Capítulo 6. El balneario encantado
Desde hace dos días que no duermo bien debido a lo ocurrido aquella noche. Mis sentidos estaban activos por cualquier circunstancia que pudiera suceder. ¿Y sabéis lo peor de todo? Llegar a una zona, dónde el cielo siempre estaba nublado. Ni una pizca de sol era capaz de traspasar aquellas barreras de humo negro. Sospechoso. Aún así era una ventaja para los demonios poder caminar con mucha libertad.
No hemos encontrado ningún pueblo cercano. Tal vez no lo haya o simplemente estaba muy lejos de nuestro alcance. No sé, todo esto estaba creando cierta sospecha. Mi sexto sentido me estaba diciendo que estuviese alerta en todo momento. Uno nunca sabe lo que puede encontrarse a lo largo del camino. Una trampa u otra cosa.
Ya mis pies estaban un poco adoloridos de tanto caminar, pero no quería decir nada para no preocupar a nadie. Además, soy una Hashira y debería mantener la compostura en todo momento. En un momento cerré los ojos dejando que mis pies se movieran por sí solos. Grave error. El puto búho se lanzó de golpe hacia mi cara creando un escándalo y por poco casi me araña la cara.
—¡He encontrado un sitio, poupou!
—¡Pero no hace falta que te lances a mi cara! ¡Pajarraco de mierda! —exclamé y agarré al maldito bicho.
—¿Qué has encontrado, Poupou? —cuestionó Tanjiro de forma calmada.
—Creo que es un balneario, poupou.
Oh, no. Cuando alguien pronuncia esa palabra, huye por tu vida. Bueno, demasiado tarde, porque los más jóvenes corrieron en la dirección que les indicó el búho. No voy a tener suerte, ¿verdad? Mirando el lado positivo, no está mal porque puedo relajarme y descansar mis pies.
Cuando llegamos al lugar, las sospechas de Poupou fueron ciertas. Un gran balneario estaba enfrente de nosotros. El problema ante esta situación es que no podíamos entrar todos en el lugar. Debemos acordarnos que nos están acompañando las Lunas Superiores. A ver, todos asemejan ser humanos normales, menos Kokushibo y Gyutaro. Ah, se me olvidó, Gyutaro puede entrar en el cuerpo de Daki, pero no me hace tanta gracia que estuviera observando a las mujeres.
—¿Qué es un balneario? —preguntó Inosuke.
—Es un sitio donde te bañas en aguas termales y todo tu cuerpo se relaja —le iba explicando Tanjiro.
—¿Agua caliente? ¡El Rey de la Montaña quiere ver eso!
—No perdamos tiempo en un puto balneario —vociferó Sanemi.
—¡Oh, vamos! Debes relajarte —dijo Tengen golpeando los hombros al contrario.
—En mi castillo también tenemos uno de estos, pero no me importa probarlo. —Joder, Douma vive en un mundo de lujo por sus malditos ojos arcoiris.
—Quiero añadir algo. —Yo levanté la mano para hablar—. Tenemos dos problemas: Kokushibo y Gyutaro no son nada normales y la gente sospecharía.
—Mi hermano puede…
—¡Ese es el segundo problema! ¡No quiero que tu hermano se meta en tu cuerpo para observar nuestros cuerpos desnudos!
—¿Cómo lo sabes? Si no dije nada.
Uy, mierda. Ah, no, tengo una excusa.
—Puedo predecir el futuro en cuestión de segundos gracias a un don que tengo —contesté.
Entonces noté las miradas brillantes de Tanjiro, Zenitsu e Inosuke. Por un momento pensé que daba bastante mal rollo, pero luego caí que son demasiado jóvenes y es algo comprensible. Es como si yo te dijera que tengo un oído súper fino o un olfato bastante desarrollado.
—Ah, con Kokushibo-dono no hay problema —habló Douma—. Si vendamos los dos pares de ojos restantes, todo está solucionado.
—Yo no me meto ahí. Hace siglos que no me baño y no lo haré —recalcó Gyutaro.
—Ninguno de nosotros.
—¡Yo sí quiero, Kokushibo! —exclamó Daki.
—No me hagas repetirlo. —Los ojos de la Primera Luna Superior se fijaron en todos ellos—. No compartiremos tal lugar con humanos. Ya sabéis lo que ocurrirá y no queremos llamar la atención. No. Es mejor alejarnos.
