Capítulo 5
Hoy empezaba el festival, ¿Por qué lo sabía? Su madre lo levantó temprano en la mañana para embutirlo de cremas y otras cosas raras para estar más "bonito" de lo normal según ella. Él no era una chica y no le interesaba en absoluto todo eso. Aún por mucho que se quejara ahora tenía la cara con una extraña crema verde y pepinos en sus parpados. para colmo su hermano estaba a su lado burlándose.
-¿Puedes dejar de reírte? ya sé que parezco imbécil.-
-Eso se queda corto.- Su hermano se reía a carcajada suelta y el para colmo no lo podía ver, era un malgasto de comida en su cara.
-¡mamá!¡Déjame quitarme esto de la cara! ¡No va a funcionar! -
-Aun te queda media hora más para poder quitártelo, no te atrevas. Como lo hagas te pondré un vestido.- su madre lo amenazó.
-Hablando de vestidos ¿No iras a ponerme uno para el baile de la hoguera ¿verdad? - recordaba vagamente el traje de la temporada pasada, y estos dejaban al descubierto la cintura y abdomen.
-Tu padre ha ido a hablar con el líder de ello, se supone que hay un traje especial para los omega hombre.- Bueno, no tendría que vestir como una mujer, algo era algo.
-Por un momento pensé que iba a tener que ir con el abdomen al aire y con falda.- su hermano se rio.
-¿Quien ha dicho que vas a ir tapadito como virgen?- un fugaz sonrojo recubrió sus mejillas.
-¿quién te ha dicho a ti que soy virgen? yo ya lo he hecho.- Se besó con un alfa la noche anterior.
-¡Shoyo! ¿Qué es exactamente lo que hiciste?- Su madre lo sujetó por los hombros, dejando caer los dos trozos de pepino de sus parpados al suelo.
-Eso que hacéis tú y papá todo el rato.- sonaba obvio, como si fuese totalmente normal
-hermano, más específico.- los dos estaban nerviosos por su respuesta.
-Lo de juntar vuestros labios.- Kazuma estalló a carcajadas mientras su madre suspiró aliviada.
-Shoyo, con eso no se deja de ser virgen, has de tener sexo con alguien para eso.- Por suerte la pasta verde lo cubría porque podría jurar que su rostro se comparaba con un tomate.
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-¡Hibiki cuanto tiempo!- el hombre se vio siendo abrazado por el líder de la manada en cuanto fue a la casa principal-¿Que te trae por aquí?- le sonrió, dejándole pasar.
-Hola alfa.- le devolvió la sonrisa
-Por dios, eras uno de los generales personales de mi hermano, además éramos mejores amigos, no me trates como si fuera un desconocido.- No le gustaba remover el pasado aunque ahí estuviera.
-Está bien Taemu, he venido aquí por el festival.- Se recordó así mismo de que estaba ahí por su hijo.
-¿Qué le pasa al festival?- El festival daba inicio esa noche, poco podía hacer aunque su amigo le suplicara.
-Mi hijo participa en la caza.-
-felicidades ¿Cuál de tus hijos?-
-El pequeño, se presentó como omega hace unos días.- No se había dado cuenta de que la pareja del alfa les traía algo de beber hasta que se le cayó al suelo.
-ya sabemos quién es el omega de que se habla en la manada estos días.-suspiró.- Y bien ¿has venido solo a decirnos eso?-
-No, la verdad vengo para que me digáis como se va a vestir esta noche en la primera fase del festival porque me niego a ponerle un vestido a mi hijo, por muy omega que sea es un chico. - El alfa se rio.
-Está bien, Mikan ¿Puedes buscarle el traje que él quiere? yo no sé dónde esta y sé que tú te encargas del baile este año.- La mujer asintió, yéndose para buscarlo. En cuanto la puerta se volvió a cerrar, siguieron hablando.
-Un hombre omega ¿Te suena de algo?- claro que le sonaba de algo, existían muy pocos como para no recordarlos.
-Bueno, tu hermano Daichi se apareó con uno, y aunque lo intentaron ocultar seguía siendo un hombre.- Se acuerda perfectamente del enamoramiento que tuvo su alfa en el festival de su época, cuando se encontró con la Luna Suga, quien ocultaba su género.
-No me refiero a eso, hablo del rumor de la manada.- El estúpido rumor que llegó a sus oídos por su hijo.
-¿Lo de la reencarnación del alfa y la primera luna?- la estúpida leyenda con la que su hijo se encaprichó de pequeño, la que tuvieron que modificar al contársela.
