Capítulo 01: Parte 03 (17-12-2024)
Pov Nadie:
-Tenemos pruebas donde se demuestra que la señora Priestly engañó a mi cliente durante su matrimonio, incluso antes de que se iniciaran los acuerdos de divorcio -el abogado habló con serenidad y confianza, pareciendo seguro de lo que decía y de lo que supuestamente tenían; sin embargo, aquello no convencía a Eloise, Miranda ni a Andrew, ya que sabían que Stephen siempre buscaba cualquier excusa para seguir sacándole dinero a Miranda, llamar su atención o que gracias a un milagro, ella "vuelva" con él.
-¿Y cuáles son estas presuntas pruebas de las que hablan? -Eloise fue quien volvió a preguntar con un tono sereno y profesional, mirando al otro abogado y al cliente de este con escepticismo, ya que ella conocía los detalles de la vida amorosa de su cliente y sabía que Miranda no había estado con nadie durante el fraudulento matrimonio con Stephen, además de que ella nunca haría algo como eso, estaba muy fuera de su carácter, pero conociendo al hombre, algo debió haber sacado de alguna manera para intentar perjudicar a la Editora en jefe.
-Tenemos evidencia en vídeo y fotos de tu engaño con el fenómeno este -habló Stephen con un tono completamente acusatorio, mirando fijamente a la Editora en jefe, mientras señalaba despectivamente al hombre más joven que se encontraba al lado de ella, provocando que lo miraran, en cambio, con absoluta confusión.
-¿Qué? Andrew y yo nunca estuvimos juntos cuando estuve en matrimonio -habló al instante la mujer, mirándolo como si le hubiera salido una segunda cabeza por la locura que acababa de decir; ella y Andrew no habían estado juntos durante su matrimonio con Stephen, claro que se había enamorado, pero ella había decidido esperar a terminar el matrimonio para empezar algo con Andrew cuando aún no había hecho la transición y no sabía que en realidad era un hombre trans.
-Esto no dice lo mismo -dijo con tono socarrón mientras volteaba la laptop hacia ella, dando un click para que el archivo que había seleccionado comenzara a ejecutarse; y cuando se aseguró de que el vídeo ya estuviera iniciando, se sentó nuevamente en su silla y posó su mirada en la Editora en jefe, mirándola con soberbia, pensando que con aquello ya tenía todo para que ella fuera ahora la que le pagara a él. (*No cantes victoria antes de tiempo, wey*)
Miranda, Andrew y Eloise entonces centraron su atención a la pantalla de la laptop, realmente curiosos por ver las supuestas pruebas de infidelidad que tenían en contra de la Editora; el vídeo que estaba siendo reproducido parecía haber sido grabado con el teléfono de Stephen, quien se acercaba a una de las ventanas de la planta baja, habiendo encontrado una abertura entre las cortinas que había allí, por lo que con esta ventaja, pego lo más que pudo el dispositivo al vidrio para que se viera lo más posible el interior de la mansión. El lugar estaba en su mayoría oscuro, pero en el living, más específicamente en uno de los sofás, se proyectaba una luz desde la televisión y una lámpara junto al sofá más grande del living, en el cual se encontraban dos cuerpos femeninos envueltos en un apasionado encuentro, el cual parecía llevar ya un rato, puesto que faltaban algunas prendas en sus cuerpos.
Uno de ellos era obviamente el cuerpo de Miranda, puesto que su pálida piel y su icónico cabello blanco parecían brillar en la habitación donde estaban; el otro cuerpo era de una mujer castaña de cabellera larga, piel pálida, pero ligeramente más tostada que la de la propia Miranda, en ningún momento se le vio la cara, por lo que quizás podría ser entendible que la confundiera con Andrea, al parecer Miranda tenía un tipo y Andrew no perdió el tiempo de verla con una mirada algo divertida, pero llena de picardía a la vez, provocando que la mujer mayor se encogiera ligeramente de hombros, pero sus mejillas se tornaron de un ligero tono rosado porque incluso en ese momento fuera notorio cuan cautivada había estado por Andy, al punto de estar con alguien que le recordara a quien no podía tener.
