La brisa de la oscura madrugada es fría, pesada. Despierto pasada de la media noche gracias al escalofrío que el cuerpo lleva; ha ocasionado insomnio. Me muevo de un lado a otro ubicándome en posiciones diferentes para tratar de descansar adecuadamente. Pero todas se dignan a fallar. Ninguna resulta. Frustrada rastro mi mano en el rostro a no poder pegar los ojos a mi descanso correspondido. Me siento en la cama y apoyo mis brazos en las rodillas. Observo la nada; a excepción de las cortinas blancas donde por ellas entra la luz de la luna.

Cierro los ojos contando en la mente las ovejitas que supuestamente ayuda a conciliar el sueño. Según las personas, esto ayuda. Se suponen que éste ejercicio da paso a ver las ovejas saltar en fila enumerándose una por una. Contrario a eso, analizo al abrir mis ojos diagonal a mí, la silla, y en ella, algo sentado.

Asustada, me acuesto y cierro los ojos. Me abrazo con pánico cuando unos golpes se escuchan, como si estuvieran clavando algo. Entre las sabanas que cargo a mi lado me acobijo completamente por ese raro sonido de los azotes. ¡Estoy rogando que todo lo que estoy oyendo sea sueño!

El miedo que llevaba, se desvanece al escuchar pequeños gemidos. Tan pequeños que combinan con unas risas. Salgo de mi pequeño escondite contra "fantasma" cuando el impacto en la pared no es lo único que se puede oír. Al menos que la persona que hace esto necesite "ayuda de verdad".

Mentalmente me digo que es sólo un error de lo que me imagino y es el cansancio ya que el reloj marca las 3:30 am y nadie en su bendita cordura está despierto para hacer ruido. Así que, con confianza y abrumada salgo de la habitación. Me muerdo el labio al percibir el oscuro pasillo. Lo extraño, es la puerta de Harry entreabierta con las luces prendidas. Más o menos como en las películas de terror que asesinan a alguien en un cuarto. Algo así está.

El sonido, el temor y el arrepentimiento se presentan a cada acercamiento que doy a la puerta. Y mentalmente ya me hago una película de lo que puede estar pasando ahí.

La calentura en mi interior empieza a brotar al oír otro gemido de placer saliendo del cuarto. Aprieto mis puños involuntariamente sin medir la consecuencia del dolor. No me esperaba ésta explosión en mí.

Me avergüenzo de lo que hago. Me siento mal por analizar cosas que no sé con exactitud si pasa en realidad. No quería meterme en algo que no me incumbe, quería parar, regresar al dormitorio y dormir. No obstante y aunque no me guste, mi corazón quiere quitarse las dudas encima a algo que puede ser verdad, o por lo menos equivocarse a lo que piensa.

«A parte a nadie le hace mal espiar ¿O sí?»

Inhalo varias veces al encontrarme frente al cuarto de Harry. Debo quitarme el nerviosismo primero. Aprieto momentáneamente los ojos y abro la puerta.

No resultó como esperaba.

Síp, hubiera escogido mejor regresar a mí habitación sin ser tan metiche en donde no me llaman. Ya era demasiado tarde para aquella opción. Mi corazón cae a ver la escena. No creía que él estuviera con alguien, o por lo menos me cerraba a no creerlo.

El rechinar de la puerta abrirse capta la atención de todos los que estamos aquí, en especial la de Harry ya que es el único que me ve. De parte de la chica que está con él sólo se mueve besándolo en la boca.

Él sin camisa, ella sin su vestido y yo interrumpiendo su amorío.

— ¿Pasa algo guapo? — Lo toma entre sus manos haciendo que la vea, pero él se concentra en mí — ¿Es por la puerta? no importa cariño, es el viento que la abrió. Sigamos en lo nuestro y hazme tuya.

Sin emitir palabra alguna, él se levanta de la cama. Camina de lado a otro tropezando con los zapatos esparcidos en el piso. Está mareado.

— ¿V-ves.....a la mujer ahí? — Hipo. La señala sin despegar su vista. Habla entre cortado por los tragos encima. Con dolor en mi pecho y lágrimas en mis ojos la observo arrodillada, encima de la cama y con la sabana tapándose. Lo ve confundida — E-ella....da más q-que tú — Retrocede riendo antes de lanzarme un beso y cerrar la puerta en mi cara.

