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Capítulo 6.
Apolo y Maratón Harry Potter.

—¿Samara, estas despierta?—Me preguntó Samira entrando a mi cuarto.

—¿Qué pasó Sami?—me moví para que se sentara conmigo en mi cama.

—Apolo se enojó conmigo.—Se sentó en mi cama, tenía su celular entre sus manos y suspiró.—Ya no se que hacer.

Apolo era un chico con el que hablaba Samira casi todo el tiempo, a lo que me había contado, estaban en la misma escuela, solo que el chico solo le hablaba por celular, al parecer era un niño muy reservado, Samira era su única amiga, con la única persona con quien hablaba, en lo personal a mi se me hacía un niño muy raro y grosero, ya eran muchas las veces que él con un simple mensaje hacía que mi hermana estuviera triste, ya hasta lo empezaba a odiar.

—¿Y ahora qué te dijo?—Le pregunte.

—Él me dijo que ya no quiere ser mi amigo, Samara y no entiendo porqué, yo no hice nada malo Sam.—Samira se tapó su rostro con sus manos y empezó a sollozar, la abracé de inmediato y deje que se desahogara  definitivamente ese niño era importante para ella, era muy pocas veces en las que Samira lloraba, agradecía que ella confiara tanto en mi y me dejara acompañarla, yo era su hermana y siempre estaría para ella.

—A ver, quita esa cara de tristeza.—Tomé su rostro entre mis manos y la hice sonreír.—Hoy es noche de chicas, traeré helado y golosinas.—Me levanté de la cama no sin antes tomar el celular de mi hermana y esconderlo entre mi pantalón de dormir sin que se diera cuenta.

—Está bien.—Ella asintió con su cabeza y se acurrucó entre mis sabanas.

—Ya regreso.—Salí de la habitación y fui directo a la cocina, saqué su celular de mi pantalón, la contraseña de mi hermana seguía siendo la misma, así que no tuve ninguna complicación, Entre a su conversación con Apolo y fui hasta el primer mensaje de hoy en la mañana

Pol♡: Buenos días Sami.

Samira: Hola Pol. ¿Cómo estas? :)

Pol♡: Bien. ¿Y tú?
Samira: Me alegro, yo estoy bien. Mi hermana tiene novio y me cae muy bien.

Pol♡: Vaya que noticias, Sami. ¿Qué haces?

Samira: Leyendo. ¿Y tú?

Pol♡: Nada, estoy aburrido.
Samira: Que mal. ¿Yo te estoy aburriendo?:c

Visto. Ay pobre mi hermana.

Pol♡:En realidad si, sabes no soy bueno tenendo amigos, ademas  tú eres demasiado perfecta, y eso me cansa, Samira, ya no quiero ser tu amigo.

Ese mensaje fue hace solo como veinte minutos.

Samira: Teniendo*
Además*
Samira: ¿Qué? ¿Apolo porqué me dices estas cosas? Yo te quiero amigo, eres muy importante para mi. 😢😭

Y el niño estúpido simplemente la dejo en visto.

Que desgraciado, a mi hermana no le hace eso nadie, pero me va a escuchar ese niño del demonio.

                             (…)

—No sé como empezar Jacob, yo…—Me interrumpió.

—Que tal si me dices, ¿Qué demonios hacías encerrada en tu habitación con Andrew?—Me miro molesto.
Estábamos en el parque, tal como acordamos anoche.

—¿Quién te dijo eso?—Le pregunte sorprendida, tenía pensado no comentarle nada de eso, pero ya que.

—Cuando April fue a buscarlos para jugar esos juegos tontos, ella dijo que ustedes estaban ahí. ¿Sigues siendo virgen por lo menos?

—Oye Jacob, te estás pasando, no tienes derecho a hablarme así, además tú fuiste el de la idea de que Andrew fuera mi novio falso.—Lo mire mal, me estaba hablando como si fuera un padre celoso y no como el amigo comprensivo que es.

—Lo siento, es que Samara yo se como es mi hermano, estoy seguro que solo esta jugando contigo, Dios, me arrepiento tanto de haberle pedido ayuda.—Tomo mis manos entre las suyas y me miro.—Perdón.

—Tranquilo no pasa nada, yo se como es él Jacob no necesito que lo digas, además cuando todo esto termine, me alejare lo antes posible, además de que esto que pasa entre él y yo es meramente profesional, solo es mi novio falso.—Le sonreí tocando su mejilla con mi mano.

—Eso espero, no quiero que sufras nunca por un hombre.—Besó mi frente.—¿Podemos hacer maratón de Harry Potter en mi casa?

—Obvio si.

Caminamos a su casa entre risas, por sus chistes malos y por mi culpa ya que casi me caigo en una alcantarilla, sí, soy muy torpe, lo sé

—Sube a mi cuarto, ya voy, solo hago estas palomitas y listo.—Me empujo escaleras arriba directo a su habitación.

