Capítulo 20. Los Cuatro Antiguos
Una tensión que desconozco hizo aparición en aquel lugar. El cielo se oscureció indicando un mal presagio. Un grito de un animal enfurecido salió de las entrañas de Princess. Un aura oscura rodeó su cuerpo y eso causaba una transformación desconocida para mis ojos. Unas alas cual demonio surgieron de su espalda al igual que una cola reptiliana.
Sakit, uno de los Cuatro Antiguos, la observaba sin ningún tipo de emoción. Princess ha completado su metamorfosis. Una mujer bella con una mirada asesina porque no paraba de mostrar sus dientes puntiagudos cual tiburón. Ella se movió con rapidez hacia Sakit y este lo esquivó, no obstante, no se percató en la cola de la chica.
Yo, un Lunaria sádico, estoy emocionado ante ese cambio repentino. Joder, hasta tengo la sospecha de que tendrá un comportamiento más animal. Sí, tenía razón porque ella se movía con cierta violencia sacando sus garras para atacar al enemigo. Pero ¿qué es lo que causó? Tengo muchas preguntas sin resolver. Me percato que ella no porta sus gafas de vista. Están en el suelo, donde cayeron. ¿Tiene algo que ver?
—Veo que has sacado tu lado más salvaje —habló Sakit con mucha calma.
—¡No voy a permitir que los toques, imbécil! —insultó. Mierda, ese lado me gusta.
—Madre de Dragones, ¿no te das cuenta que ellos son la plaga de tu maldición?
—¡Sois ustedes y el maldito hechizo! ¡Ustedes no sois nadie! ¡No podéis doblegarme a la fuerza!
—¡Vamos, Princess! ¡Demuestra quién manda! —gritó con fuerza Cracker.
Ellos cuatro deberían haberla visto antes. Es lógico porque están acostumbrados a esa transformación tan ordinaria. Me tiene hipnotizado. Es una verdadera dragona con todo su esplendor. No sé si con ese poder es suficiente para acabar con Sakit porque él demostraba ser ágil y controlaba la situación. Esto tiene mala pinta.
Princess rugió con todas sus fuerza causando que el suelo se levantara al igual que los árboles. Sakit no se inmutaba. Ese tipo es duro de roer. Entonces vi como ese tipo hizo aparecer una especie de estaca grande y negra, lista para clavarla a su enemigo. Princess está descontrolada. Esto tiene que ver con ese hechizo que tanto hablan, aunque lo dudo mucho porque no nos atacó. Ella es consciente quien es el verdadero enemigo.
Ella voló en dirección hacia él dispuesta a acabar con su vida y Sakit se posicionó para el contraataque. Este podría ser el final de ambos.
No obstante, eso no pudo ser porque Princess quedó inmovilizada y su cuerpo se alzó, como si una fuerza invisible se tratase. Ella se movía, pero su cuerpo se retorcía por cada segundo que pasaba.
—Has llegado tarde —murmuró Sakit, quién hizo desaparecer su arma letal.
Un hombre muy parecido a Sakit apareció repentinamente, pero su cabello consta de color lila corto y dos mechones largos que le crecían por la zona de las patillas. Sus ojos son del mismo color y su rostro mostraba un aspecto lascivo. Y no hablemos de su ropa que da hasta repelús.
—Oh, hermano. Sabes que me gusta aparecer de la nada y sorprender —dijo el chico con la lengua fuera. Y sus ojos se centran en Princess—. ¡Ahí está la persona a quién deseo follar con todas mis ganas!
—N-No… te acerques… —Esa chica peleona se estaba levantando.
—¿Todavía siguen vivas? Sakit, me estás defraudando.
—Sabes que me divierto verlas sufrir, Hentai.
Este último río por lo bajo conociendo bien a su hermano ¿gemelo? Son idénticos en cuanto a cada. Ese tipo llamado Hentai hizo un gesto con los dedos para atraer a Princess hacia él, mientras unos tentáculos se hacían visibles. Esas partes vienen de la espalda del Antiguo. ¿Es una especie de Gyojin o algo así?
