(̵̢̢̞͔͓̩͂B̵̗̹̙͓͑̔̿͐̕r̶̨̥̖̣̺̔̏̊ĕ̷̩̻͇̯͜c̴̨̭̈́ḩ̵̻̙̓̚ͅǎ̸͚̱̝̗͎͌)̴̩̰̊̅̍̔̐

...

Ahí estaban, flotando sobre el cielo del planeta de los Altísimos, una armada entera de cuerpos tomados y poseidos por una misma entidad, emitiendo una luz de color morado para que cualquiera pudiera identificarlos desde la distancia. Todo era visto por el rey de aquel mundo, quien estaba parado sobre la punta de su propio castillo, para que luego mire hacia abajo, dirigiéndose a todos los Altísimos que estaban en el suelo, viendo a la invasión que estaba justo sobre ellos al mismo tiempo que su gobernante pensaba en qué hacer

- ... Puedo salvarme a mi mismo, es verdad. Pero ellos... Aún forzando al máximo mi poder para tener la mayor cantidad de copias con la Hyper Forma, no puedo salvarlos a todos y pelear contra este sujeto al mismo tiempo... Ay, qué molestia. - pensó Exeller con fastidio a la vez que podía observar a más sujetos aparecer en el cielo, cosa que puso más presión sobre el rey de los Altísimos - ... Al carajo, si yo no los pongo a salvo, nadie lo hará. Kurōn sakusei! -

Cuando él dijo estas últimas dos palabras, millones de sujetos aparecieron alrededor de todo el planeta, pudiendo ser observado por la Antigua Entidad desde arriba, a lo que esta ni se inmutó y, al ver que tenía suficiente gente, decidió dictar su orden

- ... Ataquen. - cuando dijo esto, quizás un poco antes, el ejército entero cayó en picada hacia la dirección del planeta, al mismo tiempo que el líder sólo observaba desde arriba cómo es que el "juego" había comenzado, al mismo tiempo que se había quedado con algunos cuantos soldados a su lado

Mientras la gente poseida entraba a la atmósfera, Exeller, quien se encontraba corriendo en la tierra y transformado en su forma base, chasqueó la lengua en señal de frustración

- Parece que no me va a dar tiempo, voy a tener que empezar con un contraataque rápido. - pensó él en voz alta a la vez que veía a muchos descender rápidamente, para luego ver muy a lo lejos una explosión en plena zona poblada, destruyendo algún que otro edificio y probablemente asesinando a mucha gente en el proceso, a lo que él volvió a pensar en voz alta mientras aceleraba el paso - Mierda, me parece que tengo que empezar ya. -

Mientras él corría a aquella ciudad, en la misma se podían ver a varios controlados arrasando lentamente con la misma porque, claro, podían destruirla de un sólo ataque, así como al planeta entero, pero, ¿Dónde estaría la diversión de ver la muerte y sufrimiento de la gente en eso?

Ellos estaban destruyendo todo de distintas maneras, principalmente explosiones y fuego, a lo que uno de los poseidos escucha no muy lejos de su lugar el llanto de un bebé entre los escombros y a su madre intentando callarlo, por lo que, sólo, él va hacia el lugar donde podía oir los sonidos del pequeño y pudo observar al mismo entre las manos de su aterrorizada figura materna, quien intentó irse para atrás mas no sólo estaba acorralada, sino también estaba atravesada por un filoso y grande vidrio en su pierna derecha, imposibilitando por completo su huida.