Me tire en su cama y deje la puerta abierta para que cuando subiera no sufriera algún ningún accidente intentando abrir la puerta.
Pasaron unos quince minutos y de pronto Andrew paso justo frente al cuarto de Jacob y me vio, sonrió para después fruncir el seño confundido.

—Hola ¿Qué haces aquí Samara?—Me preguntó entrando a la habitación.

—Maratón de Harry Potter.—Le contesté.—¿Te unes?

Justo cuando me iba a contestar, Jacob entró a la habitación y contestó por él.

—Oh no, claro que no, este día es solo para nosotros dos, lejos de novios falsos porque aquí no hay que aparentar nada.—Jacob puso las palomitas, dos vasos de plástico y una jarra de jugo en su mesita de noche y luego  ignorando a su hermano por completo, se tiró en la cama justo encima de mis piernas.

—Como puedes ver, Sam, aquí no soy invitado, hablamos luego.—Andrew salió de la habitación sin esperar mi respuesta y cerró la puerta.

Jacob y yo empezamos a acomodar todo para empezar la maratón, pusimos las palomitas entre nosotros, la jarra de fresco casi estaba en nuestras cabezas, la pusimos en la repisa de la cama, nos servimos jugo de arándanos y los pusimos ahí mismo, nos acostamos para empezar con Harry Potter y la piedra filosofal, Jacob se había acostado en mi estomago, mientras yo le acariciaba el cabello, que por cierto estaba mucho más suave y sana que el mío, que envidia.

—¿Qué haces para tener el cabello así desgraciado?—Le pregunté sin parar de acariciarlo.

—Es fácil, no me estreso, como bien y utilizo Tío nacho.—Me contestó sin quitar la mirada de la pantalla.

—Como si fuera tan fácil no estresarme.—Susurré, acerqué mi cara a su cuello y le di un corto besito y luego boté aire por mi nariz.

—Eh quieta loca, no vuelvas a hacer eso, sabes que me incomoda. Se quitó de mi estomago y se acomodó a mi lado.

Literal el muy tonto me había hecho más fácil mi trabajo para molestarlo, así que me acerqué de nuevo y soplé.  

—Quieres guerra.—Afirmó y se tiró contra mi, yo retrocedí y golpee sin querer la jarra de jugo de la encimera, la jarra cayó en la cama y nos mojamos los dos, sobretodo yo que era la que estaba más cerca.

—Ah, por tu culpa me mojé.—Me levanté de la cama entre risas, mi blusa y parte de mi pantalón estaban mojados. 

—Tú empezaste, no inventes.—Jacob también se levantó de la cama, se quitó su camisa, se acercó a su armario y sacó dos camisas grises.

—Toma.—Tiró una camisa hacía mi y la atrape con mis manos.

—Gracias.—Le sonreí

—A sus ordenes señorita.—Hizo una pose de militar y se giro quedando de espaldas a mí.

Me quite mi blusa y me coloque la de Jacob, que aunque me quedaba bastante grande, me hizo sentir muy cómoda, creo que alguien ya perdió su camisa.
Jacob se acercó a la cama y empezó a quitar todas las sabanas y las tiró en una esquina de la habitación, yo lo ayudé.

—¿Y ahora que le ponemos a la cama?

—Creo que tengo unas sabanas limpias en el armario, voy a ver.—Tiró ropa en el suelo mientras buscaba, vi una caja de condones nueva y me reí mentalmente, de pronto sacó un edredón muy colorido de trencitos.—No te burles es esto o nada.

—Me gusta.—Lo ayude a ponerlo y luego nos sentamos en la cama y retomamos la maratón.

Cuando íbamos por la cuarta película me recordé sobre mi venganza contra Apolo, alias el niño sin corazón con el que hablaba mi hermana.

—Oye.—Toqué el hombro de Jacob, él solo me hizo un sonido con la boca para que prosiguiera.—Me ayudas a matar a un niño.

—Ah si claro, espera… ¿Qué?— Giró su cabeza y me miro desconcertado, le puso pausa a la película.

—Bueno matar de verdad no, pero si darle un escarmiento pero aún no se que hacerle, trato muy feo a Samira.—Le conté.

—¿Quién molestaría a Samira en su sano juicio? Que idiota—Me contesto.—Y yo que creía que era ella la que molestaba a los niños.

—Tonto, el niño se llama Apolo. ¿Tienes alguna idea?

—Mmm déjame pensar.—Hizo su pose de pensativo.—No pero que tal si pensamos esto mañana. ¿Te quedas a dormir?

—Claro, déjame le digo a mi mamá, de todos modos no creo que haya problema, no tengo nada que hacer.—Le conteste sacando mi celular del bolsillo de mi pantalón, ya se había secado, busqué el contacto de *Mamá* y le marqué.

—Hola ma.—Le dije apenas contesto.

—Hola cariño. ¿Todo bien?