Sorprendida, extrañada, indignada y hecha basura son de las pocas palabras que definen mi estado ahora. No me entra en la cabeza la actitud que él tomó conmigo. No me imaginé esto de él. Y aun así, el dolor y las calientes lágrimas resbalan por mis mejillas al verme sola parada en la nada. Tan patética me siento que los ojos arden por tanto sufrimiento en mi aura.

Mi pecho duele, mi corazón y espíritu duelen como si un camión hubiera pasado encima rompiendo cada hueso. Los convirtió en polvo. No puedo creer lo estúpida que soy por creer que las cosas mejorarían al confiar en alguien. ¿Para eso me trajo? ¿Pensó que podría pasar algo entre nosotros? ¿Eso es lo que quieren allá arriba, que sepa que mi vida ya no sirve para por fin irme? Pues ganaron, tiene la aprobación de llevarme al otro mundo porqué aquí ya no me queda nada. Me quitaron todo. ¡Ni siquiera un amigo tengo! ¿Y de qué me sirvió tener un amigo en que confiar si a la final ellos son los primeros en romperte en mil pedazos? Toda mí maldita vida ha sido y será siempre un fiasco, un asco, y una mierda que nadie puede reparar. Es por eso que no quería sentir absoluta conexión con alguien porqué sabía que saldría lastimada. Y aunque algunos no quieran ver, el amor es una aguja que todo lo que toca daña, destroza y rompe. Por más cuidado que le demos, eso valioso se terminará perdiendo en el olvido, o alguien lo hará por nosotros. Rara es la vez que de verdad esa persona valora el diamante que formamos.

Me retiro lentamente del lugar. Camino paso a paso hacia el cuarto que me fue prestado. Observo por última vez esa puerta la cual nunca podré entrar.

Derramo lágrimas nuevamente gracias a él. Lágrimas que no merece. Ni siquiera mi presencia la merece. Quisiera que la niña que llevo dentro deje de pensar que la vida seguirá de color de rosa y tenga la dicha de salir y tener el coraje de irse como una mujer hecha y derecha. No obstante, sigue aferrada en pensar que ese chico de que se enamoró la tome en cuenta como se debe. Pero ya no será así, procuraré que eso deje de ser ya que él no saldrá y me detendrá.

Tan así en suponer lo inesperado que las palabras toman fuerza a modo que escucho su puerta abrirse como también el fuerte apretón de su mano en mi brazo. Me gira sobre mis talones mientras sostiene su mirada con la mía.

El derrame de lágrimas en él sin explicación hace que pregunte el porqué de su acción si fui yo la que salió mal parqueada.

— Elena....

— ¡Lárgate! — Grito llorando. Sacudo y golpeo su pecho para que me suelte. — ¿Esto te gusta? ¿Te sientes feliz verme sufrir?

— ¡Escúchame!

— ¡No! — Intento soltarme doblando un poco su brazo, algo que es en vano ya que él es hombre y tiene más fuerza — ¡Ya suéltame! Vete a la mierda Bell — De repente la chica rubia que estaba en su cama esperando ser sometida, ahora se encuentra confundida fuera de la habitación.

— Amor..... ¿Está todo bien?

Respira hondo, se estabiliza con imponencia y se vuelve.

— Recoge tus cosas ahora. Ya término. — Ordena

— ¡Pero Harry! — Deja notar su enojo al oír el tono en que lo dice.

— ¡Ahora! — Grita él.

Ella rápidamente entra a la habitación. 10 segundos exactamente y sale de la casa a sople de una vela.

— ¿Quieres que te aplauda por eso? ¿Después de decirme palabras hirientes quieres que te agradezca por botar a la chica? Estas equivocado Harry. Es tu vida y puedes hacer con ella lo que se te pegue la regalada gana, con la mía tengo suficiente. Así que déjame.

Con fuerza me deshago de su mano y corro hacia el cuarto encerrándome con seguro.

«No quiero hablar con él»

*****************

¡Felices fiestas mis queridos fantasmitas, pasen muy lindo con su familia y disfruten de su compañía como si fuera el ultimo día!. 👻👻❤❤.

Espero que les guste la historia tanto como a mí cuando la escribo. Dejen saber lo que piensa sobre ella en los comentarios😘.

Pronto nos leeremos amores!!. ❤