-No hemos vuelto a hablar de ello desde que te mudaste a las afueras de la manada. - Odiaba recordarlo, la razón por la que tuvo que irse.
-Lo hice por una buena razón.- se acomodó en el asiento frente al alfa. -Mi hijo era muy joven cuando su omega despertó repentinamente, y ambos sabemos que eso no pasa a los ocho años.-
- También despertó el alfa de Tobio.-Suspiró- todo eso pasó porque quité mi vista de él y se escabulló por la institución.- aún recordaba cuando Taemu lo llamó con una alerta roja al colegio de la manada. La mala sensación que le recorrió todo el cuerpo al pensar en que le había pasado algo malo a su hijo.
-Me atacó un pequeño alfa rabioso por intentar quitarle a mi hijo, por suerte conseguimos borrarles ese recuerdo de la mente, la bruja que vigila la piedra de la montaña nos ayudó demasiado.-
-Me acuerdo perfectamente de todo lo que nos dijo.- Taemu no sabía que más decir.
-¿Lo dices en serio? ¿te piensas que yo no lo recuerdo? ¡MI hijo es una puta Luna de sangre! tuve que mudarme y dejar mi puesto en la manada para criarlo. Su omega podía volver a despertar en cualquier momento o peor aún, los poderes que todo el mundo dicen que tienen las Lunas de Sangre.- Gritó sin poder aguantarse.
-Por suerte, solo nosotros dos sabemos lo que ocurrió. Y las encargadas de la institución piensan que el que causó el alboroto fui yo.-
- Mi mujer y mis hijos lo saben.- No podía ocultarles eso a sus hijos ni a su mujer.
-¿Como?- La mirada de Taemu lo decía todo, no le gustaba para nada lo que hizo.
-No iba a esconderle a mi familia algo que nos afecta.-
-Se supone que no deberías haberles dicho, pone en peligro a tus hijos.-
-Mis hijos no vienen ni a visitarme después de que me mudé, le tienen miedo a su hermano, si pudiera retroceder en el tiempo me lo hubiera callado.- La mirada rota de su hijo pequeño después de que sus hermanos lo abandonaron no se le olvidaría nunca.
-Eso es jodido.-
-me lo vas a contar.- lo vivía día a día.
-¿Y qué vamos a hacer? Digo, se supone que tu hijo es una luna de sangre, mi sobrino el alfa líder.- ¿Que quería hacer? Protegerlos obviamente.
-Yo iba a mantenerlo alejado de la mierda de festival, pero alguien por alguna razón lo apuntó, mi hijo piensa que lo he vendido a un alfa, ¿sabes lo que es eso? Lo crie como un beta normal para mantenerlo oculto alejado de la manada, nadie nunca vino a mi puerta a preguntarme por él. - Tuvo que decir que fue él quien lo apuntó.
-Hicimos todo lo que pudimos para que no se jodiera todo, la manada no hace caso a la leyenda y los ancianos nunca se han retractado en su ley.- Esa era la misma razón por la que toda la mierda se les venía encima, ¿en qué momento se creó el maldito consejo?
-Putos viejos, "los alfas son hombres y los omegas mujeres, los errores que no son así han de morir" por suerte esa ley no la saben las nuevas generaciones.-
-No puedo dejar a mi sobrino desprotegido, nos atacaron porque lo querían muerto, y no quiero saber lo que podrían hacer si se enteran de que no solo reencarnó el primer alfa.- Pudo mantener a su hijo en secreto después de mucho tiempo, hasta que algún hijo de puta lo apuntó en la caza.
-No voy a dejar a mi hijo morir, Taemu. Mataron a Suga delante de Daichi, y luego rodó su cabeza, sé que tu sobrino vio todo eso.- Matar a la pareja de un alfa en sus narices era la peor agonía que se podía sentir.
-Todo va a ir bien, Tobio se ha fijado en una omega que encontró en el bosque hace unos días, y se ve que se ha enamorado de ella.-
- Bien, quiero a mi hijo alejado de él. Sé que superará la caza y si no, espero que se quede con el alfa que le da ropa. -
-Espera ¿Qué? - Al alfa se le vino a la mente la noche en la que Tobio volvió sin su camisa.
-Si, se ve que vio a mi hijo pasar frio y le dio su camisa, luego al día siguiente volvió a verlo y venía con otra camisa del mismo alfa, bien rociado de feromonas. Tuve que airear mi casa para que se fuera el aroma.- Hizo un gesto con el rostro para dejar saber su opinión respecto el aroma de otro en su casa.