El poseido se empezó a acercar a la madre mientras, con su mirada, expresaba tanto burla como superioridad ante la pobre mujer, quien ante todo prefirió evitar que el otro tocara a su hijo antes que a ella misma, acción que sólo lograría aumentar el ego de la entidad enfrente suyo

- Vaya que sois patéticos. Se supone que erais la raza superior, los que trascendían a los dioses, los "Altísimos" pero veo que sólo eran puras patrañas, y que no son capaces de defenderse ni siquiera entre ustedes. - dijo el final mismo a través de ese cuerpo, dirigiéndose con un gran desprecio ante la raza entera, aunque al mismo tiempo bajando la guardia por unos momentos - Esto es lo que pasa cuando pones a cargo del universo a un gran montón de inút... ¡! -

Entonces se dió cuenta muy tarde, pues el pie del rey ya había impactado su golpe en su cabeza y ese cuerpo había salido volando a una de las paredes de uno de los edificios, habiendo destruido su mente por completo, lo que causó que Owari perdiera el control de la misma. Entonces, Exeller vió a la Altísima y a su bebé justo allí y, sin perder el tiempo, sanó sus heridas como pudo, pues segundos después se vió interrumpido por una explosión que destruyó los escombros que ocultaban a la mujer, a lo que él tuvo que darse vuelta para observar que tenía a varios poseidos enfrente suyo

- Mierda... Oye tu, huye de aquí ahora, yo me encargo de estos sujetos. - ordenó el demonio a la vez que veía a los soldados que ahora tendría que enfrentar, pudiendo escuchar cómo es que la mujer salía corriendo de la escena a salvo

- Ve a por ella. - dictó una de los poseidos, haciendo que otro de los mismos salga a una velocidad abrumadora contra la civil que intentaba irse de allí. Sin embargo, la figura de un erizo naranja golpeó al que era manipulado en el rostro, mandándolo a volar lejos de ese lugar, destruyendo así su mente y ahorrándose otro problema - Ah, clonación... Movimiento astuto, demonio. -

- ¿Quieres hablar de movimientos astutos? Muy bien, ¿Qué te parece este? Kodai no chikara: Supēsubaria! - tras decir este conjuro, el erizo golpeó el suelo con la mano abierta, a lo que acto seguido una gran barrera de color amarillo se generó alrededor del mundo, evitando el pase de Owari y el resto de su gente - Eso te detendrá por al menos unas horas. -

- ¿Crees poder detenerme así nada más? Yo soy un ser infinito. - declaró Owari mientras veía a su oponente, ciertamente ofendido por cómo es que este lo trataba

- Dices eso pero no puedes evitar que un solo erizo te sorprenda. - cuando dijo esto, fue tarde para que el fin lo interpretara pues varios ataques ya habían impactado en la mayoría de sus cuerpos, sin matar a ninguno, pero incapacitándolos demasiado. Y antes de que pudiera reaccionar, un clon del demonio apareció al lado suyo y le agarró de la muñeca para acto seguido tirarlo con dirección al suelo, donde allí lo esperaba Exeller con una esfera de energía concentrada en su mano, lista para atacar y derribar otro cuerpo más

Sin embargo, Owari se teletransportó detrás del anaranjado y, sin que este pudiera hacer nada, lo decapitó rápidamente con su mano, haciendo que el clon caiga al suelo muerto, pero no sin antes hacer que su esfera explote en ese lugar, destruyendose a sí mismo así como al cuerpo que usaba The End

- Bien... Supongo que eso corrige un poco este lugar, tengo que destruir los otros cuerpos antes de que venga más gente a ayudarlos. - dijo él mientras se disponía a seguir con su labor

- ¿Estás seguro de que vas a hacer eso, Exeller? - preguntó una voz la cual hizo que al demonio se le erizara la piel, a lo que él volteó para ver, nuevamente y después de al menos treinta años... Al rey de los Arcanos que había asesinado frente a todo el pueblo. Y él no estaba sólo en lo absoluto, estaba acompañado de un ejército entero que traía a Alice, Rexer, varios reyes pasados y a todos los Altísimos que, décadas antes, habían asediado la tierra en busca de él y sus hermanos, ahora todos devueltos a la vida como si jamás se hubieran ido del mundo de los vivos

- Eh... ¿Cómo carajo...? ¡¿Cómo mierda están aquí?! ¡Yo los ví morir, incluso maté con mis propias manos a la mayoría! - gritó el actual rey de los Altísimos, incrédulo por lo que sus ojos veían

