10 años después.

Se despertó temprano, como lo hacía todos los días.

Se dio una ducha y luego se vistió, preparó su desayuno para llevarlo.

-Ya me voy-le dijo a su tío.

-Buena suerte-le contestó con una media sonrisa.

El azabache salió de casa, miró a su al rededor.

Varias personas salían de sus hogares, vestidas de la misma forma.

Suspiró y caminó con dirección al bosque.

En el camino se encontró con muchas familias que lo saludaban y niños que le apoyaban.

Respetaban mucho al guardabosques de su pueblo.

Llegó a un punto de reunión, varios jovenes lo miraban con admiración.

-¡Hoy vamos a realizar una limpieza en el bosque!¡¿Trajeron sus utensilios?!-Habló fuerte.

-¡Si, señor!-contestaron los chicos.

-¡Bien!-Apuntó-¡Adelante!-

-¡Si!-Fueron corriendo a realizar una limpieza.

El azabache sonrió y caminó hacia el centro del bosque.

Ahí podía resguardar a los animales y los árboles, pero ese día se dirigió específicamente al gran árbol.

Se sentó en una roca, sacó su desayuno y comenzó a comer.

-Eren, el bosque esta mucho mejor... La restauración de los árboles funcionó en su totalidad. Los animales estan a salvo, esta prohibido cazar...-Miró la grieta del árbol-Estoy contento con el resultado-peló una manzana y cortó un trozo, la dejó caer en el interior de la grieta-Es una dulce manzana-sonrió.

Comenzó a comer y hablar, le daba un poco de su desayuno a los curiosos animales del bosque.

Levi estaba feliz con todo lo que sucedía, ayudaba al bosque como Eren hubiese querido.

Aunque Eren no estaba físicamente con él, sentía que lo acompañaba a todos lados.

Aunque nunca fue correspondido, sabía que el amor que Eren le demostraba era auténtico.

Aún amaba a Eren y nunca dejaría de hacerlo.

Eren era el espíritu del bosque, el cual se sacrificó por todos los seres que amaba.

Levi solía contar a los niños sobre la leyenda del espíritu del Zorro.

El espíritu que salvó a todos.

El espíritu que amaba.

El espíritu que admiraba.

El espiritu del Zorro.

Fin.