Capítulo 28
Pienso que estar vivo vale mucho más de lo que imaginamos. Es una lucha constante que no hay segunda oportunidad, tú debes ganar. Hay personas que pasan la vida buscando una respuesta a la vida, pero no se puede negar que el ser humano es así, busca lo que no tiene respuesta. Pero si no lo hacemos, seríamos Dioses ¿no? Ese es nuestro defecto como personas y a veces nos ponemos a pensar si esa es nuestra misión en la tierra. Debería haber un libro que venga escrito con las pautas para la vida, creo que nuestra existencia tendría lógica y todos seríamos distintos. Tal vez esa es nuestra misión, cometer errores y después aprender de ellos. Básicamente eso es lo que los padres le dicen a sus hijos a los largo de la vida.
No se puede hacer nada para cambiar el tiempo, pero si el futuro. No podemos quedarnos en la nada tratando de ir por un lado cuando en el otro está la solución. Pero sí no hay en los dos, hay que buscarla. Nuestra mente es poderosa. Esa es una linterna. Sin embargo sólo la utilizamos cuando se requiere y no es así. ¿Y si todo lo que hacemos es sólo producto de nuestra imaginación? Puede ser. ¿Y por qué no? Existen diversas lagunas en nuestra mente, recuerdo, sueños y los diferentes episodios que tenemos de vidas pasadas o futuras. Te unen a un limbo el cual tú debes elegir cual lado vas a tirar más fuerte. O mejor dicho, al cual aspiras llegar. Tal vez en un momento dado en mi vida que por ahora no recuerde, haya pensado en Harry y escogí mal el lado y la estoy pagando con mi estado. Pero si no fuera por eso, no hubiera visto mis errores y no hubiera comprendido el verdadero significado de la vida. Aún está en incógnita, pero por lo menos sé cuáles fueron mis equivocaciones y sin ellos no hubiera llegado a mi amor. ¿Por qué mí destino fue éste? ¿Por qué Harry es el único que me ve? Hay muchas teorías para eso. Pero la más cercana para mí, teníamos que vernos otra vez.
La vida es muy misteriosa, pero la mente es un universo sin fin que, sí nos ponemos a analizar, nos volvemos locos tratando de buscar una respuesta.
Abro los ojos asustada al verme en el cuarto del hospital. Ángel que está a mi lado no deja de sostenerme la mano. Al verme, alza la mirada aliviado.
— ¡Despertaste!
— Harry....
Es lo primero que argumento. Él asiente feliz.
— Está dormido en la sala de espera.
Salgo encontrándolo en una posición en la cual mañana le dolerá todo el cuerpo. La cabeza a un lado, la pierna alzada a la silla y los brazos medio doblados. Se lo ve chistoso.
Camino y me siento en la silla desocupada. En cuestión de segundos, bosteza y se estabiliza. Me mira sonriente para entrelazar sus dedos con los míos.
— ¿Por qué me trajiste aquí? — Inspiro extrañada.
— Pensé......— Duda uno segundos — Creí que estar cerca de tu cuerpo ayudaría a que te mejores. — Me explica y me sobrecojo por su ternura y protección.
— Me siento mejor gracias a ti — Le doy un beso en la mejilla. — No hay palabras para decirte cuanto agradezco que permanezcas a mi lado.
— No voy a sepárame de ti — Su sonrisa se tambalea un poco. No llores por favor, no quiero venirme en moco otra vez.
Sus palabras tienen un enorme significado, que no sé si debería arriesgarme a tener una relación con un ser vivo. ¿Eso es permitido en la tierra?
Lo amo tanto que solo pensar en dejarlo una fuga de destello de agujas clavan cada molécula de mi corazón.
Nos quedamos en silencio unos instantes. Ninguno de los dos aparta la mirada del otro.
— Antes que nada.....— Las palabras salen en un suspiro entrecortado — Me disculpo por no haberte escuchado y salir huyendo del lugar. Yo....