—¡Pero…!
—¡Calla y obedece, psicópata de mierda!
Con mis propios ojos vi a Akaza agarrar por las ropas de Douma para alejarse de ahí junto con el resto, aunque se escuchaba a Daki quejarse porque se merecía darse un baño relajante. Bueno, solo quedamos los cazadores. No me quedaba otra opción que entrar, ¿verdad? Me sacrifico por ello, solo esperaba que los balnearios estuvieran separados.
Una anciana nos atendió con mucha amabilidad. Los chicos se fueron por un lado y las chicas por el otro. Sí, Nezuko nos acompañó a Kanao y a mí. Nuestras ropas las dejamos en las taquillas. Luego de eso fuimos a la zona de las aguas termales. No había nadie y eso me impresionaba mucho. ¡Oh, Dios! ¡Qué sensación más relajante! Estaría aquí toda la vida.
Mis ojos pardos se quedaron fijos en el cielo. Las nubes todavía estaban presentes. Ya no estaba segura si era de noche o de día. Quisiera saber el nombre de los cuatro primeros Antiguos y como son. No sé si tendrán aspecto humanoide o más monstruoso. Son tantas dudas que surgen en mi cabeza y no hay ninguna respuesta.
Mis oídos se agudizaron. Nezuko estaba nadando con mucha felicidad en los baños termales. Es una chica muy tierna, pero peligrosa si la haces enfadar. Entiendo que Tanjiro quiere buscar una cura. Le duele muchísimo ver a Nezuko en ese estado, sin embargo, siempre ha ayudado a combatir con los demonios.
Por un momento, mis párpados se cerraban lentamente notando la relajación absoluta de todo mi cuerpo. Al rato cuatro luces hicieron acto de aparición dejándome un tanto confundida. Se iban acercando y susurraban mi nombre. O más bien, me llamaban por ese nombre que pronunció Senku: Madre de Dragones. Esas luces estaban tomando forma humanoide. Yo intentaba abrir los ojos y no podía. Me estaba poniendo nerviosa. A uno de ellos le salieron una especie de tentáculos e iba directo hacia mí.
¡Quería gritar y no podía pedir auxilio!
—¡Laura-chan!
La voz de Kanao causó que yo me despertara de golpe y jadeara a un ritmo violento. La morena me estaba mirando con cierta preocupación. Sus manos estaban sosteniendo mi cuerpo. Nezuko se acercó a mí para abrazarme, asegurándose de que estuviera bien.
—¿Te encuentras bien?
—Menos mal —suspiré con cierto alivio—. Pensaba que no iba a despertar.
—La estuve llamando un buen rato y no recibí ninguna respuesta, pero me fijé el movimiento de sus ojos bajo sus párpados. Tuve el mal presentimiento —me iba informando.
—Creo que esto de no dormir hace dos días me está afectando.
—¿Y por qué no lo intenta hoy?
—Casi no podía mover ni gritar —comenté—. Vi cuatro figuras en ese pequeño sueño. Querían atraparme. No podía huir. No quiero cerrar los ojos y volver a pasar lo mismo.
Me daba la sensación de que era una mala señal. Un mal augurio que se aproximaba a cada momento, esperando la oportunidad de no poder escapar. ¿Y si esas cuatro figuras eran los Antiguos? Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
—Puedo vigilarla —me dijo Kanao—. Me aseguraré de que pueda dormir con tranquilidad.
—No quiero que pierdas tu sueño en vigilarme, Kanao.
—Necesita descansar todo lo posible para aseguir peleando.
Nezuko hizo sonidos de aprobación. Está claro que estaban preocupadas por mí. Realmente no quisiera perder la cabeza. Simplemente esbocé una pequeña sonrisa asintiendo con la cabeza.
—Pero si os sentís cansadas, no os esforcéis mucho.
—¡Lo prometemos!
—Y una cosa más. —No continué porque me levanté para coger un balde pequeño de agua y lanzarlo hacia la barrera. Escuché como alguien se quejó y cayó al agua del otro lado—. ¡Dejad de intentar espiarnos, pollabobas de mierda!
—¡Te lo dije, Zenitsu! —exclamó Tanjiro.