-¿Besó a ese alfa?-
- Se metió en su habitación, no me dijo nada de eso, pero no lo descarto, tenía demasiadas feromonas alrededor suyo. No soy estúpido como para no notar las indirectas que da mi hijo sin querer. Quería quemar la camisa para deshacerme de las feromonas y se negó porque se fue a anidar con la maldita camisa. Se hizo un nido en menos de una tarde con todas las sabanas libres que pilló por casa y se piensa que no me di cuenta de ello.- ¿Un nido? Estaban jodidos
-Mi sobrino se fue hace dos días a camina a altas horas de la noche, según él se encontró con un omega en su primera transformación, volvió sin camisa esa noche.- Hibiki lo miró fulminante, sabiendo perfectamente que quería decir- al día siguiente repitió lo mismo, pero esa vez llevaba una camiseta de más, una cubierta fuertemente de sus feromonas, Se pensó que a lo mejor no las notaba pero lo hice, volvió sin la camisa y afirmó haber besado a la persona a quien le dio la camiseta.-
-Dime que no estas insinuando lo que creo.-
-Diosa, las pistas estaban ahí, siempre que yo me refería al omega con un "ella" se le fruncía el ceño, y las pocas veces que le pregunté su nombre se negó a dármelo, obviamente sabía que le diría algo, pero la estúpida sonrisa boba que me traía no me dejaba ver las indirectas.- El ceño fruncido del padre del omega lo decía todo.
-¿Sonrisa boba?-
-Está completamente enamorado, nunca ha ido a la institución porque lo crie en casa y por ello pensé que nunca se encontraría con tu hijo.- Todo apuntaba a que sus hijos ya se habían conocido y habían iniciado un cortejo
-¿Qué coño hacemos ahora? Esta noche es el puto baile de la hoguera. - Si empezada el festival con ellos todo estaba muy jodido, no habría manera de protegerlos de lo que se venía.
-Puedo hablar con él, decirle que aunque haya un omega que se fije en las chicas.-
-mi hijo está anidando con su camiseta ¿Sabes lo que es eso? No puedo quitar simplemente el aroma de un alfa de allí. Los omegas se rompen si alguien invade su nido.-
-Eres su padre. Puedes intentarlo.- No, no podía.
-Como mi hijo se rompa vas a venir tu con tu sobrino a lamerle el culo para arreglarlo.- Romperse era como la misma muerte, Cuando una cambia formas perdía el brillo en su mirada y vivía como cuerpo en vida hasta morir de depresión.
-Eso...-La puerta se abrió
-Ya estoy aquí, un precioso traje para omegas.- Un traje cubierto con una bolsa para no ensuciarse- ¿Ha pasado algo?- Mikan inquirió cuando los vio callarse de golpe.
-No pasa nada, todo esta bien.-
-Gracias por buscarlo, nos vemos esta noche alfa.-
-¿En verdad no ha pasado nada?- El rostro de preocupación de su alfa le alertó.
-Mikan, Se han conocido.- Porque si, él tampoco era capaz de tener secretos con su pareja.
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Al final, su padre no le trajo un vestido, le trajo algo peor. Los pantalones llegaban un poco por debajo de su cintura, Unos pantalones que se pegaban demasiado a su piel, marcando demasiado su voluptuoso trasero. Pero lo peor no era eso, no, lo pero era La malita camisa de seda transparente, que dejaba a la vista su abdomen y cintura, por lo menos sus pezones no se veían, porque la parte de arriba estaba pensada para las mujeres, porque que maldita vergüenza iba a pasar llevando eso el solo si fuera el único, tuvo suerte ya que todas las participantes iban a llevar lo mismo que él. El frio le llegó por la columna vertebral por la mierda de apertura en la camisa a su espalda
-Uy hermano, estas muy sexy.- Fue lo primero que dijo al verlo
-Vete a la mierda.-
-Shoyo, esa boca.- su madre le reprimió, dándole esperanzas, quien sabe, a lo mejor lo castigaba y se libraba de ir.
-Mamá, no puedo hacer esto, simplemente no puedo.-
-Si que puedes, es tradición y además llevarás un antifaz, nadie te va a reconocer.-
-venga que nos vamos a la plaza.- su padre apareció embutido en un traje negro
-Que alguien me mate.- su hermano se carcajeó -Tu no te rías de mi desgracia estúpido- Le pegó a su hermano una colleja antes de que se alejara de él.