—¡Suéltame, hijo de perra! —insultó Princess.
—¿Vas a ser así en la cama también? —preguntó con su voz coqueta, mientras agarra la barbilla de la chica—. Mira que me pone cachondo una mujer así.
—¡Eh! ¡Aléjate de ella! —Marco voló hasta ellos con mucha decisión.
Sin embargo, algo atravesó en el cuerpo de este provocando que cayera al suelo. No. Él se comió una Fruta del Diablo que lo hace inmune. Otro tipo apareció y este es de cabello azul oscuro con un mechón que cubre su ojos derecho. Sus ojos son del mismo tono y parece estar triste porque tiene lágrimas.
—Es triste ver cómo aquello que amas está sufriendo —habló con voz quebrantada—. Es un sentimiento que… siempre estará presente.
—Mierda… —se quejó por lo bajo Marco.
—Pero también es bonito ver ese amor profundo. —Y otro más. Su cabello rosa chillón está recogido con un coletero y sus ojos son del mismo tono.
Los cuatro son idénticos. Diría que son cuatrillizos. Tienen que ser los Cuatro Antiguos que tanto han mencionado. Esa mujer dijo que no encontrarán este lugar. Y es todo lo contrario. Esto no tiene buena pinta. Abrí mis alas negras con rabia y salté desde el balcón. El onnagata hizo lo mismo sin dejar de agarrar sus pistolas. El resto estaba afuera. No íbamos a permitir que esos estúpidos se lleven a Princess.
—N-No hagáis nada. —La voz de la chica más rellena se hace presente—. Son muy poderosos.
—¿Y dejar que se lleven a Princess? —gruñí.
—Oh, estoy notando ciertos celos —rio el peli-rosado.
—No te centres en ellos, Milós. Tenemos a Madre de Dragones —habló Sakit.
—Cierto. ¡Y follaremos como verdaderos animales y nuestra descendencia volverá a renacer! —gritó a los cuatro vientos ese tipo llamado Hentai.
Princess aún seguía peleando ante esos tentáculos, pero es inevitable. Poco a poco el poder que surgió iba desapareciendo. Está claro que está absorbiendo su transformación porque está volviendo a la normalidad. La joven está débil. Mierda. Esto no me está gustando para nada.
Vi como la gótica se levantó para lanzar un hechizo para detenerlos. Sin embargo, todo fue en vano debido a que una barrera impedía tal hecho. Está claro que estos tipos son duros de roer. No puedo permitir que se la lleven.
—¡Soltadla! —les grité.
—Huelo amor aquí —musitó Milós—. Sí, quieren a Madre de Dragones, pero ¿hasta qué punto?
—Es triste que cuatro hombres están cambiando sus sentimientos —continuó hablando Smutny.
¿Es lo que nos dijo Princess antes? Ese tipo se refería a los hermanos Charlotte, Lucci y Marco. Este último está siendo ayudado por Rose, quién intentaba quitarle la estaca clavada en su hombro derecho. Ellos no dijeron nada. Sus rostros muestran confusión. Está claro que ellos no saben qué hacer.
Princess está indefensa. Sakit puso una mano en su rostro y estaba murmurando palabras en un idioma extraño. Ella poco a poco iba cerrando los ojos. Mierda, esto no es bueno. Yo tomé mi espada para atacarlos, pero Izou se adelantó disparando.
—¿Sois sordos o qué? Se os ha dicho que dejéis en paz a Princess.
—Joder, cuánta desesperación. Estos tipos quieren follarte. —Hentai miró a la chica. No obtuvo respuesta porque está dormida—. Ah, cierto. Estás k.o. No me va follar con alguien inconsciente, aunque…
—¡No la tocarás! —gruñí y agité mis alas con violencia—. ¡Si alguien debe tocarla, seré yo!