Básicamente presentí que uno de los chicos nos estaba espiando. Este chico no va a aprender nunca. Cuando terminamos de aquel baño, nos dirigimos a las taquillas para secarnos con las toallas y vestirnos. Sin embargo, no llegué a coger aquella prenda de algodón porque empecé a escuchar una voz susurrar cerca de mi oído. Yo miré hacia atrás para ver quien era y no había nadie.
Esto era sumamente extraño. Una gota de sudor iba resbalando por la sien. Esto no me gustaba para nada porque realmente sospechaba de que alguien nos estaba vigilando. Enrollé la toalla en mi cuerpo y me puse aquellas zapatillas dispuesta a caminar y abrir la puerta. Un escalofrío sentí por todo mi cuerpo. El pasillo se volvió frío y cargado. Cada vez que respiraba soltaba aliento caliente.
Al fondo pude observar una figura negra. No se podía ver con claridad porque la luz no llegaba hasta la sombra. Otra vez me estaba llamando. Estaba hipnotizada ante su voz. Pero ese cántico se esfumó al sentir la mano de Kanao en mi hombro. Otra vez un rostro preocupado.
—¿Ocurre algo?
—... Pensé haber visto algo, pero son imaginaciones mías.
Kanao se asomó para ver porque ya estaba vestida. El frío que noté antes había desaparecido por completo. La morena me volvió a mirar.
—Es debido al cansancio, Laura-chan. ¿Le parece bien si dormimos en el balneario? Creo que ofrecen habitaciones.
—Sí, creo que tienes razón.
Luego volvimos adentro para ponerme la ropa. Más tarde nos reunimos todos, la chica le dio el comunicado a los varones para que comprendieran la situación. Yo no estaba en condiciones como para seguir en pie. Necesitaba dormir urgentemente. Kyojuro quería ofrecerse para vigilarme, pero Kanao y Nezuko insistieron en que ellas se encargaran. La verdad lo prefiero mil veces.
La amable anciana nos dio dos habitaciones. Una para chicos y otra para chicas. Oh, sí, le pedí a uno de ellos que le diera la comunicación a los demonios. Como bien sabemos, ninguno quería, salvo Nezuko que no le importaba. A ver cómo se las apañaba para explicar a los demonios teniendo el bambú en la boca. Esperaba que no hubiese ningún problema. Y así fue. No pasó nada.
Al llegar a las habitaciones, los futones estaban listos. Por encima de estos, los pijamas tradicionales de Japón en aquella época. A ver si era posible que pudiera dormir con tranquilidad. Yo estaba acostada, pero me sentía observada. ¿Por qué? Porque por mi lado izquierdo estaba Kanao y por el otro lado Nezuko. Iban en serio de mantenerme vigilada. A ver si era posible que pegara el sueño.
«Madre de Dragones».
Mis párpados se abrieron de golpe. Otra vez esa voz. Las luces estaban apagadas. Vi a Kanao y a Nezuko dormidas. Si es que sabía que esto iba a suceder. El frío que presencié en aquel pasillo se estaba calando por mis huesos. El único demonio capaz de hacer tal cosa era Douma. El hijo de puta debe estar divirtiéndose.
Me levanté de la cama para salir del pasillo y encarar al desgraciado. ¿Dónde está? Pienso abofetear su cara hasta dejarla sin dientes. Mis ojos pardos se centraron en el fondo del pasillo viendo de nuevo esa figura. Ya me harté.
—Douma, ¿se puede saber qué estás haciendo? ¿Acaso quieres ignorar a Kokushibo?
No recibí ninguna respuesta. Con valor me acerqué al tipo. Por mis ovarios lo golpearé por ser un pervertido.
—Se te ha dicho que no entres en el balneario. ¡¿Me estás oyendo?!
Cuando di otro paso, el suelo se rompió bajo mis pies y caí hacia abajo. Me estaba quejando de dolor por la espalda. ¡Ya tenía escoliosis como para jodérmelo más! Poco a poco me iba levantando de aquel golpe. Una sombra se hizo presente hacia arriba y la figura bajó hacia donde estaba yo.