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Cuando llegaron al centro de la manada, donde se alzaba la hoguera su madre lo acompaño hasta una pequeña cabaña. Dentro había muchas mujeres y entre ellas estaban las participantes que, junto a él participaban en el festival.
Por suerte encontró a Yachi antes de lo esperado. Iba vestida con exactamente el mismo traje que él.
-Yachi- llamó su atención al momento.
-Hinata, ven aquí a mi lado.-no tardó en sentarse en el sillón a su lado.
-Te queda muy bien el traje- la elogio
-Te queda mejor a ti, parece hecho expresamente para ti-
-Ay por favor, no seas tan patéticos- una morena bastante alta les habló.
-Exacto, el traje está hecho para que Atsuko se luzca, es una Luna de sangre al fin de cuentas.- una de las betas ahí presentes habló
-¿ Las Lunas de sangre no son omegas?-Yachi le se atrevió a preguntarles con ironía
- Soy la reencarnación de la primera Luna, por lo tanto soy beta.- su ego era demasiado.
- La primera luna era omega- Yachi quiso sonar obvia. Pero las demás no lo tomaron así. Las mujeres eran temibles.
- ¿estas insinuando que tú vas a ser la pareja del alfa?-
-No, estoy diciendo que simplemente tu no lo eres-directo al orgullo de la chica. Y Shoyo pensaba que las mujeres eran dóciles.
- Chicas ¿Que está ocurriendo?- una mujer entró en la pequeña cabaña.
- Mikan, es un honor verla. - La tal Atsuko habló.
-Es la pareja del actual alfa, pero no la verdadera luna puesto que el alfa no es quien tendría que ser. Aun así Atsuko está dispuesta a lamerle el culo para ganar su favor.-la información de la rubia le ayudaba en todas las ocasiones.
-Bueno chicas voy a explicaros como va a funcionar esto, así que sentaos en donde veáis- que dijeran todo el rato chicas aun sabiendo que él estaba ahí lo molestaba. Mikan siguió con su explicación- Os colocareis alrededor de la hoguera y en ningún momento os cambiareis de pareja, serán los chicos quienes tendrán que rotar para que todos tengáis como mínimo una canción con cada uno. Después de que todos hayáis bailado con todos podéis ir a comer algo, podéis iros, descansar o simplemente seguir bailando si un alfa o beta os lo proponen ¿Lo habéis entendido?- Todas en sincronía asintieron-Muy bien, vamos a repartir los antifaces aseguraos de amararlos bien para que no se caigan, no queremos incidentes.- Sacó una caja a con antifaces dentro unos bonitos antifaces blancos que fue repartiendo uno por uno.
-Gracias-no puedo evitar susurrar cuando se lo dio.
-De nada hermoso- la mujer le sonrió y él se enrojeció, no pudo evitarlo.
Salieron en fila al exterior una vez colocados los antifaces, por mucho que los usaran si cabello era demasiado reconocible, y su cuerpo igual, aunque fuera pequeño y se pareciera a una mujer, no tenía pechos.
Se dignó a mirar hacia delante cruzando la mirada con unos ojos oscuros, sus irreparables ojos azules.
Se quedó admirando al chico durante un tiempo mientras él lo miraba a él.
-¿estáis viendo? Me está mirando directamente- Yachi podía discrepar, estaba muy claro con solo mirarlos de que el alfa y su amigo el omega no paraban de mirarse. -tenéis suerte de que este obligado a bailar con todas, sino no lo compartiría-
Shoyo aun no podía apartar la mirada del chico, del alfa a quien había elegido su omega.
-¿Por qué miras tanto a mi alfa? - ¿Perdón? ¿Dónde tenía su nombre puesto que no lo había visto? Se molestó un poco con la actitud de esa chica. Por no decir mucho.
Ahí fue cuando se dio cuenta del por qué no obtuvo el nombre del alfa cuando le preguntó. Era obvio que huiría de él si hubiera sabido su nombre, el alfa que lo cortejaba resultó ser nada más ni nada menos que el próximo alfa líder.
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El baile dio inicio y a Hinata le tocó bailar con un alfa que apestaba a barro. No le gustaban sus feromonas. Y encima no sabía quién era peor bailando. Sabía que daba asco pero casi ni le rozó para bailar. Simplemente bailaban agarrados de las manos al contrario que las otras parejas quienes bailaban pegando sus cuerpos.
Para su suerte la canción acabó temprano y la pareja huyó de él. Tampoco era como si le importase.
De la misma forma pasaron las otras seis canciones, hubo hasta uno que le dijo a la cara lo asqueroso que era tocarlo. deprimiéndole, apagando su brillo en los ojos.