La Miranda del vídeo estaba sentada en el regazo de la otra mujer, la cual tenía uno de sus brazos rodeándole la cintura, mientras el otro no estaba a la vista, pero por el movimiento de caderas de la mayor se podría intuir donde estaba la mano de la otra mujer; la Priestly estaba desnuda de cintura para arriba, pero afortunadamente estaba de espaldas a la ventana, por lo que solo se le veía la espalda desnuda y un poco del contorno de sus pechos, no se escuchaba nada del interior de la mansión, pero por como la Editora se arqueaba, se retorcía y echaba la cabeza hacia atrás mientras movía sus caderas de arriba abajo en el regazo de la desconocida, parecía estar disfrutando el encuentro, cosa que Stephen nunca en su vida "matrimonial" pudo siquiera soñar con darle, puesto que nunca se acostaron y Miranda ni con el pétalo de una rosa dejó que él la tocara.
-¿Qué son esos sonidos? ... ¿Es tu respiración? -de repente preguntó Eloise con confusión, mirando a aquel hombre con asco cuando capto que los únicos sonidos que se escuchaban en el video, eran por la respiración agitada del susodicho, lo cual le causó repulsión a tres de los que estaban allí y pena ajena a su propio abogado, el cual parecía haberse dado una palmada mental en la cara por la estupidez de su cliente, preguntándose por qué no había checado por sí mismo el audio del vídeo para evitar aquello.
-Eres un maldito enfermo -dijo con ira apenas contenida Andrew, quien cerró la laptop de un golpe tan pronto como el vídeo terminó cuando el Stephen del vídeo soltó lo que parecía ser un bufido, dando la señal de haber llegado al orgasmo mientras seguía filmando el encuentro entre ambas mujeres dentro de la mansión; el hombre más joven estaba mirando al Stephen que tenía en frente como si estuviera a punto de saltarle a la yugular allí mismo, sintiendo hervir su sangre por toda la rabia que sentía en ese momento, y de no ser porque Miranda le había dado un ligero apretón a su mano, seguramente en pocos segundos ya tendría al ex-esposo de su mujer en el suelo mientras lo estrangulaba.
-Eres un maldito asqueroso, Stephen ¿Te estabas masturbando mientras me veías teniendo relaciones con otra persona? -el asco que Miranda sentía en esos momentos debido al comportamiento de Stephen, era inmenso y en su voz se le notaba mientras le reclamaba al hombre sus acciones, nunca se le habría pasado por la mente que él haría algo como eso, pero teniendo en cuenta lo descarado que había sido al estar con diversas mujeres sin importarle nada, esto quizás era algo que no debería sorprenderla, pero si le daba un asco inmenso, puesto que no solo había violado su privacidad al entrar en su casa y hacer un vídeo de su encuentro íntimo con alguien más, sino que además había tenido la osadía de masturbarse mientras lo hacía; sumándole a todo eso que realmente parecía que aquello no le daba vergüenza alguna.
-Tú eres la culpable, nunca me atendiste en nuestro matrimonio -se defendió patéticamente mientras la señalaba con su dedo índice, rodeando la mesa que los separaba, pero su abogado al instante se puso de pie y lo tomó del brazo con fuerza, evitando que siguiera caminando, ya que si bien a su cliente se le había olvidado, a él no; Stephen no se podía acercar a menos de cien metros a Miranda, y si bien estaban en la habitación, las reuniones con los abogados tenían una excepción hasta cierto punto, pero de igual forma el hombre no podía sobrepasar los límites y su abogado lo sabía.
-Ni con la punta de un palo te hubiera tocado, maldito animal. Además, te recuerdo que nuestro matrimonio era un fraude creado por mi donante de esperma que aún sigue jactándose de ser mi padre -Miranda se expresó con desprecio y aversión hacia el hombre con el que se había visto casada por culpa de aquel hombre que por pura mala suerte le había tocado como progenitor; el hecho de haber tenido que ser testigo de cómo Stephen le faltó el respeto no solo por haber ingresado ilegalmente en su propiedad, fisgonear por la zona hasta encontrar una abertura para invadir la intimidad de su hogar, haber grabado sin su consentimiento, sino también por haberlo tenido que escuchar tocándose mientras la veía tener intimidad con alguien más, todo aquello era simplemente degradante y asqueroso para ella.
-Tenías que servirme como mi mujer ¡Para eso tenías que servir! -habló con algo de exasperación y enojo en su tono, habiéndose acercado más a Miranda, habiéndose zafado del agarre de su propio abogado, pero no llegó muy lejos, ya que Andrew se interpuso en el camino y le colocó una mano en el pecho, evitando al instante su caminar, incluso cuando Stephen intentó continuar, intentando quitar a Andrew del camino, este no se inmutó y solo se plantó más en su sitio.