Un momento, ¿no es la señora amable? Su aspecto estaba cambiado. Su cabello blanco tenía vida propia porque se movía de un lado para otro. Su cuerpo era alto y esbelto mostrando las costillas. Sus ojos estaban en blanco sin vida. Vamos, estaba esquelética cual muerto viviente. Y su risa producía ciertos escalofríos en mi cuerpo.
—Madre de Dragones. Eres aquella persona que están esperando nuestros señores.
—Y tú anteriormente eras un demonio y decidiste unirte con los Antiguos —contraataqué.
—Ellos nos ofrecen algo que no nos puede conceder Muzan —siguió hablando.
Me he dado cuenta que los Antiguos son capaces de transformar a las mujeres en uno de ellos también. Supuestamente la única mujer de su especie sería yo. A lo mejor están desesperados por capturarme y hacen todo lo posible para transformar a cualquier género en uno de ellos. Debo mantenerme alerta.
Ese frío volvió a calar en mis huesos. Ella era la causante de esa sensación. Aún reía como una loca desquiciada. De repente, vi una visión y tuve que moverme con mucha rapidez. Mi gran sorpresa fue ver la madera moverse como si la casa estuviera viva. No. Esto me resultaba familiar. Esto pasaba con ese demonio llamado Enmu que se fusionó con el tren. Joder, lo que faltaba encontrar.
Esa vieja bruja hizo un movimiento con sus manos causando que la madera volviese a atacarme y yo los esquivaba. Mis pies se quedaron pegados en el suelo ante una sustancia viscosa. ¡Qué asco! No podía levantar las piernas. Estaba atrapada.
—No ha sido difícil —reía la señora sacando su lengua larga—. Ahora te llevaré ante ellos y la raza resurgirá de nuevo de sus cenizas.
Tenía que escapar a toda costa. No podía permitir que me capturen. De repente, todo fue tan rápido ante mis ojos que la cabeza de aquella pseudo Antigua fue cortada. Una figura grande se hizo presente. Lo reconocía perfectamente porque era el único que portaba dos espadas Nichirin. Uzui Tengen hizo acto de aparición.
Luego sentí un empujón fuerte en mi costado y mis pies, al fin, eran libres. Iba a golpear al causante de esto y me sorprendía que fuera Inosuke, ya portando consigo la cabeza de jabalí. He comprobado que este chico tenía una fuerza increíble. Normal, se crio en las montañas. Todos los cazadores estaban presentes portando sus armas. Yo era la única que no lo tenía. Kanao se acercó a mí con mis ropas y mi arma.
—Vístase, Laura-chan.
—... ¡¿Te das cuenta que hay muchos hombres?! —exclamé con mucha vergüenza.
—Nosotros la cubrimos —me dijo Tanjiro. Vale, me vestiré rápido, aprovechando que nadie me estaba viendo.
—Insectos. Insectos. —La anciana no paraba de repetir una y otra vez, mientras su cabeza estaba restaurándose—. No voy a consentir que destruyais este plan infalibre.
—Solo es una criatura parlante que me dan ganas de vomitar. —Sanemi mostró una sonrisa sádica—. Y seré yo quien te corte esa sonrisa estúpida.
—¿Acaso no entendeis, humanos? Esa chica es la futura Madre de Dragones. La única capaz de crear Antiguos puros.
—¿Madre de Dragones? Qué título tan… raro —susurró Inosuke.
Yo ya estaba vestida completamente y agarré mi espada dispuesta a atacar. Entonces, tuve que agarrar a Kanao y a Zenitsu que estaban ahí porque los soportes de madera del techo se separaron para atacar desde arriba. Definitivamente, la señora formaba parte de la casa y dudaba mucho que pudiera golpear su cuerpo. O era posible que la casa solo fuera una construcción más para caer en la trampa.
La anciana alzó los brazos y susurró unas palabras que no estaba entendiendo. Todo el suelo empezó a moverse. Yo me caí porque mi equilibrio era pésimo. Mi cuerpo estaba rodando hacia atrás porque las tablas de madera se elevaron, causando que todos fuéramos al fondo del lugar. Un gruñido escuché y miré hacia atrás que una especie de boca se abrió para devorarnos. ¡Esto no pintaba bien!
