-M-maldición...-Trataba de caminar rápido, pero le costaba bastante. La tierra estaba mojada y le costaba iluminar con la linterna.

"Levi...", era una voz bastante débil.

-Tranquilo, Eren... falta poco para... para llegar al centro del bosque-

"Si... lo sé... Levi, esta cerca", Eren miraba por los alrededores.

-¡Aahg!-Se resvaló y cayó al lodo-¡Eren!¡¿Estas bien?!-preguntó asustado.

"Si, estoy bien... Lo siento por traerte a esto, pero queda muy poco para llegar...", se removía.

-S-si....-Recogió la linterna del lodo.

Con la poca iluminación, el lodo y la baja temperatura provocaba que Levi no pudiera guiarse.

"¡Aquí es!", Eren se movía fuerte. "¡Aquí es, Levi!".

-¿Si?¿Dónde?-

"En árbol más grande, ahí hay una grieta... Ahí debes dejarme, por favor".

-Si, lo haré-Obedeció a Eren.

Se acercó al inmenso árbol, tragó profundo. En ese momento se sentía alguien insignificante con tal majestuosidad.

Dejó a Eren en el suelo y le sacó las mantas que lo mantenía seguro.

-Eren-Le ayudó a ponerse de pie.

-¡Haaa!-Se quejó y miró al azabache.

Levi entendió y lo soltó.

Miraba atentamente a Eren, como se acercaba a esa grieta.

"Muchas gracias, Levi. Eres un ser humano magnífico y especial para mi. Mi herida ya esta casi sana, pero yo necesito quedarme en el bosque. Los demonios pueden atacar".

-¿Qué?¿Los demonios?-preguntó asombrado.

"Si, los demonios. Es toda la maldad que se acumula. Crean demonios, malvados seres que sólo deseab la destrucción de este bosque".

-Eren...-Se le acercó-¿Puedo volver a verte?-

El cuerpo de Eren comenzó a iluminarse, Levi tuvo que cubrir su vista por el resplandor, apartó su antebrazo.

Eren era un zorro nuevamente.

"Claro que puedes venir, yo siempre estaré cuidando del bosque y sus criaturas. Siempre estaré aquí, a pesar de todo".

El zorro soltó un aullido y se metió por la grieta, nuevamente se iluminó.

-Eren...-se sentó sobre una roca-vendré a verte todas las veces que pueda, juro que te ayudaré con todo lo que este a mi alcance-sonrió de lado.

"Levi, cuida del bosque".

El azabache asintió.

Siguió hablando por horas, pero no recibía respuesta. Aún así, estaba seguro de que Eren lo escuchaba.

Y estaba contento con eso.

Levi se propuso ahí mismo, acabar con las presencias malvadas de ese lugar, aunque sea con su propia vida.