Entro a la regadera, abro el grifo y dejo que el acumulado de toda la angustia y tristeza en mi interior se expanda como globo. Un nudo se apodera de mi garganta pero no lloro. Me obligo a absorber el sentimiento humillante y lastimoso.

Finalmente, después de un recuento compacto y brutal, salgo del baño y avanzo hasta el ropero. La enérgica pelea me ha cegado y ha eliminado lo poco de amor propio. Avanzo por la alfombra de pelo punzante hasta las cortinas. De pronto, estar aquí se vuelve sofocante. La atmósfera se ha vuelto sofocante. Un dolor intenso se produce en mi pecho. El corazón duele, late rápidamente. Opresión, dolor en los brazos. El dolor me estalla hacia el cuello. No puedo respirar. El sudor es frio. Es un dolor insoportable que me late dentro del cuerpo. Todo me da vuelta.

Dejo escapar un grito silencioso por el sufrimiento. Me voy de bruces contra el suelo. Cierro los ojos con fuerza para evitar llorar. La oscuridad se cierra sobre mí. Me devora. Entonces, el averno se desata. Gritos...Gente corriendo...La risa de un niño...El desfibrilador. Todo se oscurece.

«La vida tiene muchos misterios, muchos de ellos no tienen explicación.»

Siento la forma en como mi cabeza palpita frenéticamente, me produce un dolor insoportable. La sangre en mis oídos hierve cualquier sonido que provenga a mí alrededor. Me sorprende que no estoy en el suelo cuando observo con atención mi postura. Diablos, tengo seca la garganta. Anclo mis ojos en la ventana. Era de día cuando salí de la ducha, se nota que el sol quiere matar a todos a su paso. No suelo entablar ideas cuando no sé lo que ha ocurrido en el pequeño transcurso de inconsciencia, pero estoy segura que sola no me puse aquí. Me pregunto si Harry habrá sido. Si es él, no quiero escuchar un regaño. No cuando la cabeza me palpita.

Sedienta recojo el vaso ubicado a mi lado. Lo bebo tan rápido que pareciera años que no lo hago. La figura de la persona entrar a la habitación explica mi desconcierto.

— ¿Te encuentras mejor? — Ríe levemente mientras se sienta a mi lado.

— Duele la cabeza, pero sobreviviré — Admito con abierta sinceridad. Aunque me estremezco por las pulsaciones.

— Ten. Te encantara. Bébelo — Curva los labios en una sonrisa — Lamento no haber llegado antes — Se disculpas. Inmediatamente agradezco.

— No se preocupe — Le sonrío a modo tranquilizador — Esta muy rico el té — Saboreo gustosa el té de manzanilla — ¿Harry vio?.... — Me corta.

— Yo te subí a la cama — Explica y yo asiento aliviada — Iré hacer el almuerzo y prepararé una sopa especial para ti — Me acaricia la mejilla con cariño. Después se gira y se va.

¿Qué fue todo eso? ¿Por qué la risa del niño? Cierro los ojos un momento para ser capaz de aguantar todo esto. Estoy en coma, ¿Qué más podría suceder?

«Ahora a ser fuerte, mejorar mi vida y por éste momento mi salud.»

Son las 2 exactamente. Nada raro, y los medicamentos ya me hicieron efecto. Me desperezo, me incorporo y compruebo que efectivamente no tengo ninguna clase de síntomas. Estoy mareada sí, pero es estable a comparación de las palpitaciones de hace rato. Abro la puerta y observo el corredor vacío. Nana debe estar en la cocina como dijo. Comienzo a descender los peldaños y escucho algo caer. Me estremezco. Una vez que llego al último escalón, me desvío al pasillo de lado de la escalera. No quiero recibir un regaño por no estar en cama. Alzo la vista y de pronto, me encuentro en un acertijo. Estoy segura de que esto va hacer una tontería. Largo en mi campo de visión, mi vista pega con 3 puertas. Nunca me había detenido a pensar que hay atrás de cada una. Bueno, una es el baño ¿Y las otras dos? Decido ir primero a la blanca. Perfectamente dice grabado en letras grandes y remarcadas en negro "MIRAME" ¿O sólo lo estoy inventando? En fin, camino y la abro cuidadosa de no hacerla rechinar.

