habrá problema con eso.
—... ¿Qué dirección tomamos ahora?
—¡No me ignores!
—A casa —murmuró Zenitsu. Todos miramos al pelirrubio—. ¡Es la mejor solución!
—Como no sabemos por dónde andarán, será mejor ir al siguiente pueblo —informó Kokushibo.
—¿Y voy a hacer caso a un puto demonio? —gruñó e insultó a quien sabemos.
—No es momento para pelear, Sanemi —le advirtió Kyojuro—. Debemos colaborar para derrotar al mar. ¡Y proteger a Laura-chan de aquellos que se llaman Antiguos!
Kyojuro tiene razón. Esta misión es arriesgada. No puedo permitir que los más jóvenes se arriesguen. Sé que sus habilidades me pueden ayudar, pero esto se estaba volviendo más difícil.
—Agradezco eso, Kyojuro. No obstante, tomé la decisión de partir yo sola y acabar con esto de una vez.
—¡Laura-chan, no diga eso! —alzó la voz Kanae—. Las palabras de Rengoku-san son ciertas y no podemos permitir que le pase algo. ¿Qué ocurriría si la atrapan? Su cometido se cumplirá y no podrá echar hacia atrás.
—No seas estúpida. —Sanemi golpeó mi frente con los dedos—. Vamos a seguir con esto juntos hasta acabar con esos hijos de puta.
Ellos estaban dispuestos a seguir conmigo hasta el final. Una pequeña sonrisa se formó en mis labios y asentí levemente dando la gran razón a los chicos. No iba a discutir de ello; ellos tienen grandes dotes y me podrían ayudar para derrotar a esos enemigos principales.
Es mejor continuar con nuestro trayecto. Supuestamente la aldea está bastante lejos de nuestra posición. Para ello, debemos pasar por un camino de tierra que nos lleva a un bosque profundo. Solo esperaba que no nos encontrásemos con un pseudo Antiguo. Yo estaba atenta a cualquier cosa que pudiera pasar a nuestro alrededor. Sentí como una liberación de mí por contar una verdad y me alegré que todos ellos lo hubieran entendido a la primera.
Durante la noche todos estuvimos juntos hasta que vi un rayo de sol colarse en una de las hojas de las copas de los árboles. Hemos caminado mucho. Este lugar me inspiraba paz porque escuchaba el riachuelo y el canto de los pájaros. Me encantaba ese sonido. Yo cerré los ojos para centrarme en ello. Cuando volví a abrirlos, me di cuenta que los demonios aún continúaban con nosotros. Ventajas de entrar en un bosque con árboles altos y ramas grandes con gran cantidad de hojas.
Inosuke empezó a gritar con mucha fuerza porque el chico estaba persiguiendo a un conejo para cazarlo. Una gota de sudor iba resbalando por mi sien porque estaba viendo la personalidad salvaje del chico jabalí. Es muy hiperactivo ese muchacho. Claro, esto significaba que tenemos que tomar un descanso para desayunar.
Los demonios decidieron apartarse para dejarnos tranquilos. Tanjiro y Zenitsu se encargaron de traer ramas para hacer una hoguera. No evité bostezar. Está claro que todavía tengo sueño. Mis dedos tomaron el puente de mi nariz intentando amortiguar ese sueño. Noté a alguien sentarse a mi lado y me fijé que era Sanemi ofreciéndome su cantimplora. Yo aún tenía agua, pero no quería rechazar su oferta; tomé un poco, estaba frío.
—No parece que hayas dormido bien.
—Estoy teniendo pesadillas —confesé—. Veo las figuras de esos tipos. Me impiden dormir bien.
—Está claro que no te dejarán tranquila. —Él tocó con suavidad mi nariz y tomó mi cabeza para que la apoyara en su hombro—. Duerme un poco. Cualquier cosa, yo estaré ahí.
Me sonrojé un poco ante ese comportamiento un poco cariñoso de Sanemi. Sí, debería hacer caso. Solo debo cerrar los ojos y dormir algo. Necesito recuperar todas mis fuerzas para seguir batallando en esta pelea. Debo derrotar a los Antiguos. Debo cumplir mi objetivo principal.
Mi cuerpo se estremeció. Estaba notando frío. Poco a poco iba abriendo los párpados dándome cuenta que no estaba en el bosque. No estaban los chicos. Esto me alertó demasiado. Estuve a punto de tomar mi espada, pero me fijé que no estaba. ¿Qué demonios? Esto tenía que ser un sueño. Un sueño dentro de otro. Fuerte locura, joder.
Mis oídos se agudizaron al escuchar unas gotas caer en el suelo. Me preguntaba si era buena idea aproximarse, pero no tuve elección. Me centraba en el sonido. Para mí no era señal de amenaza, más bien todo lo contrario. Al frente pude ver una planta más o menos de mi altura con un pequeño estanque. Las gotas provenían de ahí. Esto es raro.
No evité tocar con la punta de mis dedos aquella hoja. Suave y lisa. Esa gota iba resbalando por mis falanges. Frío. Que sensación exquisita. De pronto, aquel líquido se expandió, atrapando todo mi cuerpo. Yo empecé a moverme de un lado para otro intentando zafarme de ese agarre.
—¿Cuál tortura empezar? La asfixia sería conveniente. Me excitaría de tal manera que no podré resistirme en dejar marcas en tu cuerpo.
—Oh, no seas cruel, hermano. Su cuerpo es bello. Me entristecería.
Delante de mis narices vi de nuevo esas figuras sombreadas. Estaban teniendo una conversación delante de mis narices.
—Estoy de acuerdo. Madre de Dragones debe ser amada y no torturada.
