La Soga y el Arbol
Ya había pasado un mes desde aquella aterradora experiencia, se sentía mejor, ya todo volvía a la normalidad, mis papás decidieron cuidarme aun más que antes.
Cosas raras comenzaban a suceder en casa, había veces en que sentía que alguien me observaba o estaba detrás mío, era espeluznante, también hubo ocasiones donde Waffles ladraba a lugares donde no había nada ni nadie, ladraba a lugares sin sentido, y metía su rabo entre sus piernas al pasar por el cuarto de Madeline.
Un dia me desperté con ganas de ir a jugar con Waffles, me hice una sencilla cola de caballo, me puse unos shorts, una camiseta algo holgada, me puse unos lindos tenis color azul, y baje a tomar mi desayuno, recuerdo que tome unas ricas hojuelas de maíz con algo de leche y un jugo de naranja acompañado de un emparedado, me limpie con mi servilleta y le avise a mamá que iba a jugar con Waffles, ella mi miro con extrañeza y me respondio que si podía ir a jugar.
Sali y busque a Waffles en su casa, no lo encontré, comencé a llamar a su nombre, y no paso nada, le dije a mamá que Waffles no aparecia, ella me dijo que lo buscara mejor, y que talvez estaba recostado a jugando en el patio trasero, levante una ceja y salí, llame otra vez al nombre de Waffles no paso nada, de nuevo...decidí ir a buscarlo como dijo mama, al patio trasero, busque y a simple vista no se veía nada, decidí buscarlo en los arbustos, le di una vuelta, estaba a punto de rendirme, mire al cielo, mire al árbol que estaba al lado de mi ventana, vi algo raro, mire mas cerca, no lo podía creer, era Waffles estaba en una rama en ese árbol, tenia una soga atada al cuello y esta soga estaba atada a otra rama, me movía la cola y también me ladraba, le dije que se quedara ahí, no me hizo caso, salto, y ya sabrán el resultado, se ahorco, fue la escena mas traumática de mi vida, grite sin parar, las lagrimas caían de mi rostro, mamá vino y me pregunto que había pasado, no podía responder, solo gritaba y no paraba de llorar, y señale hacia arriba, mamá miro arriba, y no vio nada, me dijo -Hija, que hay arriba, ¡Dímelo!- le respondí que mirara al árbol, miro y le cayo una gota de sangre en su rostro, se limpio la cara, y vio que era sangre, volvió a mirar arriba y sus ojos se abrieron, me dijo que había pasado, yo solo deje de gritar, solo lloraba, mamá me llevo a la casa, me hizo sentarme en el sillón de la sala, y le comencé a contar lo había pasado:
-Yo...yo...yo...lo estaba bus...buscando, miré arriba, vi...vi...vi algo, era el, me la...la...ladraba, salto y no llego al piso mamá, ¡No llegó! ... ¡Waffles murioooooo! ... ¡Mamá!
-Tranquila hija, todo va a pasar, te lo aseguro, Waffles esta en el cielo, y nos va a cuidar desde ahí, tranquila...-solo me dijo eso.
Mamá había llamado a papá y este llego casi enseguida, pregunto porque lo habían llamado tan urgentemente, para sacarlo de su trabajo, mamá le explico, papá salió al patio, trasero, regreso, y comenzo a llorar conmigo.
Papá bajo a Waffles, cabo un hoyo en el árbol, y ahí enterró a Waffles, me dolió con toda el alma, despedir a mi mejor amigo, puse una rosa de color blanco encima de su tumba, y le leí un poema que hice en unos cuantos minutos:
Mi fiel compañero:
Se que ya no estas con nosotros
Pues te has ido muy lejos
Muy lejos de mi
Pero eso no significa
Que yo he de olvidarte
Siempre estarás en mi corazón
Y también en mis recuerdos
Como dicen por ahí
"El perro es el mejor amigo del hombre"
Y tu fuiste el mío
No habrá perro alguno
Que te logre igualar
Por que tus eras único
Y único te quedaras.
Me dolió despedirme de el perro que me acompaño desde mis 6 años, fue mi compañero, y nunca olvidare el momento en que lo conocí...
Pero la pregunta en ese momento era... ¿Quién puso ahí a Waffles?...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top