Dentro del dicho cuarto, cierro con cuidado la puerta y enciendo la luz. Tengo que cubrirme la cara con las manos por la intensidad. ¡Vaya, este chico si está ciego!. Parpadeo un par de veces para acostumbrarme. Su despacho es exageradamente grande para una sola persona. Es frio, escéptico. Delante de los ventanales hay una mesa de madera que posiblemente, si no es más, caben 8 personas. Hace juego con los muebles oscuros y su repisa de 4 metros. Todo lo demás es blanco. Lo que capta mi atención, las 3 pinturas enormes. Está el beso de Gustav Klimt. Los amantes de René Magritte y el nacimiento de Venus de Sandro Botticelli. Resultan impresionantes. Más allá de su belleza clasificada, el significado de cada una es lo que asombra. Todo se rodea al amor.

No sé en qué momento llegué, sólo sé que, cuando lo pensé, ya estaba sentada en el escritorio apoyada en él. Harry es delicado cuando se trata de un orden en específico. ¡Está muy brilloso! Sin un rastro de polvo. Hasta mi reflejo se ve claramente. Acaricio la parte de abajo de la mesa. Sin querer, aprieto un botón. Este hace que la madera se haga para arriba y expulse una especie de crujido. Maldigo a todos los Dioses del olimpo por el desastre que hice.

«Es mi fin, debí romper algo.»

Asustada me agacho analizando lo que presunto yo, algo deshecho. Sin embargo, es sólo un simple cajón cerrado bajo llaves.

«Bien Dioses, por una vez no me dejaron abandonada.»

Falsa alarma.

Muerdo mi uña nerviosa, ansiosa de saber que hay dentro. Pienso en donde pudo guardar las llaves Harry, sintiéndome violadora por profanar sus cosas. Con certeza aseguro que es algo importante. Digo eso porqué para tenerlo con seguridad, debe ser algo de la familia. ¡Familia!. Me alineo rápidamente al notar el invado de privacidad que hago. Si fuera mi caso me molestaría. De hecho sí enfada.

Hace 8 meses atrás, en mí cuarto, específicamente en el techo, yo guardaba lo que era los formularios de inscripciones a las universidades lejanas del país. Frank exigía que estudie cerca de casa. Siempre lo decía y me lo ordenaba. Como él lo pagaría, no podía buscar otra que no sea la de Luxemburgo. Busqué más opciones. Sábado por la tarde después de terminar el penúltimo examen en el campus, regresé a casa cansada dando por hecho terminado mi día al no trabajar ese fin de semana. Cabe recalcar que mamá me recibía cuando llegaba. Ese día, no los encontré en la sala. Curiosa de donde pudieron haber ido, dejo la maleta en el perchero que está de lado de la puerta y subo las gradas aliviada de estar sola. Sin embargo mi relajamiento se fue corriendo al mirar con pánico mi cuarto abierto. Cuando entré, vi a Frank rompiendo mis formularios y a mamá en una esquina aterrorizada por el comportamiento. Ya se deben imaginar lo que pasó.

Triste al no poder ver lo que tiene ahí dentro, me levanto haciendo que el mueble de ruedas golpeé la parte de abajo de la ventana. De ahí, un pedazo de madera cae junto a una llave dorada. La tomo impaciente y la devuelvo en su lugar. Respiro un momento. Pienso que por alguna razón o milagro, el cielo la mando.

«¿Debería tomar esa señal como premio?»

— Yo creo que sí — Me encojo de hombros.

Muerdo mi labio.

Pienso.

Aprieto mi mano.

«Estoy muerta.»

Asustada.

«No va a pasar nada.»

Decidida, me arrodillo frente al cajón. Con suma delicadeza meto la llave en el pestillo. Le doy vueltas. Emite un sonido como si estuviera despojando unas barricadas pequeñas. Tras unos segundos que para mí fueron minutos, se escucha un "Tic".

—  ¿Eso fue todo? ¿No abriste?

Maldita sea. Lo que me faltaba. Bendita sean las bárbaras de Neptuno. Me levanto del suelo, enojada. Limpio mis rodillas, ordeno como estuvo en un principio y dejo la llave en su correspondido escondite. Debo marcharme antes de que sospechen.