— Tú no me debes disculpas, soy yo. — Dice con seguridad — Lamento haberte tratado como lo hice, sé que puedo ser impulsivo pero trabajaré en ello. Lo prometo. — Acaricia el dorso de mi mano para luego besarla.
— Así será — Recuesto la cabeza en su pecho, la soba delicadamente y su aliento caliente me hace cosquilla.
— Regresa conmigo a casa — Suplica.
Un nudo se instala en la boca de mi estómago y reprimo el impulso de decirle que SI. Un suspiro largo brota de mis labios, alzo la viste y enfrento con la cruel verdad. Duele tener a una persona en el corazón y no poder tenerla en tus brazos.
«¿Cómo le dicen a su amor que ya no pueden sentirlo como antes? He perdido la sensibilidad con Harry también. ¿Moriré pronto? »
— Te amo, pero no puedo estar cerca de ti. — Alejo los pensamientos tortuosos y me digo a mi misma que es lo correcto. — No quiero que sufras cuando me vaya
Sé que lo entiende y sé que le duele. Esto era lo que trataba de evitar. El amor es hermoso, pero cuando comienza a doler, no hay marcha atrás.
— No puedo sufrir si al rechazarme, me matas — Su voz suena ronca y profunda.
Toma mi mano y me obliga a ponerla encima de su pecho. Mi respiración se acelera, lucha con fuerza para mantener el control del desequilibrio de mis emociones.
— Estoy acostumbrado a que todos me decepcione. No lo hagas tú — Suelta en murmullo
— Será doloroso para los dos si nos arriesgamos — Susurro dolida. Me empuja hacia adelante, envolviéndome con fuerza. Todo dentro de mí se estremece. Aprieto su camisa en un puño, no quiero dejarlo ir.
— Tal vez seamos un cuento breve, pero lo leer mil veces. — Siento la lágrima caer en mi pelo — Dejemos que el tiempo decida, Elena.
— Prométeme que no me extrañaras, Harry.
Muerde su labio, se limpiaba el rostro y suspira masajeando mi mejilla.
— Abrázame — Implora.
Me aferro con fuerza, como si fuera el escudo de mi vida. Como si fuera la última rebanada de pastel. Como si fuera la baliza en medio del mar y yo me ahogara. Harry se ha convertido en mi mundo, que si se estuviese cayendo a pedazos, él es la única persona a la que me aferraría. Si hablamos de personas únicas, juro con toda plenitud, que no hay nadie como él. La dependencia muta me asienta como roca en el estómago, porque sé que es insana e inhumana. Lo estoy llevando por el camino oscuro del abismo, rodeado de dolor y sufrimiento. Pero lo amo. Lo hago y nadie puede hacerme retroceder a ese sentimiento que lo único que hace, aparte de lastimar, salvar.
No sé cuánto tiempo estuvimos abrazados. Pero cuando Ángel grita mi nombre en un tono aterrado, no dudo en saltar de la silla.
— ¡Elena! — Corre con desesperación — ¡Los doctores no tardan en venir a verte, quieren hablar con tus padres!
— ¿¡Que!? — Observo angustiada a Harry.
Para cuando nos acercamos, la puerta de la habitación se abre y una enfermera sale rápidamente. Todos están aquí. Katy, su novio, Raymond, mi madre y Frank. ¿Qué sucede? ¿Por qué todos están asustado? Parecen como si hubieran visto un fantasma. El doctor Hoffman está haciendo unos chequeos. Se inclina y niega al otro enfermero que se encuentra en el cuarto. El asiente y sale con su compañera, la cual gira y saca un paño húmedo para limpiarse los ojos. En un suspiro, se levanta con la carpeta abierta y encara a todos los angustiados.