De pronto, los ojos de los cuatro se clavaron en mí, como si no les hubiera gustado para nada. Sakit chasqueó la lengua con mucha molestia. En un abrir y cerrar de ojos, Izou estaba en el suelo y yo también. Es una fuerza difícil de describir. Sentía como mis alas se resquebrajaban, como si alguien me las estuviera arrancando. Es un dolor que no podía describir. Mira que soy sádico, pero hay un límite.
Y los otros tres están inmovilizados. ¿No van hacer nada? ¿Van a dejar que estos tipos hagan lo que quieran con ella? Charlotte Katakuri me está sorprendiendo porque no ha hecho nada. Vamos, King. Debes levantarte. Estás viendo cómo esos tipos están caminando en una dirección contraria para entrar en una especie de portal. Apoyé mis manos en el suelo y usé todas mis fuerzas para levantarme.
Soy un Lunaria. No puedo perder. Kaido me salvó para un propósito. Seguirle y ser su mano derecha. Soy el último de mi tribu. Todo ese tiempo nunca tenía interés en ninguna mujer. Todas eran iguales; por ende, siempre ocultaba mi rostro para no revelar mi identidad, aunque mis alas fueron un gran problema. Ahora tengo enfrente a una chica también única en su especie. La descendiente de una especie anterior a nosotros. Ella es como yo.
Ya estaba de pie. Volví a tomar mi espada. Me costó sacarla porque mi cuerpo pesaba. No puedo permitirlo. ¡No puedo!
Mis pies se movieron con agilidad y volé en dirección a ellos ya blandiendo mi espada. Casi yo corto los tentáculos de aquel individuo pervertido, pero Sakit se interpuso en mi camino bloqueando mi ataque. El fuego de mi espalda se avivó aún más y empleé más fuerza. Los cuatrillizos miden dos metros y medio. Yo soy más grande. Si es cierto que Roronoa Zoro me derrotó, pero soy un Lunaria. Vengo de una tribu altamente capacitada para derrotar a cualquier criatura.
Los pies de Sakit se están hundiendo y él me miraba con cierta sorpresa. Es como si no creyese lo que está pasando. Mi instinto me advirtió de una amenaza a mi derecha por lo que esquivé con rapidez. Ese fue Smutny. Me transformé en ptetanodon y me alejé volando para volver a atacar con más fuerza hacia el grupo. Hentai usó sus tentáculos para proteger a Princess mi impacto, no obstante, se quejó de dolor porque una de sus partes recibió una bala y soltó sin querer a la chica. Miré de reojo e Izou estaba de pie también. Tanto él como yo no vamos a permitir que se lleven a Princess.
Yo me encargaba de Sakit y Smutny. Y el onnagata de los otros dos. Está claro que hay que tener los sentidos abiertos. Vi como Len y Golzy se levantaron y corrieron hasta Princess. La bruja creó una especie de escudo para protegerla y la otra se encarga de ser su guardaespaldas.
—No entiendo cómo estáis de pie. —Sakit aún está perplejo.
—Esto ya lo vi antes —dijo Milós—. Creo que de nuestra querida mamá y de su salvador…
—... Oh, es posible…
—¡No! ¡Estos tipos no tienen la puta voluntad de ese depravado chupa vaginas! —exclamó el otro.
No estaba entendiendo lo que estaban diciendo. Solo me importaba proteger a la joven. Usé mis alas para hacer cortes en el aire. Mis dos enemigos lo esquivaban a tiempo y están volando al igual que yo. Odio que otras criaturas tengan esa debilidad. Yo soy el señor del cielo. Sus ataques no están surtiendo efecto en mí porque mi cuerpo es resistente. Volví a mi estado normal y golpeé de nuevo a Sakit. Otra vez el bloqueo. Y Smutny aprovechó el momento para atacarme por detrás. Yo estiré mi pierna usando mi pie imbuido de haki como escudo.