Pero la séptima pareja con la que tenía que bailar fue la peor. Lo trató igual que los otros, nada fuera de lo normal, hasta que, cuando tocó el cambio de pareja de nuevo, en vez de soltarlo le empujó tirándole al suelo, cayendo en redondo, estampado su trasero en la tierra.
Kageyama no pudo soportarlo más, una cosa era no quererlo como pareja, cosa que tenía que estar agradecido, el pelinaranja era solo para él. Pero otra muy diferente era tratarlo como una basura, lanzándolo al suelo.
Iba a cambiar de pareja, dirigiéndose hasta su omega, con quien planeaba pasar el resto de la noche. Hasta que alguien lo detuvo.
-¿A dónde vas? Ya te he compartido bastante, no quiero tener que compartirte con un hombre también. - ¿esta tía de qué coño iba?
- ¿Te conozco? - Estaba seguro de que no.
-Si, por supuesto, Soy tu Luna- ahora entendía todo, la tía esta estaba loca. Le faltaba algo en la cabeza.
- No, no lo eres. - hizo que le soltara la muñeca yendo directo hasta el pelinaranja. Una pequeña risa de una omega rubia sonó por la plaza.
-¿Estas bien? - Kageyama le tendió su mano al omega para ayudarlo a levantarse, ante la atenta mirada de su manada.
Hinata logró levantarse y quitarse un poco de suciedad del traje. Por suerte al caer la noche estaba oscuro y las manchas no se veían. - he estado mejor. - vio la mano de Kageyama. Tendida para él, para ofrecerle un baile. La aceptó para acabar de una vez por todas la noche.
La música inició y el pelinegro junto sus cuerpos, sorprendiendo a todos, nadie bailó con shoyo como se debería, nadie se dignó a siquiera tocarle y el alfa se rozaba con él descaradamente delante de todos. Sus mejillas se tiñeron de rojo adornando su rostro cubierto por el antifaz.
-Todos nos están mirando-se atrevió a hablarle, sin apartar la mirada de los ojos. Su respectivo brillo volvió.
-Que nos miren- separó un poco al omega para que pudiera girar una vez para luego pegarlo contra su cuerpo de nuevo.
- Eres el alfa líder- le recordó.
-Teóricamente aun no. Por eso no te dije mi nombre- Estaba clarísima que no se hubiera vuelto a reunir con el de haberlo sabido.
Kageyama acariciaba sus hombros y brazos al bailar, causándole una deliciosa caricia.
- Mi padre se enfadó cuando volví, me marcaste con tu aroma- No se dio cuenta de que empezaron a hablar como si no tuvieran a nadie a su alrededor.
- ¿No podía hacerlo?- hizo que sonara inocente.
- No, menos si eres el próximo líder.¿ Estas jugando conmigo?- la canción terminó y el omega estaba dispuesto a irse. - ¿Por qué no me sueltas?
-Nuestro baile apenas empieza- hizo que colocara sus brazos alrededor de él también como pudo.
- Deberías bailar con tu luna.- Aún tenía un nudo en la garganta al recordar esas palabras, la tal Atsuko esa ya le caía mal.
-Es lo que estoy haciendo. - sonó tranquilo al decirlo.
- Yo no soy tu Luna- No lo era, pero lo deseaba, demasiado.
-Aun. espera unos días, estoy ansioso por la caza.-Estaba dispuesto a dejarse morder si era él. Su corazón no dejaba de latir rápidamente.
-Llegaré al final sin que me atrapen.- otro giro acompasado con la canción.
- Eso ya lo veremos, me gustan las presas difíciles.- sus rostros de nuevo a escasos centímetros. Con la única diferencia de que lo que los rodeaba no era vegetación.
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-Estamos jodidos- Taemu vio a un padre preocupado frente a él.
- Lo estoy viendo ¿Qué coño haremos ahora?- el alfa suspiró.
-No lo sé- el padre de Hinata volvió a mirar a su hijo- Ni siquiera se dan cuenta de que la manada los observa-
-están enamorados.- habló Mikan quien se añadía a la conversación- ¿estáis seguros de que lo mejor es separarlos?-
- Es lo más seguro-
-Pero ¿A qué costo? Mirar sus miradas, eso es amor de verdad, no lo que buscan las demás participantes con tu sobrino. Y no me jodais, pero es el único que ha tratado bien al omega, los demás han evitado tocarlo como si fuera la peste. - lo peor era que tenía razón. -así que iluminadme ¿Que haremos ahora? -
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