Capítulo 01: Parte 01 (27-03-2024)
Pov Nadie:
Actualmente Miranda se encontraba en su oficina en Runway, hacia unas tres horas que había llegado y como siempre al instante su trabajo comenzó tan pronto como puso un pie en el lugar, sin embargo aquel día todo en la oficina estaba aceptable para ella, no se han cometido errores y extrañamente la gente no ha sido incompetente en ningún momento, lo cual mantuvo a la mujer con el buen humor con el que había llegado aquella mañana. El día anterior sus amadas hijas la habían llamado por facetime y pasaron casi tres horas hablando con ella, diciendo cuanto la amaban y extrañaban, las niñas de ahora trece años ya ansiaban que fuera el día siguiente (hoy) para comenzar los preparativos para regresar con ella y su actual pareja, ellas llegarían mañana por la tarde, perfecto para que pudieran tener una deliciosa y especial cena de bienvenida; habían estado una semana con su padre antes del regreso a clases y se lo habían estado pasando de maravilla pero ya extrañaban su casa y al resto de su familia.
James era un buen hombre, un buen padre y había sido un buen esposo para Miranda pero se dieron cuenta que eran mejor como amigos; ellos se habían casado por orden del padre de ella, el cual quería que un hombre guiara a su hija, quien no había tenido pareja (según él) y que había estado involucrada en una asquerosa situación con una "amiga" cuando tenía catorce años, a pesar de que sólo se habían besado pero cuando su padre las vio fue el detonante para que ella sufriera durante años los golpes y abusos verbales por parte de su progenitor mientras que su madre no hacía absolutamente nada. James era su mejor amigo y la quiso ayudar a salir de allí, por lo que conociendo el sueño de Miranda de trabajar en el mundo de la moda, le propuso escaparse juntos pero antes de que lo hicieran fueron obligados a casarse; el padre de Miranda quería que ella fuera una ama de casa y que dejara los tontos sueños de ir a la universidad y trabajar en la moda, James no estaba para nada de acuerdo con el hombre mayor pero no quería que su amiga siguiera allí, por lo que hicieron creer que le harían caso y después de la boda ellos se fueron sin mirar atrás.
Decidieron quedarse juntos porque a pesar de no amarse de una forma romántica, eran mejores amigos, sabían todo acerca del otro y se entendían como nadie, y después de mucho trabajar ambos fueron a la universidad y consiguieron cumplir sus sueños; el padre de Miranda estuvo muchos años exigiéndoles que tuvieran hijos cuanto antes, humillando a su hija por no quedar embarazada a pesar de que los mejores amigos nunca habían tenido intimidad ni entre ellos ni con nadie más, además de que no se sentían de esa manera por el otro, después de todo a ella le gustaban las mujeres y a él le gustaban los hombres, pero luego de hablarlo durante varios días decidieron intentar tener un bebé juntos, no solo para que el padre de ella los dejara en paz si no que ellos no querían formar una familia con nadie más, sentían que nunca podrían volver a tener una conexión como la que tenían, no importaba el amor romántico ni sexual, ellos eran almas gemelas y querían un bebé de ellos, por lo que lo intentaron dos veces y afortunadamente lograron concebir sin saberlo a dos hermosas gemelas.
El hombre mayor tan pronto como supo que nacerían dos niñas "desheredó" a su hija, diciendo que era una inservible que no podía dar un varón a la familia, que su valiosa estirpe no seguiría extendiéndose, pero Miranda ya cansada le reveló que su estirpe quedaría con él y aquellos hijos que había engendrado con incontables amantes, hijos a los que nunca reconoció como suyos, ella ya no era su hija legalmente, solo por ADN, porque se había cambiado el nombre y apellido en cuanto pudo, dejando atrás a Miriam Princhek; además de que ella no tenía nada que heredar de él porque ella lo mantenía junto a su madre, y como el poco hombre que era siempre se la pasaba gastando todo en casinos, en máquinas tragaperras y en mujeres. Después de tantos años de sufrimiento Miranda rompió el contacto con sus padres, dejándoles una cuenta para que pudieran mantenerse, cuenta que era administrada por el mismo James para que la peliblanca se alejara por completo de sus padres.
