15. Evelyn
Estoy en el curso con el guapote pero mis párpados se cierran. Ayer me desvelé viendo una película, así que tengo muchísimo sueño. Giovanni se da cuenta, pues me dice que vaya al baño a echarme agua en la cara. Genial, aparte de mensa ahora creerá que soy una huevona.
Después de mojar mi rostro, pienso en Esteban; falta a las clases los martes y jueves y, aunque tengo la idea de que se encuentra vagando por la escuela haciendo una estupidez, ya no estoy tan segura, pues últimamente cuando salgo de las clases de matemáticas, su auto ya no se encuentra estacionado.
Al salir del baño, me encuentro al profesor de música. Se me hace extraño verlo, pues hoy no toca ese taller. Lleva un cuaderno de partituras en mano. Al verme, me hace una seña con la mano para que me acerque.
—Buenas tardes —saludo.
—Buenas tardes... —Espera que le diga mi nombre.
—Evelyn.
—Evelyn —continua—. ¿Me podrías ayudar a llevar este cuaderno de partituras al salón de música? —Me lo extiende.
—Amm, sí. —Lo tomo. Tengo que regresar con Galindo, pero el aula no está muy lejos de aquí, no creo tardar mucho.
—Muchas gracias, es que tengo que ir con el director para hablar de una presentación con mis alumnos y quería aprovechar para llevar el cuaderno al salón...
Okey, no le estoy pidiendo explicaciones pero se ve que es de las personas que les gusta darlas, así que no lo interrumpo. Nos despedimos y él se dirige a la oficina del director, y yo voy al salón de música. No es difícil reconocerlo, tiene un dibujo de una partitura en la puerta.
Entro al aula correspondiente y me llevo una enorme sorpresa al ver a Esteban besándose apasionadamente con Helena. Oh, joder... La castaña es la primera en notar mi presencia, así que se separa de mi amigo y lo empuja un poco. Posteriormente, él nota mi presencia y se me queda viendo con impresión. Yo estoy boquiabierta. El hecho de saber que no acude a las clases por quedarse de ver con justamente con ella me sorprende más de lo normal.
Helena aprieta los puños y me ve de mala manera.
—¿Pero qué carajos...? —Es lo único que pronuncio.
—¡Agh! —Se queja—. ¡No puede ser! ¿Para qué viniste? —Me reclama.
—Hey, hey, bájale la espuma a tu chocolate. El profesor de música iba a venir, pero me encontró y me pidió que dejara esto —alzo un poco el cuaderno— aquí, así que tienen suerte de que haya sido yo la que los encontrara. —No soy tan agresiva con mis palabras, le tengo consideración sólo porque es la mejor amiga de Vanesa.
Esteban, por su parte, se queda pensativo. Aprovecho para guardar el cuaderno en la gaveta del escritorio. Volteo a verlos, Helena está fúrica y Esteban sigue sumido en sus pensamientos.
—Hey, chicos, no los juzgo, pero no creo que sea lo mejor que se sigan viendo aquí, podrían meterse en problemas —me atrevo a hablar. Helena se dirige a mí y me señala.
—Sólo no digas nada, ¿quieres?
—¿Y por qué tengo que obedecerte? ¿Quién te crees que eres para hablarme así? —Digo a la defensiva. Puede ser una perra, pero yo soy más.
Esteban se entromete para que no discutamos.
—Helena, tranquila...
—¡Tú cállate! —Exclama. Sin decir más, sale del salón azotando la puerta.
Esteban y yo vemos la escena con asombro. Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que vuelvo a hablar.
—Esa perra está loca.
Esteban sólo voltea a verme sin decir nada.
***
Después de que la perra loca se va, me quedo con mi amigo en el aula. Nos volvemos a quedar en silencio un rato más.
—Por favor —me dice finalmente—, no le digas nada a nadie de nosotros.
—¿Pero por qué?
—Te estoy pidiendo un favor como amigo —dice apresuradamente agarrándome el hombro y viéndome a los ojos—. Si otra persona se entera de esto, Helena nunca más volverá a hablarme.
Tiene cara de cachorro regañado. Me quedo pensando unos segundos y respondo.
—Está bien. Pienso que lo suyo es raro y enfermo pero cerraré la boca si eso te hace feliz.
Se ve preocupado, pero me agradece interiormente. Ahora todo tiene sentido. Niego con la cabeza y me despido de Esteban.
—Tengo que ir con el profesor Galindo —le explico—, me ha de estar esperando.
—Seguro que sí —me responde. No sé si es sarcasmo o no. Ya ni caso le hago y me dirijo al salón apresuradamente, el guapote está ahí y no puedo hacerlo esperar más, digo, esa hermosura está para que lo esperen a él.
Al llegar con Galindo, me encarga otro ejercicio, pero no me concentro. Mi mente sigue distraída, repasando el suceso anterior. Sé que no debo meterme en los asuntos de los demás, pero sigo tratando de adivinar por qué esos dos esconden su noviazgo; tal vez sea por algo turbio, o por una pequeñez, pero lo que sí noto es que su relación está tambaleante y no sé por cuánto tiempo puedan continuar así.
Uy, qué fuerte. Las cosas se están complicando para Esteban :v
Les quiero desear lo mejor para este año 2021, espero que les vaya súper y cumplan todos sus propósitos :3 ¡los amo!
Ya saben que sus votos ayudan a posicionar mejor la historia, ¡y me encanta leer sus comentarios!
Ahora tengo una pregunta, ¿cuál de las dos protagonistas les agrada más? ¿Evelyn o Helena?
¡Nos vemos pronto!
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