Alguien agarró mi tobillo. El responsable fue Sanemi que clavó con su espada el suelo. Por poco iba a ser comida de aquella casa maldita. Yo miré a mi alrededor asegurándome que todos estuvieran bien. Menos mal. Debo pensar algo y rápido. Desde mi posición alcé mi puño para concentrarme e hice un movimiento de puñetazo hacia la boca modificada creando una especie de corriente de aire. Esa criatura fue destruida y el suelo volvió a su estado normal. Creo que eso era la “lengua”.
De pronto, las paredes empezaban a encogerse queriendo engullirnos. Tenemos que salir de ahí cuanto antes. Entonces Kyojuro no tuvo otra opción que romper la pared de los lados para buscar un hueco. Solo hizo un pequeño rasguño hasta que llegó Inosuke usando su cabeza y su fuerza bruta destrozando el sitio. Joder, y luego dicen de mí. Pudimos salir del lugar. Yo miré hacia atrás. El balneario había desaparecido por completo. Era una trampa mortal.
La anciana resurgió de la tierra con una sonrisa macabra que daba mal rollo. Yo tenía que acabar con ella porque soy la única con un poder abrumador. Sin embargo, Inosuke se me adelantó usando su aliento para cortar el cuello de la pseudo Antigua. Este idiota no ha aprendido la lección porque la vieja regeneró su cabeza y alargó su brazo para atrapar el cuello de este.
Tanjiro reaccionó para salvar a su amigo cortando aquel brazo, pero su grata sorpresa fue que aquella parte surgieron dos más para capturarlos de nuevo. Esto no me gustaba para nada. Nezuko fue a socorrer a su hermano. No obstante, una visión de quince segundos me permitió ver lo que iba a ocurrir y agarré a tiempo a la joven porque unos pinchos de metal surgieron del suelo.
—¿Qué tipo de sangre demoníaca está usando? —se preguntó Sanemi con mucha molestia.
—Creo que es capaz de crear objetos —comentó Kanao.
—Estoy de acuerdo con Kanao —confirmé—. Esa vieja chocha* pudo crear ese balneario para tendernos una trampa.
Otra vez esos brazos fueron cortados y, esta vez, el causante fue Kokushibo que hizo acto de aparición junto con el resto de demonios, menos Akaza que prefirió estar al margen. Claro, su código de honor le impide atacar a mujeres. ¡Venga ya! Si tiene a una señora casi demacrada.
—Madre de Dragones debe resurgir. ¡Debe dar descendencia pura!
—Oye, no suena nada extravagante lo que dices, y no me interesa eso de Madre de Dragones —especificó Tengen poniendo una cara de desinteresado.
—Esa chica a quien llamáis Princess Laura es una Antigua pura. Es la descendiente de la primera y segunda Madre de Dragones. Nuestros señores la buscan para crear Antiguos puros.
Todos me miraban. Ahora no sé qué decir al respecto. Yo conocía las verdaderas intenciones de los Antiguos. Una gota de sudor iba resbalando por la sien. Ellos quieren una explicación.
—Ella no es de este mundo. —Pero ese demonio se me adelantó—. Viene de un mundo diferente a este. Viaja a través de los sueños para derrotar a los Antiguos. Fue a uno y destruyó a los diecisiete pertenecientes a ese mundo de mar y piratería. Ahora está aquí para matar a los cuatro primeros Antiguos.
—¡Gopanchiro, ¿te enteras de algo?! —Tanjiro negó con la cabeza.
—Porque sois unos completos inútiles.
¿A través de los sueños? Esta anciana sabe mucho. Aparté un poco a Sanemi y a Kyojuro para enfrentarla, y que contara más.
—Tú, Madre de Dragones, debes rendirte y entregarte a los señores para procrear con ellos y dar descendencia pura. ¡Así los Antiguos volverán a resurgir y gobernar a través de los sueños en mundos paralelos al tuyo!
—Oh, ¿la Hashira del Ying-Yang debe follar? A mí me gustaría unirme —dijo Douma con una cara de felicidad. A mí me daban ganas de golpear su cara.
—¡Ninguna otra criatura merece tocar a la Madre de Dragones! ¡Solo los Antiguos tienen derecho a ello!
—¡Laura-chan no se entregará! —exclamó Kyojuro poniéndose enfrente de mí a modo de protección—. Nos estamos enterando de muchas cosas y me estoy dando cuenta que el objetivo principal es ella. Las personas no son objetos. Somos criaturas con derecho a tener la libertad de expresar y hacer nuestras vidas. Si ella no quiere unirse, entonces debéis respetar ese derecho.