Cuando las gemelas tuvieron dos años de edad, Miranda y James se separaron en buenos términos y sin ningún problema, a pesar de que ella quiso que dividieran el dinero que ahora ella ganaba, queriendo compensar un poco todo lo que él hizo por ella pero su mejor amigo no se lo permitió, amenazando con dejar de hablarle si llegaba a hacer eso, él no quería el dinero que con tanto esfuerzo su amiga del alma había ganado después de todo lo que tuvo que pesar, y además de que él ganaba bien como ingeniero y solo quería seguir trabajando y tener sus propias cosas como lo ha hecho ella, con esfuerzo y sin ayuda, lo único que quería de ella era que siguiera siendo su mejor amiga y alma gemela, madre de sus dos hermosas hijas y su roca cuando fuera necesario, así como él lo sería para ella. Cuando las niñas tuvieron edad suficiente les explicaron de manera que pudieran entender el por qué de que sus padres no estuvieran juntos como otros papás, además de decirles que si James estaba con otro hombre y Miranda con otra mujer era amor y algo normal, que no había problema en querer a quien uno quisiera, a pesar de ser pequeñas ellas entendieron y apoyaron a sus padres, incluso en algunos momentos querían hacer de casamenteras.
El apoyo de James fue especialmente grande cuando la editora en jefe se empezó a dar cuenta de sus sentimientos por su segunda asistente, la joven y hermosa Andrea Sachs, y cuando ésta se fue prácticamente sin dejar rastro luego de haber sido ella misma quien le había robado un beso a su jefa y dejarla aturdida por lo sucedido. Lastimosamente la mujer mayor no se pudo concentrar en buscar a la castaña porque estaba en auge su divorcio con Stephen, el desgraciado le había enviado los papeles de divorcio con muchas demandas absurdas en plena finalización de la Semana de la Moda, afortunadamente esto no arruinó nada a pesar de que fue filtrado por el mismo Stephen la entrega de los papeles de divorcio; la editora estuvo durante un año entero peleando con el hombre para que dejara sus intentos de sacarle más dinero y difamarla, desafortunadamente para él, ella ganó por todo lo alto y se liberó por fin del idiota, dejándolo con ganas de sacarle dinero y con el orgullo herido.
Cuando todo finalizó la mujer de icónico cabello blanco platinado se puso en la misión de encontrar a la chica que le había robado el corazón pero por más que lo intentó no lo logró, Andrea Sachs no se encontraba por ningún lado, es como si se la hubiera tragado la tierra, ni siquiera pudo dar con sus padres; Miranda con el corazón roto se dio por vencida y como pudo siguió con su vida por sus hijas, pero no fue sino hasta un año después que por fin volvió a ver esos ojos chocolates que tanto amaba. Ahora habían muchas cosas diferentes en Andrea pero ninguna le hizo que cambiaran sus sentimientos y en cambio solo los intensificó, por lo que luego de haber hablado extensamente se juntaron y ahora son una pareja oficial desde hace un año y medio.
—Dios, esa si es una cara de "Me follaron hasta los sesos anoche" —dijo de repente Nigel en cuanto entró a la oficina de su querida amiga y jefa, encaminándose a su escritorio tranquilamente; no se había podido contener de decir aquello luego de haber visto ese brillo radiante que tenía la mujer junto a una sonrisa tonta y satisfecha.
—Aunque no revelaré mi vida íntima con Andrew, debo decir que tus palabras están muy bien acertadas, querido Nigel; pero no solo fue anoche —habló con un tono sereno pero tenía algo picardía, dándole una mirada cómplice a su fiel amigo, enderezándose en su silla para revisar las anotaciones y muestras que le había traído el hombre, pero al recordar su noche y mañana con su novio no pudo evitar relamerse los labios y removerse en su silla cuando sintió su zona íntima humedecerse; Nigel vió el cambio en la mujer y solo sonrió traviesamente mientras se iba a seguir trabajando luego de despedirse de la editora.
Andrea Sachs, la chica que le había robado el corazón a la "Dama Dragón", había salido del closet como hombre trans y comenzó su transición con el apoyo de su familia cuando regresó de París, la familia de Andrea tomó la decisión de viajar todos juntos a un país extranjero para realizar todo el proceso junto a él para que tuviera su apoyo en todo momento y una vez que estuvo recuperado de las operaciones y los tratamientos, cambió oficialmente su nombre y ahora era conocido como Andrew Antonio Sachs; aquella imagen fue la que Miranda vio cuando se reencontraron, un joven apuesto de veinticinco años, elegante y seguro de sí mismo que la conquistó al instante, claro que se había sorprendido ante el cambio de la chica que la había enamorado pero el cambio al verdadero yo de Andrew fue lo que les permitió unirse por fin.