—¡Follada, dirás!
—¡Ah! Tú y tu pensamiento de que el placer y la lujuria combinan. Yo opino que el placer y el amor es la perfecta armonía.
Parece que sus ideales son muy diferentes. No paraban de mencionar la palabra “placer”. Están de acuerdo con eso, pero en el resto.
—... ¿Ustedes sois los primeros Antiguos? —pregunté, interrumpiendo la conversación.
—¡En efecto! Yo soy Milós, señorita —habló, haciendo una reverencia—. Representación del placer y del amor.
—Sakit, el placer y el dolor es mi convicción.
—S-Smutny —tartamudeó—. Yo prefiero la tristeza. Ver a la gente llorar me satisface porque es un sentimiento lindo.
—¡Yo soy el Antiguo que te dará todo el placer y la lujuria posible! ¡Puedo cumplir tus deseos de tener una orgía! ¡Yo soy Hentai, el Antiguo del placer y la lujuria!
Si los diecisiete que me enfrenté en el mundo de One Piece representaban los Siete Pecados Capitales y los Diez Mandamientos, no sabría decir si estos eran los peores. Una gota iba resbalando por mi sien. Debía temer lo peor.
—No vais a conseguir nada conmigo —advertí.
—Eso piensas —murmuró Sakit. Aquella figura se estaba acercando, mientras notaba como aquella sustancia aprisionaba más mi cuerpo—. El hechizo que hizo Senku contigo no fue suficiente. —Él no tuvo reparos en tomar mi rostro—. La “nada” fue débil.
—Esa generación es débil —suspiró Milós—. Mira a mi pupilo Mero. Se obsesionó tanto en buscar a alguien a quien amar, que ese sentimiento acabó con él.
—¡Y no hablemos de Lust!
Claro. Lust mencionó, antes de su muerte, sobre su maestro. Hentai enseñó a ese demonio de la lujuria. Ya decía yo porque me daba mala espina ese tipo. Aparté la cabeza porque no me gustaba que Sakit me tocara. Eso le molestó y no tuvo reparos en golpear mi rostro.
—¡Sakit! No seas cruel —alzó la voz Smutny.
—Debe saber que su lugar es ser Madre de Dragones. Ser sumisa, callada y dar luz a todos los de nuestra especie —escupió—. Eso hizo la primera.
—Ay, como adoraba a mamá.
—¡Y disfrutaba cual perra!
—Hijos de puta… —murmuré.
—Estuvimos a punto de tener a Diena como segunda Madre de Dragones, pero la muy estúpida decidió alternar su destino. Tú no harás lo mismo, Princess —me amenazó—. No dejaremos que más hombres toquen tu cuerpo. Ese primer mundo que has visitado fue un fallo por parte de esa estúpida generación de Antiguos. No hagas lo mismo que nuestra primera Madre de Dragones porque recibirás un severo castigo.
Y golpeó de nuevo mi rostro.
Mis ojos se abrieron de golpe. Mi respiración se volvió agitada y miraba de un lado para otro. Había despertado en el bosque. Ahí estaban todos. Dios, pensaba que no iba a despertar nunca.
—¿Qué cojones…? ¡Oye! ¿Cómo te hiciste ese golpe?
Sanemi agarró mis hombros con furia. ¿Golpe? No estaba entendiendo nada. Él aproximó su mano en mi mejilla y un ardor sentí que me quejé por lo bajo. Espera un momento, la bofetada de Sakit fue real. Un sueño que se vuelve real.
—¿Me quieres explicar?
—... Soñé con ellos —murmuré. Eso alertó a todos.
—¿Qué quieres decir? —cuestionó Gyutaro rascándose la cara.
—Milós, Sakit, Smutny, Hentai… Cuatro sombras vi en mi sueño… No pensaba que este golpe pudiera perjudicar en la vida real.
—Laura-chan lleva así desde que visitamos el balneario. Nezuko y yo la vigilamos para que durmiera bien —habló Kanae.
—O sea, están atormentando los sueños bonitos de la princesa.
—Me temo que sí, Uzui-san.
Si sigo durmiendo, es probable que no me dejaran tranquila. Tiene que haber un modo de poder dormir bien sin preocupaciones.
—Mis sirvientes siempre hablaban de una flor capaz de asustar a los espíritus que intenten adueñarse de sus sueños —murmuró Douma—. No le di mucha importancia porque yo no creo en esas cosas.
—Yo podría hacer una bebida con esas flores, gracias a los conocimientos que adquirí de mi maestra.
—¿Y crees que funcionará? —preguntó Sanemi no convencido.
—Solo lo podemos averiguar.
—¡Oye, tú! ¡Arcoiris! ¡¿Cómo se llama esa flor?! —gritó Inosuke.
—... No lo recuerdo.
Me daban ganas de matarlo, sin embargo, alguien se adelantó metiendo la mano de golpe en la cabeza de Douma. Me asusté porque fue Akaza quien hizo tal cosa.
—Haz memoria, repugnante.
—¡Ah! ¡Ya lo recuerdo! —exclamó con felicidad. Ay, como se notaba que era un sádico—. Una flor llamada passiflora.
—¡La conozco! —musitó la chica—. Sus pétalos tienen un efecto relajante para que la persona duerma plácidamente, también es conocida como la flor de la pasión.
—¿Y es fácil de encontrar?
—Es bastante rara, Tanjiro. A lo mejor la siguiente aldea nos puede dar esa información.
—¡Tenemos una misión importante! —alzó la voz Kyojuro—. ¡Busquemos la passiflora!
¿De verdad una flor me ayudará con este problema?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top