Me llamo Lila y la historia que comenzare a contar aquí es algo que me acurrio ya hace varios años y me atomenta hasta el dia de hoy. Por lo cual e terminado encerrada en un manicomio, ya que todos creen que estoy loca.

Yo vivía feliz con mis padres, vivíamos los mas bonitos días de campo, íbamos al cine y veíamos las películas que yo escogia, casi siempre elegia las de princesas y unicornios, mis padres me leían mis cuentos favoritos antes de dormir. En resumen ellos me daban todo lo que deseaba o como dicen otros me "mimaban".

Creo que andaba por los 8 años cuando me entere que iba a tener una hermanita, mi papá y yo cuidábamos con mucho esmero a mi mamá, la consentíamos, ella tenia muchos antojos, en especial comia muchas aceitunas y pepinillos, ya se que ese tipo de antojos son raros, pero que se puede hacer. Una noche mi mamá se sentía algo mal, dijo que se iba a recostar a su cama y asi fue, papá dijo que me fuese a dormir y que el acompañaría a mamá. Me dirigi a mi habitación y me dormi, como a las 4:00 am. Un grito me despertó, me levante de mi cama y espie desde de mi puerta que pasaba, papá salio corriendo de su habitación y se paro frente a mi, parecía agitado me dijo que me quedara con el Waffles, que era mi perro, mi papá me explico que iba a llevar a mamá al hospital, por que mi hermanita estaba a punto de llegar. Fui al patio trasero y traje a Waffles, lo metí a mi habitación, dijo que mi tío vendría a cuidarme, corrió a su habitación y saco a mi mamáen sus brazos y la metio al auto y salio disparado como una bala directo al hospital.

Dos días después mi papá y mi mamá regresaron muy felices, Mi tío fue el primero en cargar a mi hermanita. Cuando llegó mi turno de cargarla por primera vez en mis frágiles brazos, sentí una emoción que ni yo misma podría describir. Le pusieron de nombre Madeline, ya que fue sugerencia mía.

Pero con el tiempo comencé a sentir un sentimiento que nunca pensé que iba a sentir por mi propia hermana, odio. Una vez intenté deshacerme de ella, poniéndola en el basurero de la calle, recibí una buena regañada por haber hecho eso.

Madeline era una niña como cualquier otra, siempre caminaba con su pelo atado con un gran listón color celeste o a veces caminaba con el pelo suelto, le encantaba cantar canciones sobre flores de todos los colores y cosas normales en niños de su edad, creo que recuerdo una de sus canciones.

Las flores de colores

Me traen alegria

Llenando toda mi vida

De pura fantasia

Las hadas habitan ahí

Y se esconden de mi

Pero ellas saben muy bien

Que las quiero conocer

Tralarirara las flores son para ti.

Ella me quería mucho, rogaba que quería jugar conmigo y yo siempre le daba la espalda y la ignoraba, cuando escuchaba que ella estaba subiendo las gradas y acercándose a mi habitación, cerraba la puerta y me tapaba con las cobijas y almohadas, trataba de eludirla por completo.

El odio por me hermana me empezaba a consumir y creo que se empezaba a convertir en una adicción.