— Mejor

Retrocedo. Limpio mis manos en el pantalón y abro la puerta. El "Tik", vuelve a sonar. Veo indecisa el escritorio y claramente escucho como alguien me dice un "no" por respuesta. Regreso. El cajón está completamente abierto. Allí, parada con la carpeta en mano y con mi sonrisa borrada totalmente veo lo que tanto ocultaba aquí.

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Luxemburgo. 12 de Septiembre del 2018

Sr. Nikolay Kolia
Director de AvtoVAZ 

Estimado señor:

Por medio de la siguiente carta de denuncia, quisiera hacer constar mi insatisfacción con

respecto al trato obtenido en su sucursal. Al ver que su empresa ha dado mucho rendimiento en compañías tanto Nacionales como Internacionales, quise fusionarme para tener mayor éxito en ganancias. Las cartas y mis contratos me han costado una fortuna. Por lo tanto, ha ocasionado que mi empresa caiga y la bolsa de valores colapse por su incumplimiento. No lo conozco, ni usted a mí, pero eso puede cambiar. Le voy a dar un tiempo para que reúna la cantidad exacta. Si en ese lapso de gracia no me ha devuelto lo que he perdido, me veré obligado a resolverlo con mis propias manos. ¿Y no queremos llegar a eso verdad? Ahí le mando un contrato inscrito por un Juez de Rusia y de Luxemburgo. Por un lado no me da el derecho a tocarlo si cumple con mis pendientes. Pero si no llegamos a un acuerdo dentro de dos mese, será bien recibido en mi hermoso país. Póngase cómodo mientras pueda Sr. Bell. El reloj corre en su contra. Preferimos que este lamentable suceso se arregle por la vía amistosa

PD:  Su familia lo necesita y no soy muy aficionado de destruir hogares. Sé que me entiende. Sin otro cometido, me despido.

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Contrato de devolución de dinero.

Sergey Ivanov. Juez privado contra los derechos de mercadeo.

Nikolay Kolia, por mi propio derecho, señalo este documento el  desequilibrio  económico  en la empresa AvtoVAZ  con sede en Toliatti, Rusia. Autorizo bajo éste juramento por puño y letra la orden de búsqueda y casa al presidente de la empresa "Car corporation".  Harry Bell Hamilton.

Por medio del presente escrito en este acto vengo a dar constancia que al ser devuelto el dinero perdido, su deuda será cerrada de por vida y seguiremos caminos separados.

Por tanto.

A Ud. Sres. Jueces de Rusia y Luxemburgo, solicito admitir la presente demanda tramitada conforme a su naturaleza a sus países para que no haya ninguna controversia.

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¿Qué pendejada es ésta?

La noticia me cae como plomo y empiezo a temblar. Un rompeolas estalla y empiezo a sollozar. Puedo ver claramente dos cosas, amenaza y muerte. Me tapo el rostro amortiguando el lamento. Las lágrimas no demoran en aparecer que hasta estando sola me avergüenza gimotear.

«¿Cómo pudo ser capaz de eso? »

Vuelvo la vista a las hojas difícil de comprender lo que leo. Ni si quiera un simple argumento se forma en mi cabeza. Rusia es conocida por su mafia y el final de los que permanecen con ellos.

«¿Cómo pudo confiar su empresa a ese país? Dios por favor, que sea una broma.»

Y lo poco que me quedaba de equilibrio mental desaparece al verlo parado en la puerta.

<< ¿¡Por qué Harry!? ¿¡Por qué!?. >>

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¡Hello mis fantasmitas! ¿Listos para otro capítulo? ¡Porque yo siiiii!.

Normalmente soy muy pero muy curiosa, pero hasta el nivel de Elena no 🤣🤣🤣.

¿Ustedes que piensan de su supuesto trato?

¿Por qué le hicieron esa trampa?

¿Creen que llegarán a matarlo?

Pero eso no es lo emocionante. ¡ELENA AMA A HARRY! 😭🤧🤧.

Ya se sabía pero igualmente, es lindo, aunque sería más si se lo dice. 😍😍😍😍

¿Creen lo mismo?.

Pues hay que esperar que pasa en el siguiente capítulo 👻👻👻👻.

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