-Te sugiero que te alejes de Miranda, Stephen. Te recuerdo que sigues bajo una orden de restricción, por lo que no te puedes acercar mucho a ella -Andrew le dio una muy clara advertencia al susodicho de que se alejara de la mujer de icónico cabello blanco; aunque su tono era neutral, eso no quitaba la clara connotación de advertencia, su expresión estaba completamente seria y la mirada de muerte que le estaba dando en ese momento, terminó poniendo tenso al hombre mayor.
El cambio tan repentino en el más joven, había sorprendido al exesposo de Miranda, ya que normalmente el "fenómeno" como él le decía, era tranquilo y no solía mostrar ningún tipo de emoción que fuera negativa, ni siquiera cuando aún era mujer, por lo que ver su cambio lo hizo quedarse estático en su sitio y unos segundos después terminó retrocediendo unos cuantos pasos, poniendo un poco de distancia entre ambos por precaución, aunque se negaba a pensar o mejor dicho a aceptar, que tenía algo de miedo por Andrew y lo que podría hacer.
-Será mejor que haga caso, señor Tomlinson si no quiere que se sigan añadiendo cargos en su contra -la abogada dijo con un ligero tono de advertencia, mirando primero al susodicho y luego al abogado de este, haciéndole una sutil seña para que controlara a su cliente, ya que después de todo aún tenían muchas cosas contra él que lo podrían perjudicar aún más que ahora.
Sabiendo que su cliente era muy volátil y más si se sentía amenazado, especialmente si era por otro hombre, John, el abogado del señor Tomlinson entonces se puso de pie y tomó a su cliente por el brazo, susurrándole un "Stephen, compórtate, por favor. Esto no te beneficia en nada"; el que aún estuviera aturdido por el comportamiento de su rival, ayudó a que John lo pudiera convencer y que además lo hiciera retroceder de regreso a sus asientos, poniendo más distancia entre ellos, las dos mujeres y el hombre más joven.
-Retomando el tema principal. La señora Miranda en efecto engañó a mi cliente con quien supongo es ¿Su pareja actual? -John dirigió nuevamente la conversación al tema principal, queriendo calmar un poco la situación tensa que se estaba dando entre los presentes; él no perdió el tiempo y de lleno acusó a la mujer de infidelidad, provocando que esta lo mirara con enojo por su acusación.
-Ese obviamente no es Andrew -dijo Miranda al instante con un tono moderado, su ceño completamente fruncido porque a simple vista era más que obvio ese hecho, pero tal parece que Stephen estaba tan cegado por su intento de dejarla mal para ganar algo de ella, que no veía la realidad.
-Fue antes de que se creyera hombre -refuto con tono amargo su exesposo, ganándose una mirada aún más confusa, incrédula y molesta por parte de la pareja; sus falsas acusaciones y el que se estuviera metiendo una y otra vez con Andrew los estaba molestando, a pesar de que Andrew era tolerante con homofóbicos y transfobicos, Stephen estaba rozando el punto de quiebre y si seguía así, iba a conocer un lado del hombre más joven que desearía no haber conocido.
-Esa ni siquiera es Andrea, Stephen. Y ni siquiera estuve con ella cuando estaba contigo, ese encuentro fue después de todo el desastre de nuestro supuesto matrimonio -explicó Miranda lo más mesuradamente que pudo, ya que él estaba siendo terco con toda aquella situación; estaba usando "pruebas" que por sí sola se desmienten a sí mismas solo con la fecha en la que sucedieron los hechos, ya que eso pasó después de que el divorcio finalizó oficialmente y ellos no tenían ningún tipo de contacto.
-No me quieras ver la cara de estúpido, Miranda. Yo sé lo que vi -Stephen volvió a levantar una vez más su voz, golpeando sus manos contra la mesa, apenas siendo contenido por su abogado para que no se fuera a poner de pie, ya que claramente se le veían las intenciones de sobreponerse por sobre la mujer.
