La cola del castaño se movía de un lado a otro.

Miraba como Levi le tocaba sus patas de zorro.

-Huh...-olfateaba el cabello del azabache.

-O-oye...-Se apartó del castaño-¿Tienes hambre?-Preguntó y el castaño asentía enérgico-Bien... Te traeré algo para comer...-

Se puso de pie y se alejó del castaño.

Fue a la cocina y abrió el refrigerador.

No sabía que llevarle al chico.

-Los zorros son omnívoros...-Se dijo a sí mismo.

-¡Mhaaauuuu!-El castaño gateaba por todos lados.

Trató de ponerse de pie, pero le dolía la pata de zorro lastimada.

-¡Oye!-Se acercó-No puedes pasearte por la casa como si nada...-dejo las cosas que trajo del refrigerador en el piso.

-¿Mmh?-Olfateaba.

-¿Quieres...?-Tomó una naranja y comenzó a pelarla-Ten...-le ofreció un gajo.

-Mmh...-Abrió su boca.

-¿Acaso eres flojo...?- le dejó el gajo en la boca.

Comenzó a comerlo, frunció el ceño, ya que la acidez de la naranja hizo efecto.

-¡Aaah!-Sacó su lengua-¡Mhaaa!-

-Mierda...-fue por un vaso con agua.

Se la dió y se la bebió de inmediato.

-Eren...-El castaño lo miró, moviendo su cola y bajando sus orejas-¿Nunca has comido naranja?-le mostró el fruto.

-Mhh...-Lo miró y negó con su cabeza.

-Bueno... vives en un área silvestre..  ahí pueden haber bayas... No tengo de esas... Pero hay fresas... Son similares...-Se las mostró.

-Nhaa...-Abrió su boca.

Levi le dejó la fresa en la boca y el castaño la comió.

Sus grandes ojos dorados brillaron con intensidad y una gran sonrisa apareció en sus labios.

-¿Te gustó?-Le preguntó.

-¡Yai!-Movia su cola rápidamente.

Le dió muchas fresas y Eren le respondía con una gran sonrisa.

-Ya se acabaron...-Dijo Levi mirando el embase vacío de las fresas.

-Mmh...-Bajó sus orejas e hizo un especie de puchero, con sus colmillos blancos asomados.

Eso le causó mucha ternura, acarició la cabellera del castaño.

Este acercó su rostro y le lamió la mejilla, para luego acurrucarse.

Vio una fuerte luz, tuvo que cubrir sus ojos.

Cuando acabó, vio que había vuelto a ser un zorro.

Un zorro con un hermoso pelaje rojizo y sus ojos dorados.

Movía su cola.

Levi lo tomo en brazos y lo llevo a su habitación y nuevamente lo hizo.

Le tocó las patitas.