capítulo 9

Tenía un pequeño mundo.

Caminar por los pasillos con Fabián , luego irme a mi clase y estar completamos sola , hasta que de nuevo pudiera encontrarme con el chico en el descanso , era lo que resultaba tener un pequeño mundo, tenía matemáticas con Alexander , historia con Annia , química con bianca, pero ninguna con Fabián lo que resultaba verdaderamente solitario porque todos fingían no conocerse.

La consejera Magda entró a nuestra aula con una carpeta en la mano , todos le miraban con ojos discretos.

— todas las chicas levántense un momento por favor — pidió , y escuché a algunas resoplar , y otras encogerse como si no quisiera relucir en este momento, la mujer empezó a mirar a todas. — Nathalie , sígueme por favor — llamó y dí un brinquito , no esperé que me llamara a mi, todas parecían aliviadas de no llamarse Nathalie. Me dió miedo el ambiente que había. ¿De que se trataba todo esto?

Tomé mi mochila y caminé tras ella con muchos ojos en la espalda , el repiqueteo de sus tacones sonaba a medida que avanzaba pero aún seguía sin dirigirme palabra a mi , por un segundo me sentía como si me hubieran cachado en algo malo y me llevarán a dirección , pero yo no había hecho nada malo. ¿Que pasaba?

Cuando por fin nos detuvimos en la puerta de su oficina , agradecí en silencio haber llegado , tal vez ya si me diría algo , se volteó dándome una sonrisa y luego me invitó a pasar.

Era la misma oficina con frases motivadoras en las paredes , en una de las sillas al frente del escritorio había un muchacho sentando con cara de fastidio ,  se sostenía una servilleta en una de sus manos , en sus nudillos en específico.

Alexander.

Él conectó mirada conmigo pero su expresión de fastidio no cambió , La profesora parecía tardar un siglo en arreglar sus carpetas en silencio , hasta que por fin se sentó en su puesto del escritorio y entrelazó sus dos manos dejándolas sobre la mesa.

— bien , señorita Goodman, se que tiene muchas dudas de porqué está aquí , le he llamado porque le quiero ofrecer una oportunidad — la miré como si me estuviera hablando en griego antiguo.
— el señor Lehner ha estado teniendo problemas últimamente con casi todo , ha estado perdiendo el control en situaciones que no requieren nisiquiera mínimo de esto . ¿No es así Alexander? — parecía molesta pero trataba de sonar calmada , tal vez en el fondo se escuchaba decepcionada , el chico solo musitó un "mmm hu" — esto pasa cuando está solo , así que por lo visto el señor Lehner necesita alguien que le diga que los objetos no van a ceder a golpes siempre .

Ajá ¿Y mi papel en todo esto ?

—no entiendo — me sinceré

— quieren que seas mi jodido policía  — Alexander volcó los ojos con disgusto como si acabara de entender y le molestara el plan.

— Alexander , hemos hablado mil veces de las malas palabras — regañó a medias la mujer — y en cuanto a lo que dices , no  será tu policía , tan solo tómalo como si fuera un apoyo personal. —

Los dos parecían debatir con la mirada mientras yo estaba en el medio tratando de procesar lo que decían , ¿Yo , el apoyo de Alexander?

— sigo sin entender — dije llamando su atención.

— se le suele llamar centinelas , y solo te limitarías a evitar que el señor Lehner se meta en problemas — explicó hacia mi.

— ser cómo el policía de Alexander? — entendí

— eso dije — soltó el chico , y la mujer parecía perder la paciencia.

— no , no como un policía , si no más bien como . . . — no terminó porque el chico a mi lado adquirió un cambio de voz para decir " un apoyo personal"

Magda ignoró que intentó sonar como ella.

— ¿ Y porqué yo? — no quería sonar a la defensiva , pero no me hacía gracia tener que estar de niñera a un sujeto que era al rededor de dos cabezas más alto que yo.