Este chico siempre transmite unas palabras que reconfortan a mucha gente. Él transmite una voluntad de fuego impresionante. Por eso, me gustaba como personaje y una pena que no durase tanto en el manga, pero siempre quedó presente en el corazón de Tanjiro y algunos personajes más. No obstante, yo estaba en este sueño creado por mi mente, así que no permitiré que lo maten.
Me hice a un lado para estar enfrente de Kyojuro. Mis ojos pardos estaban fijos en la enemiga. La espada Nichirin no servirá de nada, así que deshice mi cinturón junto con ella para mostrar que no pelearé con ella. Mi cuerpo bastaba para acabar con esa vieja chocha.
—Ya has oído a Kyojuro. Mi destino es ser Madre de Dragones, pero mi antecesora que se hace llamar Diena o Licht, dependiendo si hay sol o luna, no deseaba ese destino. Yo tampoco lo quiero. Derroté a los diecisiete Antiguos, hermanos de mi antepasada en ese mundo que tú dijiste. Ahí descubrí mi verdadera razón de vivir. ¡Acabar con los cuatro primeros Antiguos y dar paz!
La anciana no estaba conforme ante esa respuesta y de su boca hizo surgir unas espadas que iban directas hacia a mí, sin embargo, mi Vision me permitió visualizar los puntos para esquivar. Me moví con cierta rapidez casi igualando la velocidad de un guepardo o incluso más. Estuve a punto de golpear la cara de la vieja, pero esta creó un muro de piedra y mi puño chocó, destruyéndolo por completo.
Esa pseudo Antigua hará todo lo posible para que no la toque. Mi mente estaba concentrada en esta pelea. Un ataque, un esquivo. No le daré el lujo de tocarme. Mi pierna hizo fuerza en el suelo creando un pilar de rocas que casi aturden a la anciana. Ella me miró con sorpresa. Yo también tenía mis trucos. Mi pie al estar metido en el suelo, lo elevé para que un gran cúmulo de tierra surgiera e intentara golpear a la criatura.
No era suficiente. Debo ser más rápida. La anciana se dirigió con rapidez hacia mí. Una visión vi y tuve que agacharme porque una espada embuida de fuego cortó el cuello de la criatura. Kyojuro me estaba ayudando. Ella se estaba riendo porque aún seguía con vida y su cuerpo se movía por sí solo, sin embargo, fue congelada gracias a la habilidad demoníaca de Douma, que ya se estaba aburriendo de todo esto porque no le interesaba para nada esta pelea.
Esta es mi oportunidad. Concentré toda mi fuerza en mi puño para asestar un golpe devastador a la figura rompiendo de cuajo junto con el hielo. Pude escuchar a la anciana gritar de dolor. Sangre salía de su boca no creyendo que fuese derrotada tan fácilmente. En equipo se pudo conseguir.
—¡Madre de Dragones! —me llamó. Ya me estaba acostumbrando a ese nombre—. ¡Tú no puedes huir de tu destino! ¡Ellos nos lo dijeron!
—¡Ya te dije que no cumpliré eso!
—La vieja es muy pesada —dijo Tengen con los ojos rodando—. Ya quiero que se muera.
—Se está desintegrando, Hashira del Sonido —le comunicó Akaza.
—¡Milós*! ¡Hentai! ¡Sakit*! ¡Smutny*! ¡Ellos no descansan hasta tenerte, Madre de Dragones! ¡Tú representas el sol y la luna! ¡Si no te entregas, el caos recaerá en ti! ¡Recuérdalo!
Ante esas palabras, su cabeza se desintegró completamente. No entendí a lo que se refería, sin embargo, dijo los cuatro nombres de mis enemigos. Me dio un tremendo escalofrío cuando pronunció el nombre de Hentai. No me quiero imaginar cómo será ese tipo. Entonces recibí la mirada de todos los cazadores y demonios en mí queriendo una explicación ante todo.
Tendré que contar la verdad.
Chocha: es una referencia de insulto hacia una mujer muy vieja y arrugada.
Milós: amor en el idioma polaco.
Sakit: dolor en el idioma talago (Filipinas).
Smutny: triste en el idioma polaco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top