—Sí, era para saber si me dejabas quedarme a dormir en casa de Jacob, estamos buscando trabajos en internet.—Una mentirita piadosa no hace daño, crucé los dedos de mi mano izquierda.

—Ah por mi está bien, solo que tenemos un pequeño problema…

—Samira.—La interrumpí.

—Sí, yo estoy donde tu tía Julia, tu hermana debe estar con los vecinos y ya sabes que a ella no le gusta quedarse a dormir donde tu tía porque disque aquí asustan.

Voltee a ver a Jacob.

—Tranquila, por mi esta bien que Samira venga a dormir aquí.

—Sami puede dormir aquí, solo necesitamos a alguien que la traiga.—Le contesté a mamá.

—Okay cariño, le diré a Gabo que la vaya a buscar y la llevé ahí, buenas noches cariño.

—Te quiero.—Colgué.

—Gabriel vendrá a dejar a Samira aquí.—Resople disgustada.—¿Qué hora es?

—Ya van a ser las cuatro. ¿Por?—Me contesto Jacob mirando la hora en su celular.

—Solo quería saber, sigamos viendo Harry mejor.

Jacob se volvió a acomodar como estaba y seguimos viendo la película, ya estábamos terminando de verla cuando me llegó un mensaje de Samira avisándome que ya estaba aquí, a Jacob no le dio la gana de levantarse así que lo tuve que hacer yo, justo cuando baje las escaleras, lo vi, él había abierto la puerta para Samira antes que yo. 

—Hola enana.—Revolvió su cabello con cariño, yo me quede escondida, solo por curiosidad.

—Hola Andrew.—Lo saludo ella.—Ay se me olvido mis libros iré por ellos.—Hablo mi hermana al parecer devolviéndose al auto a recoger sus cosas.

—Estoy seguro de que eres un farsante, Samara no podría tener un novio como tú.—Escuche la voz de Gabriel, no podía verlo desde mi escondite.

—Un novio como yo. ¿Qué quieres decir con eso, Gabriel?—Le preguntó Andrew a la defensiva.

—No eres un buen partido, ella necesita a alguien mejor.

—¿Cómo tú maldito incestuoso?—Le pregunto Andrew, vi sus manos en puños, Dios tenía que detener esto ahora.

—No te permito hablarme así, tú no sabes nada, así que cállate.

—Soy el novio de Samara, eso me da derecho a decirte lo que se me de la gana con tal de defenderla.—Le contestó.

—¿Qué sucede aquí?—Tomé la mano de Andrew, él relajó su mano y entrelazó nuestros dedos.

—Nada amor, solo que este ya se iba. ¿No es así Gabito?—Andrew le sonrió a Gabriel y para todavía hacerlo sentir peor me dio un corto beso en los labios.

—Sí ya me iba, Adiós Samara.—Gabriel se despidió y camino a su auto, Samira ya venía con su mochila, la que supuse tenía sus libros. 

—Hola Sam.—Me saludo Samira entrando a la casa.—Oigan sigo esperando mi libro de Harry, espero no se les haya olvidado.

—Claro que no se me olvidaría, lo fui a comprar esta mañana temprano, está en la sala de hecho—Andrew soltó mi mano y caminó a la mesita que estaba en medio de los sofás, tomó una bolsa blanca y se la dio a Samira, ella le agradeció y se sentó en uno de los sofás.

—Gracias, yo siento que hayas gastado en eso…—Le dije apenada.—Te lo pagare, solo deja voy por mi cartera.—Hice el intento de subir las escaleras, pero él me detuvo.

—Tranquila, de todos modos fui yo el culpable, no debí besarte—Me sonrió y se fue a sentar junto a Samir.—¿Quieres jugar videojuegos?—Le habló a ella.

No escuche la respuesta de Samira ya que subí las escaleras a toda prisa hacía la habitación de Jacob.

¿Para él había sido un error besarme?

Pues claro que lo había sido, era obvio, que ilusa había sido creyendo que incluso le había gustado.
¿Pero entonces por qué lo hizo?
Claro, la actuación supongo, él mismo me había dicho que era para no tomarme por sorpresa frente a todos, para él había sido un error definitivamente.

—¿Por qué esa cara Sami?—Me preguntó Jacob apenas estuve a su lado.

—No, por nada.—Le sonreí, bese su mejilla y recosté mi cabeza en su pecho.—Solo estoy algo cansada.

—Creo que deberías dormir un rato, todo ese estrés acumulado te está agotando, trata de soñar algo lindo.—Acarició mi cabello con su mano.—Yo te despertaré  para cenar tranquila.

Jacob se levanto de la cama, apagó la pantalla, cerro las cortinas, empujó la puerta y se acostó a mi lado.

—¿Me abrazas como los viejos tiempos?—Le pregunte.

—Claro que sí, siempre.—Me abrazó de la cintura y me acerco a él, suspiré y cerré mis ojos tratando de dormir.

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