-Miranda y yo nunca tuvimos un acercamiento durante su matrimonio contigo. Además, lo nuestro inicio después de mi transición, mucho tiempo después del divorcio -Andrew se defendió a sí mismo y a Miranda con serenidad, aun cuando ya para ese punto le estaba costando mucho mantener la compostura, pero sabía que si perdía el control no sería bueno para ellos, ya que Stephen podría hacer uso de eso contra Miranda y él, por lo que lo mejor era mantenerse en calma por más que Stephen estuviera siendo un completo imbécil.
-La evidencia que obtuve revela otra cosa -el exesposo de Miranda comentó con un tono lleno de soberbia, aun creyendo que eso era una prueba factible de un engaño, aun cuando se le estaba aclarando que sus sospechas eran infundadas y estaba completamente equivocado.
-Entonces usted admite que entró de forma ilegal a la residencia de mi cliente y obtuvo "pruebas" ilegalmente, violando la privacidad de mi cliente. Sumándole también que usted se atrevió a ignorar la orden de restricción que se le había puesto en aquel entonces -tan pronto como Stephen se expuso a sí mismo directamente, Eloise habló con un tono serio y mordazmente elegante, moviendo no tan sutilmente la grabadora de audio que había encendido tan pronto como abrieron la puerta y entraron; todas las interacciones que tenían siempre debían ser grabadas sin ninguna excepción, y aquello era un hecho que todos los implicados sabían, ya que había sido explícitamente ordenado por el juez que llevaba el caso desde un inicio, y que aun al día de hoy le llevaba un seguimiento, sin embargo, la expresión del cliente masculino delató que había olvidado ese pequeño detalle.
-¡P-por supuesto que no! Esa es mi casa también, yo también tengo derecho a hacer lo que quiera allí -él intentó cambiar las tornas de la situación, queriendo justificar lo que había hecho, usando la excusa de que tenía el derecho de hacer y deshacer, cuando claramente no era así y en realidad había cometido varios delitos en su búsqueda de "pruebas" en contra de Miranda.
-Esa es MI casa, no tuya. En ningún momento se te dio algún derecho a ella, te recuerdo que ni siquiera tenías llaves -una de las primeras cosas de las que se había encargado Miranda cuando se enteró de su supuesto matrimonio con ese hombre, fue impedirle la entrada a su hogar a menos que ella lo permitiera explícitamente; nunca se le dieron llaves de la casa y las pocas veces que ella tuvo que dejar que se quedara, estrictamente lo dejo en la habitación de invitados del primer piso, manteniendo distancia entre ellos en todo momento.
Ella no iba a permitir que él se creyera dueño de lo que le pertenecía a sus hijas y a ella misma, ya que ni el propio James, quien era su mejor amigo y padre de sus hijas, había sido así, en realidad él siempre se negaba a que Miranda le diera algún poder sobre sus bienes, puesto que él quería que ella tuviera sus propias cosas sin tener que temer que le sea arrebatado como solía pasar con el padre de la mujer; pero mientras que James era un caballero, Stephen era un machista codicioso y un hombre con derecho a todo lo que era de Miranda, pero qué equivocado estaba al pensar que podría ganar aquello.
-Al ser tu esposo y el único hombre de la casa, tengo derecho a todo lo que es tuyo y por ende tengo derecho sobre ti -argumentó con completa soberbia una vez más, señalando de forma despectiva a la mujer más joven, realmente pensando que solo por ser hombre tenía todo el derecho de meterse en la vida de Miranda a su antojo, creyéndose dueño de todas sus posesiones y de Miranda misma.
-Miranda no es una jodida propiedad, Stephen. Deja de tratarla como una jodida posesión -Andrew no pudo evitar su reacción automática ante el comportamiento controlador y posesivo de Stephen hacía Miranda, habiendo elevado un poco su voz ahora enronquecida mientras apretaba con fuerza hasta dejar sus nudillos blancos por la presión que estaba ejerciendo; nunca ha sido una persona que ejerce la violencia, pero en esos momentos estaba teniendo muchas ganas de darle quizás un par de buenas bofetadas a puño cerrado a ese hombre, pero a pesar de cuantas ganas tuviera en ese momento para golpearlo, Andrew era un hombre decente y no se pondría a la par de Stephen.
Le cabreaba de sobremanera que incluso ahora que no tenían ningún tipo de conexión, dado que estaban legalmente separados y Miranda estaba en una relación establecida y feliz con él; ese idiota no era más que un machista que solo trataba a las mujeres como basura para su beneficio, creyéndose lo mejor del mundo mientras que en realidad solo era un poco hombre que solo se aprovechaba de las mujeres que llegaban a tener la mala suerte de formar parte de su vida, ya fuera por voluntad propia a raíz de engaños o por obligación como había sucedido con Miranda con el matrimonio arreglado.