— mira , no es obligatorio, solo te estoy ofreciendo la oportunidad — dijo la mujer.

— ¿es acaso un honor ser centinela?— pregunté porque aún no veía que ganaba yo en todo esto.

— los centinelas que hacen bien su trabajo tienen privilegios académicos —

Un punto más en cada asignatura.

Pase para la sala de maestros.

Y buen trato en la biblioteca y cafetería.

Sonaba bien, pero eso era solo si hacia bien el trabajo ¿Que tan difícil podía ser Alexander? Y ¿Que tan cerca me quería?

Lo miré instintivamente , solo estaba mirando hacia la ventana , sin incluirse en el tema.

— Alexander parece no querer — me limité a decir .

— oh no no , no es cuestión de si quiere o no , es cuestión de que la tendrá seas tú o alguien más — se puso sería cuando miró al chico.

— su opinión también es importante — insistí , no quería que me odiara o me hiciera la vida imposible por aceptar controlarlo , solo pensaba en los beneficios que realmente todo estudiante querría tener.

Magda me dió una mirada severa , que pareció sentir porque Alexander dejó de mirar hacia la ventana para mirarla a ella.

— como sea — se alzó de hombros — prefiero que sea ella antes de que me pongas a una mocosa de tercero —

La consejera recuperó el humor.

— muy bien , me parece excelente que todos estamos de acuerdo — se levantó como si estuviera feliz de haber acabado con esto — es una tarea muy fácil , en cada visita a la dirección tendrás que ir tú también Nathalie , así que evitar que Alexander se meta en problemas —

Y sentí que esto era lo escrito en letras chiquitas en el contrato , sentía como si quisiera borrar mi firma pero era en tinta indeleble.

A Alexander no le importaba meterse en problemas; y el asunto es que ahora sería problema de los dos.

¿En qué demonios me metí? 

Los dos salimos de la oficina , pero nos quedamos ahí en medio del pasillo , la servilleta en su mano estaba un poco manchada de sangre así que le tomé la mano para acercar bien la vista , tenía los nudillos amoratados y salía una gotita de sangre de uno. Se veía mal y debía doler.

— ¿Que hiciste , Alexander? — pregunté subiendo un poco la cabeza para verlo a la cara.

— al parecer subestimé a los casilleros de perilla — dijo aguantando una sonrisa por mi cara incrédula ¿Le había dado un puñetazo al casillero?

— ¿Entonces para que querías uno de esos? — me acordé del primer día.

— porque me había tocado uno de llave y candado , los odio , la única manera que hay para que abra es la llave , siempre olvidaba la llave en casa o se me perdia — recordé que en mí antigua escuela usaba la llavecita de collar para evitar tal cosa.

— ¿Porqué golpeaste tu casillero? — pregunté , me sorprendí que aún sigues respondiendo a todas mis preguntas.

— no respondía a la clave que el idiota me había d . . . — se quedó en blanco como si acabara de descubrir algo , apretó las mandíbulas , ok estaba cabreado por una semejante estupidez — ¡le ha cambiado la clave! , Estoy seguro , lo ha hecho a propósito —  se giró para irse no se a donde , tal vez en busca del chico , todo en su cara gritaba que se iba a meter en problemas , cuando lo tomé por el brazo dudé seriamente en como podría detener a este sujeto para que no se metiera en líos , me podía llevar en peso sin problema , era más grande de que yo.

— ¡Alexander! — llamé tras de él , gracias al cielo se detuvo. Su mirada estaba en otro lado , me asustó decirle algo más porque se veía decidido, justo en ese momento sabía que jamás iba poder detener que se metiera en problemas. No parecía el chico inocente que guiña el ojo por las mañanas , parecía una sombra de este.

Di unos pasos hacia atrás con un nudo en la garganta.

— No voy a hacer esto , lo siento — negué y tomé el pasillo opuesto.

Lejos de él , y lejos de su comportamiento.

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