— ¿Le ha pasado algo a mi hija? ¿Ella está bien? — Dice inquieta
— Sé que la espera ha sido larga y muy dura, y sé que no será fácil decirles mi diagnóstico — Hace una pausa. — Su hija no está respondiendo a ningún tratamiento de lo que le estamos haciendo. Su salud, ha ido en descenso.
— Es peor..... ¿¡Me dice que es peor!? — Frank trata de calmarla.
— ¿Doctor, a dónde quiere llegar con su conclusión? — Dice Raymond, también confundido.
— Debería haber buenas noticas, ¿No? — Opina Katherine.
— Deberían calmarse, dejen que Hoffman diga lo que tienen que decir. — No conozco al novio de mi mejor amiga, pero ayudó mucho. Todos guardaron silencio.
— No hay medicina para una muerte cerebral. — Niega con la cabeza y la tensión en todos los hombros me ponen los pelos de puntos — Sera desahuciada — Dice y todos empieza a llorar. Harry aprieta con fuerza mi mano sin expresión alguna en su rostro.
— ¿Ni una medicina? — Murmura Frank, con la voz temblorosa y enronquecida.
— Lo único que la mantiene con vida son las máquinas. Es mejor darle un descanso merecido. Los papeles se encuentran en la recepción, deberían firmarlos. Disculpen — Trata de irse pero Harry lo detiene de la camisa. Su actitud intimida y su carácter asusta. Todos estamos impactados.
— ¡Se supone que usted es Doctor, está capacitado para esto! ¡No puede darla por muerta! — Con fuerza, lo estrella en la pared. Frank, el novio de Katy y Raymond lo controlan agarrándolo de los brazos.
Sus facciones lucen imponentes, su ceño esta fruncido en un gesto furioso, los músculos de sus brazos tensos y su mandíbula apretada.
— Harry.... — Murmullo asustada.
— Hemos hecho exámenes, análisis y no hay resultado a cambio. Tampoco soy Dios para ayudarla. Hice lo que estuvo a mi alcance.....perdón — Sale del cuarto, arreglándose la bata arrugada.
Harry al ver sus súplicas en la basura, cae de rodillas, golpeando el suelo.
— Hijo, levántate — Mi madre lo alza.
— ¡No puede hacerle eso señora! ¡No la puede matar! ¡Ella aún sigue con vida!
Su respiración irregular golpea a todos y ni si quiera hay una pisca de querer tranquilizarse. Miedo carcome mis nervios por lo que temo que le vaya a pasar algo.
Se levanta con brusquedad, ve mi cuerpo con ansia y pesar y su actitud me desubica. Entonces, explota en llanto, un llanto que no soporto oír. Lo veo entrar en pánico y lo que hago es quedarme quieta en mi lugar. No sé qué hacer. Todo se derrumbó. Todo lo que habíamos hablado se quedó en el vacío.
Entonces, se agarra la cabellera y empieza a jalársela con fuerza. Cuando por fin mi cuerpo reacciona, veo a mamá acercársele. Dejo que lo conforte. Necesita apoyo materno. Él se inclina en la pared y solloza en ella al escucharla. Niega un par de veces antes de abrazarla.
— Hijo de mi vida, te vi crecer con mi hija. Fueron muchos años desde que no te veo pero sé que la quieres, y yo tampoco quiero hacerlo, pero es lo mejor. Le estoy haciendo un mal a Elena. Su cuerpo muere y lo que hago es ser egoísta y no dejarla descansar. Se me parte el corazón pero ella merece su descanso eterno.
El ambiente se pone pesado. En los cuartos ahora se siente la pena y el desconsuelo. Katy abraza a su pareja, mamá no deja de llorar encima de mi cuerpo, Frank la calma y Raymond se sienta tratando de asimilar lo que escuchó.
No puedo creerle al doctor.
Nada de esto pasa.
¡No pueden separarme de Harry!.
******************
— Dejen su mensaje después del tono.......¡Piiiiii!
No estoy para nadie ahora mis fantasmitas, estoy llorando a mares y no sé cómo contralarme.
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