-Lo que usted pueda creer con respecto a mi cliente, no tiene ningún tipo de fundamento, ya que ustedes están legalmente separados y nunca llegaron a compartir ningún bien y no convivieron lo suficiente como para que usted llegara a tener algún tipo de derecho sobre los bienes de mi cliente -Eloise mantuvo un tono objetivo y formal en todo momento, aunque realmente le resultaba difícil no decirle sus verdades a ese tipo, estaba muy enfadada por lo que estaba prácticamente vomitando al hablar, pero una vez más ella estaba más que segura y no tenía duda alguna de qué Miranda saldría victoriosa.
-Fui su esposo, tengo derecho a todo lo suyo, porque todo lo de la mujer le pertenece al hombre que la posea -Stephen argumentó con convicción, manteniendo una mirada altiva mientras miraba a las dos mujeres en la habitación, como si su palabra fuera ley y ellas tuvieran que aceptarlo. (*Dios mío, la paja mental de este tipo, juro que hasta yo estoy harta*)
-No estamos en la antigua Roma, ni en la Edad Media, mucho menos en el franquismo como para que me creas una posesión -la Priestly estaba más que asqueada y molesta por las ideas arcaicas de Stephen, ya que siempre le recordaban a su donante de esperma, quien era un misógino y machista extremo que tuvo la desdicha (Para él mismo) de ayudar a traer al mundo a una mujer que desde niña siempre había apelado por la igualdad de género y los derechos individuales, y más aún cuando comenzó su etapa de adolescencia y veía otras familias y noto la gran diferencia en la dinámica, confirmando cada vez más lo mal que estaba el hombre que la había engendrado.
Tanto Stephen como su padre eran de ese tipo de hombres que tenían una mentalidad tan arcaica aun cuando estaban en un mundo moderno y cambiante, pero ellos preferían quedarse en el pasado; sin embargo, y por más que lo intentaban, ninguno daba la "talla" para interpretar esos roles de géneros de antaño, ya que si se ponía en perspectiva, si ella solo debía actuar como una ama de casa sumisa y devota, ellos deberían de ser proveedores, quienes se encargarán de los trabajos más duros y siempre llevar el pan a la casa, pero no eran más que dos patéticos hombres que solo querían las cosas fáciles, pero que no demostraban merecerlo; fácilmente si estuvieran en esas épocas donde el machismo era tan fuerte, los tacharían de inservibles y serían tratados de menos.
-¿De qué mierda hablas? Da igual, no tiene interés ni importancia... Págame por engañarme -el hombre mayor parecía confundido por lo que su ex le estaba diciendo, por lo que rápidamente optó por restarle importancia y cambiar el tema, cosa que hizo que las dos mujeres, el hombre más joven e incluso su propio abogado se dieran una palmada mental por la ineptitud de él.
-Repito, yo nunca te "engañé". Mi encuentro con ella fue después del divorcio -la Editora en Jefe volvió a defender su posición con firmeza, las acusaciones hacia ella no tenían fundamentos, pero aun así, él seguía de terco con que ella lo engañó, como si estuviera ofendido de que ella hiciera algo así (Cosa que jamás haría) a pesar de ser él mismo un infiel en serie.
-Fácilmente podrías estar mintiendo para salvarte, como toda mujer inmoral hace -Stephen refutó de manera acusatoria, cruzándose de brazos, molesto porque ella lo hubiera "engañado", aun cuando él no tenía moral para tal molestia, era el menos indicado para sentirse ofendido; aquello obviamente no causaba más que risa en Miranda, quien tenía que mantener una postura estoica, a pesar de querer reírse en su cara, porque realmente le pareció hilarante que él se hiciera el ofendido por la infidelidad de una mujer hacia él, pero cuando era al revés, se sentía como todo un triunfador.
-Asumo que el vídeo lo grabaste en tu teléfono ¿No es así? -de repente el castaño volvió a hablar, llamando la atención de los presentes hacia él una vez más; si el mayor le confirmaba aquello, todo el asunto se resolvería fácilmente con solo un vistazo a los detalles del vídeo.