Como le había dicho su amado, por mas que como Andrea hubiera intentado algo con la mujer mayor, después de un tiempo habría sido infeliz porque ya no podía seguir siendo mujer y había temido que Miranda lo rechazara por como era realmente, porque ella se enamoró de Andrea pero si bien fue así como la mujer mayor se dió cuenta de sus sentimientos, no era solo de la mujer que era en ese entonces, sino de la persona del interior y su esencia; sus sentimientos no cambiaron para nada con la transición del hombre, solo crecieron mas y ahora eran felices juntos, ahora eran una familia con las gemelas, las cuales lo aceptaron al instante luego de ver que Andrew era el genuino yo de Andrea, quien era la tercera persona favorita de las gemelas, ellas lo aceptaron con los brazos abiertos en su vida.
Actualmente la vida de Miranda era más que perfecta, su trabajo seguía prosperando y perfecto como siempre, mejorando cada día bajo su mando; sus hijas eran felices con la nueva adición a su pequeña familia y ella era más que feliz junto a su amado Andrew; él era el hombre perfecto para ella y ella era la mujer perfecta para él, aún le parecía un sueño que él la quisiera pero el castaño se ha encargado de demostrárselo cada día. Por primera vez la editora estaba completamente feliz en una relación que estaba llena de amor, honestidad, sinceridad, comprensión, apoyo y una vida sexual muy activa y satisfactoria; desde que se emparejaron hace un año y medio, todos notaron el cambio en la "Dama Dragón", ahora siempre estaba sonriente cuando estaba con su apuesto y atento novio, mostrando su afecto mutuo en público aunque nunca excesivamente; salían a citas, asistían a eventos juntos, salían a menudo con las gemelas, siempre formando parte de los eventos que estas tenían con su escuela o con sus clases extracurriculares, incluso se les había visto a la nueva pareja, a las gemelas y al padre de estas convivir maravillosamente, simplemente eran felices y los medios no paraban de hablar de eso.
Al principio estaban atentos a la ruptura, convencidos de que no durarían mucho pero a medida que se veía como era la relación ahora querían saber cuándo sería la boda y si agrandaría más la familia, no fue sino hasta que Miranda y Andrew dijeron juntos que por ahora no pero que en un futuro cercano se casarían y verían la posibilidad de tener hijos; fue así que los medios se calmaron un poco pero aún seguían a la espera de saber más de ellos. La mujer de icónico cabello blanco platinado pensó que su día continuaría siendo tranquilo y aceptable como hasta ahora, pero justo a las once y media de la mañana todo cambió cuando su abogada entró de repente en su oficina, no habían acordado ninguna reunión recientemente por lo que al instante Miranda tuvo un mal presentimiento y supo que algo importante estaba pasando cuando la recién llegada cerró la puerta de la oficina y se sentó frente a su cliente.
—Miranda, lamento la abrupta interrupción pero tenía que hablar contigo cuánto antes —se disculpó al instante en que se sentó, se le veía claramente agitada por lo que sea que estuviera pasando en ese momento.
—No te preocupes, querida ¿Qué es lo que sucede? —habló con voz serena a pesar de estar algo intranquila por lo que le fuera a decir su abogada porque para venir tan de repente y sin avisar, tenía que ser algo muy serio.
—Hace una hora más o menos me llegaron unos papeles, más específicamente una demanda por adulterio e indemnización por daños y perjuicios, todo esto es enviado por Stephen —explicó mientras colocaba su portafolio en su regazo y lo abría, sacando de este los papeles de los que hablaba y se los tendía a la otra mujer para que los revisara por sí misma.
En cuanto la editora los tuvo en las manos vio que eran copias, tal como habían acordado, los documentos originales debían quedarse en la caja fuerte que la abogada tenía en su oficina privada por si Stephen intentaba hacer algo para que desaparecieran como ya había intentado hacer antes; hacer esas cosas han sido muy útiles contra él en todos sus intentos de perjudicar a su ex esposa pero él mismo se terminaba perjudicando y en cambio ellas solo tenían que usar su propia estupidez contra él.
—Según él tiene pruebas y dice que si no aceptas y cumples con sus demandas lo filtrará todo —su tono era sereno y profesional pero yo la conocía muy bien y en los ojos y sus expresiones se le notaba que estaba molesta porque mi estúpido ex esposo siga fastidiando con sacarme dinero, pero estoy segura de que el que viniera así tan de prisa se debe principalmente a las supuestas pruebas que tiene mi ex esposo, porque si no ni le hubiera hecho caso.
—¿Acaso está loco? ¿Demandarme por adulterio cuando el infiel era él? Fue más que demostrado con todas las pruebas que presentamos —no pude evitar reírme con ironía al ver yo misma lo que Eloise me había dicho hace unos momentos; el bastardo realmente me estaba demandando por adulterio y exigía una suma absurda de dinero, este idiota aun me debía dinero por la indemnización que le pedí, además de la devolución del dinero de todas las cosas que robo de mi casa para dárselas a sus amantes, aun no me había pagado por completo ¿Y quería pedirme una indemnización a mí? El descaro de este ser es inmenso y hasta pena daba.