- Eso es muy sencillo, ¿Creías que Suma habría sido capaz de atrapar al final mismo? No, Exe. Verás, hace mucho tiempo, uno de los primeros reyes hizo contacto con The End y llegaron a un acuerdo muy simple: Nosotros podríamos burlar a la muerte, siempre y cuando le seamos útil para un día como este. - explicó Alice con una sonrisa de superioridad, a la vez que Rexer se quedaba detrás de todos, sin saber qué hacer con exactitud y por quién pelear

- Deaj, pura cobardía en otras palabras, tuvieron que recurrir a una entidad superior porque si están por su cuenta no pueden llegar a nada. Dan asco para ser los antepasados de los Altísimos. - declaró el de color naranja con un claro desprecio hacia los que estaban enfrente suyo

- ¿Asco y cobardía? Sólo hacemos lo necesario para preservar nuestra existencia, pero tu y el resto de demonios siempre han impedido que hagamos nuestro trabajo como corresponde. Pero ya no más, porque a partir de hoy comienza el fin de los demonios. - respondió uno de los primeros reyes de su propia raza, cuyo nombre era Bokun

- ¿El fin de los demonios? ¡No chabón, pará! ¡¿No se dan cuenta de que ese tipo en realidad quiere el fin de los Arca...?! - pero antes de que pudiera terminar, Exeller se vió en la necesidad de agacharse para evitar un golpe directo de Bokun, a lo que acto seguido le hace un gancho desde abajo de la mandíbula, permitiéndose agarrar una de las piernas del antiguo soberano para luego tirarlo contra una de las construcciones, partiendo la misma al contacto - Bien, si no están dispuestos a dialogar, entonces no me queda de otra que obligarlos a hacerlo. -

Mientras esto sucedía, Owari se daba el lujo de ver todas las escenas y peleas desde el espacio, a pesar de que la barrera no le permitiera pasar a más gente, podía disfrutar tranquilamente desde su lugar sin ser molestado... o eso creía él

Fue entonces cuando pudo ver cómo es que una estela brillante de color amarillo atravesaba la barrera desde el interior, yendo directamente hacia donde estaban él y sus soldados controlados, para luego ver cómo es que esta se detenía, lo cual le permitió apreciar que era el mismo demonio anaranjado de Exeller, sólo que ahora brillando de color amarillo gracias a su Super Forma

- Vaya, así que ahora vienes a enfrentarme cara a cara. - dijo Owari mientras veía al erizo enfrente suyo, pues ciertamente esperaba otra cadena de acciones de parte del mismo - ¿Por qué viniste y no te quedaste abajo? ¿No crees que tu gente necesita un héroe? -

- ¿Héroe? Esa gente son patrañas, unos sujetos que prefieren hacer lo que creen moralmente correcto antes que el bien común. Además, no los subestimes, estás peleando contra la clase trabajadora, no contra las guerreras. - dijo el demonio con cierta molestia en su voz, al mismo tiempo que se elevaba hasta estar en la misma altura que la Antigua Entidad - Y prefiero no centrarme en esas cosas ahora, mis copias se encargarán de salvarlos a todos al mismo tiempo que evito que sigas destruyendo más vidas aquí mismo. -

- ... Hmm... Está bien, mis planes eran eliminar primero a los Altísimos, pero acabar con un demonio tampoco es que me venga mal. - admitió el mismo final mientras un pedazo de carne que apareció allí mismo empezaba a expandirse de una forma desagradable para la vista, creando una de las formas físicas de Pain... digo, The End - Exeller, yo seré tu oponente. Serás borrado aquí mismo, pues ha llegado tu final. -

Al haber pronunciado esto, Owari terminó de manifestar su nueva y perturbadora forma física, con la que vió directamente a su enemigo, así iniciando un combate donde uno tendría que perder la vida o huir para acabarlo

Seguirá...

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