-Sí ¿Qué con eso? -cuestionó con molestia, haciéndole un gesto despectivo, como si no le importara lo que estuviera hablando aquel intento de hombre (*Palabras de Stephen*), mirándolo como si fuera inferior a él.
-Pues revisemos la fecha y comparemos, porque eso revelará quién está equivocado aquí -continuó el castaño con simplicidad, haciendo un gesto hacia el "demandante" para que suministrase el dispositivo móvil en cuestión.
-No dejaré que revisen mi teléfono -rápidamente el hombre más viejo habló, negándose en rotundo a aquello, claramente mostrando una actitud sospechosa, pero a nadie de allí le importaba lo que él pudiera tener en su dispositivo, solo les importaba un vídeo en específico.
-No tenemos que hacerlo nosotros, su abogado puede y debe hacerlo, a menos que ambos quieran un cargo por obstrucción -Andrew señaló hacia el abogado del exesposo de su novia, viendo cómo es que Stephen se volteaba a mirar al susodicho para confirmar aquello, claramente en desacuerdo con aquello, pero cuando John le dio un asentimiento y le tendió la mano, no tuvo más remedio que darle el teléfono.
Miranda y Eloise estaban acostumbradas a tener que solicitar cosas como esa a un juez para que Stephen las cumpliera, ya que siempre se negaba a todo lo que le solicitaran, por lo que les sorprendió un poco que sin más aceptara y le entregara el dispositivo a su abogado, pero quizás este ya le había dicho alguna cosa para que cooperase y así evitar tener más repercusiones en el caso de perder contra la Editora en jefe; la mujer de icónico cabello blanco volteo a mirar a su amado con agradecimiento por haberle ahorrado todo un proceso para obtener tal información sin tener que hacer todo un proceso.
-La fecha es del veintinueve de octubre del dos mil veintidós -terminó diciendo finalmente John luego de unos momentos de búsqueda, su tono denotaba cansancio y derrota, después de haberse dado cuenta que una vez más su cliente era un inepto que siempre terminaba perjudicándose a sí mismo, se maldijo internamente a sí mismo por ser tan crédulo en pensar que por una vez, tendrían algo real en contra de Miranda, pero una vez más, le dieron una bofetada de realidad.
-Eso dejaría casi tres semanas después de la finalización oficial del divorcio -la abogada entonces concluyo y verbalizó luego de sacar las cuentas por sí misma, conteniéndose para no sonreír al tener un caso más ganado contra esos dos, demostrando una vez más que la justicia prevalecía.
-Lo cual confirma entonces que no es una infidelidad, porque ya estaban más que separados -Andrew dijo tajantemente, sintiéndose aliviado de que ya con aquellas pruebas se demostraba la inocencia de su amada, a quien ese tipo había intentado tachar de infiel cuando no tenía la moral para tal cosa, siendo que él mismo, era el peor de los infieles.
-De igual manera ella no esperó mucho tiempo para meterse con alguien más, eso es una falta de respeto a lo que teníamos, especialmente hacia mí -sintiéndose entre la espada y la pared, el hombre mayor quiso volver a girar las cosas hacia Miranda, señalándola despectivamente una vez más, haciéndose el herido, como si todo lo que él había hecho desde un inicio no era nada y ella con estar con una sola persona, después del divorcio, hubiera sido la mayor ofensa para él.
-¿Y tus continuas amantes a lo largo de nuestro "matrimonio" fueron una ilusión? Eso sí es una falta de respeto a lo que según tú teníamos, que una vez más te recalco, era un matrimonio arreglado y fraudulento -Miranda le reclamó al instante, apretando su mano derecha mientras su izquierda era sostenida por su amado Andrew, el cual la estaba acariciando con su pulgar, ya sintiendo como claramente iba perdiendo cada vez más la paciencia.
-E-eso es muy diferente -tartamudeó de repente el mas canoso entre los tres hombres, buscando una excusa en su mente para poder justificar sus acciones, volteando a ver a su abogado, pero este solo suspiró y le evitó la mirada, dándose por vencido con él.
-La diferencia es que tú si fuiste infiel en toda regla, yo no estuve con nadie durante ese tiempo, respetando el "matrimonio" ¿Acaso no ves la hipocresía en tus palabras? -Miranda una vez más defendiendo su posición con firmeza, exponiendo la clara hipocresía de Stephen y cuestionando su doble moral ante el adulterio.