—Obviamente es absurdo, pero no sabemos qué "pruebas" tenga y ciertamente se ve desesperado por arruinarte, algo debe de tener fuera de contexto —habló serena, ella sabía muy bien que Miranda siempre había sido cuidadosa con su vida privada y por más razones que tenía de estar con alguien más durante esos meses de supuesto matrimonio, nunca lo hizo porque sabía que podría salir en su contra, además de que sus amores antes de Stephen siempre fueron discretas y nunca traicionarían la confianza de la mujer mayor.
—¿Cuándo se quiere reunir ese idiota? —preguntó con hastío, sintiendo como ya como una migraña se comenzaba a formar ante el posible problema que le causará su estúpido ex esposo ahora; pensó que ya no tendría que volver a encontrarse con él y siempre buscaba la manera de siempre fastidiarla, realmente odiaba que su estúpido padre le haya hecho esa jugarreta tan asquerosa y de bajo nivel años atrás.
—Mañana por la tarde —respondió con tono serio mientras cerraba su portafolio y miraba cómo es que su cliente guardaba los papeles en su cartera, pero tan pronto como la escuchó su respuesta murmuró lo que pareció ser "Eso sí que no, maldito bastardo".
—Mis hijas regresarán mañana de la casa de James y no voy a desperdiciar mi tiempo con mis bebés por ese idiota. Pide una reunión para hoy mismo, Andrew y yo iremos después de enseñarle estos documentos —ella no iba a dejar que él tuviera el control de la situación ¿Creía que ella no se defendería y lo dejaría ganar? Ni porque estuviera muerta eso pasaría, ella y Andrew lo dejarían por el piso rogando por piedad.
—Muy bien, pautaré la reunión para las dos en punto de la tarde —mientras le decía aquello a Miranda, comenzó a escribir en su teléfono para contactarse con el abogado de Stephen y arreglar la reunión cuánto antes fuera posible, sabiendo perfectamente que la editora no dejaría que aquello se siguiera postergando más de lo necesario, mucho menos cuando sus preciadas hijas iban a llegar de su viaje al día siguiente.
—Una hora aceptable, nos vemos en tu despacho —estuvo de acuerdo mientras asentía literalmente, poniéndose de pie y tendiéndole la mano a la otra mujer a modo de despedida, agradecida con ella por la forma tan eficaz en que había abordado la situación.
—Preparare todo entonces —finalizó mientras correspondía al gesto, dándole igualmente un asentimiento para luego ambas soltar sus manos; la abogada salió primero de la oficina, despidiéndose de Emily antes de subir al ascensor, continuando con sus intentos de comunicarse con su rival de tribunal.
—Emily, despeja el resto de mi día, que el libro sea entregado electrónicamente esta noche. Nigel y tu quedan a cargo, espero que todo sea igualmente aceptable como hasta ahora —dio instrucciones apenas salió de su oficina, tomando su abrigo y colocándolo en su antebrazo, no soportando tener que ponérselo debido a lo acalorada que estaba por la ira que sentía en esos momentos; no tenía que voltear a ver a su primera asistente para saber que estaba anotando lo necesario de lo que le estaba diciendo mientras caminaba a su lado. En cuanto el ascensor abrió sus puertas, ella entró y marcó el botón de la recepción, dejando a Emily mirándola mientras las puertas se cerraban nuevamente —. Adiós a mi buen humor.
—¿Debo llamar a Andrew? —preguntó Nigel en cuanto las puertas del ascensor se cerraron y la chica regresó a su lugar, por lo que él se acercó también al escritorio de Emily queriendo saber qué había dañado el buen humor que tenía su querida amiga tan de repente.
—Ya le avisé y está en camino a la casa también —le respondió mientras era notificada de que Miranda ya estaba por subir al auto de Roy para partir a su casa; al instante la tensión que se había formado en el lugar en cuanto Eloise entró se disipó un poco, aunque aún así quedó un poco puesto que claramente Miranda había sido molestada y para que al instante su humor cambiara de aquella manera, Stephen debía estar involucrado.
—Espero que los cabezas huecas de Stephen y su inepto abogado por fin dejen de fastidiar —murmuró con cansancio y fastidio, negando ligeramente mientras junto a Emily se ponían revisar lo que deberían de organizar para que Miranda no terminara cortando cabezas cuando volviera a Runway, aunque ambos rezaban que el regreso de las gemelas y su tiempo con Andrew la suavizaran un poco si Stephen la dejaba de tan mal humor al final de todo aquello.
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