Son fuertes. Lo puedo notar en su fuerza descomunal. Está claro que son criaturas muy antiguas con un poder desconocido para mí y para cualquier persona.
—Que pena que seas el único de tu tribu —me dijo Smutny—. Es muy triste.
—Y un miembro que debemos acabar.
—¡Ja! Tenéis que intentarlo —comenté con una sonrisa cínica.
Todo mi cuerpo fue cubierto por mi fuego creando una especie de barrera. Ellos dos se alejaron, no demasiado porque ellos no me tienen miedo. Caminé hacia atrás topándome con la figura de Izou. Los dos estamos acorralados. Yo estaba pensando con claridad cuál sería mi movimiento e Izou también.
—¿Por qué eliminarlos? —preguntó Hentai—. Tal vez nos ayudarán en estimular a Madre de Dragones, ¡y poder follar luego!
—Oh, tu gran pasión siempre me ha asombrado —rio Milós—. Comparto esa idea porque noto un amor profundo por esos dos. No es comparado con los otros.
¿Ah, sí? Ellos tienen la habilidad de percibir nuestras emociones. Yo miré de reojo a Princess. Ella estaba siendo protegida por las otras chicas. Cómo ya dije en su momento, yo siento interés en la joven. Lucharé por ella hasta el final.
—Si os molesta, no me importa —murmuró Izou—. Al fin y al cabo, estamos aquí por un buen motivo. Y entiendo el porqué. Sí tengo que morir como un verdadero samurái, sabré que he luchado por ella.
Eso ha sonado muy cursi por su parte. No lo iba a discutir porque eso es lo que piensa. Mis ojos volvieron a centrarse en los enemigos. Ellos no se movieron. Parece que nos están estudiando, cómo se hacen los verdaderos estrategas.
Un quejido escuché cerca de mí. Princess estaba despertando de aquel hechizo que impuso Sakit. Está un poco desorientada. Es normal que lo esté. Luego oí una risa proveniente de Hentai que me alertó demasiado.
—Creo que debemos divertirnos un rato.
—¿Ah, sí? —cuestionó Smutny—. ¿Qué tipo de diversión? No quiero estar triste.
—Para empezar, no necesitarán la Estrella Cobalto. —El Antiguo mostró fragmentos de aquella piedra. ¿Cómo pudo robarlos? Hasta Golzy quedó perpleja—. Es un juego donde estos tipos tienen que demostrar su gran lealtad hacia Madre de Dragones.
—Yo quiero acabar con esto —informó Sakit.
—Lo sé, pero no es nada divertido. —La criatura nos miró—. Tenéis que pasar unas pruebas. Cuatro pruebas para demostrar vuestro interés y protección hacia ella.
—¿Solo nosotros dos? —cuestionó Izou.
—Los otros cuatro están con sentimientos confusos porque han encontrado a sus almas gemelas —habló Milós—. Vuestra energía es la misma que ese hombre a quien mamá se enamoró y decidió revelarse ante su especie.
Tanto Izou como yo nos miramos entre sí. No estábamos entendiendo mucho, pero esto nos llamó mucho la atención.
—¿Y qué pasa si ganamos? —pregunté.
—Dejaremos en paz a Madre de Dragones.
—No te creo —gruñí.
—Nosotros no mentimos —especuló Smutny con más lágrimas—. Nos ha llamado mentirosos. No me gusta.
—Debéis creernos. Yo noto esa energía pura y amorosa. ¿Por qué no dar esa oportunidad? Si ganáis, Madre de Dragones no volverá a tener esos sueños con nosotros, sino con ustedes.
Estaba en duda y estoy seguro que Izou también. No debemos fiarnos de estos tipos. Sin embargo, es por el bien de Princess, ella tiene que ser libre de esos tipos.
—Bien… Aceptamos.
—¡Genial! ¡Entonces empecemos con las pruebas!
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