-Yo puedo hacer lo que se me dé la gana porque soy un hombre; en cambio, tú, como mujer, me debes respeto y fidelidad. Tú eres la que está haciendo un drama por nada. Los hombres somos así, necesitamos variedad -refutó con molestia dando un golpe a la mesa con frustración, sintiéndose justificado por todo lo que había hecho solo porque era un hombre, sacando aún más su lado machista y arcaico, sintiéndose como si fuera el más deseado del mundo y que todas las mujeres se deben desvivir por su atención.
-Ay por favor, esto es una pérdida de tiempo, tenemos mejores cosas que hacer en lugar de perderlo contigo -Miranda terminó por perder la paciencia de manera definitiva y para evitar tener que decirle sus buenas cosas a Stephen al mejor estilo de la Dama Dragón, se levantó de su silla y tomó su bolso, murmurando para sí misma que fácilmente podrían haber estado preparando alguna cosa para las gemelas para el día siguiente, pero, en cambio, estaban allí perdiendo valioso tiempo.
-Como ya se ha visto y confirmado, las evidencias no son pruebas de algún tipo de infidelidad por parte de mi cliente. Por lo cual quedan completamente desestimadas las acusaciones -la abogada femenina finalmente concluyó, poniéndose de pie, acomodando su vestido con elegancia y tranquilidad, tomando entonces en un rápido movimiento, la laptop que aún estaba en la mesa, tomando por sorpresa a Stephen, mientras que a John ni se inmutó, ya sabiendo que aquello pasaría.
»Le recomiendo eliminar ese video, a menos que se quiera ganar una demanda más en su contra -comentó serena mientras le daba una mirada aguda y peligrosa al cliente de su oponente, viéndolo tragar grueso ante la ligera amenaza llena de verdad.
-Ya se ha eliminado todo rastro de ese video en el teléfono no se preocupen -dijo rápidamente el abogado, habiendo entregado además el teléfono de su cliente, bajo la mirada incrédula del mismo, pero no tuvo chance de procesar nada cuando la puerta se abrió y un hombre más entró y se acercó a la abogada.
-De todas maneras, nuestro técnico se encargará de revisar todos sus dispositivos, como la orden del juez dicta -informó como si nada, señalando al recién llegado mientras le tendía ambos dispositivos, viendo cómo es que se sentaba y comenzaba con su labor de eliminación.
Con aquello dicho y sabiendo que todo se haría como se esperaba, Miranda y Andrew sin necesidad de palabras y con solo una mirada, aceptaron que ya era hora de irse, por lo que sin esperar más tiempo tomaron sus cosas, el hombre se puso de pie y le dio un ligero asentimiento a modo de despedida y por pura cortesía a los dos hombres de más edad en la habitación, dando por concluida la reunión de ese día por fin; se despidieron de la abogada, la cual debía quedarse para esperar al técnico y además, acordar el pago de los honorarios.
-Recuerda pagar los honorarios de ambos abogados, Stephen -dijo Andrew sin más, antes de girarse junto a su pareja, habiéndole tendido su brazo de forma caballerosa mientras se encaminaban hacia la puerta del lugar para irse de una vez por todas.
A Stephen lo tenía completamente confundido que luego de ver el vídeo de Miranda teniendo relaciones sexuales con alguien más, Andrew no estuviera incómodo, celoso o furioso con la mujer mayor, después de todo ahora supuestamente eran pareja y en el vídeo se veía a Miranda disfrutar de un encuentro con alguien más, aunque él pensó que se trataba de la propia Andrea antes de que le diera por ser hombre, pero ahora que sabía que en realidad no había sido ella, estúpidamente pensó que le haría alguna escena por estar acostándose con otras personas, pero mientras veía la reacción de Andrew durante la reproducción del vídeo, en ningún momento vio alguna de las emociones que pensó que tendría; en realidad parecía como si no le hubiera afectado en lo absoluto aquel vídeo, cosa que lo tenía confundido, el hombre mayor no entendía por qué el fenómeno no reaccionaba negativamente, él se había sentido completamente traicionado y tenía el orgullo por el piso porque Miranda se hubiera acostado con otra mujer en lugar de con él, pero lo que más lo volvía loco era cuanto parecía haberlo disfrutado, él no sabía que una mujer podría disfrutar tanto del sexo, mucho menos con otra mujer.
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